Entrevista al Jefe de Gabinete

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A continuación, compartimos con vos la entrevista que el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, mantuvo con Infobae:

de los políticos claves en el Gobierno de Cambiemos para diseñar la estrategia electoral hacia la relección del presidente Macri, pensando que estamos en marzo, ¿para vos cuáles son los obstáculos que debería vencer Macri para lograr su reelección?

Centralmente la discusión entre resignación y esperanza, la decisión de seguir transformando, cambiando y saliendo de esa mediocridad, frustración y fracaso que acumuló la Argentina durante mucho tiempo, o seguir en esas transformaciones que nos permitan tener un futuro mejor, y esa es la discusión central; es una discusión que hace al día a día de la vida y del futuro de los argentinos.

- ¿Vos no crees  que esa discusión se puede dar en votantes que llegan a fin de mes y comen todos los días, y no sobre aquellos que están pensando el tema de inflación, el aumento tarifario, la pobreza, el desempleo? ¿Vos crees que se puede englobar en solo un discurso para todos estos votantes o hay que distinguir unos y otros?


Está claro que hay distintos votantes y miradas sobre la realidad en la Argentina, pero también es cierto que todos esos problemas que vos mencionabas son problemas que venimos arrastrando hace mucho tiempo, y entender por qué los hemos tenido es una primera discusión muy importante que todo argentino tiene que saber. Si solo mira la coyuntura y el corto plazo y no profundiza, lo más probable es que repita lo que llevó a esta frustración y fracaso de muchos años. Ahora, cuando discutimos esta idea de cambio, son cosas muy concretas, como hablamos antes: si tu hijo va a aprender en la escuela o no; si vas a poder usar un transporte pública de calidad o no; si te van a robar tus impuestos cuando hacen obras públicas con sobreprecios; si van o no a apañar al narco, al transa, de la cuadra porque está arreglado con el puntero del barrio. Son discusiones que hacen a la calidad de vida, a la discusión, a lo que tiene que ver con todo un desarrollo en la vida de los argentinos.

- Vos planteás una institucionalidad y una mirada de la Argentina hacia al futuro, pero frente a eso en el contraste está que por ejemplo aparece como probable candidata para las próximas elecciones Cristina Fernández de Kirchner, y hace no más de diez días la Corte Suprema confirma su prisión preventiva como presunta encubridora de los terroristas que atacaron a la AMIA ¿Cómo es ese choque de mundos? ¿Vos lo podés explicar?

Me parece que tiene que ver con la época y con entender que hay una porción minoritaria de los argentinos que comparten, digamos, una mirada y una explicación de todas esas cuestiones con Cristina Kirchner, un voto que existe, que todos conocemos…

- Pero la Corte le confirmó la prisión preventiva…

No, está claro, pero la propia argumentación de Cristina Kirchner se encuentra su justificativo para explicar eso, para victimizarse, para negar la realidad, para plantear que en realidad esto lo hacen porque ella realmente quiere trabajar por la gente. La buena noticia es que es una minoría que compra ese relato y ya creo que los conocemos y sabemos que es parte de nuestra realidad, y también tenemos que aceptar que es parte de nuestra Argentina.

- Marcos, no es una minoría, en las encuestas ella aparece muy alta en la intención de voto.

Pero sigue representando una porción minoritaria, no es una porción mayoritaria, en ninguna encuesta está representando más del 50 por ciento de los argentinos.

- Lo que pasa es que en ninguna encuesta hay alguien con 50 por ciento.

que comparten su mirada sobre el país y sobre el mundo, y que creen que el proceso de cambio que hemos iniciado los argentinos y los líderes de este Gobierno es un retroceso respecto a las conquistas que tenían en su época.

- ¿Cómo explicás la ecuación política de que ella está con prisión preventiva y la gente la vota, y por el otro lado cuestiona al Gobierno, me parece a mí con razón, por los altos niveles de inflación y de desempleo? ¿Cómo se busca un punto de encuentro ahí?


