Lanzamiento del Plan de Abordaje Integral

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER, EN EL LANZAMIENTO DEL PLAN DE ABORDAJE INTEGRAL

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Muchas gracias. Luego de escuchar a estas dos mujeres, mujeres tenían que ser, ¿no? (Aplausos) Las conozco, por supuesto a Alicia hace mucho más tiempo que a Graciela, por obvias razones, pero creo que son la combinación perfecta. La pasión, la fuerza, muchas veces esa cosa de Alicia que parece arrolladora, y la serenidad, la terrible serenidad también de Graciela pero su terquedad cuando se propone un objetivo en lograrlo. Esto es lo común en ambas, fijarse objetivos y con una terquedad asombrosa alcanzarlos y trabajar para desarrollarlos.

Yo quiero felicitarlas por la presentación de este Plan que va a llegar a más de 6 millones de argentinos, algunos en los conglomerados urbanos, en las grandes urbes, en las grandes ciudades; otros en los pueblos rurales, más alejados, inclusive más abandonados de la mano de Dios, porque cuando algún pobre vive en las grandes ciudades de alguna manera siempre puede llegar a acceder a algún servicio, pero tenemos a argentinos y argentinas en poblaciones remotas, que no figuran en ningún mapa, ni en ninguna encuesta ni estadística como nos contaba recién de la isla Apipé, o en pequeños pueblos del NOA y del NEA, que no tienen ni siquiera las posibilidades de acceso a ningún tipo de bien y a ningún tipo de servicio porque no hay nada en su propio hábitat, y pueden recorrer kilómetros y kilómetros sin encontrar nada, un hospital o una escuela o un dispensario.

Esta es la inequidad que no solamente es social en la República Argentina sino que también tiene un profundo contenido territorial, hay también una fuerte inequidad territorial en nuestro país, fundamentalmente ubicada en el NOA y en el NEA, donde siempre digo, como decía el anterior presidente, que todos los argentinos tenemos una deuda con esas regiones.

Quiero también comentar que cuando hablamos de estas cuestiones, de estos planes, hay que hablar de los recursos con los que cuenta el Estado para abordar este tipo de problemáticas. En los tiempos que corren y que han corrido en la República Argentina, donde hemos tenido discusiones, diferencias, quiero contarles a todos los argentinos el esfuerzo que hacen todos los contribuyentes de nuestros país para el sostenimiento precisamente de planes como el que hoy estamos desarrollando, como para todo lo que significa el sostenimiento del Estado en escuelas, en hospitales, en distribución de coparticipación, etcétera. Y quería comentarles que estos días que han corrido y que hemos tenido tantas diferencias, cuando uno se pone a mirar los números de cómo se componen los recursos del Estado, los ingresos, los tributos, que también hacen a una suerte de equidad social o inequidad social en la República Argentina, y con estas discusiones tan mediáticas y mediatizadas que hemos tenido en los últimos días, quería comunicar hoy que hay muchísimos intendentes, muchísimos señores gobernadores de todas las provincias argentinas, cómo contribuyen, cuáles son los ingresos con los cuales contamos los argentinos para hacer frente a estos problemas.

Nuestra primera fuente de ingresos, el IVA, el Impuesto al Valor agregado, esta es la principal fuente de ingresos que tienen los argentinos. Un impuesto que pagan todos, los que tienen trabajo, los que no tienen trabajo, los que tienen dinero, los que no lo tienen, porque es lo que cada uno paga cuando compra algo, no importa si tiene trabajo, si tiene vivienda, si tiene seguridad, si tiene escuela, lo paga igual, este es el principal ingreso.

El segundo lo constituye el Impuesto a las Ganancias, que es un impuesto justo, porque en definitiva es un impuesto que pagan aquellos que ganan dinero.

El tercer ingreso lo componen los aportes patronales y de los trabajadores al ANSES, al Sistema Nacional de Jubilaciones.

