Inauguración de obras en la Facultad de Odontología de la UBA: Palabras de la Presidenta de la Nación

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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE OBRAS, EN LA FACULTAD DE ODONTOLOGÍA, DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES, CABA.

Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas, una vez más; señor decano de la Facultad de Odontología, de la Universidad de Buenos Aires; autoridades universitarias presentes de la UBA, a todo el cuerpo docente de esta Facultad, a los no docentes también. Me decía, hoy cuando… sí ya sé que están allá arriba, mira que me voy a confundir; hoy alguien me decía: “no se olvide de saludar a los no docentes”. Querido, soy universitaria, también, yo sé la importancia que tienen los no docentes y la verdad que quiero hacerle un homenaje a quien fuera el secretario de ATUL, “Semilla” Rodríguez, detenido desaparecido, y en nombre de él, un homenaje a todos los trabajadores no docentes de todas las universidades del país. (APLAUSOS).

La verdad que hoy es un día muy especial, estamos aquí, en el Aula Magna, de la Facultad de Odontología, de la Universidad Nacional de Buenos Aires, que la verdad cuando vi lo que habíamos construido, porque lo hemos edificado a partir de que hemos puesto la educación, en la Argentina, en un punto central. Lo que decía Malena, hoy, la presidenta del Centro de Estudiantes, de la Facultad de Trabajo Social, de la Universidad Nacional de Entre Ríos, la misión que tiene la educación, que es fundamentalmente la de abrir cabezas, la de descolonizar y la de permitir, también, la soberanía intelectual y educativa en un país. Eso es también poner recursos para la educación, no es solamente para tener un título o una capacidad, que puede ser académica. Yo creo que lo que mejor nos puede dar la universidad - además de la capacitación académica y técnica – es pensar en argentino, para los argentinos y para el resto del mundo, también, a través de nuestro talento y de nuestros estudios.

Por eso, yo felicitaba, hoy a la Dra. Chan, que es una destacadísima investigadora del CONICET, que como ella explicaba, investigó en el genoma del girasol, una planta muy resistente a la sequía para trasladar esa resistencia a otras plantas, como trigo, maíz, soja. Este evento científico de envergadura internacional está pronto a ser aprobado y ya es patente; sí va a ser patente cuando esté aprobado y va a ser aprobado por el ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación.

En fin, acá inaugurando todas nuevas instalaciones. Yo recorría las instalaciones y quería ir al famoso lugar de los muñecos, donde están los muñecos. ¿Y por qué quería ir a ese sitio? Porque está vinculado con mi infancia, dos de mis tíos, hermanos de mis padres, se recibieron de odontólogos, aquí en esta Facultad, y mi madre venía a ser de pacientes porque mi tío no conseguía, su cuñado no conseguía quién le viniera a abrir la boca y entonces tenían que venir los familiares de los estudiantes. Así que yo cuando vi los muñecos, estaba obsesionada con que quería una foto, al lado de los muñecos, porque eso significa que el que viene a abrir la boca es porque se le vienen a arreglar, no porque vienen a experimentar sobre él y me parece que es un adelanto tan grande que hemos hecho. Y además el decano, cuando me mostraba orgulloso, lo que son estos verdaderos pisos modelos, de esta Facultad de Odontología pública y no creo que hayan muchas facultades de Odontología de estas características, no ya en la Argentina – digo – en la región. Y él me decía, además, que esto que estamos inaugurando, hoy, empezó - y no por casualidad - hace 12 años, cuando decidimos que las universidades públicas nacionales, no podían ser mendicantes. Y pasamos de 1.900 millones de pesos, que se daba para todas las universidades nacionales, y que era el 0,5 por ciento de un PBI, muy chiquitito, porque en el año 2013 estábamos en la lona, ha duplicar esa participación del PBI al 1 por ciento. Y hoy, las universidades con un presupuesto superior a los 42.000 millones de pesos y esto es lo que nos ha permitido hacer esto.