Porque creo que son muchas décadas de que un país dañado, donde la credibilidad se ha deteriorado, donde vivimos en un círculo vicioso permanente, que justamente este año estamos llamados a terminar de romper. El otro día leía algunas cosas de la época de Alfonsín, donde decía la dificultad para poner en orden el gasto público, modernizar la economía, vas a Frondizi y te decía lo mismo: hace 70 u 80 años que la Argentina vive en ese como” el día de la marmota”. Y claramente, cuando sos una máquina de generar frustraciones como país, vas a encontrar un votante también, una parte de los votantes que van a mirar solo el corto plazo, y otros que no, que van a tratar de salir de esa discusión y mirar un poco más allá. Lo que estamos convencidos es que es una mayoría, claramente una mayoría de argentinos que no quiere volver atrás y que no quiere regalar, si se quiere, la idea de poder tener un Gobierno honesto, que le diga la verdad, que piense en largo plazo, que haga transformaciones, como está haciendo este Gobierno; más allá de las dificultades, que son reales, que no las minimizamos y que hablan de esa dificultad de una Argentina de poder sincerar sus problemas, y simplemente hacer no magia sino lo que han hecho todos los país de nuestra región, salvo Venezuela, Nicaragua y algunas excepciones. Nosotros estamos 20 o 30 años atrasados en el camino de encontrar equilibrio macroeconómico y seguimos teniendo muchos referentes, no solo el kirchnerismo sino de otros sectores, que hablan de un realismo mágico económico de recetas que o fracasaron en todo el mundo o nunca se implementaron.

- Pero vos recién hacías referencia a Alfonsín, entonces vos podés decir: Alfonsín primero planteó en Consenso de Cartagena para ver si había un club de deudores frente a los acreedores, que al final fueron respaldados por el Fondo Monetario; después Alfonsín se cayó, vino Menem con sus crisis, y estuvo  el Consenso de Washington; después Néstor y Cristina rechazaron al Fondo Monetario y ahora Macri lo acepta ¿No te parece repetir los errores llegar a un acuerdo con el Fondo, que te plantea un programa de ajuste tan profundo como es ahora?

El cien por ciento de los problemas argentinos son argentinos, creados por argentinos y a solucionar por argentinos. Lo que hoy tenemos es un respaldo internacional, inédito en nuestra historia, en gran parte porque con el correr del tiempo se fue quedando cada vez más claro que algunas cosas no se discuten más: cómo se resuelve la inflación no lo discute nadie ya en el mundo, salvo aquellos países que todavía no lo logramos hacer, y eso tiene que ver con un equilibrio macroeconómico, tiene que ver con la no emisión desde el Banco Central sin respaldo, algunas cuestiones básicas que estamos resolviendo en esta gestión. Y como esas obras grandes de infraestructura, que al principio no se notan los resultados, pero se están haciendo de verdad y de fondo para poder tener no uno o dos  años buenos, o un mes, o peor o mejor, sino para realmente eliminar esos problemas de nuestra ecuación. Ahora, comprender que son responsabilidad nuestra los problemas y las posibles soluciones, y al mismo tiempo entender que el mundo ya no le da más crédito a la Argentina porque son muchos años, mucho tiempo de decepción, de default y de mentiras. Entonces lo que hoy tenemos es el respaldo del Fondo Monetario con un apoyo realmente, como decía antes, inédito en nuestra historia, pero los deberes son nuestros para hacer. Y  cualquiera que diga lo contrario y diga que hay una solución mágica que nosotros no estamos haciendo, le está mintiendo a la gente como le mentía cuando gobernaba.     

- ¿Vos crees que ahora, como planteaste en la campaña electoral presidencial del 2015 y mirándola ahora, el Gobierno de Mauricio Macri hizo todos los deberes?

Yo creo que el Gobierno de Mauricio Macri hizo una enorme transformación en todos los rubros, si uno mira en calidad institucional, si uno mira en lo que tiene que ver con políticas sociales y desarrollo humano, lo que uno mira en términos de vínculo con el mundo, en la lucha contra el narcotráfico y la mejora de la seguridad, en materia de desarrollo de infraestructura y energía y también en sentar las bases para una economía de crecimiento. Si me decís, “logramos todos los resultados a la velocidad que hubiéramos querido”, por supuesto que no, obviamente no. 

