Balance de la Desregulación con Facultades Delegadas del Presidente Milei y el Gabinete Nacional

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Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei en el balance de la desregulación con facultades delegadas, en Casa Rosada

Hola a todos. Nada, si no soy yo. Bueno, quiero agradecerles a todos y a cada uno de ustedes. El trabajo que han hecho es verdaderamente inmenso. Es tan grande que incluso hoy no llegamos a dimensionar los efectos que va a tener en el mediano y en el largo plazo.

Y quiero pedir un aplauso especial para el capitán de navío que hizo todo esto posible, el coloso Federico Sturzenegger. Muchas gracias, Fede.

Es una casualidad histórica extraordinaria que el vencimiento de las facultades delegadas coincidiera con una fecha tan significativa para nuestro país. Hace 209 años, a través de la Declaración de la Independencia, nos liberamos de un sistema político y económico liberticida que restringía libertades políticas y económicas de muchos para el beneficio de unos pocos.

Hoy estamos viviendo una experiencia similar. Hace dos años decidimos como nación ponerle un freno al afán o afano infinito de una casta política descontrolada que favorecía a sus socios y clientes a costa de todo el resto del país. Decidimos decirle basta a la tiranía del Estado y de la casta. Pero los procesos de independencia nunca son fáciles. La independencia siempre implica alguna suerte de combate contra quienes antes no tenían subyugados una rebelión contra el statu quo.

Como verán, la padecemos bastante. Créanme que a Kennedy no lo maté. No, no, no había nacido todavía.

La guerra y la independencia fueron costosas para nuestra joven nación. Puso a toda la dirigencia de aquel momento frente a la pregunta de si no convenía, simplemente volver a subordinarse a la metrópoli. Siempre están los que prefieren una esclavitud miserable, pero previsible, antes que ser el arquitecto del propio destino que conlleva varios riesgos.

Voy a desviarme un poco del discurso para que tengan una idea y un orden de magnitudes de lo que significa abrazar las ideas de la libertad, para que tengan conciencia de lo enorme de lo que están haciendo.

Cuando ustedes estudian el libro de Shemot, de la Torá, digamos, que vendría a ser el Pentateuco, o sea, los cinco primeros libros del Antiguo Testamento. Lo interesante es que cuando el faraón le habilita a Moisés que puede irse, acá hay algo muy interesante porque después de más de 400 años de yugo opresor, de esclavitud y que todo el mundo se quejaba, digamos, de la situación de la esclavitud, pero es interesante porque cuando ustedes van y leen la Torá, una de las cosas que dice es uno de cada cinco salieron. Es decir, solamente el 20% decidió abrazar las ideas de la libertad y emprenderse en la tarea de caminar por el desierto. Esto no es menor porque muestra el tamaño del desafío que uno enfrenta. Digamos, mucha gente prefirió el pescado gratis. De hecho, digamos, cuando uno hace Shabbat, una de las cosas que van a tener es que cuando se entrega la Jalá, es no se le da en la mano porque, justamente, eso recuerda a ¿qué cosa? Recuerda a que era el pescado regalado, digamos, era pero el pero no era gratis. De ahí la frase de Milton Friedman, no hay tal cosa como un almuerzo gratis. Justamente está inspirado en eso. El costo de eso era la libertad. Por eso, digamos ustedes le dejan la Jalá o la costumbre sefardí se la tiran. A mí me divierte más la costumbre sefardí, aviso.

Pero en ese contexto, lo que quiero que quede claro, es la tarea enorme que estamos llevando a cabo. Es decir, después de 100 años de que nos estuvieron contaminando la cabeza con el virus colectivista, a la gente le cuesta abrazar las ideas de la libertad y a veces no lo hacen por maldad, sino que lo hacen por miedo. Y entonces, hay otros que no lo hacen por conveniencia, digamos, pero más allá de los perversos, lo que hay que tener en claro es que, es una tarea difícil y por eso también es importante, por ejemplo, la tarea enorme que lleva a cabo Federico cada vez que va a la televisión y muestra las ventajas de ir abrazando hacia un mundo de más libertad, o sea, hacer de Argentina un país cada vez más libre; que ustedes saben que mi objetivo es que Argentina sea el país más libre del mundo. Así es que, solamente dimos algunos pasos, o sea, todavía nos queda mucho por hacer.

