Intervención del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la sesión plenaria de la III Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno UE - CELAC, en Bruselas, Bélgica

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Intervención del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la sesión plenaria de la III Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno UE - CELAC, en Bruselas, Bélgica

Muchísimas gracias. Buenas días a todos y todas,

Celebro este espacio de diálogo birregional que hemos conformado para abordar los desafíos comunes que enfrentamos. Hacía ocho años que estos encuentros no se repetían, no se hacían, pero los problemas siguen siendo los mismos. Aquí estamos discutiendo: el hambre, la pobreza, la desigualdad, la falta de empleo digno, el deterioro del ambiente, el aumento de la violencia, la discriminación, la pérdida del diálogo político, que en este momento se ha convertido en un problema crucial. Es evidente que estamos viviendo un tiempo de tensiones geopolíticas a los que tenemos que atender, y es evidente también que buscar consenso y acuerdos entre regiones, puede ser un camino idóneo para encontrar una salida.

Este nuevo mundo que se ha visto afectado, primero por la pandemia, después por esta guerra, por la invasión Rusia sobre Ucrania, sobre el territorio ucraniano, en verdad nos lleva a reconfigurar las cadenas de valor, y allí yo siento que tenemos una gran oportunidad como regiones para unirnos y trabajar en conjunto.

Celebro enormemente haber escuchado al Canciller Scholz y a otros miembros de la UE, de revisar la idea de la lógica extrativista que ha tenido, hasta el día de hoy, la inversión en América Latina. También promover la idea de que, bueno, a esa tarea de explotar los minerales y las riquezas que nuestra tierra en Latinoamérica y en el Caribe ofrecen, agregarle valor en nuestros lugares de origen.

También celebro que todos estemos preocupados por el problema del calentamiento global; y también celebro que entendamos que las responsabilidades son distintas, que no todos tenemos la misma responsabilidad. Y que además, la América Latina, es proveedora de oxígeno para todo el mundo y que en verdad somos acreedores ambientales, pese a que nunca hemos sido tratados como tales.

También celebro que todos estemos de acuerdo en la necesidad de revisar el sistema financiero internacional que es profundamente injusto. Sigo insistiendo que, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, ya no está cumpliendo los objetivos para lo que fueron creados. Y aunque todos estamos repitiendo lo mismo, ha llegado la hora de revisar el funcionamiento de estos organismos, porque definitivamente no están funcionando como esperamos.

Llevamos tres declaraciones del G20 reclamando el fin de los sobrecargos. Estos sobrecargos afectan a Ecuador, Barbados, Argentina, Ucrania, y si estamos tan preocupados por resolver la situación de Ucrania, ¿por qué no le prestamos atención a este tema? que es un mecanismo muy dañino para la economía ucraniana.

No puedo dejar de decir que en estos ocho años se ha prolongado el bloqueo que padece Cuba y se ha sumado el bloqueo que padece Venezuela, y que esto solo genera más pobreza en la región; y es un daño que no queremos soportar, y no nos parece justo que se soporte. Ese bloqueo que padece Venezuela, también ha generado un proceso migratorio que todos nuestros países viven; y que nosotros no podemos mirar pasivos, sin dejar de reclamar que ese bloqueo se termine, que los venezolanos resuelvan sus problemas en un diálogo y que de esa manera puedan vivir en el mismo lugar donde han nacido.

La Argentina cree, como lo ha dicho el Presidente Macron y como lo han repetido otros aquí, que es necesario que saquemos hoy una declaración conjunta. Y les pido a todos la máxima flexibilidad para lograr esa declaración conjunta, porque es el punto de inicio de la posibilidad de que, en verdad, la UE y la CELAC, empiecen a transitar un camino en común.

Que nos hayamos podido reunir después de varios años es - para mí- un dato muy positivo. Que podamos lograr esa declaración conjunta es - para mí - un impulso central. En circunstancias particularmente desafiantes podemos dar un ejemplo concreto de diálogo político, en un tiempo en el que la democracia está en riesgo y todos tenemos que reflexionar al respecto.

Es inconcebible que en el siglo XXI haya sectores de la política en todos nuestros países que pongan en duda el valor de la democracia, el valor del estado de derecho y la vigencia plena de los derechos humanos. Necesitamos un enfoque sistémico, basado en la justicia y en la solidaridad, con equidad en estos proyectos que podemos encarar en conjunto.

Celebro este encuentro, creo que es un primer paso muy importante y espero que no quede en palabras, y que podamos llevar adelante las transformaciones que todos estamos reclamando, que parece que nadie empieza a hacer. Muchísimas gracias.