Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei, luego de recibir el Premio Génesis 2025, considerado el Premio Nobel Judío, en Jerusalén, Israel
Muchas gracias. Es un verdadero honor para mí recibir este reconocimiento, es un orgullo del cual trataré de esta a la altura. No quiero dejar pasar esta oportunidad para agradecerles por las maravillosas palabras que han tenido para conmigo y lo generosos que han sido para conmigo, en cada una de sus palabras y sus acciones.
En la presente hora mundial, el fantasma del antisemitismo recobra fuerzas y potencia la base del terrorismo barbárico sobre el mundo libre, el cual sólo promueve el culto a la muerte, pisotea nuestras creencias y avasalla las libertades por las que lucharon nuestros ancestros. Por eso, al honrarme con la distinción del Premio Génesis siento un vital impulso para seguir dando la batalla cultural contra los enemigos de la libertad, en todas sus versiones.
En sintonía con esto, le he pedido a la Fundación que destine el millón de dólares que se me ja obsequiado por este galardón a organizaciones filantrópicas, que puedan ayudar a cumplir tan noble propósito. Me han comentado que es la primera vez que le otorgan el Premio Nobel Judío a un no judío, pero permítanme citar a Borges: “Si pertenecemos a la civilización occidental, entonces todos nosotros, a pesar de las muchas aventuras de la sangre, somos griegos y judíos”. Y concluye: “Yo no soy judío, pero eso no me impide sentir como propia la historia del pueblo judío y vaya que es así y con tanta fuerza”.
Recuerden que siempre encontrarán en mí un aliado de Israel, y que el país ha elegido estar del lado correcto de la historia. En este momento difícil los acompaño con un abrazo fraterno y con un sincero ¡Am Israel jai!
Finalmente, pido a HaShem que bendiga al pueblo judío, que bendiga a los argentinos, y que las fuerzas del cielo nos acompañen a todos. ¡Viva la libertad, carajo! Muchas gracias.