Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei, en el acto de presentación de la Flota F-16 en Río Cuarto, Córdoba

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Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei, en el acto de presentación de la Flota F-16 en Río Cuarto, Córdoba

Buenos días a todos. Es una gran alegría para mí estar hoy aquí, frente a ustedes y ante todos los argentinos que están siguiendo esta transmisión desde sus hogares.
Después de una ansiosa espera, tengo finalmente detrás mío los primeros seis aviones de combate F-16. Con esta importante inversión en armamento militar vamos a robustecer sustancialmente nuestra Fuerza Aérea.

Nuestros pilotos hicieron una demostración impresionante de sus capacidades: en el lapso de tiempo que yo pasé volando de Buenos Aires hacia Río Cuarto, los pilotos salieron de Río Cuarto, sobrevolaron la Casa Rosada y Plaza de Mayo, y retornaron para encontrarnos aquí en este aterrizaje. Hoy, cientos de miles de argentinos pudieron levantar la mirada y ver por primera vez sus ángeles protectores surcando el cielo. Los F-16 son los nuevos custodios del espacio aéreo argentino.

Por eso, me alegra decirles a todos los argentinos que hoy es un día histórico para el país, porque a partir de hoy todos y cada uno de nosotros estará un poco más seguro. Y esta incorporación es fundamental, porque los gobiernos anteriores nos habían dejado indefensos.

Nuestro Gobierno, en cambio, está decidido a rectificar décadas de destrato hacia nuestras queridas Fuerzas Armadas, destrato que fue motivado por intereses ideológicos y partidarios. Hoy volvemos a poner el rol de la defensa de la patria en el lugar que se merece.

Quiero agradecer particularmente al Ministro Petri por su labor incansable para hacer todo esto posible, por el notable desempeño que tuvo al frente del Ministerio en general y, en especial, por haber materializado esta compra que, sin dudas, es un hito histórico para nuestras Fuerzas Armadas.

El Ministro Petri deja su cargo para ir a cumplir una tarea indispensable en la Cámara de Diputados, pero deja detrás suyo un legado enorme, del cual estos aviones son su mayor testamento.

La conducción del Ministerio de Defensa seguirá en excelentes manos: ahora esta área pasará al Teniente General Presti, un militar de carrera. La designación del Teniente General Presti como Ministro de Defensa fue motivo de revuelo mediático en los últimos días, fogoneado por un sector de la política que adoptó una posición infantil. Por eso me gustaría detenerme aquí para hacer una breve mención a la cuestión.

En un esfuerzo por hacer usufructo político de una tragedia nacional como fue la última dictadura militar, en las últimas décadas el kirchnerismo se dedicó a demonizar a nuestras Fuerzas Armadas y a resentir la relación entre éstas y la sociedad. Ahora, amparados en conjurar los fantasmas del pasado, rechazan la designación del Teniente General. Pero la designación del nuevo ministro se basa en su idoneidad para el cargo, es decir, nosotros no buscamos poner a los que mejor miden en cámara, sino que buscamos a los que más saben en la materia. Y, lógicamente, quien más sabe de defensa nacional es un militar.

Por otro lado, su larga trayectoria en el Ejército lo dota de una integridad moral y de una serie de valores que la mayoría de los políticos desconocen. Por eso no sorprende la crítica. Es decir, el Teniente General Presti es una persona dispuesta a hacer lo correcto por la Patria, incluso cuando no le sea personalmente conveniente. Es un hombre de disciplina, entrega y coraje, con toda una vida de servicio. Es un hombre que juró defender con su propia vida la tierra que lo vio nacer. Todo lo contrario, a los políticos que lo critican, que poco entienden de sacrificio y entrega por el país; personajes que siempre buscan hacer lo que les represente beneficios personales, por muy incorrectos que sean.

Por eso no nos extraña que sean justamente esos políticos de estirpe quienes se oponen a esta designación y pongan el grito en el cielo hablando de retrocesos democráticos. Es hora de volver a discutir en nuestro país el verdadero significado de la palabra soberanía.

Según nuestra mirada, cualquier país que pretenda desarrollarse de forma sostenida tiene que poder hacerse respetar en el concierto de las naciones. Esto se consigue por dos vías: teniendo una economía que se desarrolla y crece con una sociedad pujante, y también contando con la capacidad de defendernos para poder disuadir a otros países en un contexto global de creciente incertidumbre.

Dicho de otro modo, no hay soberanía sin prosperidad económica y sin capacidades militares para defender esa prosperidad alcanzada. Todo este razonamiento básico y auto evidente fue repudiado por el kirchnerismo. Durante estos 20 años hicieron diametralmente los opuestos. Se llenaron la boca hablando de soberanía por décadas, pero nos entregaron un país pobre e indefenso, desfinanciaron a nuestras fuerzas armadas e intentaron demonizarlas ante la sociedad para obtener un rédito político. Si nos remitimos a los de ellos, soberanía para ellos significa una gran villa miseria decorada con banderines de Argentina, y eso tan solo porque no tienen una visión económica consistente, productiva y capaz de crear el futuro que todos los argentinos necesitan. Esa incapacidad teórica y moral los induce a creer que la única soberanía posible es la que se encuentra en la pobreza, la aislación y la irrelevancia.

Nosotros les respondemos que la única forma de obtener un país soberano es construyendo riqueza y construyendo las capacidades para defenderla. Y esta no es inalcanzable: ya lo vivimos hace poco más de 100 años. Tenemos ahora el mandato histórico de recuperar aquella senda de grandeza que alguna vez transitamos.

Y es por todo esto que es un honor presentar estos aviones F-16, que para nosotros son un gran paso adelante en este camino de grandeza. Estos aviones son un símbolo de la Argentina que estamos construyendo, un país que se toma en serio a sí mismo y que pretende recuperar su merecido protagonismo en el concierto de las naciones.

Por todo esto, quiero agradecer a todos los integrantes del Poder Ejecutivo y de la Fuerza Aérea encargados de llevar adelante estas gestiones, y también los miembros de las fuerzas encargados de hacer operativo el programa de los F-16. Hoy más que nunca podemos decir que las fuerzas del cielo nos están acompañando. Así es que muchísimas gracias, que Dios los bendiga a todos y que las fuerzas del cielo nos acompañen.

 

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