Un recorrido hacia donde estamos hoy

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Estas son algunas reflexiones que el Jefe de Gabinete compartió hoy en el Council de las Americas sobre de dónde venimos; los temas más complejos que enfrentamos en la campaña; el valor de la confianza en el cambio durante la campaña y el valor de la confianza hoy; el cambio cultural y politico que se está profundizando; la crisis económica que logramos evitar; la necesidad de ser protagonistas del cambio en la Argentina y el coraje del Presidente como rasgo distintivo de su liderazgo, entre otros temas.

 

No olvidar de dónde venimos

  • En esta vorágine que vivimos en el día a día, en este siglo XXI de los Whatsapp, los mails, las noticias de todo el planeta, en donde la dimensión temporal cambió y cada día parece una semana, cada semana un mes, cada mes un año, debiéramos empezar por hacer un mínimo ejercicio de memoria y de pensarnos un segundo en este mismo lugar hace un año atrás; la Argentina en la que vivíamos, los miedos que teníamos, el entusiasmo o no que podía tener cada uno, las perspectivas que se podían discutir.

 

Había miedo y resignación

  • Una de las palabras más fuertes que sentíamos y decíamos en la campaña, y no era un acto de soberbia, sino una mirada muy consciente de una situación más profunda que creíamos que había en la Argentina, era que nuestros mayores rivales no se llamaban “Sergio Massa” y “Daniel Scioli”, sino el miedo y la resignación.

  • Ese miedo que había era  el miedo por lo que iba a pasar en el futuro, el miedo a opinar libremente y a decir lo que uno querría o pensaba.

 

Pero también una Argentina que estaba para más 

  • Nosotros respondíamos muy desde el corazón que no teníamos miedo, que teníamos un gran entusiasmo, que estábamos muy confiados en lo que se venía en la Argentina. Y que eso no se basaba solo en un optimismo crónico que tenemos.

  • También se basaba en haber recorrido la Argentina, puerta a puerta, todo el territorio, y ver una Argentina que quería otra cosa; una Argentina que tenía una rebeldía muy profunda de decir “somos mejores que esto que estamos viviendo, somos mejores que esta vida que estamos llevando, somos un pueblo de diálogo y respeto, de amistades, familia y trabajo; no nos sentimos representados por un país que se fue marcando por la división, la confrontación, la pelea, la corrupción”.

  • Ese motor terminó visualizándose en cientos de miles de argentinos siendo voluntarios en la campaña, siendo fiscales, defendiendo los votos en los lugares mas complicados, con ese grito de rebeldía.

 

La confianza en el cambio y en decirnos la verdad

  • El 10 de diciembre el Presidente fue muy claro: la realidad se tenía que basar en la confianza. La confianza primero en los argentinos, que ese mandato de cambio que gritaron por todo el país lo iban a sostener todo el día, sabiendo que el cambio no es fácil, que cambiar implica salir de esa cierta comodidad, que implica volver a plantearse desafíos, implica trabajar, implica esforzarse.

  • Y ese cambio también que se construía, como dijo el Presidente, con la confianza, se tenía que basar en decir la verdad, en escucharnos, en no agredirnos, en ir al mundo y decir: “La Argentina está para ser protagonista de este siglo XXI”.

 

Hacia un cambio político y cultural

  • Como país, durante mucho tiempo nos acostumbramos a la idea de pensar que podía haber atajos, de que podíamos buscar una vueltita a lo que implica vivir en un marco institucional, democrático, donde hay reglas de juego que están por encima de las personas, donde hay instituciones que están encima de los mesianismos, donde los gobernantes no tienen que estar pensando que son infalibles y llegar al poder para quedarse durante mucho tiempo, sino tratar de estar al servicio de su país durante un tiempo, para que después venga otro. Y volvemos al mismo problema: el miedo. 

  • Nosotros creemos que el miedo es lo que finalmente germina el autoritarismo; no es la confianza lo que genera el autoritarismo. Son los liderazgos temerosos los que se encierran en sí mismos, empiezan a atropellar a todo el mundo, empiezan a atropellar las instituciones. Y eso fue lo que pudimos ir reconstruyendo estos 9 meses. Prácticamente todos los temas que fueron discutidos en la campaña electoral fueron encarados, o ya resueltos. Lo cual, nos genera una enorme oportunidad y un enorme desafío. 

  • Porque había un gran consenso en muchos sectores que teníamos que mejorar y cambiar la dinámica política de este país. Hoy tenemos acuerdos estructurales y diálogo permanente con los gobernadores, con el Congreso, con la justicia, con todas las instituciones de la democracia; tenemos vínculo con el mundo.

  • Y vivimos claramente un clima de libertad que se expresa tanto en los medios de comunicación, como en el día a día de nuestra calle. Ese cambio político hoy ya está en marcha, y hay que seguir trabajándolo y cuidándolo.

  • Estamos planteando reformas para el sistema electoral, para el sistema de la justicia; reformas para que los problemas de corrupción nunca más vengan en la Argentina también, porque tenemos ese mismo compromiso de saber que la corrupción, al final del día, es lo que hace que no haya cloacas, que no haya agua potable, que no haya vivienda, que no haya rutas, que no haya puertos, que no haya infraestructura ni energía.

