Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el cierre del 45° Consejo Federal Agropecuario, desde el Museo Bicentenario.

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el cierre del 45° Consejo Federal Agropecuario, desde el Museo Bicentenario.

 

Muchas gracias a todos y todas por estar aquí.

La verdad es que cuando “Juanjo” me dijo de participar le dije enseguida que sí, porque definitivamente el tema agrícola, ganadera, el tema agropecuario en general para la Argentina es un tema importante. Y es un debate que uno siempre piensa que está saldado, pero nunca termina de saldarse. Pareciera ser que uno es alguien que quiere al agro o es alguien que quiere la industria; y la verdad es que son dos cosas que van de la mano, no son dos cosas contrapuestas. Y la realidad es que uno debe prestarle mucha atención al mundo agropecuario y tiene que prestarle mucha atención al mundo industrial.

Vengo de una reunión CEPAL-Unión Europea, donde por primera vez la Unión Europea reconoció la necesidad de terminar con el extractivismo; ustedes dirán: ¿eso en qué nos cambia la vida a nosotros? bueno, tardamos 500 años en que los europeos se convenzan de que nosotros no estamos llamados solamente a ofrecer materias primas, sino que podemos ofrecer materias primas industrializadas. El extractivismo no es solo llevarse el oro, la plata, el litio; el extractivismo también es llevarse la producción primaria agropecuaria sin agregarle valor; ¿y cómo podemos agregarle valor a esa producción primaria? Con la industria, generando la agroindustria. Dejando de mandar granos para que otros lo conviertan en aceite, en harinas o en alimentos para seres humanos y convertirlo nosotros en alimentos para seres humanos; y así industrializado después exportarlos.

Siempre estuvo la discusión de cuánto pesaba, cuánto no pesaba la producción agrícola en Argentina, que es una discusión banal, la verdad, se ha dicho; pesa mucho, pesa lo suficiente como para que

una sequía nos produzca un daño económico impresionante. Eso es tan cierto como que la Argentina no vive de la agricultura, porque nos pasó la peor sequía del año y perdimos el 20 por ciento de nuestras exportaciones; quiere decir que exporto un 80 por ciento de otras cosas. Ahora un 20 por ciento es un montón, no es poco, es muchísimo y, por lo tanto, hay que prestarle atención.

En todos los lugares, en las reuniones, que el mundo realiza para discutir el problema del cambio climático se ha convertido en el tema central, en el eje, en el epicentro de todos los debates. Y eso que parecía muy lejano, parecía que era un problema del mundo central; empezamos a darnos cuenta de que no es un problema del mundo central, que es un problema de todos nosotros.

Recién escuchaba la maravillosa exposición de Pablo, y decía Pablo: bueno, tenemos que empezar a buscar en las napas. Tenemos que prestarle mucha atención a eso; para no irnos tan lejos, miren lo que está pasando en Uruguay. Uruguay provee su agua potable de las napas y de repente por falta de lluvias las napas dejaron de brindar agua potable; y el agua que ofrecen es agua salada, que no sirve para el consumo de agua potable. Y si algo decíamos todos es que Uruguay tenía uno de los mejores ríos subterráneos, tenía uno de los acuíferos del mundo y, sin embargo, pasa esto; obviamente que no es culpa de ningún Gobierno, es el efecto del cambio climático. Son precipitaciones que dejan de existir y agua que se va salinizando, que antes era agua potable.

Nosotros no hemos hecho ese desarrollo, porque nosotros generalmente…, bueno, hablo puntualmente de la Cuidad de Buenos Aires y el Área Metropolitana de Buenos Aires; tomamos el agua del Río de la Plata, la potabilizamos y listo. Pero la verdad es que habría que trabajar muy seriamente en ver cómo son las napas en la Argentina, para ver si eso puede ser una solución a los problemas que el cambio climático nos crea; porque además…, Pablo yo soy abogado así que cualquier barbaridad que diga discúlpamela. Pero la verdad es que lo que uno vive, lo que la sensación que uno tiene es que uno vive en una locura climática, es una cosa…, hablé hace tres o cuatro meses atrás con Pedro Sánchez, ¿Cuál era el problema de Pedro Sánchez? La sequía que afectaba a España; y que me decía: no, está muy mal; y le digo: ¿cómo te afecta a vos? Me está matando

la producción de olivo y por eso el precio del olivo y del aceite de oliva está creciendo; porque España, que son los grandes productores, no está produciendo. Y lo veo dos meses después y estaba desesperado por las inundaciones; y todo ocurrió en 60 días. Y la verdad es que esa variabilidad del clima es un serio problema para quien trabaja con la tierra. Y que necesita del agua, necesita el agua como un recurso central para poder hacer producir esa tierra.