Pero quería dejarles en claro, digamos, lo importante de la tarea que están dando, de la pelea que están dando y de lo ingrata que puede ser esa tarea, porque recuerden, solo uno de cada cinco salieron de Egipto.

Y volviendo a la lógica de la que estaba hablando, es, pero incluso quienes, en un comienzo, dudaban entendieron con el tiempo que asumir la libertad era un proceso necesario. Sus frutos podían tardar en llegar, pero son los más valiosos que existen, por lo que los sacrificios presentes estaban plenamente justificados. Por algo nuestro gran prócer, el héroe San Martín, dijo siempre: "Seamos libres, que lo demás no importa nada." Con eso quería decir ni más ni menos que la libertad es la condición indiscutible de todo lo que es valioso en la vida y por eso es en todo momento y lugar una cuestión innegociable.

Durante las últimas semanas nos acostumbramos a que se deformara la palabra patriotismo y se la usara para cualquier cosa. Se hizo de todo en nombre de la patria, desde mandar muchachos en pechera a controlar precios de góndola, hasta ponerle de nombre país a un impuesto. Impuesto del cual nosotros ya hemos prescindido, es decir, lo hemos eliminado.

Yo quiero proponer que para que un acto o medida sea patriótico tiene que cumplir con dos criterios. Tiene que ser en pos del beneficio general, no en pos de un interés particular. Tiene que ser en pos de un beneficio futuro, sostenible en el tiempo. No puede ser pan para hoy y hambre para mañana. Someter a un conjunto para beneficiar a unos pocos no es una gesta patriótica, como tampoco lo es sacrificar la calidad de vida de las generaciones futuras a costa de mejorar mediante alquimia monetaria las condiciones presentes.

Está el equilibrio general intemporal lo metemos por todos lados. Tenemos con Federico una obsesión ahí cuasi patológica.

Por eso, el modelo del Estado omnipresente que se inmiscuye en cada asunto de la vida de las personas es intrínsecamente antipatriótico y no hay mejor prueba que los resultados que ofreció una vez que se desplegó hasta sus últimas consecuencias. Un estado que avasalla a un sector de sus ciudadanos para beneficiar a otro, compuesto de amigos y clientes, no es un Estado, sino una asociación ilícita y en eso han convertido a nuestra Nación tras tantos años de psicopatía y prepotencia. Para nosotros el Estado tiene que proteger al ciudadano de ser avasallado por terceros, porque sabemos que la fórmula para el beneficio general sostenido en el tiempo, no es otra cosa más que la libertad para la asociación entre pares. Por eso cada una de estas personas, cada uno de ustedes son los verdaderos patriotas. Muchas gracias por la tarea que están haciendo por la patria.

Ustedes han obrado desinteresadamente en defensa de sus vecinos y la tierra que los vio nacer. Ustedes se jugaron su reputación, que es lo único que tenemos en el sector privado. Ustedes vinieron a sentarse en la silla eléctrica a la que los somete la política argentina con operaciones, calumnias, injurias constantes en todos los medios. Lo hicieron para que sus hijos, sus nietos y los nietos de sus nietos puedan mirar hacia atrás agradecidos por el país que recibieron, tal como nosotros miramos hacia atrás y recordamos los hitos de todos los valientes que cargaron el destino de este país sobre sus hombros durante el siglo XIX. Pero es importante tener presente que nuestro trabajo no va a tener frutos inmediatos, sino siendo personas acostumbradas a pensar en generaciones, lo tenemos muy claro. Ninguna tarea realmente valiosa tiene resultados instantáneos. Como dice aquel sabio refrán, el que planta árboles cuya sombra sabe que nunca disfrutará, al menos ha comenzado a entender el significado de la vida. Y cada uno de ustedes en estos dos años ha plantado árboles como nunca antes lo hemos visto. Cambiaron las reglas de juego y el espíritu mismo del Estado argentino con todo aparato en contra.