Porque además, también, de estos fondos que se destinan a las universidades, que como todos saben, a partir de la reforma del 18, son autonómicas, y por lo tanto administran sus propios recursos, manejan sus propios recursos, además de eso hemos puesto muchos recursos desde el ministerio de Planificación, con infraestructura. El corto hablaba de 2.000 millones, pero permítanme decirles que el que hizo la publicidad está equivocado, ya llevamos puesto más de 4.000 millones de pesos en infraestructura. (APLAUSOS). Esto por afuera de los recursos presupuestarios universitarios, esto por afuera del 1 por ciento, sin contar – además – todo el sistema de becas universitarias, financiadas por el ministerio de Educación, que superan los 1.000 millones y que también están por afuera del presupuesto universitario. (APLAUSOS).

Acá me apunta el ministro, como corresponde, que de 2.766 becas, que habían para estudiantes, en el año 2003, hoy tenemos más de 66.000 argentinos y argentinas becadas en nuestras universidades. (APLAUSOS). Ni que hablar de los otros instrumentos, de las otras políticas públicas que permiten que los chicos vengan a estudiar, como es el Plan PROGRESAR, del ministerio de Economía de la Nación. ¿Son cuántos chicos? Hoy tenemos 900.000 chicos, que están haciendo estudios con el Plan PROGRESAR, que es la asignación de 900 pesos, por mes, para jóvenes de 18 a 24 años, para completar sus estudios primarios, secundarios o universitarios. Todas políticas públicas destinadas a empoderar a nuestra sociedad, a nuestros jóvenes con la educación. Pero con una modificación, con una transformación a lo que fue nuestra educación universitaria – y yo hablo como egresada, también, de una universidad nacional, pública y gratuita – en este caso la Universidad Nacional de La Plata.

Estamos transformando el CONICET, estamos transformando estos centros, por ejemplo lo que hemos inaugurado también, hoy, en Florencio Varela, en el Hospital El Cruce, este Centro de Estudios, de más de tres plantas, que va a dedicarse a la biomedicina, a todo lo que es genoma y a analizar lo qué le pasa a cada paciente. Este es un hospital muy importante de derivados, ya se sabe – no voy a decir ninguna novedad – pero se conoce y los médicos siempre lo dicen que no hay enfermedades, hay enfermos. Bueno, la creación de este centro, que hoy estamos inaugurando, en el Hospital “Néstor Kirchner”, del El Cruce, de Florencio Varela, tiene esta particularidad: la biomedicina, que es estudiar las características de cada paciente en sus genoma, en su ADN para ver cómo influye y qué tipo de tratamiento. Esto, luego, aplicarlo a otros casos y estamos también en el proyecto de incorporar nuevos institutos en estos hospitales modelos. Esta ha sido una inversión muy importante que hemos hecho en El Cruce; tenemos ahora, en Florencio Varela, médicos importantes, científicos importantes que van a radicarse en esa ciudad, que en algún momento, sólo supo ser ciudad dormitorio, una ciudad donde la gente iba únicamente a dormir.

Ahora, donde también abrimos la Universidad pública “Arturo Jauretche”, que también tiene precisamente – como lo mencionaba el director del hospital – de El Cruce, también esta universidad conjuntamente con el hospital, abriendo y rompiendo lo que nosotros decíamos, en los años 70, la “islita democrática”, porque teníamos una universidad, que se desarrollaba en medio de las dictaduras más terribles, y entonces decíamos que esa universidad tenía que abrirse al pueblo. Pero tenía que abrirse al pueblo no solamente permitiendo el acceso al bien cultural, por parte de los sectores de hijos de obreros, de trabajadores, sino también que ese conocimiento fuera aplicado a la economía y a los distintos sectores de la sociedad, para que el conocimiento no fuera de una élite únicamente, sino que se volcara a la economía, a los beneficios sociales y culturales y de esta manera también hacer crecer la economía. Porque la economía va a crecer, a partir de la ciencia y de la tecnología, que es lo que nos va a dar la competitividad.

