Discurso del Presidente Javier Milei en el AmCham Summit 2025

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Discurso del Presidente Javier Milei en el AmCham Summit 2025.

 

Buenas tardes. Perdón, que tengo la garganta un poco tomada, pero el fin de semana pasaron cosas. Básicamente, lo que voy a hacer hoy es mostrar Argentina como un caso de negocio y por qué es una excelente oportunidad de invertir en Argentina. Entonces, cuando uno quiere hacer una evaluación, los key value drivers es que haya un negocio que genere flujo de fondos, que no los maten a impuestos, básicamente que haya crecimiento y la tasa de interés. Básicamente, esos son los key value drivers que uno encuentra en cualquier evaluación convencional.

Entonces, básicamente lo que yo voy a hacer es contarles por qué Argentina es un excelente caso de negocios y por qué aquellos de los que apuesten por la Argentina van a salir ganando. Básicamente voy a arrancar desde el crecimiento económico para que comprendamos la lógica de cómo funciona toda esta ingeniería y básicamente la lógica esencial del crecimiento económico ya había sido descrita por Adam Smith en su investigación sobre la naturaleza y la causa de las riquezas de las naciones y de hecho en lo que es el libro cuatro tenía un esbozo de modelo de crecimiento. Por ende, yo sigo sosteniendo que Adam Smith es a la economía lo que Gauss a la matemática, alguien que se adelantó 200 años a su tiempo y la realidad es que estaban todos los elementos dentro de ese capítulo 4. Después, digo, vino Malthus y lo refutó y que a la luz de la evidencia empírica que había en ese momento, un econometrista le hubiera dado también la razón a Malthus.

Y después, vino toda una toda una serie de trabajos en materia de crecimiento que se reviven a mediados de los 30 digamos; pero no como un problema de explicar el crecimiento, sino por la negativa, cómo evitar que cayéramos en otro desastre. Pero la fuerza de los datos llevó a que, en 1956, dos economistas por separado —Robert Solow por un lado y Trevor Swan por otro— desarrollaran lo que nosotros hoy conocemos como el modelo de crecimiento neoclásico, que básicamente corregía algunos de los problemas que tenían sus antecesores de la década del 30, Harrod, y del 40, Domar. Y en ese contexto, a partir de ese modelo, se procede a la validación empírica del mismo, y era un modelo básicamente centrado en la acumulación de capital. Y el problema es que, cuando el modelo fue testeado en 1957 por el propio Robert Solow, solamente explicó el 15%. Es decir, la acumulación del capital per cápita solamente explicaba el 15%. Frente a esa situación, el problema era que estaba faltando, dentro de ese residuo, una definición bastante particular de "residuo". Porque si es el 85%, es como que es un número demasiado grande para llamarlo "residuo". Y se me ocurren otras analogías, pero no las voy a hacer, con gente que erra mucho... Entonces viven en Mandrilandia los dos grupos esos, pero no los voy a mencionar.

Pero entonces, a partir de eso, desde la universidad de Chicago, en el departamento de economía en esa época estaba dirigido por George Stigler, le sugiere a Solow que básicamente lo que había que hacer era incorporar el capital humano y en eso, en la misma Chicago aparecen dos líneas de investigación que es una probablemente la que todos más conocen, que es la línea de investigación micro, que es Gary Becker con su teoría del capital humano y otra menos conocida que es la línea de Hirofumi Uzawa, que cubre el aspecto desde lo macroeconómico, que es muy interesante y muy valioso para explicar el crecimiento, pero además, lo interesante por ejemplo es, Hirofumi Uzawa fue quien tutoreó la tesis doctoral de Miguel Sidrauski, que fue probablemente uno de los cinco mejores economistas de la historia argentina y básicamente, cuando la contra alternativa que se hace desde MIT era el progreso tecnológico y el cual venía exógeno, entonces se podía arreglar el modelo, pero digamos, la verdad es que teníamos mucho, digamos era muy pobre para explicarlo porque todo venía exógeno. Por esas cosas de la academia esa fue la línea que dominó y allá por los setentas la literatura de crecimiento estaba desapareciendo.