  • Ese cambio político lo seguiremos trabajando y estamos muy confiados que estamos alineados a un mandato de una mayoría de la sociedad que quiere ir por ese camino.

 

Evitamos una crisis económica

  • En lo económico, teníamos un  gran desafío que era evitar una gran crisis. Y trabajamos en una cuestión inédita, gracias al gran equipo económico y el liderazgo del Presidente, que era evitar una crisis económica antes de que ocurriera.

  • Es cierto que veníamos de cuatro años en donde el crecimiento combinado fue del 1%, cuando nuestra población creció el 3%, claramente un estancamiento que no generó trabajo ni inversión.

  • Pero para muchos argentinos ese acostumbramiento a ese estancamiento no generaba la percepción de crisis. Se logró generar esa estabilización también con innovaciones respecto a nuestra historia del pasado, como por ejemplo; salir con un plan de estabilización con tipo de cambio flotante y no tipo de cambio fijo, con la posibilidad de salir del default en tiempo récord y a partir de ahí poder acceder a los mercados.

  • Pero ni siquiera como ha ocurrido en otros momentos de tentarse con todo lo que se ofrecía, sino poder ir por un camino más gradual y respetar un plan financiero, fiscal y monetario que tenemos hoy en la Argentina, y que se ha planteado un camino de la gradualidad para poder salir de esta coyuntura sabiendo que los golpes muy fuertes de timón generan problemas muy grandes en lo social.  

  • Tomamos muchísimas medidas sociales para vivir cuidando a los sectores más vulnerables en esta transición. Y, lo mismo hicimos también, y estamos haciendo, con los sectores productivos sabiendo que de un día para el otro no se pueden cambiar las reglas del juego si pretendemos cuidar ese tejido, que implica un productor o un empresario que genera puestos de trabajo y que viene de muchos años muy complicados, y que tiene además, como decía Jorge, muchos desafíos todavía en materia de competitividad y de costos.

  • Estamos logrando también bajar la inflación, cosa que habíamos prometido, y también lo hicimos.

  • Hay que destacar el coraje del Presidente que se enfrentó a una visión bastante generalizada en la Argentina, de que al final del día la inflación es culpa de un empresario. Y el Presidente dijo: “el responsable de la inflación es del Estado y yo me hago cargo y lo voy a resolver”.

 

Hacia dónde vamos

  • A medida que vamos saliendo de la emergencia lo que necesitamos ahora es discutir lo realmente desafiante que es; ¿Cuál es nuestro modelo productivo?, ¿Cuál es nuestra inserción en el mundo?, ¿Cómo generamos millones de puestos de trabajo?, ¿Cómo integramos federalmente el país?, ¿Cómo formamos a los millones de argentinos que están estudiando hoy en las escuelas, las universidades?, ¿Cómo nos adaptamos a los desafíos inmensos que tiene el Planeta hoy, y las oportunidades que eso implica también en materia de tecnología, de comunicaciones, de robótica, inteligencia artificial, nanotecnología y todo lo que eso implica en términos de alteración de lo que es el mundo en el que vivíamos?

  • El mundo al que vamos es un mundo distinto: el cambio climático, el terrorismo; todo eso nos obliga a estar en el mundo.

  • Ahora, estar en el mundo implica también construir un acuerdo entre todos sobre qué tipo de economía queremos, que tipo de inserción en el mundo queremos, cómo logramos generar competitividad para nuestros empresarios y productores, cómo logramos tener esa autoestima que los argentinos están expresando en esa confianza, en esa esperanza que hoy transmiten.

 

No más miedo a ser protagonistas porque a la Argentina la cambiamos los argentinos

  • La clase dirigente de este país demuestra que también está a la altura de esa circunstancia. Y eso depende de cada uno de nosotros. Durante mucho tiempo hubo miedo en la Argentina a opinar. Creemos que es muy importante que no haya más miedo a protagonizar, que no es lo mismo que opinar.

  • Protagonizar es sentirse que ustedes son los responsables también de nuestro futuro, y como siempre decimos la Argentina tiene un gran futuro pero no va a ser por nosotros. Nosotros no vamos a cambiar la Argentina, la van a cambiar los argentinos.

 

Dos ejemplos inspiradores sobre el potencial de los argentinos

  • Uno es el ejemplo que hoy está dando el campo en términos de entusiasmo, de innovación, de comprensión de este momento que estamos viviendo en la argentina y que nos lleva a que estemos hoy recorriendo el país y viendo que estamos rumbo a una cosecha record el año que viene, y que todos están poniéndose toda la confianza en tratar de lograr que tengamos un gran futuro y eso genera más entusiasmo y energía también en las localidades que viven del campo, la industria vinculada al campo, etcétera.

  • El otro ejemplo lo dieron nuestros deportistas olímpicos en Río. Esa pasión, esa creatividad, ese esfuerzo nos tienen que inspirar a todos a que con una sola camiseta salgamos a competir juntos, con entusiasmo, con creatividad, y salgamos realmente a lograr que este país no tenga que tener más vergüenza de la pobreza que tiene, de la desigualdad que tiene y de no haber aprovechado sus oportunidades.