Entrevista de interés a Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda y Finanzas

  • Compartilo en redes :

-Después de los anuncios de esta semana: desarme de Lebac, paquete fiscal, emisiones de deuda y suba de encajes, ¿dónde queda parada la economía?

-Fue una muy buena semana porque avanzamos con medidas concretas que impactan en el Presupuesto 2019. Cuantas más señales podamos dar en términos de que el déficit de 1,3 % del PBI para el año que viene está asegurado, mejor reaccionará la economía. Me gustaría destacar además dos aspectos de los anuncios de esta semana: un ajuste por $ 55.000 millones y el trabajo con gobernadores y ministros de provincias que cimentó la base para poder tomar estas medidas como la del Fondo Solidario Sojero, la eliminación de los reintegros a las exportaciones y la suspensión de la rebaja a las retenciones de harina y aceite de soja. Las medidas que anunciamos eran las que tenían más consenso con las provincias, generaron comprensión de los gobernadores. No podemos pedir apoyos, pero sí entendimiento. Y lo logramos.

-¿Es un costo para Macri lo de las retenciones? Se comprometió a lo contrario que hizo.

-No se modificó nada. En diciembre de 2019 las retenciones estarán en el lugar donde se prometió. Quitamos la distorsión entre poroto y aceite que no tenía justificativo y que generaba una distorsión.

-¿Y con Agroindustria? ¿Hubo debate?

-Como coordinadores planteamos el tema a Agroindustria y su ministro nos acompañó. Y Producción ayudó con los reintegros.

-¿Qué pasará con el dólar? ¿acompañará el ritmo de la inflación?

-La política cambiaria la decide el Banco Central. También las metas de inflación. Lo que sí puedo decir es que Argentina tiene un esquema económico que a grandes rasgos es la convergencia al equilibrio fiscal, integración al mundo y tipo de cambio flotante. Dentro de ello el peso fluctúa. La tarea del Banco Central es congeniar esas fluctuaciones con su meta de inflación.

-¿Pero cuál es el problema con el dólar?

-El peso se depreció igual al real en términos reales y algo menos que la lira turca. Evidentemente hay un cambio de contexto y menos financiamiento para emergentes. A los que no terminamos de hacer las reformas nos impacta más la turbulencia global, en el precio de la moneda y en la inflación.

-Pero nos puso al borde de una crisis severa.

-El problema es que acá se estafó al ahorrista en pesos durante décadas. Y el proceso para recuperar al peso como reserva de valor llevará años. Desde el primer día tenemos un Banco Central que busca preservar el valor de la moneda en términos reales, con tasas positivas para que se pueda confiar en el peso y no licuarse. Claro que el traspaso a precios de la suba del dólar es mucho más alto que en países donde hacen los deberes hace 20 años. No podemos hacer otra cosa que persistir en este camino, no hay atajo. Si hoy teníamos un tipo de cambio fijo no hablaríamos de la inflación sino del desempleo.

-El mercado se pregunta si el Gobierno tiene los recursos para llegar a 2019.

-El programa financiero del año que viene tiene que renovar las amortizaciones de la deuda con el sector privado denominada en legislación extranjera por US$ 2.800 millones y colocar en términos netos en el mercado local el equivalente a US$ 7.500 millones. Es el programa financiero más chico de Argentina en muchos años y perfectamente manejable. No asumimos un incremento de las colocaciones intra sector público. Tenemos colchones.

-Supone la renovación del 100% de las Letes.

-Es uno de los supuestos del programa. Hoy ya estamos prefinanciando 2019. Las Letes que colocamos el jueves no las cuento dentro de lo que ya tengo prefinanciado. Tenemos stock de liquidez acumulado equivalente a US$ 13.000 millones como nunca tuvimos, esto nadie lo tiene en cuenta y nos prefinancia cerca de 6 meses. Aunque la renovación sea menor al 100% vamos a hacer colocaciones de aquí a fin de año. Respecto a las Letes y su renovación, los domésticos suscriben por el 120% del vencimiento, o sea, aumentan su exposición. Los inversores del exterior no han vuelto aún. Lo que uno no puede hacer es asumir que no vamos a hacer nada de renovación. Eventualmente será menos del 100%, pero algo habrá. Y tenemos la posibilidad de hacer Letes en pesos como esta semana o bonos duales. Estamos cómodos.

-¿Piensan pedir un adelanto de los desembolsos del FMI de septiembre y diciembre?

-No, no lo necesitamos.

-¿Y alguna línea del Tesoro de EE.UU.?

-Descartar no se puede descartar, pero no es algo que hoy estemos buscando. Estamos cómodos con el programa del FMI. El Banco Central sí negocia con China un swap.

-Pero el riesgo país en estos niveles complica a los privados. ¿Una línea de este tipo no ayudaría a abaratar el financiamiento?

