Entrevistas al Jefe de Gabinete y al Ministro de Trabajo

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Entrevista al Jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el diario Los Andes de Mendoza

-¿Qué esperan del fallo de la Corte Suprema sobre las tarifas?

-Nosotros tenemos una mirada más integral sobre todo este proceso de intentar normalizar el sistema energético y el cuadro tarifario a fin de tener una Argentina más justa y equilibrada. Sabíamos que uno de los temas a resolver era la judicialización de estos procesos, ya que desde hace muchos años se viene con amparos y discusiones judiciales. En la complejidad de este tema, lo importante es que la Corte ayude a encaminar una resolución pensando en los próximos 20 años, no en la urgencia.

-Si la Corte suspende los aumentos, ¿con qué dinero el Estado va a sostener los subsidios?

-Me parece que no hay que anticiparse. Está en discusión el proceso más que el cuadro tarifario. Creo que se discutirá eso. Nosotros estamos muy tranquilos porque creemos que en la integralidad de esta discusión se ha avanzado mucho y va a ser muy importante tener un fallo de la Corte para poder empezar a dar previsibilidad a este sistema.

-Elisa Carrió culpó a Ernesto Sanz por la política tarifaria y pidió corregirla urgentemente. Da la impresión de que el tema tarifas no sólo abroqueló a la oposición sino que también generó un frente interno dentro de Cambiemos.

-A un año de las PASO, sostengo que Cambiemos ha sido una construcción política enormemente exitosa, que ha surgido a partir del liderazgo de Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió para empezar un proceso político de convergencia. Pero, además, este espacio fue construido por los votantes. Desde ese marco, siempre fue una característica nuestra la posibilidad de que haya opiniones diversas sin que eso implique una crisis…. Sí puede haber distintas opiniones pero eso es parte de acostumbrarse a una fuerza diversa, plural y muy democrática.

-¿A qué atribuyen los errores en las facturas? Hay casos de personas a las que les llegaron aumentos del 1.000 por ciento.

-Lo primero e importante es que son casos aislados. La enorme mayoría, 87%, son de menos de 500 pesos. Más del 60% son de menos de 400% de aumento en el gas. En luz es menos. Recordemos que el 65% de la tarifa la sigue subsidiando el Estado nacional. Después de una década de destrucción del sistema tarifario y de distorsiones, pueden darse casos aislados, pero rápidamente fueron corregidos por el Gobierno, por eso se dispusieron topes para evitar esas distorsiones.

-¿Cómo ven este segundo semestre, sobre todo ante el malestar social por tarifas, empleo e inflación?

-Sabemos que éste es un año muy difícil para la Argentina. En primer lugar, por lo que implica ver y aceptar la estafa y la mentira a las que fue sometido el país en los últimos años. Por otro lado, porque estamos en una corrección, en una transición económica, que día a día nos va a llevar a un escenario de crecimiento, que ya es seguro en 2017. En este segundo semestre esto se va a ir visualizando, sobre todo en la baja de la inflación, que es uno de los temas que a nosotros más nos preocupaba. En ese sentido, somos tremendamente optimistas. A la vez agradecemos que, pese al enorme esfuerzo que están haciendo los argentinos, hoy es el momento de mayor optimismo de los últimos 15 años. Hay una convicción en la mayoría de los argentinos de que vamos a estar mejor y de que estamos yendo por el camino correcto.

-¿A qué atribuye ese optimismo?

-Creo que hay un cumplimiento de nuestra palabra de que iba a haber un cambio en la Argentina y ese cambio hoy se vive y se respira. El país está más tranquilo, más democrático, más pluralista. Hay un gobierno que con la mejor buena fe está haciendo todo lo posible para sacar a este país adelante. Eso genera confianza, que para nosotros es lo más valioso.

-Cornejo incorporó, en el acuerdo que firmaron las provincias con la Nación, metas de eficiencia para el buen uso del gasto público. ¿Cómo están viendo ustedes a Mendoza?