Acá también quiero hacer una cuestión adicional y eso en algunas entrevistas Federico lo ha planteado de manera brillante y es que le preguntan cómo es ser parte de este gobierno y dice: “Es que acá cambió la pregunta.” O sea, antes era cómo hacíamos para que lo que había funcionara bien, es decir, la quimera del Estado eficiente. He mencionado hasta el cansancio aquella frase de Milton Friedman, que está en el libro que escribió con Rose Director, quien era su esposa, hermana de Aarón Director, a quien conoció en Chicago, pues se sentaron justo al lado. Y habla de las cuatro formas de gastar. Dice, "Uno puede gastar su dinero o el de otros y lo puede gastar en uno o en otros." Entonces dice, "¿Cuál es la mejor forma de gastar? Es el dinero de uno en uno mismo, porque uno sabe lo que quiere y uno sabe lo que le costó ganarlo. Otra forma de gastar es el dinero de uno en otros. Lo que hace en ese caso es minimizar el costo.

Alguien diría que es como cuando uno hace un regalo, trata de quedar bien con lo menos posible. Después la otra la otra que es la más divertida de todas es gastar en uno el dinero de otros, o sea, y eso conduce al despilfarro. Aquellos que venimos de la vida corporativa hemos visto cómo cuando la billetera es otra, gastan descomunalmente.

Y entonces digo, ¿cuál es la peor forma de gastar? Y es gastar el dinero de otros en otros. Es lo más irresponsable que hay porque no saben, digo, qué es verdaderamente en lo que lo quieren gastar, porque ustedes no conocen las preferencias del resto de los agentes. De hecho, si ese dinero lo tienen es porque justamente se lo sacaron a los agentes, así que dudo que lo fueran a hacer mejor que los propios agentes, porque aún cuando lo hicieran donde la gente quiere, también sería un problema porque están las filtraciones y demás tipo de cosas. Además hay que operativizarlo, por lo tanto, o sea, siempre es ineficiente. Por lo tanto, la peor manera de gastar el dinero de otros es en otros y eso no es ni más ni menos que el Estado presente. Entonces, bajo esta premisa de que el Estado es una asociación criminal, digamos que es peor que la mafia, porque es el ladrón estacionario. O sea, es peor que un delincuente común, porque básicamente el delincuente común, digo, saquen la cuenta de cuántas veces le robaron en el último año. El Estado en este mismo momento le está robando.

Así es que, en ese sentido eso nos llevó a cambiar la pregunta. ¿Esto tiene que ser hecho por el Estado? Y ese es el motivo por el cual uno empieza y le aplica la motosierra a todo. Y eso ha cambiado la forma de encarar el trabajo y creo que eso ha sido fundamental para llevar una reforma del tamaño que hemos hecho hasta ahora. Y lentamente, gracias a la motosierra estamos convirtiendo la gran máquina en impedir en una máquina de permitir. Y esto también es un concepto que yo durante la campaña lo levanté permanentemente: y era el tema de que lo que había en Argentina, digamos, era una idea del Estado donde todo estaba prohibido, salvo lo que permitía el político. Es decir, eso es una máquina de generar kioscos. O sea, eso es la proliferación de los kioscos porque está todo prohibido y cada vez que ustedes quieren hacer algo necesitan un permiso. Y nosotros fuimos a otro concepto y es que todo está permitido, salvo que esté prohibido y eso, digamos, da un cambio de enfoque fenomenal y en el fondo, son estas cosas que están de detrás de todas estas reformas, es el espíritu de la reforma, o sea, tanto la pregunta, el cambio de la pregunta como este concepto acerca de la libertad.