-Acá lo que importa es cumplir el programa con el FMI y las metas fiscales. Si es así nos aseguramos que el tamaño del déficit es el adecuado y no necesitamos más. Luego tenemos los desembolsos del Fondo. Sí sucedió que hubo shocks post acuerdo con el FMI, el más importante es el escándalo de corrupción que envuelve a ex funcionarios kirchneristas y algunos empresarios que trabajaron en la obra pública en el anterior gobierno. También está la volatilidad de Turquía y de los emergentes. Por supuesto que el sector privado mira y descuenta algo menos de crecimiento para Argentina y nos pide más tasa. Pero fuimos muy cuidadosos, nos anticipamos y tenemos el respaldo del FMI, y de otros organismos internacionales.

-Pero esa estrategia es positiva para las cuentas del Tesoro. A las empresas y pymes se les cerró el mercado y no tienen un Fondo Monetario que les dé una mano.

-Magia no hay. El riesgo bajará de la mano de que los fundamentos son sólidos. Más que explicar y hacer roadshows el mercado está viendo cómo cerramos el Presupuesto 2019 y el tamaño del déficit de la cuenta corriente. Es natural para una economía que se reequipa que haya crecido tanto este rojo. En este nuevo contexto con menos financiamiento estamos yendo a un ajuste del déficit de la cuenta corriente de balanza de pagos sin una gran recesión. El déficit habrá pasado de 4,9% del PBI en 2017, a 4,7% en 2018 y a 3,1% en 2019.

-Habla de lo importante que es cumplir con la meta fiscal. ¿Qué pasa con la meta de inflación del programa con el FMI? ¿Podría decirse que es menos relevante?

-Es una meta que está escrita y no puedo desmerecerla. Pero creo que el núcleo del programa es fiscal. Algo clave es que tenemos tipo de cambio flotante. Y si la moneda se deprecia los precios se moverán. Hubo una devaluación en los países emergentes y es el motivo concreto por el que el peso se ha depreciado y presiona sobre la inflación. No tengo motivos para pensar hoy que no vamos a cumplir la meta, pero el fenómeno global está a la vista.

-¿Qué pasará con los salarios? Pierden con la inflación en lo que va del año.

-Las paritarias son libres, en el sector privado no hay trabas. Todos tienen cláusulas de revisión que operan entre septiembre y noviembre. Lo que hicimos fue emitir un decreto de homologación rápida de 5 puntos a cuenta. Generó un aumento en los privados que amortiguó la caída del consumo. En el Estado nos vemos forzados a mantener una paritaria muy restrictiva en un marco de ahorro general.

-Con este plan de ajuste que pusieron en marcha, ¿qué economía encontrará el Gobierno a la hora de pelear el voto en 2019?

-Primero pensaría en el contra-fáctico, ¿cómo nos encontraría sin un programa de austeridad que nos permita recuperar la confianza y con ayuda de la comunidad internacional? Segundo, creo que la economía llegará con una inflación sustantivamente menor a la de este año, una actividad al alza empujada por el sector exportador que crecerá 17%, la inversión acompañando aunque para eso necesitamos que baje la incertidumbre por lo de los cuadernos y que los salarios reales se recuperen. Las prestaciones sociales van a crecer de la mano de la desinflación. La economía va a tener un crecimiento punta a punta sólido.

-Dado el escándalo de corrupción alrededor de la obra pública, ¿la recesión este año podría ser más profunda de lo esperada?

-Los eventos recientes de los cuadernos son muy positivos para construir una Argentina que destierre la corrupción y construir un país más transparente. Pero en el corto plazo la incertidumbre que genera para quienes financian la inversión e invierten, tendrá un impacto que será corto pero que evidentemente pesará en el crecimiento de este año.

-¿Corren riesgo los programas de participación pública-privada ya adjudicados?

-Estamos trabajando para que los PPP puedan seguir. Tenemos que retocar algunos aspectos contractuales, donde haya alguna cuestión jurídica que deba ser subsanada para continuar con los proyectos adjudicados. En eso trabajamos. La experiencia de Brasil y Perú es que se puede seguir adelante.

-¿Pero peligran las obras adjudicadas?

-Estamos generando mecanismos para que no estén en riesgo.

-¿Los cuadernos sacan un rival político del Gobierno de la cancha de cara a 2019?

-No lo sé. Desde mi rol de ministro tengo que hacer mi trabajo y luego como equipo, todos trabajamos para ganar las elecciones como lo hicimos en 2017. No pienso quién va a ser el candidato opositor; hoy estamos haciendo lo que hay que hacer y para ganar. No tengo duda de que así sucederá.