-Valoramos muchísimo el coraje y la claridad de Alfredo para encarar las reformas que está haciendo en Mendoza y para plantear un debate que, al final del día, es un debate de profunda solidaridad. Porque si el Estado hace bien las cosas, ayuda a que la economía se desarrolle más, a que haya más trabajo y menos pobreza. Hubo mucho tiempo la idea de un Estado gastando más de lo que tenía como una política permitida y positiva, y la verdad es que eso genera innumerables problemas. Cornejo ha sido una voz, como otros gobernadores, que han aportado a este debate. Creo que, por primera vez, se logró acordar a la par las provincias junto a la Nación. Antes era las provincias contra la Nación o viceversa.

-La Nación ha salido en auxilio de la Provincia…

-Sí, eso son préstamos que luego se devuelven. Lo más importante acá es el nivel de acuerdos entre Nación y provincias para entender que, primero, hay que ir bajando el déficit y tener una política fiscal más responsable; segundo, que hay que hacerlo gradualmente. Así como la Nación se planteó un camino crítico de 4 años, las provincias deben hacer lo mismo. Esto no tiene que ser una pelea de unos contra otros sino un compromiso de gestionar más responsablemente.

-Mendoza tiene un problema histórico con La Pampa por el río Atuel. El ministro Frigerio se ha comprometido a ayudar a que haya un acuerdo, pero el problema es que faltan obras públicas…

-Primero: éste es un tema de muchísimos años. Se tiene que resolver con la vocación de buscar un acuerdo y con mucho diálogo. En eso estamos…

-¿Hay chances de que se haga la represa Portezuelo del Viento, que es una ambición de Mendoza?

-Sí, claro. Aunque no tengo el detalle acá, el desafío que tenemos es cómo lograr meter todo lo que queremos hacer en materia de infraestructura de un modo equilibrado por provincias y que eso sea sustentable fiscalmente. Eso lo estamos haciendo con mucho diálogo. Pero estas obras de infraestructura son indispensables.

-De Marchi busca ampliar el Pro e inclusive generar una relación más pareja con la UCR. ¿Cómo ven la relación de fuerzas hacia el interior de Cambiemos en Mendoza?

-Omar es una persona muy valiosa. También ha tenido un gran coraje político. Sin dudas creemos que hay que reforzar y fortalecer la estructura de Cambiemos en todas las provincias y a nivel nacional pero lo más importante es que esto se haga entendiendo que en aquellas provincias donde gobernamos tenemos una doble responsabilidad. Confío en que todos los actores, bajo el liderazgo de Alfredo, van a poder definir las reglas para que podamos crecer y ratificar el rumbo de cambio que los votantes de Mendoza escogieron.

-¿Esto implica sumar al peronismo? En algunas provincias hay conversaciones…

-Nosotros venimos trabajando bien con los intendentes peronistas. Pero si eso se transforma en un acuerdo electoral me parece que es muy prematuro para verlo.

 

Entrevista al Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en el diario La Nación

-¿Qué balance hace de las primeras paritarias que se cerraron durante su gestión?

-Nosotros dejamos en claro un criterio: creemos en la reconstrucción del rol de los dirigentes sindicales y de los dirigentes empresarios en la negociación paritaria. Creemos que no había desde el Estado que obligar, imponer o dar un mandato exhaustivo, como sucedía en la gestión anterior -que te lo resolvía el despacho de Axel [Kicillof]-. Nosotros pusimos la mesa a disposición para que eso suceda, y pretendíamos la discusión de todos los temas: no solamente la discusión salarial, sino también de la productividad.

-¿Qué porcentaje se cerró ya?

-Te diría que estamos en el 90% de las paritarias cerradas. Quedan sólo algunas menores, grande ninguna. Y están las semestrales, que empezarán a discutirse a partir del mes de septiembre.

-Desde el sector empresario sostienen que las paritarias de corto plazo perjudican.