En definitiva, hoy estamos pavimentando el rumbo hacia una Argentina en la cual la voluntad y la creatividad personal sean los protagonistas y donde cada argentino pueda ser arquitecto de su propio destino para así dejar atrás el corso a contramano en el que los únicos protagonistas eran los amigos del poder.

Sin embargo, los adalides del antiguo modelo siguen intentando impedir nuestro avance aferrados con uñas y dientes a sus kioscos. Por eso ahora nos enfrentamos al gigantesco desafío de hacer cumplir y volver efectivas en la realidad las nuevas libertades que hemos plasmado en la letra de la ley. Porque hoy hay algo que tenemos en claro: Todavía existen, en todos lados, resabios de la casta que quieren operar como si los cambios no se hubieran hecho. Quieren pretender que la voluntad del pueblo argentino no pidió a gritos un cambio que nosotros llevamos a la práctica, porque saben que su subsistencia y su poder dependen de ello.
Digo, lo estarán viendo en lo que está ocurriendo en estos días y les aviso que de acá a octubre la máquina de impedir se va a poner todavía muchísimo más pesada, muchísimo más violenta, pero no van a poder con nosotros. No van a poder.

En muchos casos para esto engañan a la ciudadanía haciéndoles creer que todo sigue como antes, mientras que en otros directamente amenazan, al mejor estilo capo mafia, a la gente diciendo que en breve van a deshacer todo lo logrado.

De hecho, después de que Federico publicó el listado de las cosas que se habían hecho con las Facultades Delegadas, una mierda humana, dijo: "Esta es la guía de lo que tenemos que hacer y empezar a romper cuando volvamos.” Lo que no sabes es que no van a volver más.

Los funcionarios que usan las regulaciones como excusas para demandar coimas, saben lo que están haciendo. Como ladrones de poca monta, se escudan en el Estado para aterrorizar a la población y amenazarla con futuras represalias. Para frenar esto es necesario el trabajo en el frente político, que dota a estas reformas de solidez institucional, pero también es necesario el enforcement, hacer cumplir las reformas en la experiencia cotidiana de los ciudadanos.

Igual soy optimista porque hay una frase que dice que una vez que alguien abrió los ojos, nunca más va a poder volver atrás. Digo, ese despertar yo lo sentí el día que leí a Rothbard, el día que leí a Murray Newton Rothbard y empecé a abrazar las ideas de la libertad y no pude retroceder más. Así es que también soy muy optimista. Es decir, en la medida que la gente vaya internalizando lo que es abrazar las ideas de la libertad, cada vez tienen menos, pero menos chances estos facinerosos de poder sostenerse. Pero bueno, se defienden, son el statu quo y habrá que seguir peleando.

Ustedes fueron los autores de la reforma más ambiciosa de la historia argentina, mucho más grande que la impulsada por el propio Carlos Menen durante su presidencia. Ahora viene quizás la parte más importante y compleja de todas, defenderlas mientras que seguimos ampliándolas. Porque el precio de la libertad es su eterna vigilancia. Ahora es nuestro turno de asumir el rol de custodio de estas nuevas leyes que estamos forjando y seguir yendo al hueso con aumentar el nivel de libertad en la Argentina. Por eso quiero agradecerles a todos por este año y medio de dedicación y compromiso, exhortarlos a no dar nada por sentado.

O sea, no den nada por sentado. Tenemos que salir y comernos la cancha todos los días. Nosotros salimos a ganar de local y de visitante. Nosotros no reconocemos ninguna cancha. En todas las canchas salimos a ganar.

Ellos, así como en algún momento pretendieron instaurar una revolución que nadie les pidió, hoy quieren atornillarse a una silla de la que fueron expulsados mediante el voto. No se van a retirar solos. No van a hacer caso alguno a la voluntad popular. Por eso recae en ustedes, en nosotros y en todos los argentinos, defender cada centímetro ganado ante la casta depredadora y de vuelta seguir empujando, seguir empujando y seguir acorralándolos hasta que seamos totalmente libres. Sabemos que la marea está cambiando de la larga marcha de la izquierda sobre nuestras sociedades e instituciones, pasamos al crecimiento gradual, pero contundente de las ideas de la libertad. El daño causado es catastrófico y la tarea por delante es titánica, pero ya hemos comenzado.

