Nota de opinión

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Ésta es la nota publicada hoy en La Nación por el sebsecretario de Comunicación Estratégica, Hernán Iglesias Illa, y los diputados Fabio Quetglas (UCR) y Juan Manuel López (CC).

Cambiemos recién empieza

América Latina ha sido poco fértil para las coaliciones políticas, limitadas por el caciquismo, las insuficiencias institucionales y una débil cultura de diálogo. No es casualidad que las excepciones exitosas ocurran en los países donde esas patologías son casi inexistentes. En ese contexto, Cambiemos es la coalición política más exitosa desde el regreso de la democracia en la Argentina. Por sus resultados electorales y la cohesión de sus bloques parlamentarios, pero también por el esfuerzo puesto en la construcción de una visión común de país y una idea de futuro.

Aun así, creemos que la historia de Cambiemos recién está comenzando. La creciente confianza entre sus dirigentes, el respaldo de una parte importante de la sociedad y la mística compartida de ir en la dirección correcta nos permiten ser optimistas sobre nuestro futuro. No es un optimismo banal. Sabemos que ni la resignación, el facilismo o la mentira pueden llevarnos a un buen destino. Nuestro optimismo es consciente y laborioso, porque creemos que el futuro depende de lo que hagamos, de nuestra inteligencia, esfuerzo y organización. La misma coalición, con su diseño inacabado, conjugando tradiciones políticas diversas, es el espejo de esa vocación optimista y emprendedora.

Cambiemos no busca la unanimidad. Cambiemos discute el país sin otra restricción que el ideario democrático y la vocación de lucha contra la pobreza y la corrupción, que se manifestaron en la campaña de 2015. Somos un espacio donde el disenso es constructivo y robustece el compromiso con el lugar que ocupamos. ¿Cuál es esa visión de país que nos une? La de una sociedad cada vez más democrática, más abierta y más próspera y equitativa, con mejores instituciones; una cultura política honesta y dedicada al servicio público, y una estrategia de desarrollo productivo que valore el trabajo de los argentinos.

Estas ideas, aparentemente sencillas, hoy están cuestionadas. Crecen a nuestro alrededor liderazgos excluyentes y el decisionismo irreflexivo, se rompen bloques políticos que parecían consolidados y se ponen en duda conquistas democráticas y sociales. Hay responsables políticos que vuelven a una semántica de odio y exclusión. Cambiemos expresa el esfuerzo de la sociedad argentina por no quedar presa de las dicotomías del siglo XX. Nos reconocemos como una coalición contemporánea, abierta a discutir los desafíos que plantean los cambios tecnológicos y sociales, y dispuesta a encarar la solución de nuestras dificultades con energía y convicción. No es cierto que la Argentina está condenada a la mediocridad.

Creemos en la igualdad ante la ley y en la verdadera igualdad de oportunidades, que nos permita tomar en libertad las decisiones más importantes de nuestras vidas: dónde vivir, cómo participar en política, cómo desarrollar nuestra vocación, cómo ejercer nuestra identidad sexual. Cambiemos cree que es importante tener una macroeconomía estable, con inflación en baja y equilibrio fiscal. Desde donde venimos es un objetivo difícil, pero imprescindible. Una macroeconomía sana es fundamento de mejores políticas públicas. Esa debe ser la base de la conversación sobre política económica, a partir de las cuales plantear la discusión sobre un modelo de desarrollo económico.

Las líneas de base de este modelo deben ser el impulso de la competitividad, la generación de una cultura emprendedora y sobre todo exportadora, la defensa de la cohesión social, la búsqueda del equilibrio territorial y la promoción de la innovación. En sentido contrario, nos comprometemos a dejar atrás el desorden macroeconómico, la presión fiscal desbordada, los monopolios, las ventajas sectoriales y los malos incentivos que erosionaron nuestro potencial.

El principal problema económico de la Argentina es la pobreza y todas las acciones de gobierno deben estar orientadas a reducirla. No se trata de caridad, sino de construir una economía que garantice derechos, amplíe horizontes, favorezca la creatividad y la integración de las personas y el buen desenvolvimiento de todas las regiones del país. Cambiemos valora la política como una herramienta de transformación. Los actores políticos tenemos mucho por mejorar, pero no encontraremos las mejores respuestas si negamos la conversación, insultamos o despreciamos las ideas ajenas.

Otro desafío es construir un Estado eficaz, equitativo, sin mafias ni corrupción, que esté al servicio de los ciudadanos y no de los dirigentes. Creemos en un Estado que cumple con eficacia y transparencia, por medio de funcionarios íntegros y capaces, sus roles de prestar servicios a los ciudadanos, garantizar la igualdad de oportunidades, y ante la ley, y dictar las normas de la vida económica y social. Creemos en un gobierno abierto, que no esconde información y provee estadísticas de calidad. Cambiemos cree también en la libertad de expresión y en una relación sana con los medios de comunicación, sin extorsiones ni amenazas, pero también sin subsidios injustificados. Creemos además en la importancia de tener medios públicos independientes, fuertes y federales.

Nos resulta esencial poner en el centro de nuestra visión política la defensa de la pluralidad y el reconocimiento de la democracia institucional como sistema idóneo para proteger a las minorías, defender los derechos civiles y procesar las diferencias políticas. Creemos en la independencia de los poderes públicos y en el diálogo como herramienta de la negociación política. Cambiemos condena todo terrorismo y en especial el terrorismo de Estado, y cree en la defensa de los derechos humanos como un eje fundamental de la vida en común. Lo hace con una visión amplia, que incluye el derecho a la no discriminación y a sentirnos seguros en nuestras casas y nuestros barrios.

Cambiemos cree que una educación universal de calidad es también la mejor manera de anticipar los desafíos económicos y sociales, y fomentar una cultura de innovación. Creemos posible un acuerdo nacional por la educación, para garantizar la universalidad y preparar nuestras escuelas para las demandas del futuro, siempre con los docentes como centro de cualquier estrategia. Cambiemos ve a la integración internacional más como una oportunidad que como una amenaza. La globalidad nos interpela; nuestras conversaciones, nuestros consumos y nuestras relaciones son globales. Por eso creemos que la Argentina debe tener una mirada amplia de sus relaciones internacionales.

Cambiemos es, en definitiva, una coalición nacida del impulso social, formada en su momento para terminar con una década de prácticas políticas asfixiantes, que se fue transformando en un proyecto político consolidado y quiere seguir transformando la Argentina en la dirección que los argentinos reclaman: un país donde podamos convivir en paz; con prosperidad suficiente para que cada familia pueda decidir su proyecto de vida; con una representación política honesta que los tiene en cuenta, y con una manera de gobernar basada en decir la verdad y respetar las diferencias con los que piensan distinto.

Por eso creemos que la historia de Cambiemos está empezando. Porque sabemos adónde queremos ir, compartimos una ética sobre lo que significa hacer política y, lo más importante, porque creemos que una mayoría de los argentinos piensa y siente como nosotros.