-Todo lo que dé horizontes de previsibilidad más largos por supuesto que sirve. Da un escenario de confianza, pero entendíamos que en ese momento, con un primer trimestre que requería hacer reestructuraciones y organizar la economía en busca de un nuevo equilibrio, eran necesarias todas las herramientas en la mesa para la negociación: plazos más cortos, incluso, para llegar a un acuerdo razonable.

-¿Le preocupa que se reabran las paritarias cerradas como piden algunos gremios?

-No. Nosotros, creemos que el concepto filosófico de la paritaria cerrada de manera libre es: "Yo reconozco que este es el valor al cual recompongo mi haber, y reconozco el valor que puedo pagar como empresario para mantener mi empresa con rentabilidad". En ese equilibrio, les permitimos trabajar. Eso no significa que las representaciones -tanto sindical como empresaria- no tengan que mejorar, para ver si genuinamente están reflejando la composición de la industria. Ponemos el foco en el crecimiento de la Argentina y no es una cuestión excluyente del ámbito del trabajo o de las relaciones laborales.

-¿Con qué más tiene que ver?

-Con el acceso al capital, la desburocratización de las regulaciones que puede haber en la economía, el tema de la infraestructura para mejorar la productividad de los bienes que se producen, el acceso a la energía, la baja de la litigiosidad, el acceso al trabajo, entre otros temas.

-La inflación parece estar lejos de un repliegue.

-No. En los últimos tres meses se ha bajado la inflación y creemos que vamos a seguir en ese sendero. Entendemos que la negociación paritaria -la mayoría de los acuerdos se hizo en los momentos más álgidos- reflejó esa preocupación por esa variación, pero en el segundo tramo de este año los escalones de la negociación paritaria van a estar por encima de la inflación.

-El próximo 22 se reúne la CGT para su reunificación. ¿Qué análisis hace de ello?

-Yo creo que lo mejor que se le puede hacer a los trabajadores argentinos es tener la mejor representación posible. Esa tarea les corresponde a los dirigentes sindicales. Si lo logran, bienvenido. Bienvenido que se hayan superado diferencias y que vayan avanzando en un criterio de unidad, que debe reflejarse en la expresión también. Más allá de que haya sectores con dificultad o tensión, no es una cosa generalizada, y entienden que la estabilización económica les va a dar más oportunidades de desarrollo. Eso se refleja, por lo menos, en lo discursivo.

-¿Prefiere un triunvirato o una figura única?

-Prefiero no opinar de eso.

-¿Puede cambiar la relación con el Gobierno a partir de la unidad?

-Definitivamente no creo que sea una unidad en contra del Gobierno. Y te digo por qué: desde la primera reunión hasta las últimas con los dirigentes sindicales, hemos tenido diálogo permanente. Y tenemos una mesa de diálogo que agradecemos y ellos valoran. Si uno se pone a pensar: mínimo no imponible de Ganancias, ampliación de la base de asignaciones familiares, beneficios de la AUH a monotributistas, ampliamos los beneficios de los programas sociales, resolvimos la deuda histórica de los jubilados y la cobertura universal de la salud, restituyendo recursos a las obras sociales. También adelantamos la discusión del Consejo del Salario, porque sabemos que hay una tensión en parte de la sociedad, y actualizamos el seguro del desempleo, que no se actualizaba desde hace diez años.

-Pero el empleo no mejora. Por ejemplo, cuando uno analiza los datos del sistema previsional argentino (SIPA) el 90% de los puestos de trabajo que se perdieron son del sector de la construcción.

-Sí, la construcción es donde más impactó. Desde agosto del año pasado viene cayendo constantemente, salvo en los últimos meses donde se pusieron de nuevo en marcha las licitaciones y empezó a revertirse la curva descendente.

-¿En cuánto tiempo cree que se va a pasar de la reducción a la generación de nuevos puestos?

-Creo que se puede crecer de forma abrupta. Somos muy optimistas, y el Gobierno está invirtiendo fuertemente en eso, con sentido de transparencia. La plata no va más a los bolsos de los López, sino a que se pongan los ladrillos y que la gente trabaje.