En este sentido, también quiero mencionar una tarea…Siempre digo que el gobierno tiene tres frentes de ataque, o sea, tres vías de trabajo: Una es la gestión, la otra es la política que hoy acabamos de dar otra masterclass, no, no quiero decir un chiste grosero porque va a quedar muy mal y la otra es la batalla cultural. Y no solo que estamos haciendo el mejor gobierno de la historia y eso ya es claro, es contundente. El mejor gobierno de la historia hasta hoy había sido el primer gobierno de Menem, y básicamente eran dos elementos el gobierno de Menem, por decirlo de alguna manera, que eran un plan de estabilización exitoso, que fue la convertibilidad; y un conjunto de reformas estructurales.

En materia de plan de estabilización, nosotros logramos estabilizar la economía mucho más rápido que durante la convertibilidad, pero lo hicimos sin que estallara la hiperinflación previamente; es decir, la convertibilidad venía de dos hiperinflaciones. Lo hicimos sin expropiaciones, sin un plan Bonex. Es decir, cuando nosotros llegamos, todos hablaban que íbamos a hacer un plan Bonex y no lo hicimos. Lo hicimos también sin defaultear. Esto no es un tema menor, porque entre lo que teníamos de pasivos remunerados a un día en el Banco Central y lo que teníamos de vencimientos de deuda en pesos, era el equivalente a 13 bases monetarias. O sea que imagínense lo que hubiera sido multiplicar por 14 la cantidad de dinero en cuestión de meses. No solo eso, sino que también esto lo hicimos sin fijar el tipo de cambio porque eso facilitaba las cosas. También lo hicimos sin controles de precios. Y no solo eso, sino que en el medio además recompusimos tarifas.

Muchos planes de estabilización primero recomponían tarifas y después lo lanzaban. Y la inflación, que corría cerca del 1,5 diario; si tomamos la inflación mayorista era del 54%, que anualizado hubiera dado 17.000, lo cual cuando uno mira toda la potencialidad para crear dinero, y además el hecho del sobrante monetario, eso explica el número con bastante facilidad. El último mes en mayorista tuvimos una deflación del 0,3%. Hablo siempre de mayorista porque es la que está menos contaminada.

Y, mientras que decían que no podíamos hacer un ajuste del tamaño que hicimos, y terminamos haciendo un ajuste de 15 puntos del PBI, en estos días se está terminando de limpiar por completo la hoja de balance del Banco Central. No solo eso, sino que además cuando postulábamos este ajuste, todos decían que era imposible; y nosotros hicimos en un mes lo que no se hizo en 123 años de historia, que fue alcanzar el equilibrio en la línea financiera. Y después nos dijeron que íbamos a generar una gran depresión, y el PBI entre puntas terminó subiendo 6%. Hoy Argentina en el primer trimestre creció 5,7%, en el segundo lo está haciendo al 7,8%, hemos alcanzado el pico histórico en actividad, el pico histórico en consumo; y hoy tenemos un PBI per cápita en dólares más alto que el del 2004. Y como si todo esto fuera poco, sacamos 11 millones de personas en la pobreza. Es decir, los malditos liberales, descorazonados, sucede que somos los que más hicimos por los más vulnerables.