- ¿Y no te preocupan los niveles de pobreza, indigencia y desempleo?


Por supuesto, para eso nos metimos en esto. Ahora, la pobreza en el peor de los escenarios sigue estando igual que cuando nosotros llegamos, de manos de un Gobierno que decía que teníamos menos pobres que Alemania, o sea no creamos  la pobreza nosotros. Además de eso, igual, hemos trabajado en la pobreza estructural, porque justamente combatir el narcotráfico ayuda a los sectores más vulnerables; eliminar el clientelismo ayuda a los sectores más vulnerables; porque mejorar la infraestructura social, las cloacas, el agua potable, hacer el primer censo nacional de los barrios populares, los centros de primera infancia, ese tipo de cuestiones hacen también a ir solucionando el problema de la pobreza de forma estructural. Entonces independientemente del índice, que obviamente esta correlacionado con la inflación, lo que se ha hecho nos permite decir que en todos estos grandes ejes que te mencionaba estamos mejor que en el 2015. 

- Te lo planteo así: cuando en la Argentina hubo gobiernos que no eran justicialistas, por ejemplo, obvio, como el de Alfonsín y el de De la Rúa, el peronismo avanzaba yendo a Washington y diciendo que los gobiernos que había que terminar eran tremendos y que afectaban la economía, y a su vez movilizaban gente en las calles y hacían operaciones en la City Financiera. Las tres cosas: viajaban a Washington, movían el dólar para generar una crisis y movilizaban gente. ¿Vos crees que ese modelo se puede repetir, cuando se acerque la época de la primera vuelta electoral, con un peronismo que olfatea que tiene chances de llegar al poder de nuevo?

Me parece que los recursos repetidos pierden vigencia por un lado, y que hoy es muy difícil hablar de un peronismo solo, tenés peronistas en Cambiemos, peronistas que trabajan en su provincia…

- Sí, digo los que no están en Cambiemos.

Por eso pero digo me parece que hay que ser muy claro respecto a diferenciar actitudes, porque tenés gobernadores que han tenido una actitud institucional, de apoyo a las transformaciones, senadores como Pichetto, diputados, distinta gente que han tenido una actitud muy institucional con sus diferencia siendo opositores, pero que han tenido una actitud institucional y sectores más cercanos al kirchnerismo y otros sectores, que nunca aceptaron la legitimidad de las urnas, y que se grafica en Cristina no yendo a la asunción de Macri y ahí en adelante nunca asistiendo a una asamblea legislativa, eso tiene un diseño, no es una improvisación.

- O sea no te imaginas tres noches de rosca en un hotel, cerca de Casa de Gobierno el peronismo conspirando contra Macri por si tiene la eventualidad de perder la elección, eso no te lo imaginás.

Es evidente que en estos tres años ha habido gente que ha intentado tratar algún tipo de desestabilización para cosechar la idea de un caos o de que no podíamos terminar, pero en cualquier caso primero la sociedad no es tan ingenua ni tonta como para no ver esos intentos medio burdos, y segundo este Gobierno está muy firme no solo en la tarea de gobernar sino también en la tarea de seguir adelante en las transformaciones. Porque creo que muchas veces la discusión de problemas duros, legítimos y centrales, como el tema económico, lo que hacen es desviar la atención de las discusiones más estructurales de lo que está pasando en la Argentina. 

- O sea vos no pensás que empresarios que están en los cuadernos y que el Gobierno no se metió en la causa, banqueros que se afectaron por problemas en la City puedan conspirar con el peronismo en contra del Gobierno.


Yo lo que creo es que hay muchos sectores en la Argentina que necesitan que no haya cambio por distintas razones, que necesitan que este sea un país corporativo, estatista, cerrado, aislado del mundo, con poca transparencia, y  esos sectores no necesariamente actúan todos juntos, ni actúan de una forma determinada. Pero creo que no es menor esa discusión estructural de qué tipo de país queremos. Por algo no ocurrió en las últimas décadas, y uno repasa la historia contemporánea y va a encontrar muchos actores que han intentado de distintas maneras garantizar un status quo conservador. Y algunos pueden ser más extremos, como el kirchnerismo, y otros un poco más educados, pero en el fondo están planteando una postura conservadora y reaccionaria.