Y en el cuarto lugar están los Derechos de Exportación, las tan meneadas retenciones que ustedes han escuchado. Cuando uno ve lo que representan la totalidad de las retenciones para todos los productos, petróleo, derivados, agropecuarios, etcétera, el 13 por ciento; de ese 13 por ciento corresponde a lo que podríamos denominar sector agropecuario el 7,9 por ciento. O sea que de la totalidad de los ingresos con que los argentinos contamos para hacer frente a tanta inequidad, a tanta falta de distribución del ingreso, 7,9. Pero dentro de ese 7,9 por ciento solamente el 3,9 por ciento corresponde a quienes producen, y el otro restante corresponde a las industrias, en definitiva que trabajan sobre carnes, cereales y toda la parte industrial.

Digo esto porque es bueno que los argentinos sepamos exactamente lo que cada uno aporta a los recursos que tenemos que distribuir para todos aquellos otros argentinos que no tienen la suerte de tener un trabajo o que no tienen la suerte de tener una actividad económica o de ser un productor, un empresario, un comerciante, un profesional y que tanta falta hace que tengamos en claro como se compone esto. ¿Por qué? Porque es importante entonces, cuando sabemos cómo se compone todo esto, el aporte que cada uno exactamente está haciendo para lograr una sociedad más justa, más equitativa, con menos desigualdad, con menos pobreza.

Pero obviamente en la Argentina todavía quienes más siguen aportando para que el país funcione, aunque parezca paradojal, siguen siendo los que menos tienen, los trabajadores. Y entonces, cuando se articulan determinadas discusiones o falsas contradicciones, o conflictos artificiales, sería bueno que todos, cada uno de nosotros, quienes tenemos la responsabilidad de tomar decisiones, en un país, en una provincia, en un municipio; quienes tienen la responsabilidad también importante de representar a sus sectores, que no está mal que haya representaciones sectoriales, porque los sectores existen, los intereses existen y deben ser representados y defendidos, pero todos sabemos que debemos tener en la defensa, aún de la representación de los intereses sectoriales a los que todos tienen derecho, la mirada hacia los demás, a qué aportan los demás y a qué aportamos exactamente cada uno. Porque cuando uno siente determinadas manifestaciones pareciera que los aportes tienen una magnitud que cuando uno va a ver exactamente los números en temas tributarios no reflejan, no porque dejen de ser importantes, todo es importante, un peso que se aporta es importante, dos pesos que se aportan es importante, pero es importante también tener el rigor de la información para saber exactamente de qué estamos hablando y cómo se componen entonces los recursos con que el Estado cuenta para hacer frente a las indelegables funciones y responsabilidades que tenemos. Pero por sobre todas las cosas las mayores responsabilidades las tenemos frente a los que menos tienen y a los que aún sin tener nada siguen aportando para que el país siga adelante y funcione. (Aplausos)

Por eso me pareció importante que los argentinos y todos conociéramos cuál es nuestra propia realidad. Siempre me gusta hablar de rigor, de rigor intelectual, de rigor del conocimiento, de rigor de la información, cuando hablamos y fundamentalmente cuando gobernamos, porque bueno, ya estamos acostumbrados a escuchar muchas veces hablar sin rigor intelectual, lo que no podemos seguir haciendo en la Argentina es gobernando sin rigor intelectual.

Entonces por eso quería aprovechar este espacio, entre encuentro con ustedes, para hacer estos breves comentarios, análisis, reflexiones, casi un intercambio de información y de comunicación, de diálogo entre nosotros, para poner exactamente las cosas en su lugar.

Cuando dialogamos y vemos realmente cuánto aporta cada uno, lo que cada uno necesita, lo que el otro necesita, es una manera de comenzar entonces a ponerse de acuerdo. Pero para ello hay que tener eso que yo siempre digo, por un lado el rigor intelectual y por otro lado a honestidad personal de cada uno de saber qué es lo que tenemos que aportar para un país mejor para todos.

Muchas gracias, buenos días a todos. (Aplausos)