Nota de opinión del Presidente - Diario La Capital (Rosario)

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Crear las herramientas para crecer

 
Esta semana visité el partido de Quilmes, en provincia de Buenos Aires, y tuve la suerte de conocer a algunas beneficiarias de los nuevos créditos de Ansés. Compartimos un desayuno en el club de su barrio y hablamos de lo sencillo que fue para ellas poder acceder al dinero que les faltaba para concretar ese proyecto que venían postergando. "Lo pago con esfuerzo, pero la verdad que la habitación quedó preciosa", me contaba Emma, una jubilada que, con el crédito que recibió en tres días, construyó una nueva habitación para su hijo.

Fui a visitarlas porque quería compartir con ellas y con sus vecinos la alegría que siento por lo que estamos logrando juntos, la emoción de devolver a los jubilados algo de lo mucho que le dieron a nuestro país. Porque, después de años de trabajo, después de haber ayudado a construir esta Argentina, cuando finalmente les llega el momento de descansar, de disfrutar de la familia y la casa, es fundamental que puedan contar con un Estado que los acompañe, los reconozca y los valore.

De eso se trata esta línea de créditos: de generar oportunidades, de facilitar las herramientas que los argentinos necesitan para estar más tranquilos, para lograr lo que se proponen, para hacer alguna refacción en su casa o disfrutar dándose un buen gusto. Por eso asumimos el compromiso de hacer accesible esa oportunidad a quienes más la necesitan, y ya otorgamos cerca de 5 millones de créditos a jubilados, pensionados y familias que cobran asignaciones. Y ahora también aumentamos los montos y fijamos la tasa más baja del mercado, para que cada vez más argentinos puedan seguir cumpliendo sueños.

Medidas como esta hacen una diferencia en la vida cotidiana de las personas de una manera muy concreta: la mayoría de quienes hoy finalmente pueden acceder a un crédito Ansés no podía acceder a un préstamo bancario. Esa traba los obligaba a caer en manos de usureros que los enredaban en un círculo vicioso, ofreciéndoles crédito a tasas muy costosas, por el que terminaban pagando hasta cuatro veces lo que recibían. Teníamos que hacer algo.

Estoy convencido de que de eso se trata la política: de colaborar para que la Argentina se convierta en un país más justo, con más herramientas y más oportunidades. Con ese objetivo también creamos la Reparación Histórica, una de las primeras medidas que impulsamos, que fue un antes y un después para muchos jubilados. Hoy, son más de un millón 300 mil los que están cobrando lo que les corresponde después de toda una vida de trabajo. Y queremos que puedan sumarse muchos más: tienen tiempo hasta el 31 de agosto para terminar sus trámites. ¡No se dejen estar! Pídanle a algún hijo, nieto o sobrino, ese que siempre les pide un consejo o que quiere volver a escuchar esa historia de cuando era chico, que los ayude o que los acompañe a Ansés a averiguar.

Todo esto está pasando porque, juntos, nos propusimos que pase. Estamos haciendo lo que había que hacer y no se hacía hace décadas: cuidar a los argentinos en cada paso, cambiar vidas con nombre y apellido y, en este caso, dar a los jubilados esa respuesta que estaban esperando.

Estamos sentando las bases sobre las que crece un país, construyendo un Estado que cumple con sus obligaciones. Porque para avanzar en serio hacia ese país que soñamos tenemos que empezar por construir un país en el que la verdad y la transparencia sean la norma; en el que cada uno trabaja dando lo mejor de sí porque se sabe protagonista y está orgulloso de poder hacer su parte.

Cada uno de nosotros está acá para construir, de una vez por todas, una Argentina diferente. Tenemos convicciones y certezas muy firmes sobre el país que queremos. El desafío es enorme, no es algo que se consigue en algunos años, es algo que se hace día a día, con trabajo y esfuerzo, avanzando paso a paso en el camino correcto.

Sigamos creyendo, en nosotros mismos y en todo lo que podemos lograr juntos.