-Los datos del desempleo del Indec están en proceso de reconstrucción, sin embargo la percepción es de pérdida de empleos más allá de la construcción.

-Con la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) vamos a tener los números reales, porque no confiamos en los que se dieron sobre desocupación en la Argentina durante los últimos años. Bienvenido que podamos discutir eso con índices fidedignos, para saber la ocupación, subocupación y desempleo que tiene el país.

-¿Desde hace cuánto que se da esta situación?

-Sabemos que estamos en una situación de estancamiento en generación del empleo desde hace cinco años, pero creemos que vamos a tener señales de reactivación en los próximos meses. Una de esas señales viene de la obra pública, pero también de sectores que hemos apoyado en los últimos meses -el sector agroindustrial, la minería, las pymes- y otro factor tiene que ver con el ordenamiento de la economía en general. Cuando vas estabilizando, das más chances de que se generen las inversiones.

-¿Quién tiene más madurez hoy: el empresariado o el sindicalismo?

-La dirigencia sindical muchas veces es cuestionada, pero hay momentos en los que han acompañado, como en estos siete meses, que entendieron que debemos reordenar la economía para sacar a muchos argentinos de la pobreza. Nos están acompañando en eso, a pesar de algunos comentarios críticos.

-¿Y los empresarios?

-La dirigencia empresaria necesita entender el rol de generar, invertir y agrandar los espacios de desarrollo de producto y de servicios. A veces percibo que hay muchos empresarios que están esperando una actitud paternalista por parte del Estado: que les resuelvan las cosas con algún beneficio.

-¿Esa actitud paternalista la criticaban del gobierno anterior?

-Por eso. Pero cuando hablamos ahora te salen con un tipo de cambio más alto, o manteneme tal beneficio, o tal regulación. Me parece que lo mejor que podemos hacer es un ámbito de competencia, de inversión, y que esos costos de inversión vayan bajando para generar más puestos de trabajo que hagan a muchos argentinos salir de la pobreza. Como dice el Presidente: nosotros marcamos la cancha, ponemos los arcos y los árbitros. Pero la gente tiene que hacer los goles: los empresarios, los trabajadores, etcétera.

-La CTA amenaza con un paro y quieren sumar a la CGT unificada. ¿Qué opina de eso?

-Yo creo que la CTA también ha reflejado problemas de divisiones internas, y se ha perfilado para buscar la representación correspondiente. Nosotros tenemos vocación de diálogo con todos los sectores, y creemos que la mejor representación no solamente busca preservar los derechos, sino también generarles más oportunidades. En ese marco, creemos que están en diálogo con otras centrales, pero sus reclamos a veces son más desde lo ideológico o coyuntural y estratégico para reubicarse, más que desde la realidad concreta.

-¿Le preocupa un posible paro general?

-No., cada uno está en condición de plantear sus reclamos. Pero también creo que es injusto cuando hay un Gobierno que escucha y dialoga y busca soluciones, diciendo cuándo puede dar una solución y cuándo no, sin dejar por eso de trabajar en otras cuestiones.

-¿Por qué no baja el empleo en negro?

-Para nosotros es un tema central que 4,5 millones de argentinos no tengan cobertura de seguridad social, nos desvela y reconocemos que hay organizaciones sociales dando una mano. Es un reclamo que muchas veces nos hace la Iglesia y recogemos las palabras del papa Francisco. El programa de jóvenes también apunta a eso.

-¿Cuándo empieza el segundo semestre?

-Ya empezó. Si mirás las inversiones ya anunciadas al Ministerio de Producción por US$ 30.000 millones, las vinculadas a la obra pública en la provincia por $22.000 millones y las que se encaran en todo el país.

-¿Cuál fue el mayor acierto y el mayor error de estos meses?

-El acierto es que pudimos hacer esta transformación sin crisis. Esto iba para una crisis a la venezolana y con Scioli íbamos a ese puerto. El error muchas veces existe, pero es por la vocación de querer hacer.