Y en los 80, con la tesis doctoral de Paul Romer, que hace no mucho ha sido galardonado por el Premio Nobel de Economía, desarrolla la teoría del crecimiento endógeno. Y eso es después levantado por Robert Lucas Junior. La tesis doctoral de Romer es en el 83, la que es tutorada justamente por Robert Lucas Junior; el trabajo de Robert Lucas Junior es las Lecturas Lionel Robbins del 85. A partir de ahí empieza toda la literatura del crecimiento económico. En el año 89, Gregory Mankiw, David Weil y David Romer, lo que hacen es testear este modelo, y en ese modelo encuentran que, al incorporar el capital humano, se pasa a explicar el 85%. Es decir, 70 puntos porcentuales los explica el capital humano. Y esto quiere decir que nosotros no vinimos a improvisar acá, que nosotros siempre tuvimos presente en nuestra cabeza el crecimiento. Porque una de las grandes novedades que nosotros le mostramos al mundo es, básicamente, nuestro Ministerio de Capital Humano. Y el Ministerio de Capital Humano no apareció en marzo o abril de este año; existía antes de que llegáramos al Gobierno. Y uno de los ministerios más importantes que tenemos es el Ministerio de Capital Humano.

Básicamente, el Capital Humano es muy importante para el crecimiento y tiene dos tipos de capital humano. Tiene lo que se llama el capital humano de primera generación, que es, básicamente, que la gente se alimente y tenga buena salud; y lo que es el capital humano de segunda generación, que tiene que ver con la educación. Esto es muy importante tenerlo en cuenta, porque cuando uno mira la historia de la humanidad —que este también es otro elemento muy importante—, básicamente, el PBI per cápita hasta el año 1800 estuvo prácticamente constante. De hecho, si tomamos desde el inicio de la era cristiana hasta el 1800, la tasa de crecimiento del PBI per cápita era 0,02%. Es decir, se necesitaban 3500 años para poder duplicar el PBI per cápita. Ahora, en el siglo XIX aparece una fuerte aceleración de la tasa de crecimiento per cápita, y salta a 0,66, donde más de dos tercios de eso está explicado porque la gente empezó a alimentarse y por lo que tiene que ver todo con el agua y las obras de saneamiento.

Pero eso no quedó ahí, en el en la primera parte del siglo XX, la economía creció en términos per cápita 1,1%. Es decir, volvió a acelerarse y lo que es en la segunda parte del siglo XX creció al 2,1%. Quiere decir que pasamos a 35 años para duplicar el PBI per cápita, pero no solo eso, sino que además si ustedes contemplan que las cuentas nacionales suelen subestimar los efectos del progreso tecnológico y que puede ser un punto y medio, o sea, podríamos estar viajando a tasas del tres y medio per cápita. Es decir, cada 20 años poder duplicar el PBI per cápita. Y eso nos pone frente a una situación, no solo de bienestar y de riqueza como nunca se vio la historia de la humanidad, sino que detrás de esto hay otra idea también extremadamente importante que es la idea de los rendimientos crecientes. Si ustedes se fijan hasta el año 1800 en el planeta vivían 800 millones de seres humanos y hacia el año 2000 se había multiplicado por ocho, eran cerca de 6400 millones de seres humanos, de hecho, hoy pasamos ya los 8,000 millones de seres humanos que además es un elemento extremadamente importante y positivo para el crecimiento económico, porque cuando la población se expande eso facilita la división del trabajo.