Obviamente que esto es gracias a Toto Caputo y a su enorme equipo de trabajo, al Banco Central que comanda Santiago Bausili, el guardián de las cuentas públicas, Guberman, o el trabajo enorme de Pablo Quirno... podría estar mencionando... o lo que es el gigante de José Luis Daza... la verdad que gente extraordinaria; extraordinarios profesionales y aún mejores todavía seres humanos, como cada uno de los miembros del equipo. Si hay algo que caracteriza a este Gabinete que tengo el honor, orgullo, de tener a cargo, es que no solo son profesionales extraordinarios, sino que además son excelentes personas. Eso es un tema no menor.
Eso es una de las partes de la gestión. Obviamente ni que hablar de lo que se hizo en seguridad ¿no? Pasar de 8000 piquetes por año a cero... Vamos a hacer rock and roll nosotros dos. Yo quería venir así y no me dejaron... Pero los primeros días de octubre tenemos revancha. Váyanse preparando para los primeros días de octubre: presento mi nuevo libro y además vamos a hacer recital, así que prepárense...

Y eso obviamente en cada una de las áreas, como lo que fue Capital Humano, terminando con los gerentes de la pobreza, o las tareas enormes de Mariano Cúneo Libarona y de Mario Lugones, que siempre me los olvido de bruto e ignorante que soy nada más. O la tarea de Luis Petri, que hoy Argentina, después de años de abandono de las Fuerzas Armadas, somos la 23ava potencia mundial. O la enorme tarea en materia de Cancillería que está llevando a cabo Gerardo Werthein. Vean lo que pasó hoy con el caso de Brasil, los aranceles que le pusieron; y cómo estamos nosotros avanzando en lo que tiene que ver con un acuerdo más amplio y con muchísimas mejores ventajas.

Entonces eso no es un punto menor. Y también quiero hacer un agradecimiento muy, muy especial, que es al doctor Guillermo Francos, para quien pido un aplauso.
Fede, no te hice un reconocimiento explícito porque todo el discurso es un reconocimiento a vos, así que... Y digo lo de Guillermo porque es muy interesante, porque les cuento que cuando empezamos, vieron que siempre se habla de halcones, palomas y demás. Entonces, más o menos en el Gabinete había algunas palomas... una partió, digamos, a traicionar, ya saben, pero no era la única palomita que había ahí. Bueno, a otra palomita le eché. Después estaban los halcones, y después había dos talibanes ¿Se imaginarán quiénes eran...? Bueno, lo interesante es que ahora le estamos haciendo muy difícil el trabajo a Guillermo, porque estamos todos talibanizados. Con lo cual Guillermo se convirtió en el hombre de plástico. Pero quiero señalar algo que es muy interesante, porque cuando nosotros arrancamos, la estructura bajo la cual operaba el Gabinete, que había construido Nicolás Posse, se había construido, se había generado una suerte de embudo; y eso hacía que un Gobierno con tantas ganas de hacer cosas... Eso generaba una situación donde el Gobierno no caminaba a la velocidad que queríamos. Y luego del rol destacado que tuvo Guillermo en la Ley Bases, junto a Lisandro y junto a Cochi, y todos los que participaron de ese proceso... los nombro a Lisandro y a Cochi porque estaban en las reuniones, básicamente... pasó Guillermo a Jefe de Gabinete y se convirtió en un ministro coordinador. Y eso fue fabuloso, porque básicamente les dio rienda libre a los ministros. Y además están los mecanismos de control, de etapas, en caso de haber cosas que son conflictivas... Pero además, hay una entrevista que le hacen a Federico, que es muy divertida. Está un periodista y lo está picaneando, ¿Cómo es trabajar con Milei? O sea, estaba esperando que hablara mal. Y Federico agarra y le empieza a contar: "Esto es buenísimo y esto es buenísimo".

Entonces en un momento dice: "No, pero no puede ser, algo malo tiene que haber". "Sí, si te equivocas, te echa". Y, en ese sentido, ha habido un rol fenomenal en el estilo de conducción que tiene Guillermo. O sea, que no solo es una persona talentosa, un excelente ser humano, además tiene que lidiar con todos talibanizados ahora; con lo cual su tarea está muchísimo más compleja. Pero bueno, ahí va, se lo ve feliz también. O sea, este es un gobierno donde los ministros son felices.