Por eso, yo quería darles el ejemplo de la Dra. Chan, ya no nos sirve científicos únicamente estudiando para recibir un Premio Nobel, queremos científicos estudiando para mejorar nuestras empresas, nuestra producción, nuestras industrias, nuestros laboratorios, nuestra farmacología. En definitiva, devolverle al pueblo, porque cada uno de nosotros, cada uno de los que egresamos de la universidad nacional, pública y gratuita debemos saber que tenemos una deuda de honor con todo el pueblo que nos paga los estudios; muchos de ellos tal vez no puedan acceder todavía a una universidad, pero por lo menos si en un hospital público, si en una universidad, como aquí; yo hoy cuando vine visité varios pisos y había mucha gente atendiéndose. Acá se atiende muchísima gente que no tiene obra social ni recursos para ir a un odontólogo pago, y aquí lo atienden gratuitamente. Eso se devolverle al pueblo parte de lo que el pueblo ha puesto aquí. (APLAUSOS).

En Santa Fe, también, inaugurando un modernísimo edificio, en un complejo, que es el centro del CONICET, en la Ciudad de Santa Fe. Allí hay cinco institutos, uno de ellos se ha dividido y hemos creado el CIMEC, que es el Centro de Investigaciones Computacionales. ¿Qué significa esto? Lo que también vamos a hacer muy prontamente en las facultades de Medicina y también en la facultad de Odontología, comienzan a través de métodos computacionales a estudiar los fenómenos, que se producen – por ejemplo – en metalmecánica, en física, en maquinaría y reproducen esto.

Hace pocos días, - yo le contaba al decano de la Facultad – hemos inaugurado el primer CAVE. ¿Qué es el CAVE? Algo que ha sido creado, también, por científicos argentinos, en este caso en la Universidad Nacional del Centro, en Tandil; son habitaciones, con techos, pisos y paredes, que son todas como si fueran cámaras de televisión. Uno está dentro de un escenario virtual. ¿Cuáles son los primeros CAVE que vamos a hacer? En las primeras nueve universidades petroleras, vamos a simular – adentro de ese CAVE – que estamos frente a un pozo no convencional de gas o de petróleo y que vamos a manipular toda la maquinaría para perforarlo y todos los problemas que podemos tener en la perforación de ese pozo. De esta manera estamos aplicando el conocimiento a uno de los hallazgos más importantes que hemos tenido los argentinos que es Vaca Muerta y lo que es más importante la recuperación de YPF, porque si no la vaca muerta se la llevaban otros vivos, que están muy vivos. (APLAUSOS).

Entonces estamos con todo el sistema de computación generando, por más y mejor conocimiento y también con el tema de Nanotecnología. Para ustedes que son odontólogos, ya algunos recibidos, otros en vía de recibirse, charlábamos, el otro día con uno de mis médicos y decíamos: “ojo, con la Nanotecnología, porque es lo que en no más de 15 años van a tener que manejar así chicos, la Nanotecnología porque es lo que se viene y es lo que estamos también inaugurando en estos días.

Hoy también inaugurando este Centro Computacional que son cinco institutos ya que vamos a tener allí. Y también en Paraná, en la Universidad Nacional de Entre Ríos, inaugurando más de 3.000 metros cuadrados, es la primera etapa, de la Universidad de Trabajo Social. Una profesión, una vocación también que muchas veces fue reducida al mero asistencialismo. Acuérdense lo que eran las viejas asistentes sociales de Francisco Manrique, esto para muy viejos, lo admito. Sé que algunos no deben saber…esta mina de qué está hablando.

Bueno, estoy hablando de un concepto del trabajo social que debía ser totalmente asistencialista y no promover, bueno, precisamente, la doctora Alicia Kirchner, que fue una de las primeras doctoradas en servicio social, creo, de la República Argentina y que siempre combatió esta visión del asistencialismo porque dice que el trabajador social es eso, fundamentalmente un trabajador social que tiene que estar al lado de la gente, no solamente para ayudarla, sino para darle los instrumentos y que no necesiten nunca más que nadie los ayude.

Por eso también, durante la dictadura, fueron muchos los detenidos desaparecidos trabajadores sociales, comprometidos con la realidad circundante, que no vivían aislados del mundo y que, por lo tanto, compartían lo que pasaba en la sociedad.