Es decir, una de las cosas maravillosa de Adam Smith, cuando habla de la fábrica de alfileres que es la representación de los rendimientos crecientes, es que esa ganancia de productividad que se puede generar tiene un límite. Es decir, una persona sola producida 20 alfileres, pero si partían la actividad en 18 digamos, la producción per cápita saltaba a 5000 alfileres. Claro, ahora, el límite ¿dónde va a estar? en si ustedes pueden vender todos esos alfileres, van a tener que vender 90 mil alfileres ¿el límite dónde está? está el tamaño del mercado. Eso es lo que decía Adam Smith, la división del trabajo está limitada por el tamaño del mercado. Por lo tanto, el rol de la población es fundamental en el crecimiento económico. Digo eso para todo lo que fue digamos, la agenda 2030 y todo lo que es la agenda del progreso. Pero bueno, ahora se están dando cuenta que se les pasó la mano en atacar a la familia, atacar a las dos vidas y ahora lo estamos pagando con caídas en la tasa de natalidad. Ahora el miedo es que el mundo se quede sin gente. Lo hubieran pensado antes, nos hubiéramos ahorrado bastantes asesinatos en el vientre de las madres. Pero al margen de algunas cuestiones criminales, lo importante acá es la presencia de los rendimientos crecientes como concepto, con lo otro ya no podemos hacer nada, más que mejorarlo hacia adelante, en lo cual también trabajamos.

Y lo importante de los rendimientos crecientes es que la contraparte, si uno lo mira en términos de teoría económica, es que hay estructuras concentradas, o sea, monopolios. Supuestamente, para la teoría neoclásica eso está mal, eso es malo. Ahora, es raro creer algo así si multiplicamos por más de ocho veces o diez veces el tamaño de la población y la cantidad de pobres extremos pasaron de 95% a 5%, ¿a quién se le ocurre decir que lo que está vinculado a eso está mal? Solamente hay que ser un economista idiota para decir algo así. Entonces, en ese criterio, lo que uno se da cuenta es que, bueno, los problemas de la economía neoclásica tienen que ver con adaptar toda la estructura de la economía a la matemática y no al revés. Es decir, es poner el carro adelante de los caballos. Pero mirá la locura a la que llegaron en la economía neoclásica: que cuando lo que uno ve no coincide con el modelo, lo llaman "fallo de mercado". Hay que ser arrogante, en realidad, cualquiera de ustedes que hace negocios y el modelo no mapea con la vida real, no se enoja con la vida real.

Digo, o sea, podrán insultar, lo que fuera, pero cambian el modelo, ¿no? O sea, no tratan de forzar la realidad para que se parezca al modelo. Ahora, la contracara de esto es que, cuando los economistas se empecinan con esto, la contracara es que regulan. Y cuando regulan, matan los rendimientos crecientes. Y al matar los rendimientos crecientes, matan el crecimiento económico. Y esto también es interesante, para los que nos tildaban de improvisados: nosotros tenemos, desde mitad del año pasado, un Ministerio de Desregulación. Justamente, lo podríamos llamar el Ministerio de los Rendimientos Crecientes, el ministerio que le simplifica la vida a la gente, el ministerio que repotencia el crecimiento. Y lo más interesante es que Federico no fue ministro antes porque estaba dando clases en Harvard, y prefirió estar más outsider. Pero si ustedes se fijan, cuando fue el lanzamiento —no sé si fue del DNU o del.… creo que fue del DNU… está Federico atrás. Con lo cual, también estaba. Es decir, siempre y todo esto estuvo pensado en términos de crecimiento. Es decir, nosotros apuntamos al crecimiento económico. Entonces, fíjense lo que son las cosas: el Gobierno más reformista de la historia fue el Gobierno de Menem. Nosotros, hoy, llevamos en materia de reformas 2000 reformas en 500 días. Somos 20 veces más reformistas que todo el Gobierno de Menem en todo su período.