- Asumiendo el conocimiento que vos tenés de las nuevas tecnologías, por ejemplo de la inteligencia artificial o Big Data, o los algoritmos, y como eso lo están aplicando o lo van a aplicar para la campaña electoral de Cambiemos: ¿encontrás un punto de inflexión respecto a la intención de voto o a la imagen de Mauricio Macri, para pensar si caigo de este nivel, debería poner en marcha un plan B que preserve el proyecto de Cambiemos, al margen de que Mauricio Macri esté o no como candidato a Presidente?

Yo creo de verdad que la discusión tecnológica está sobrestimada en términos de herramientas de campaña, yo creo que lo que está subestimado es en términos de transformación de la sociedad. Hoy estamos viviendo una de las transformaciones más grande de la historia de la humanidad, a partir del empoderamiento personal que hace que todos los que estén viendo o leyendo esta nota lo tienen en su mano y no tienen que intermediarlo tanto como antes, y que además opinan, y además participan y tienen un empoderamiento que les cambia su mirada sobre la política y demás. Creo que genuinamente además que los procesos políticos representan, a partir de un liderazgo, motivaciones y valores que son mucho más profundas. Y creo de verdad que en esta elección los protagonistas centrales son los votantes, y que hay una intoxicación de análisis y de especulación y no entender que la elección se va cero a cero, a las 8 de la mañana, el 27 de octubre, y a partir de ahí en esas horas se vota. Entonces creo de verdad que a veces en esa discusión se sobrestima el poder de manipulación… yo lo que planteaba es que teniendo en cuenta esas herramientas, que pueden tener un uso legítimo, vos en determinado momento llegues a: cómo vamos a empoderar a los votantes y los votantes deciden, si la imagen de Macri es X1, pongamos en marcha un plan B, J, Z porque ya no nos garantiza la preservación del proyecto, era solamente eso.

Lo entiendo, pero de verdad pero de verdad razonamos y trabajamos de una manera distinta, por eso te decía.

- ¿Cómo sería?

Confiando mucho más en la raíz de este proyecto y este proceso de cambio que ha habido, y entendiendo mucho el poder de la conversación en ese sentido. Nosotros vamos a convocar y estamos trabajando con cientos de miles de voluntarios para que ayuden ellos a convencer a aquellos que están indecisos o desilusionados, porque esto es una acción de uno a uno.

- O sea, no tenés un cruce de fecha límite, cantidad de imagen positiva del Presidente para decidir si va a ser candidato o no.

No, no, Mauricio no va determinar eso, porque es justamente la pelea en la que estamos, la lucha por la que nos metimos en esto hace más de quince años tiene que ver con representar una agenda de valores y de transformaciones y mejoras concretas para los argentinos, y así nos enfrentamos a muchas dificultades en todos estos tiempos. Pero estamos convencidos además que eso es mayoritario, no es minoritario. Y muchas veces en cada ciclo electoral nos encontramos con esos debates, en el 2011 nos decían “se tiene que subir a la presidencia”, dijimos “no, tiene que continuar los ocho años de la Ciudad”, era muy importante; en el 2013: “se tienen que aliar con Moyano y Lavagna”, que eran socios en ese momento, dijimos “no, vamos a priorizar la construcción del PRO”; en el 2015 nos decían “bájenla a Vidal para aliarse a Massa porque de esa forma…”; en el 2017 nos dijeron “van a perder la elección”. Y creo que el problema no es que somos unos fenómenos y sabemos una magia rara, es que están leyendo mal lo que le pasa a la sociedad. Entonces yo lo que te puedo decir Román es que nosotros estamos muy tranquilos respecto a lo que tenemos que hacer y a toda la pasión que le tenemos que meter a esto y a todo lo que está en juego en esta elección, pero a partir de la confianza en los argentinos, que son realmente los motores de este proceso.