En verdad nosotros le préstamo mucha atención a la producción agrícola no solamente porque a la Argentina le sirve, no solamente porque exportamos muchos granos, no solamente porque eso significan divisas para el país; hay muchas regiones que viven de esa producción, muchas producciones regionales, economías regionales que viven de eso.

Yo veía toda la zona de cuyo -tan seca como se ve-, que vive del olivo, que vive de la vid y, bueno, veía cómo este año vamos a tener mejores nevadas y eso supone que tendrá más agua para la zona de cuyo o dejará más agua la zona de cuyo, ¿no cierto? ¿me equivoco? Estoy en lo correcto, pero la verdad que la vez pasada fui a La Rioja y pasé por el Río Miranda, ¿Dónde hay un riojano acá, que no los veos a los riojanos? Allá está mi amigo riojano; y pasé por el Río Miranda, que el Río Miranda cuando yo era chico mi padre me llevaba a veranear a La Rioja, poco cruel lo del viejo, pero era riojano y quería mucho a su provincia, y con 50 grados de calor nos íbamos al Río Miranda; el problema que tenía mi madre era que la corriente del Río Miranda era tan tremenda que tenía medio que nos arrastre; y ahora veo el Río Miranda y es casi un hilo de agua.

Evidentemente el mundo lo hemos maltratado en exceso y evidentemente el mundo tiene que enfrentar este problema; la verdad en un momento de incertidumbre no solamente por estos vaivenes, ahora estamos pendientes del niño, la niña; hay gente, como Pablo, que lo estudia, que nos ayuda a anticipar qué podemos hacer frente a semejante cambio climático. Pero la verdad es que la política no ayuda a resolver el problema del cambio climático. Hay una serie de objetivos fijados para el año 2030, que ya todos sabemos que no se van a poder cumplir; porque el mundo central que digo que iba a destinar 100 mil millones de dólares para que el mundo en desarrollo pueda hacer el cambio de la matriz energética,

de una energía fósil hacia energías sustentables. La verdad que hasta el día de hoy lo único que tengo son charlas con (INAUDIBLE), pero de dinero ni hablemos. Eso lo dice un argentino que, como todos nosotros, viene de soportar la mayor sequía de los últimos 100 años. Pero muchos más complicado la tienen los que viven en el Caribe, un país como Barbados, que es un conjunto de islas, vio desaparecer una isla; o sea, parte de su territorio desapareció bajo el agua. Y la frecuencia de los ciclones, las tormentas, todo ha cambiado allí, todo ha cambiado.

Nosotros tenemos que hacer nuestro aporte para dedicar al problema climático la atención que merece, lo hacemos porque Argentina es uno de los países que más cuida sus bosques naturales, que más protege las áreas que brindan oxígeno al mundo. Nosotros cuidamos nuestras selvas en Misiones, nuestros montes en el Chaco, nuestros bosques Andinos; cuidamos las reservas acuíferas que tiene Corrientes con sus esteros, pero así no actúa todo el mundo; y la verdad es que el estrago que hizo Bolsonaro en el Amazonas fue muy importante, y el estrago que algunos argentinos hicieron en el norte argentino también fue muy importante, antes de que nosotros lleguemos; cuando la locura de la soja decía: deforestemos, deforestemos y sembremos y sembremos; también fue muy importante.