Y es así como Federico quita regulaciones todo el día, también tenemos una impresionante tarea en Capital Humano. Porque ahí lo que se hizo fue separar en Niñez y Familia. ¿Qué dijimos? Que lo primero era la alimentación y la salud. Entonces tenemos Niñez y Familia. Tuvimos que abrir Salud porque era un tema bastante complejo cómo está, entonces ameritaba propiamente un ministerio. Pero originalmente el plan era que estuviera dentro de lo que es Capital Humano. Después, fíjense, viene todo lo que tiene que ver con… eso hace a la alimentación y a la salud. Y después viene cómo se reinserta en el mercado laboral. Por eso Trabajo está dentro de Capital Humano; Educación está dentro de Capital Humano. Entonces, ¿por qué? Porque, básicamente, es para atajar el capital humano de segunda generación, ya sea por los que tienen que estudiar o por los que necesitan reinsertarse. Y eso es muy importante, que también está ligado, ¿con qué? Con trabajo. Para que, de esa manera no haya tanta informalidad y empecemos a cerrar el problema de la informalidad. Entonces, si ustedes se fijan, esos dos ministerios tienen una clara direccionalidad a explicar 70 puntos del crecimiento económico.

Entonces, ¿qué es lo fundamental que está detrás del crecimiento económico? Miren, lo primero es sacarse el chip keynesiano de la cabeza. El crecimiento no se genera por consumo. El crecimiento se genera cuando sube la relación capital-trabajo. Ahora, para que suba la relación capital-trabajo, ustedes tienen que invertir. Y para invertir, hay que financiarlo. Y para eso necesitan ahorrar. Es decir, esos gobiernos como los anteriores, o los populistas, digo, que básicamente querían estimular el consumo para que la economía se expanda, era pegarse un tiro en los pies. No por nada, desde el 2011 que no pasamos ese nivel máximo de PBI, al cual estamos a tres décimas. O sea, lo estamos buscando. Y ustedes saben que cuando me pongo un objetivo, soy bastante determinante en la búsqueda.

Entonces, en ese en ese sentido, lo que nosotros tenemos es que la clave es el ahorro. Ahora, para ahorrar hay que proteger los derechos de propiedad. Por eso también otra de nuestras políticas tiene que ver con la libertad. Nosotros ponemos en el eje el respeto del derecho propiedad, no solo para proteger al ahorrista sino, además, para proteger el resultado de los que invierten. De hecho, unas de nuestras políticas también para generar crecimiento es el RIGI que, dicho sea de paso, hoy me confirmó el Ministro Caputo, antes de Ingresar, a quien agradezco la presencia igual que a Cuneo, a Bullrich, a Vladimir Werning, a Javi Lanari, a Petri, al Jefe y bueno, a muñecas aceitadísimas, el crack Guillermo Francos. Me confirmó que hoy una empresa minera entró a un RIGI por 2000 millones de dólares, es decir, está funcionando.

Y ahí lo interesante es que una de las cosas que también para mí es de mucho valor en el RIGI, es más yo metí la mano ahí adentro así que voy a contar qué es lo que hice. En el RIGI ustedes lo que tienen es que hay un respeto de la ecuación económica financiera del negocio que es la contracara de como ustedes determinan el valor o si ustedes quieren, determinar la tasa interna de retorno. En ese contexto, básicamente, ya sea si ustedes se encuentran con una suba de impuestos, con creación de impuestos o con regulaciones, eso es cuantificable y, por lo tanto, pueden llevarlo a la Justicia y demandar al Estado por eso. Además, pusimos la posibilidad de elegir entre tres instancias de arbitrajes internacionales, donde no solo que ahora pueden elegir el árbitro, sino que si en el medio del proceso no están conformes pueden cambiarlo y, además, creamos un tribunal local para esto, cuyo insumo para la determinación del fallo es lo que haga Defensa de la Competencia. Si ustedes estuvieron viendo las redes, hoy salió ya también la búsqueda de esos equipos técnicos, donde va a haber algunas personas muy calificadas evaluándolos.