- O sea que tu lógica electoral es la confianza del votante que podés preservar o volver a conquistar, más una figura central que es Mauricio Macri.

No, que es Cambiemos hoy en día, es un equipo.

- Está bien, pero el líder de Cambiemos en Macri.

Por supuesto, Macri es el Presidente y el líder de este proceso, pero creo de verdad que se da en una conversación con una cantidad de argentinos que dijeron basta de que nos roben, que nos mientan, que nos maten.

- O sea que no imaginás ninguna hipótesis de trabajo de acá hacia adelante sin Mauricio Macri en el ticket presidencial.

No.

- No lo imaginás.

No.

- Okey. Ahora, una vez definido este concepto básico, ¿para vos quiénes son los adversarios a derrotar pensando en la primera y quizás en la segunda vuelta?

Lo que te decía, la resignación y el escepticismo.

- Está bien, pero eso tiene que tener un rostro, porque en la boleta tenés que poner una cara y un apellido.

El rostro son los muchos argentinos que sienten que el cambio no les llegó en estos tres años.

- ¿A vos te preocupa más Cristina o Lavagna?

Me preocupa más la resignación y el escepticismo, yo creo que Cristina no es capaz de sumar un voto más que los votos de culto que ella tiene por la positiva, a lo sumo puede coleccionar votos que se frustren y que se decepcionen y que crean que no se puede transformar este país.

- ¿Y Lavagna?

Lo mismo Lavagna. Creo que son propuestas antiguas, digamos, conservadoras, más bien incluso algunas reaccionarias, porque es volver al 2002, volver al 2005, volver al 2007, a nuestro entender todos esos años tienen una gran cuota de mediocridad todavía, en términos de la integralidad de una transformación. No es tener una cifra o no, es calidad institucional ante todo, porque si no tenés un gobierno que realmente use el poder en servicio de la gente y no en beneficio propio, todo lo demás no se soluciona; si no estás conectado con el mundo de una manera abierta, moderna, contemporánea no se soluciona; si vos realmente no rompés con el clientelismo y el feudalismo como cultura no se solucionan los problemas. Entonces en el pasado no están las soluciones de la Argentina, llámense como se llaman, con todo el respeto a todos ellos, que ojalá que se sumen a los cambios que hay que hacer, porque va más allá de Macri o de Cambiemos, es o transformamos de verdad esta sociedad en cómo estamos organizados, o el mundo nos va a dejar atrás más aún de lo que ya estamos.

- Cuando hablás con ciertos empresarios o ciertos líderes de la opinión pública, por ejemplo Marcelo Tinelli, y te encontrás que en lugar de respaldar a Macri están buscando proyectos alternativos, ¿eso se da porque tienen una mirada ideológica distinta a la de ustedes o porque pensaban que iban a hacer determinados negocios que al final no hicieron?

Depende de cada caso, creo que no es fácil generalizar.

-  ¿En el caso de Tinelli?

Yo creo que él viene expresando hace tiempo que quería participar en política y estará buscando el lugar donde hacerlo, es válido, en su momento lo canalizó de una manera, después de lo canaliza de otra, ojalá, somos los primeros en promover que más gente se meta a hacer política. Pero me parece que es muy importante arrancar de poder valorar los procesos de organizarse, de construir ideas, de construir equipos, de tener un diagnóstico real de lo que está pasando. Y creo que muchas veces terminan siendo un poco irrespetuosos con el Presidente y sobre todo con el amigo de ellos, porque muchos de ellos tienen una relación de amistad.

- ¿Quiénes por ejemplo? ¿Tinelli es amigo de Macri?

Alguno de los nombres, sí, por un tema de la chiquita del posicionamiento, y creo que eso a la larga, ya después de muchos años de habernos metido en esto y ver los procesos, creo que eso es una picardía.

- En algún momento conversando me planteaste que ser Jefe de Gabinete implica protegerlo al Presidente, ¿seguís insistiendo en ese concepto?