Por lo tanto, hay una primera alerta que, aunque estoy hablando en el Consejo Federal Agropecuario, el primer alerta es atención al cambio climático, atención a hacer lo que debemos hacer para recuperar racionalidad del clima del mundo, que es un forma de encontrarle perspectivas claras a lo que nos puede esperar nosotros como Argentina. Primer punto por eso yo quise estar desde el comienzo, “Juanjo” me disté un gran consejo para poder escuchar esto; porque esto es un llamado de atención a todos. Yo ya vengo hablándole a Sergio desde hace tiempo, y hablé con Juan Cabandié, el temor que me generan devuelta una ola de inundaciones en Santa Fe, en Corrientes, porque es lo que se pronostica y es lo que se puede ver, y ya lo vivimos. Y lo que no podemos hacer es que, después de haber vivido la experiencia no nos adelantemos a que volvamos a repetir la experiencia. Por lo tanto, tenemos que estar poniéndonos a trabajar hoy para ver de qué modo mitigamos los efectos de esas inundaciones, que ahí ya no solo tienen un efecto

sobre la agricultura, sino que tiene un efecto social muy importante, porque gente que queda anegada, queda afuera de circulación mucho tiempo.

Me acuerdo cuando Néstor apenas asumimos hubo esa tremenda inundación en Santa Fe, que fuimos con el “Lole”, que al “Lole” le gustaba manejar helicópteros, los dos estábamos aterrados; pero el “Lole” nos llevaba en su helicóptero y veíamos las inundaciones y era una cosa tremenda; y bajó el helicóptero en el medio de un gran predio lleno de carpas donde había gente viviendo porque había perdido sus hogares; o sea, las consecuencias son tremendas. Y hay que prestarle atención porque hay alguien que nos está advirtiendo
lo que puede pasar. Lo que puede ser una buena noticia para el agro, puede ser una noticia pésima para ciudades o habitantes de zonas aledañas a esos ríos que pueden crecer.

Yo reconozco que en mi Gobierno me ha pasado de todo, solo falta que lleguen los marcianos, después ya me pasó de todo. Pero tampoco esperaba…, yo dije: bueno, la sequía será la última; bueno, parece ser que no; parece que además tenemos el riesgo que nos sobre el agua ahora, que ahora estemos atacados por el agua.
Conviví todo el Gobierno con la bajante más grande del Río Paraná, en ese contexto, nos hicimos cargo de la hidrovía, con buenos resultados, porque la hidrovía siguió funcionando y finalmente nos dejó un saldo acreedor al Gobierno de 38 millones de dólares, y la empezamos a administrar nosotros junto con las provincias rivereñas del río. Y creo que fue un buen paso el que dimos, pero lo dimos en el peor momento del Río Paraná.

Nosotros tenemos que…, yo hago mucho hincapié en todo lo que ha dicho Pablo, porque me parece que gran parte de la proyección, de la producción agropecuaria en Argentina nos obliga a tener en cuenta todo lo que se ha dicho; para poder prever, para poder ver cuál es el mejor momento. Nos obliga también a nuevos desafíos, el desafío de resolver el faltante de agua con un sistema de riego que tengamos que buscar en napas, que hoy no buscamos o no investigamos, o no investigamos lo suficiente, por lo menos; ¿estoy en el cierto? Son todas tareas que nos quedan por delante.

La verdad es que nosotros, como Estado Nacional, queremos que la Argentina siga siendo un país que el campo produzca. Tenemos un campo privilegiado, dios nos ha dado una suerte enorme tener tierras fértiles y tener condiciones para producir alimentos para el mundo.
Podemos hacerlo mucho más, podemos hacerlo mucho mejor; días atrás estuve en el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología, y hay un dato a observar; cuando nosotros llegamos al Gobierno la inversión en ciencia y tecnología el 80 por ciento se destinaba al Área Metropolitana de Buenos Aires y el 20 por ciento al interior del país.
Hoy esa relación se ha cambiado absolutamente; el 80 por ciento va al interior del país y el 20 por ciento queda en el Área Metropolitana de Buenos Aires; ¿y por qué lo hicimos? Porque en el interior del país hay que desarrollar ciencia y tecnología para resolver todos estos problemas y muchos lo están haciendo; hay muchísimos proyectos tecnológicos que están directamente vinculados a la agricultura y a la ganadería; tan solo piensen que Argentina ha registrado el trigo transgénico, que le permite al trigo crecer en condiciones de falta de agua.

