Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto de entrega de 187 viviendas, como parte del programa federal Casa Propia, en la provincia de San Luis

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto de entrega de 187 viviendas, como parte del programa federal Casa Propia, en la provincia de San Luis

Muy bien, muchas gracias. Gracias, querido Alberto, siempre es grato, no solo venir a San Luis, sino encontrarme contigo. Gracias a todos los que me acompañan en la mesa, gracias a todos ustedes que están acá.

La verdad es que, ¡Lo que se perdieron los otros presidentes! Porque es tan lindo venir a San Luis. Con lo cual, eso que para mí es un récord, para mí fueron momentos de disfrute, de alegría. San Luis es una provincia hermosa, con un enorme presente y un enorme potencial que uso de modelo muchas veces, cuando recorro el país y hablo de la salud pública y digo: “Vayan a ver el Hospital Ramón Carrillo, que hizo el Gobernador Rodríguez Saá, y se van a dar cuenta lo que es la presencia del Estado en favor de la gente”.

Ustedes saben que, estos cuatro años que estamos terminando como gobierno, fueron cuatro años muy difíciles, signados por momentos muy ingratos desde lo que nos tocó recibir: la deuda, la pandemia, la guerra, la sequía. La verdad, demasiados obstáculos, demasiadas dificultades, pero entre tantas dificultades, nosotros nunca bajamos los brazos, y en verdad, seguimos haciendo y seguimos construyendo.

Hoy estamos entregando 187 casas, pero ya en este barrio entregamos 527 casas, perdón; en todo San Luis ya entregamos 900 casas, y estamos construyendo 527 casas más en este barrio, de 3.000 casas que estamos construyendo en total, en San Luis. (APLAUSOS)

Yo siempre digo que el momento más lindo que me toca vivir como presidente, es el momento en el que entrego una casa, porque ahí me doy cuenta de que le estoy cambiando la vida a una familia, definitivamente. Tantas veces se dice: “Bueno, pero la política ¿en qué nos cambia la vida?”. Bueno, por ejemplo, cuando uno puede construir una casa para una familia que no la tiene, le cambia totalmente la vida a esa familia. Esa familia termina con la preocupación del alquiler, termina con la preocupación de vivir de prestado en casa de alguien que le abre un par de cuartos, y empieza a ser dueño de su techo que, en verdad, no es otra cosa que un derecho que tienen todos y todas las argentinas; pasa que algunos reconocemos esos derechos y otros no, porque nosotros aprendimos de Evita que, “donde hay una necesidad, hay un derecho”. Si entendemos que hay una familia necesitando una casa, ahí hay un derecho que el Estado debe cubrir y es lo que hacemos. Por eso, cada vez que me dicen gracias, en el momento emotivo, en el momento emocionado, yo les digo: “No me agradezcan porque es un derecho que ustedes tienen”. Simplemente pasa que vivimos en un país donde algunos esos derechos los observamos, los reconocemos y los ponemos en valor y otros no. Nada me hace más feliz que ustedes estén felices; nada me hace más feliz que ustedes tengan su casa; nada me hace más feliz que sus hijos tengan un techo propio, donde van a crecer y donde van a desarrollarse; nada me hace más feliz. (APLAUSOS)

Todo esto pudimos hacerlo, en momentos muy ingratos, muy difíciles, pero yo siempre digo que tuve la suerte de encontrarme con buenos gobernadores, que me ayudaron mucho en la tarea. Y acá déjenme hacer un párrafo especial. La verdad que yo quiero agradecerle a Alberto Rodríguez Saá, estos cuatro años en el que él fue gobernador de San Luis, mientras yo fui presidente. (APLAUSOS)

Quiero decirlo con toda claridad, a veces no pensamos igual, porque eso sucede, pero Alberto es un hombre, primero, que quiere a su pueblo de una manera singular; segundo de una cultura y de una capacidad extraordinaria; tercero de un formidable respeto en la convivencia democrática. Uno puede estar en desacuerdo, pero nunca nos chocamos, nunca nos enfrentamos, nunca nos enemistamos. Es más, en estos cuatro años, si hay algo bueno que me dejó la presidencia, es que gané un amigo, que se llama Alberto Rodríguez Saá. (APLAUSOS).