En gran parte el rol tiene que ver con eso, o sea, es un trabajo donde uno tiene que asumir todos los costos que haga falta para cuidar al Presidente y a un equipo y un mandato electoral, soy uno de los jefes de gabinete que más tiempo ha durado en el cargo y obviamente es un cargo que te desgasta y que implica esa fricción. Pero cualquier otra idea me parece que sería hacer mal la tarea.

- Y si tuviéramos que explicarles a quienes están viendo o leyendo la nota cómo se protege a un Presidente todos los días siendo Jefe de Gabinete, ¿qué ejemplo podrías dar?

En general uno en estos lugares toma muchas decisiones todos los días, algunas las toma el Presidente, algunas las toma uno, otras las toman los ministros…

- ¿Por ejemplo?

De todo, todo el tiempo, es muy difícil un ejemplo en concreto, pero sí diría que es esa dinámica donde uno tiene que pensar no tanto en uno sino en cómo cuidar, de vuelta, no solo al Presidente sino también el mandato que tiene el Presidente, que también es tan importante una cosa como la otra.

- Teniendo en cuenta los años que tenés de amistad y de cercanía con él no solo en la política sino en la vida personal, ¿lo notás en estas semanas más irritado o más molesto, o es que arrancó la campaña electoral y presenta las cosas de distinta manera?

Nos estamos jugando la vida, no vinimos a ninguna otra cosa acá que a hacer las cosas bien, a tratar de aportar un tiempo, y creo que eso él lo transmite con toda la pasión que él tiene. Nadie le puede decir que vino acá a enriquecerse, a hacerse famoso, a concentrar todo el poder, a ir por todo, es un tipo que está realmente comprometido de corazón las 24 horas, que sufre por este país, sufre por no ir más rápido, y disfruta las cosas buenas que están pasando, que también son muchas. Esto es así, es una intensidad muy grande y esa intensidad está a flor de piel, y van a ver un Mauricio que va a estar defendiendo con uñas y dientes no su presidencia, sino esa idea de cambio que nació en los argentinos. Y el que espera o que piense que él está golpeado, que no quiere hacer campaña no lo conoce, él es un peleador, es un luchador que construyó todo esto también de la nada, hay muchos que dan clase política y que siempre estuvieron en el transatlántico del Estado.

- ¿Por ejemplo?

La mayoría de los que terminan haciendo…, cada uno puede explicar su carrera, pero esto lo construimos de verdad a partir del corazón y de la voluntad. Creo que incluso fue cada vez más fuerte ese sentimiento de entender que esto es o profundo y de verdad o no sirve; y de vuelta: va más allá de las ambiciones personales, va más allá de los sacrificios que uno tenga que hacer, tiene que ver con esa vocación que uno se encuentra recorriendo el país, con esos argentinos que son muchísimos que están respaldando hoy el cambio…

- Muchos putean.

Sí, obvio, ¿pero por qué no se habla de los que tienen esperanza? Es raro. A lo que voy con eso Román es que cuando uno quiere acallar voces de los que tienen un enorme apoyo al Gobierno, que quieren que las cosas vayan bien, que entienden que estamos tratando de superar obstáculos de muchísimo tiempo, también está empobreciendo el debate. Está claro que hay votantes que están enojados y decepcionados, pero no son los únicos.

- Está bien, yo entiendo tu punto de vista y vos defendés a lo que tenés; yo te planteo: con lo que tenés no lográs la reelección, ¿o sí?; ¿con lo que tenés hoy lográs la reelección o no?  

Es que no tenés votos hoy, no son propiedad nuestra los votantes.

- Estoy de acuerdo con vos, ¿con los que comparten tu mirada de las cosas vos crees que ganás la reelección o no?