Por eso es un día muy especial para nosotros aquí en la Universidad de Buenos Aires y mucho más especial en la Facultad de Odontología.

Quiero decirles que es un orgullo para nosotros ver cómo han utilizado, doctor, los recursos de la Universidad para dotar a esta Universidad de este modelo y que los pibes…recorrí tres o cuatro pisos, no solamente la moderna aparatología, sino la calidad, la higiene, la asepsia y también, por qué no, la magnífica vista que tienen desde el lugar donde estudian de la ciudad de Buenos Aires, porque también es importante estar en un lugar donde uno se sienta bien.

Y decirles a todos y a todas que este compromiso con la Universidad que hemos además aumentado, hemos creado 19 nuevas universidades, que nos permiten hoy que un joven de Florencio Varela, no tenga que venirse hasta Buenos Aires o tal vez, un joven de Río Gallegos, no tenga que venirse a Buenos Aires a estudiar.

El otro viernes, inauguro la Universidad Tecnológica Nacional, la nueva sede en Río Gallegos también. Bueno, no está mal tampoco que viajen, porque uno que viajó a La Plata, no lo hubiera conocido si hubiera habido universidad en Río Gallegos.

Así que, bueno, hay que verle el lado bueno a todo, hay que encontrarle el lado bueno a todo. Y la verdad que no porque es cierto, yo siempre pienso si no hubiera nacido en La Plata, si a lo mejor hubiera podido estudiar, si hubiera nacido en Jujuy o en Santiago del Estero o en Chaco, en mi época posiblemente, no hubiera sido abogada y, tal vez, no hubiera sido Presidenta. Por eso creo que la igualdad no es que todos seamos, iguales; la igualdad es darle igualdad de oportunidades a todos para que puedan desarrollarse y, entonces, que si sos médico, odontólogo, abogado o ingeniero, no es porque tu papá es rico y tiene plata, sino porque hay un Estado que te permitió estudiar. Esa es la verdadera igualdad.

Y esto no es una cosa de pobres y ricos, al contrario, no hay nada mejor que no haya una sociedad de pobres y ricos. Queremos una sociedad de iguales, de igualdad. Por eso trabajamos y luchamos tanto. Y por eso también…yo también los amo mucho…por allí muchas veces, no se entienden los procesos políticos, sociales y culturales de la inclusión. La inclusión, a diferencia de los proyectos de exclusión, beneficia a todos. Cuando comienzan a elevarse los que están más abajo, cuando tienen un pequeño ingreso, los que están más abajo pueden comprarle más al almacenero de la esquina. Ese almacenero de la esquina, que empezó siendo un pequeños bolichito pero que luego en el barrio, porque llegó la Asignación Universal por Hijo, por Embarazo o porque lograron un trabajo registrado y con los convenios colectivos pudieron tener un mejor sueldo como los trabajadores no docentes que nunca tuvieron aumentos salariales como los dados en esta década o cuando un profesor, que como me cuenta Rocío, mi nuera, que también es graduada en el 2001, era difícil en ese momento, ella aquí, un profesor ganaba 80 o 90 pesos, hoy un profesor full time puede dedicarse full time a investigar en la especialidad. Eso es también inclusión.

Y también, hoy una chica me decía “yo soy hija de obreros y ahora puedo estudiar por vos”. No, no es por mí, es por un proyecto político. Muchas veces la gente cuando escucha proyecto político y por el bombardeo mediático, cree que es una cuestión ideológica. No, no es una cuestión ideológica, es una cuestión de valores, es una cuestión de en qué sociedad y en qué país queremos vivir. Si queremos vivir en una sociedad que les dé oportunidad a todos los jóvenes y que pueden elegir si quiere estudiar, si quiere ser obrero, si quiere ser artista, si quiere científico, esto es la posibilidad de elegir. Y todavía hay mucha gente que no puede elegir la vida que quiere tener. Yo sueño, sueño con un país en el que los 40 millones de argentinos puedan elegir la vida que quieren tener. Porque yo pude elegir, trabajé desde los 18 años, pude elegir, por ejemplo, seguir siendo empleada y no estudiar, pero pude elegir y elegí estudiar, y elegí después también la vida y elegí la política también como vocación, no como profesión, y ejercí como abogada y tuve mi vocación y mi militancia política. Y otros que se recibieron conmigo, siguieron ejerciendo su carrera y hoy son brillantes abogados y fueron exitosos. Y yo me dediqué con todo a mi vocación política y hoy estoy acá como Presidenta. Y esto también es una elección.