Pero no solo eso. Por lo tanto, estoy explicando todo un montón de cosas: lo de Capital Humano, lo que tiene que ver con el respeto del derecho de propiedad, con los rendimientos crecientes… todos factores que generan muchísimo crecimiento. Pero fíjense que yo dije: ahorro e inversión. ¿Y qué es lo que hicimos por el ahorro? Bueno, hicimos mucho por el ahorro. Nosotros llegamos y teníamos un déficit cuasi fiscal de 10 puntos del PBI y un déficit del Tesoro de 5 puntos del PBI. Y ahí apareció Toto con la motosierra, y después de 123 años de tener siempre déficit, fue la primera vez que tuvimos equilibrio financiero, el cual lo alcanzamos en un mes de gestión, y vino para quedarse.

Pero no solo eso. Nadie hablaba de lo que pasaba dentro del balance del Banco Central. Y ese grupo de gigantes, digamos, a la cabeza de Santiago Bausili —y acá lo tenemos a Vladimir Werning—, junto a lo que se estaba trabajando en la Secretaría de Financiamiento con Pablo Quirno, bajo las órdenes de Toto Caputo, increíblemente en seis meses se desmontó la monstruosidad de los pasivos remunerados del Banco Central. Y eso, además, se hizo sin violentar los derechos de propiedad. Es más, en ese contexto donde nosotros alcanzamos el equilibrio fiscal, esta idea del déficit cero tiene una consecuencia muy importante, y es el hecho de que, entonces, la relación deuda-producto es no creciente. Y, consecuentemente, eso implica que Argentina es solvente intertemporalmente. Consecuentemente, eso implica que, inexorablemente, el riesgo país se va a desplomar. Argentina es uno de los cinco países en el mundo que tienen superávit en la línea financiera. Por ende, más tarde o más temprano, la tasa de interés va a colapsar porque el riesgo país se va a desplomar.

Y no solo eso, sino que, además, si ustedes veían, le estaban sacando 15 puntos del PBI a la gente y se los devuelven, obviamente parte lo va a consumir, parte lo va a ahorrar. De estar discutiendo la hiperinflación en diciembre del 2023, hoy básicamente estamos discutiendo créditos a 30 años. Es decir, el cambio de paradigma es enorme. Pero no solo eso, sino que, además, en todo ese proceso, nosotros bajamos la tasa de inflación. De venir de velocidades del 54% en mayoristas mensual —que implica 17.000 anual -, el año pasado terminamos en menos de un 1%. Y que, si usted le restaban el crawling peg, en dólares era deflación. Seguramente alguien me podría decir: “El último dato dio 2,8.” Sí, pero también dio 2,7 consumidor y 0,5 la construcción.

Ahí tienen, claro, todo el lío que generó la política durante marzo y abril, haciendo caer la demanda de dinero. Porque miren de qué manera simétrica subieron el IPC y el IPM. ¿Y eso por qué? Porque salieron de los no transables, cayó la demanda de dinero y se fueron a un transable. ¿Qué tenía que pasar con un no transable? Rezagarse. ¿Qué pasó? La construcción está abajo. Miren cómo se notó enseguida el efecto del impacto en la demanda de dinero sobre lo que fue la tasa de inflación. Igual, de vuelta, no nos preocupa, porque la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario y nosotros hemos fijado la cantidad de dinero desde mediados del año pasado. Y como el rezago de política monetaria puede ser de 18 a 24 meses, lo que también les voy a asegurar es que, como no vamos a emitir, ¿cuál es la consecuencia de esto? Para mitad del año que viene no existe más la inflación.