Y la verdad es que quiero hacer pública mi gratitud, porque para que estás casas se puedan hacer, para que podamos terminar esa circunvalación que estamos terminando, para que todo eso se pueda hacer no basta con que el Estado Nacional quiera, hace falta que haya un gobierno provincial que acompañe, que esté en sintonía y que podamos caminar juntos, ese tránsito del progreso. Pues bien, la verdad que estos años, con Alberto Rodríguez Saá, pudimos hacerlo. Y ustedes sepan, tengan la tranquilidad – y se los dice alguien, que es una suerte de analista de las provincias – tengan la tranquilidad que han tenido un extraordinario gobernador, que ha hecho mucho por su provincia, que se ha preocupado mucho por reclamar lo que aquí reclamó, que son los derechos de los puntanos. Y eso merece ser reconocido.

Les voy a contar una anécdota, en estos tiempos, en donde se concluye el mandato, yo allá en la campaña, asumí un compromiso con todos los gobernadores, el compromiso consistía en lo siguiente: “díganme cuáles son las cinco prioridades de su provincia y yo me comprometo a cumplirlas”. Y llegó el momento en que tenía que firmar, el gobernador de San Luis, y cuando firmó leyó los cinco compromisos y me dijo: “dame la lapicera” y le pregunté: “qué pasó”. Y él agregó seis, y agregó: “pagarle a la provincia de San Luis la deuda que el Estado Nacional tiene con la provincia de San Luis”. (APLAUSOS). O sea que fue la única provincia que me puso seis, seis. Y la verdad que tengo la tranquilidad que cuando venía para acá hemos cumplido las seis. (APLAUSOS)

Así que hoy es un día de mucha alegría, donde todos tenemos que sentirnos contentos, porque los que necesitaban sus casas las han recibido, han recibido las casas que merecían. Van a vivir de otro modo, a partir de hoy, van a ser más felices, van a estar más seguros.

La provincia – como yo les decía – hizo una entrada magnífica, al barrio, magnífica, una avenida increíble, iluminada, que no sólo permite llegar más fácilmente, al barrio de “Los Jacarandaés”, que no es porque el presidente dice, sino porque la Real Academia dice que se llaman jacarandaés, y que les dé también más seguridad, más tranquilidad para vivir allí.

Así que yo lo que quiero es que disfruten, que disfruten y que reflexionen porque, la Argentina, es un país extraordinario, pese a los que muchas veces nos quieren hacer creer en contrario, es un país maravilloso, que además tiene un pueblo maravilloso, único.

Piensen ustedes cuántas veces tuvimos que pasar malos momentos y cuántas veces nos levantamos de los malos momentos, cuánto dolor tuvimos que pasar en el medio y cuántas veces nos recuperamos. Eso lo hizo el pueblo argentino, hombres y mujeres, de Argentina, ellos lo hicieron.

Así que en este tiempo, que es un tiempo también de reflexión porque es la hora de votar, démonos cuenta lo importante que es que trabajemos unidos. No es que estemos juntos, que estemos unidos porque un equipo puede estar junto, pero para los que juegan rugby saben que hacer el scrum hay que estar unidos, hay que abrazarse y poner toda la fuerza para avanzar en el campo, en el terreno. Entonces, estemos más unidos que nunca; sepan que en estos cuatro años, este presidente y este gobernador lograron trabajar unidos y acá están los resultados. (APLAUSOS).

Hagamos lo necesario para que en la unidad sigamos haciendo crecer, a la Argentina, y haciendo crecer, a la provincia, de San Luis. Gracias a todos y todas por este tiempo y los felicito a los dueños de sus nuevas viviendas. Muchas gracias. (APLAUSOS)