Tenés una parte muy importante para arrancar y estás mucho mejor de lo que estabas en marzo del 2015, mucho mejor, en organización política, en intención de voto, en claridad de lo que queremos, y tenemos siete meses para convencer a los que estén dudando de que para atrás no están las soluciones, y ese es tema clave, llámese como se llame el para atrás, pero no es por ahí. Y ni siquiera somos los dueños de las soluciones, esto es un cambio que tiene que llevar veinte, treinta años, es un cambio de verdad de un país que tiene una potencialidad infinita y que por mala dirigencia y por mala organización no la ha podido desarrollar, y eso se llama treinta por ciento de pobreza, se llama atraso, se llama mala educación, se llama un montón de cosas que tenemos que mejorar. Ahora lo bueno Román, y esto creo que es central, es que hay muchísimas cosas que han ocurrido en este tiempo: no teníamos energía, hoy estamos en vías de tener energía; vos ves las pruebas APRENDER de la semana pasada, y es una cosa conmovedora, en poco tiempo la reacción que ha habido para la mejora en lengua, ahora vamos por matemáticas, las Escuelas Faro, son todas cosas positivas que están pasando; la infraestructura está ocurriendo; el combate al narcotráfico está ocurriendo; el vínculo con el mundo, es una cosa llamativa de un país que en su dirigencia sea tan parroquial de mirarse para adentro, que tome como un dato secundario el vínculo con el mundo.

- Yo tuve la suerte de viajar varias veces cubriéndolo a Macri, y en viajes a organismos multilaterales: hay una inserción real de la Argentina en el mundo, no hay dudas al respecto, es un dato. Lo que pasa es que no sé si te sirve para ganar una elección, ¿me entendés? No sé si te sirve. 

Pero confiemos en los votantes. Pero un dato que vale la pena de esa discusión: todos los principales países del mundo dicen “van por el camino correcto”, sin embargo muchos opositores dicen “están por el camino incorrecto, hay que volver a los caminos anteriores”. Ese dato, yo creo que los votantes no son tontos, no quiere decir que hoy, marzo, a siete meses de la elección, no estén indignados, no estén enojados, no estén frustrados, obviamente, es así, lo entendemos, pero eso de pensar “nada de eso vale”, yo creo que es subestimar a los votantes. Ni hablar el tema de Justicia y corrupción, por más que varios candidatos digan “no hablemos más de corrupción, eso es fomentar la grieta”, la grieta es un delirio pensar que la fomentamos desde el Gobierno o que lo queremos como una estrategia electoral, es no entender lo que estamos haciendo.

- Dejame que te haga la última pregunta, que me parece en este punto también importante. Hay un sector del peronismo que dice “vayamos todos juntos y para lograr el acuerdo prometámosle a Cristina y a sus amigos del anterior gobierno un indulto”. El Presidente hace pocas horas dijo que pueden plantear un acuerdo con la oposición si finalmente gana la reelección presidencial. ¿Dentro de ese acuerdo ustedes plantearían un indulto con todas las causas abiertas o no?

Jamás podríamos negociar la impunidad, sería el fin de cualquier posibilidad de cambio en la Argentina. Pero de vuelta, por eso, volvemos al tema estructural, esto es todo integral, no hay una posibilidad de remendar el país a medias, nosotros necesitamos un país transparente, moderno, integrado al mundo, si clientelismo, con instituciones sólidas, con una economía que funcione como en el resto del mundo, creciendo y generando empleo por los próximos veinte años, y así entonces podremos no resolver todos nuestros problemas, pero encausar nuestro futuro, entendiendo que estamos en un momento del mundo súper complejo, súper desafiante, donde nunca llegás al paraíso, nunca llegás al lugar perfecto, pero sí te permite renovar la esperanza al salir del pantano donde estás hace décadas, y eso no se cambia diciendo cosas simpáticas, se dice la verdad, se trabaja en los temas estructurales, se contextualiza. Y creo que esta campaña va a ser muy útil para eso, porque no van a poder estar toda la campaña diciendo “pero los precios son muy altos…”, porque vamos a tener que discutir todos los temas. Me encantaría escuchar a muchos opositores hablar del narcotráfico, hablar de la cuestión macroeconómica, por supuesto, pero hablar de educación, hablar de infraestructura, hablar de corrupción, no hay temas que se puedan negar, por más que algún candidato pretenda tachar temas de la lista porque le incomodan.