Pero eso es lo que tiene que ver con la gestión. La otra parte tiene que ver con la política. En tiempo récord, se logró armar un partido político. En cada una de las elecciones que estamos participando, si consideramos o aislamos el efecto de los partidos locales, la verdad que en estricto rigor hemos ganado en todos. Pero es muy interesante, porque de haber pasado en algunos lugares de no participar o conseguir números muy magros, hoy en todas las elecciones estamos consiguiendo niveles del 30%. Y todavía no son las generales. Con lo cual, por más que la casta trate de dañar y todo, prepárense, porque en octubre La Libertad arrasa.

Y en definitiva, lo que hoy también queremos celebrar es que hemos colocado los cimientos de la reconstrucción. Y aunque no lleguemos a ver la obra terminada, dejaremos esta tierra habiendo honrado la memoria de los padres de nuestra independencia, que también se sacrificaron por un futuro más próspero y más libre. Es decir, acá ya pensando en la cuestión del largo plazo, también hay un tema que es muy importante, que es el tema de la batalla cultural. Y a mí me parece que hay que tener conciencia de lo importante que es la batalla cultural, porque ustedes pueden hacer todo bien, como hizo Chile, y no darla. Y el sistema se cayó. Cuando ustedes miraban los números de Chile, parecía imposible que el sistema se cayera. Crecía el 6%, la inflación estaba debajo del 2%, habían bajado la pobreza de manera impresionante, era el país con mayor movilidad social ascendente... y sin embargo, de repente se cayó. Y se cayó porque básicamente lo que hicieron fue no dar la batalla cultural.

Por otro lado, del otro lado, ¿Qué tienen? Tienen a los colectivistas, tienen al socialismo el siglo XXI, que la verdad que gestionando son deplorables, literalmente son deplorables. El mejor ejemplo es Venezuela. Sin embargo, ellos desde la batalla cultural, después de la caída del muro en el año 89, en el año 90 crearon el Foro de San Pablo y fueron profundamente exitosos. Llegaron al poder en Venezuela, primero con Chávez, después con Maduro y miren el desastre que han causado. En un lugar donde sobraba el petróleo, hoy falta el petróleo. Pero no quedó solamente ahí. En Brasil lo tuvieron a Lula, la tuvieron a Dilma Rousseff. En Paraguay tuvieron a Lugo. En Uruguay tuvieron a Tabaré Vázquez y a Pepe Mujica. Acá tuvimos cuatro periodos de kirchnerismo. En Chile lo tuvieron a Lago, a Bachelet, ahora a Boric, en Perú a Castillo, en Ecuador a Rafael Correa, en Bolivia a Evo Morales, en México a López Obrador. Es decir, ellos sí fueron muy exitosos en la batalla cultural y lograron llenarle la cabeza de parásitos a la gente, este concepto que desarrolló Axel Kaiser de los parásitos mentales, que son esas ideas que pudren a la sociedad y que en el fondo las enferman y las hunden y las empobrecen.

Y eso también es un desafío que les propongo. Ustedes son los arquitectos de la reforma más grande de la historia argentina. La reforma es 25 veces... hoy es 25 veces más grande que la que hizo Menem. Nosotros somos el mejor gobierno de la historia, y háganse cargo. Háganse cargo. Somos el mejor gobierno de la historia y tenemos que salir a defender este logro a todos lados. Se tienen que animar a dar la batalla cultural, a defender este trabajo enorme que hemos hecho, que estamos haciendo y seguiremos haciendo. Porque quizás solamente veamos de corto algunos resultados, que los estamos viendo, pero vaya que va a valer la pena cuando miremos para atrás.

Así es que, nuevamente, mi eterno agradecimiento. Porque muchos de ustedes son héroes que no son conocidos, porque esa es la realidad. Y por eso es que yo les estoy tan agradecido, porque ustedes están haciendo que yo sea el mejor Presidente de la historia argentina, pero no sería posible sin ustedes. Así es que nuevamente quiero darles las gracias eternamente. Que Dios los bendiga a todos, que las fuerzas del cielo nos acompañen. Y ¡Viva la libertad, carajo!