-Tanto la derecha como la izquierda sostienen no sólo que la crisis actual se veía venir sino que podría haberse evitado tomado medidas, por ejemplo, llevar a cabo un ajuste más severo de entrada en 2016. ¿Cómo lo ve usted?

-Argentina estará curada de estas discusiones cuando tengamos equilibrio presupuestario y más recorrido del esquema de metas de inflación-dólar flotante. Hasta tanto, vamos a estar expuestos a la volatilidad de los mercados. En tres años, de 2017 a 2019, habremos bajado 6 puntos del PBI del gasto consolidado. Nunca en la historia sucedió. Veo gente preocupada en plantar la bandera de decir lo que hay que hacer más que en hacer cosas para lograr los objetivos. Y acá hay que balancear riesgos políticos y económicos. La oposición quiso dar vuelta la política tarifaria. Contra eso lidiamos. Pero encapricharse e irse no vale la pena. Queremos transformar Argentina. Eso nos vuelve pragmáticos.

 

Nicolás Dujovnees el ministro de Hacienda y Finanzas. En la entrevista con Clarín el viernes por la tarde dejó en claro que además es quiéncoordinala política económica. Por un lado habló de los temas específicos de su área como los programas fiscal y financiero (ver entrevista principal), pero también dejó conceptos de otros sectores como por ejemplo el energético. “Estamos muy contentos con el trabajo que hicimos conJavier Iguacel, ministro de Energía, para que los aumentos de tarifas hayan sido menores a los que hubieran sido si no trabajábamos juntos. Logramos mecanismos donde sin romper contratos y dialogando conseguimos trabajar para poder amortiguar el impacto para los consumidores”. Es que la devaluación había puesto presión a la trayectoria de ajuste que traían las tarifas de luz y gas. Pero con la salida deJuan José Arangurendel Gobierno ese esquema fue desactivado. Hacienda y Finanzas trabaja en la letra chica y en la coordinación del sector. Y se ilusiona hasta con una caída en el precio del gas. Cammesa pagará de US$ 5,2 a US$ 4,2 el millón de BTU. “Eso genera un ahorro fiscal de $ 2.000 millones por mes”. Agrega que “la revolución energética y Vaca Muerta han generado un aumento en la oferta de gas que lleva a que los contratos privados bajaron de 5 a 4 dólares. Esto es mercado puro, se recogen los beneficios de generar incentivos a la inversión”.

Dujovne hace hincapié en las cifras deexportación. Sabe que una de las incertidumbres de los inversores institucionales es si el país es capaz de generar a mediano plazo divisas suficientes que reviertan un déficit de cuenta corriente que llegó a 5% del PBI. “Este año las exportaciones de bienes no agropecuarios van a crecer 20% anual, una cifra que no se explica por un solo motivo. Esto es el resultado de las reformas estructurales: sin cepo, sin trabas, mejor dólar, baja de aranceles, reequipamiento. Antes de la devaluación esas exportaciones incluso crecían al 17% anual. Luego, específicamente, las ventas de carne al exterior suben 60%, la de leche 25%, las exportaciones de auto aumentan fuerte. También tenemos la siderurgia, metalmecánica, litio, pesca, maní, cítricos. YVaca Muertaque en 5 años nos dará US$ 10.000 millones anuales de exportaciones adicionales que hoy no tenemos y bajará las importaciones de GNL. En resumen: hay una dinámica energética tapada por la inflación, muy pujante de un sector que vuelve a exportar después del homicidio macro que fue el cepo. En 2019, aún cuando las exportaciones no agrícolas siguieran a este ritmo o algo menos, con una cosecha normal, las exportaciones de bienes crecerán 17%. Esto es un cambio estructural”.

Ahora,¿la economía tiene perspectivas de crecimiento con la tasa de política monetaria en 45%?“Las tasas altas colaboran en la lucha antiinflacionaria, en el anclaje de las expectativas y en terminar de estabilizar la situación financiera. Con lo cual la comparación debiera hacerse con la situación que tendríamos sin estas tasas. Por supuesto pensamos que es positivo que el Banco Central actúe de esta manera reconociendo que en el corto plazo esto afecta el nivel de actividad aunque menos de lo que sucedería si la autoridad monetaria no actuara de esta manera tan decidida”.

 

Un proyecto

Construir un país democrático, republicano y desarrollado.

Un desafío

Trabajar cada día para consolidar las bases de una economía en crecimiento.

Un sueño

Ver con mi hijo a Argentina campeón mundial en 2022

Un recuerdo

Los nacimientos de mis tres hijos

Un líder

Winston Churchill

Un prócer 

Juan Bautista Alberdi

Una comida

El asado hecho por mi papá

Una bebida

Vino tinto

Un libro

Hablando del asunto, Julian Barnes

Una película

¡Qué bello es vivir!, de Frank Capra

Hincha

River Plate

Un placer

Vacaciones en familia