Es más, contra todos los pronósticos que decían que haciendo un ajuste de 15 puntos del PBI íbamos a caer por lo menos 15 puntos, porque decían, sí logran bajar la inflación pero van a hundir a la economía en la gran depresión, entonces empezaron con la gran depresión, después con la L, después con la pipita de Nike, leve, la pipita de Nike, bueno, después se dio en V como decíamos nosotros y al final terminó siendo un tilde, porque a pesar de haber hecho el ajuste más grande de la historia de la humanidad, la economía creció 6%. Porque si ustedes lo toman diciembre contra diciembre, en el EMAE desestacionalizado, el PBI quedó seis puntos arriba. Es decir, no solo que hicimos un ajuste enorme, bajamos la inflación, además logramos que la economía crezca y además de todo esto, los crueles, malvados, tiranos y horribles liberales, sacaron de más de 10 millones de personas de la pobreza.

Y, por otro lado, el efecto del equilibrio fiscal, que fue cuantificado por un muy prestigioso economista argentino, que se llama Juan Pablo Nicolini, que es profesor en Di Tella y que trabaja en la Reserva Federal de Minneapolis. Él hizo estimaciones para distintos países sobre cómo las cuentas públicas impactan en el crecimiento económico. Lo interesante de esto es que, para el caso argentino, un ajuste fiscal, un encuadramiento fiscal como el que nosotros tenemos, implica por lo menos una tasa del 4% per cápita. Es un número enorme, enorme, porque piensen que en 17 años podríamos estar duplicando el PBI per cápita. Ahora, la realidad, tal como dice Juan Pablo Nicolini, eso es sobre equilibrio fiscal, pero nada dice de cómo se alcanzó. Y en ese sentido, es interesante porque nosotros, en lugar de hacerlo como lo hubiera hecho cualquier político, devaluando y así licuar el gasto y generar profundas redistribuciones del ingreso, haciendo volar la cantidad de pobres; o subiendo los impuestos, nosotros somos el primer gobierno de la historia que lo hace haciendo un ajuste fiscal, bajando el gasto público en más de un 30%.

Es más, hasta nos dimos el lujo de bajar impuestos. Bajamos más de 19 impuestos, hoy anunciamos quitas, bajas de aranceles, y en el caso de la cosecha fina, la prolongación de la baja de retenciones hasta marzo del año que viene. No el resto, aclaró. Entonces, básicamente, nosotros seguimos bajando impuestos. Nuestro plan es seguir bajando impuestos. De hecho, el otro día hizo una presentación donde, si nosotros crecíamos al 6% a lo largo de dos mandatos, en caso de que los argentinos así lo quieran, estimamos que podíamos devolver cerca de 450.000 millones de dólares y que, si crecemos al 8, podríamos devolver 550.000 millones de dólares. Pero no solo eso, al haber hecho el ajuste bajando el tamaño del Estado, eso va a generar muchísimo más crecimiento. Si ustedes le ponen las reformas estructurales, va a haber más crecimiento.

Entonces, nos vamos a un contexto de mayores tasas de crecimiento, de menor presión impositiva, de un respeto de la propiedad privada enorme, porque nuestra agenda es ser el país más libre del mundo. Los países más libres son 12 veces más ricos que los reprimidos, tienen 50 veces menos de pobres en el formato extremo, crecen el doble, la tasa de descuento se está desplomando con la caída del riesgo país, estamos haciendo un trabajo enorme en materia de capital humano, en materia de desregulación, una tarea enorme en términos de respeto del derecho de propiedad y la seguridad a cargo de la Ministra Bullrich en Seguridad y el Ministro Petri en Defensa. Por lo tanto, lo que quiero decirles es que estamos frente a un maravilloso caso de crecimiento, y es la oportunidad de aprovecharlo, porque en estas condiciones en 30 años Argentina se podría convertir en una de las primeras potencias mundiales, donde dos tercios de esa mejora ocurren en el primer tercio, es decir, ocurren en 10 años. Por lo tanto, es una excelente oportunidad de compra, porque Argentina está baratísima y Argentina va a subir como pedo de buzo. ¡Viva la libertad, carajo!

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