Por eso,…bueno, voy a corregir un poquito, no es que me elegí yo sola de Presidenta, sí elegí ser abogada y militante. Presidenta me eligieron ustedes los argentinos.

Pero de esto se trata. Entonces, cuando en Florencio Varela, que no tenían nada, ese Hospital, miren, ese Hospital lo prometió Néstor cuando era presidente. Lo inauguré yo creo que en el 2006 o en el 2007, si mal no recuerdo, luego lo comenzamos a equipar y hoy integra el Sistema de Cibersalud porque estamos integrando todos los hospitales o determinados hospitales desarrollados con Cibersalud. Acá también están integrados con Cibersalud, me está haciendo así el Decano, quiere decir que acá también, Cibersalud. Estamos integrando con Cibersalud todos los hospitales.

Cuando veo con qué orgullo este Hospital, él no lo pudo ver, pero desde algún lado tiene que saber que el hospital que él imaginó, es uno de los mejores de Latinoamérica, que tiene científicos, médicos, que es un orgullo para Florencio Varela.

Cuando veo en Santa Fe que estamos inaugurando un nuevo instituto del CONICET, de ese CONICET que había sido olvidado, que había sido estigmatizado, que los habían mandado a lavar los platos a todos y a todas, bueno, cuando veo esto, la veo a la doctora Chan que por suerte no fue a lavar a los platos, no sé si a lo mejor los lava en la casa, pero además estudia el ADN y los genomas para aplicar el conocimiento que la universidad le dio, para un campo tan importante como es la agricultura en la República Argentina, cuando veo a Malena, que no le van a colonizar la cabeza porque aprendió que hay que tener soberanía intelectual y soberanía del conocimiento para hacer una nación, cuando veo todo esto, cuando los veo a ustedes con tantas esperanzas e ilusiones, digo, pucha, valió la pena todos los palos recibidos, todas la ofensas proferidas, todos los agravios que nos tiraron por la cabeza.

Y esto es la inclusión, esto es la inclusión. Porque con inclusión se acaba también la explotación y la expoliación. Esto es realmente empoderar a la sociedad para que no dependan nada más que de sus propias capacidades. Y decidir, decidir la vida, que no es fácil. Y yo quiero eso, que mis compatriotas decidan la vida.

Todas estas cosas que hoy hemos estado aquí seguramente diciendo, mostrando, viviendo, teniendo la experiencia, seguramente mañana no van a salir publicadas en ninguna parte, porque además no hice cadena nacional para ceder, no para cederle al Papa el lugar que está dando una misa, no sea que mañana digan que la Presidenta no le dejó dar misa al Papa en Nueva York.

Así que, por eso, pero no importa, que no publiquen una sola línea ni salga en ningún solo lugar, todos los que hoy recibieron su título de posgrado, cada una de esas caras jóvenes que hoy vi en los pisos, en los laboratorios y que hoy están acá en el Aula Magna, cada uno de los que están ahí en Florencio Varela, cada uno de los que están en Santa Fe, cada uno de los estudiantes de Paraná, cada uno de los millones que se han incorporado a través del trabajo, de la educación, de la industria, del comercio, de la producción, de la ciencia y la tecnología, los que han vuelto al país, porque el país les ha dado nuevamente una oportunidad, más de mil científicos repatriados, todos ellos saben que esto no fue magia, pero fue mágico.

Gracias, muchas gracias a todos compatriotas, que Dios los acompañe a todos.

Muchas gracias. (APLAUSOS)

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