Cuando yo llegué al Gobierno, la verdad es que esto no ocurrió durante mi Gobierno, ocurrió durante el Gobierno anterior, pero el Gobierno anterior no lo registraba; algunos dicen esperando que Monsanto lo haga antes que nosotros; y cuando yo llegué al Gobierno lo primero que hice es en Santa Fe hay una…, está Bioceres en Rosario, que allí trabaja el Consejo de Ciencia y Técnica, el CONICET, junto con una empresa privada y han desarrollado trigo transgénico pruébenlo en los próximos 10 minutos y hoy el trigo ese está probado en Brasil, está probado en Australia, está probado en montón de países, en China; y eso mismo yo el otro día lo hablaba en la Unión Europea con Michel, mira si eso no podría ser una solución para África, en las zonas donde África padece más estrés de agua; el trigo ese tal vez podría creer en África. Y si nosotros eso lo lográramos ya no estaríamos muy preocupados por ver si Putin cierra o no el Puerto de Odesa; porque los africanos podrían producir su propio trigo, porque hay un trigo preparado para eso.

Entonces yo creo que las condiciones nuestras en materia agropecuaria son formidables, ya hoy en día tenemos un desarrollo tecnológico en materia agropecuaria que nos hace líderes en el

mundo, en maquinaria agropecuaria, en tecnología de siembre, nos hace líderes en el mundo. No tenemos que perder eso, tenemos que ir por más y podemos hacerlo. Que a nosotros el tema agropecuario nos preocupa, no debe caberle duda a nadie; que lo ponemos en valor, no debe ponerlo en duda nadie; y yo no los quiero aburrir, porque “Juanjo” lo dijo, pero acá Sergio me mandó tres páginas de las cosas que hicimos en este tiempo para preservar al sector agropecuario; y como estamos en un momento difícil si lo leo y va a parecer que estoy pasando cuenta y no quiero pasarle cuenta a nadie; quiero solo recordarles que siempre estuvimos cuando el sector nos necesitó, siempre estuvimos. Y cuando digo estuvimos, digo para todos; estuvimos para el productor de trigo, para el productor de maíz, para el productor de soja; pero también estuvimos para los productores avícolas, para los productores algodoneros, para los sectores que producen fruta, para todos estuvimos, para todos estuvimos y vamos a seguir estando.

Porque estamos convencidos de que así tenemos que construir este país que tanto queremos y que la falta opción de ser un país industrializado o ser un país agropecuario esa es una falsa opción.
La respuesta nos la acaba de dar Europa, que después de 500 años dijo: ustedes tienen derecho a dejar de ser un productor primario y tienen derecho a industrializar su producción, se lo dijo a toda la América Latina; lo que fue para mí un gran logro, lo escribió y lo firmó. Y ahora lo que podemos hacer es industrializar esa Ley que tanto luchamos en el Congreso para que saliera la Ley de Agroindustrial, que allí quedo; ojalá algún día alguien se de cuenta la importancia que tiene, la trascendencia que tiene para el desarrollo de nuestro país.

Y ustedes lo que tienen que volver a sus provincias sabiendo que estamos sobrellevando un momento dificilísimo como consecuencia de la sequía y los efectos que la sequía han deparado en la economía; porque no es solamente los 20 mil millones de dólares, que son más o menos 6 mil millones de dólares de reserva que dejamos de tener, son los 14 mil millones de dólares que dejaron de circular en la Argentina, que son inversiones, que son compras, que son negocios que se hacen en las regiones; todo eso ha sido un enorme daño para la economía argentina. Pero vuelvan con la convicción de que parece que agüita vamos a tener ahora, vamos a

tener que cuidar que no nos sobre, que no nos tape; tenemos que prevenir lo que tenemos que prevenir en la región, que marco Pablo. Y sigamos trabajando, sigamos trabajando; es la única forma de que la Argentina termine de arrancar; hemos hecho mucho en los últimos años, la sequía nos complicó mucho financieramente, si no hubiéramos tenido la sequía, fíjense ustedes un dato que el otro día estaba mirando, la actividad industrial crece aproximadamente un 3 por ciento en lo que va del año; la actividad agropecuaria cae un 45 por ciento, es tremendo, es una cosa increíble. Si la sequía no hubiera existido estaríamos creciente 4 o 5 puntos este año. Pero bueno…, ¿Cómo dijiste? Lo que no hay que hacer es bajar los brazos y estar más convencido que nunca que este es el camino. Así que no nos desviemos del camino y que la lluvia no nos haga bajar los brazos. Gracias a todos y todas por estar acá. (APLAUSOS).