Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, junto a su par de Bolivia, Luis Arce, en la inauguración del electroducto "Juana Azurduy", primera conexión eléctrica entre ambas naciones, desde Yacuiba, Bolivia

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, junto a su par de Bolivia, Luis Arce, en la inauguración del electroducto "Juana Azurduy", primera conexión eléctrica entre ambas naciones, desde Yacuiba, Bolivia 

Muchas gracias Yacuiba por recibirme con mucho cariño, muchas gracias quiero hermano presidente, amigo, del alma, “Lucho”: gracias por invitarme a tu Patria y por el enorme trabajo que he hecho tu Patria, en favor de la Argentina; gracias a los ministros, cancilleres, funcionarios, gracias a los que me acompañan, desde Argentina. Hoy para mí es un día muy importante, créanme es un día de mucha alegría, es lindo reencontrarme con “Lucho” y poder conversar con él, en el tiempo que llevamos hemos podido armar una buena amistad con él, los dos compartimos las miradas de poner igualdad y justicia a nuestros pueblos, de preservar y respetar el estado de derecho, de proclamar la unidad de las fuerzas populares y de construir una América Latina que se integre, una Sudamérica que se integre. Y en este tiempo una de esas pruebas de cómo trabaja “Lucho” en favor de la unidad, del progreso de Bolivia y de ayudar al progreso, de la América del Sur, una de esas pruebas está acá, está acá, en esta Planta Termoeléctrica, que lleva electricidad, a la Argentina, ocurre esto en Yacuiba.

Me vengo a enterar hoy, que soy el segundo presidente que está en tierras, de Yacuiba, el primero fue nada más y nada menos que Juan Domingo Perón; miren el honor que es para mí poder visitar estas tierras y el poder venir a estas tierras, después que vino Perón alguna vez.

Y venir para un hito tan importante, como es la puesta en marcha de esta planta que se interconecta con Argentina y que lleva electricidad, producida en Bolivia, por hermanos y hermanas bolivianas, al norte argentina, el sur del chaco boliviano, el sur de Bolivia dándonos electricidad al norte argentino que tanto lo necesita. Porque por ahí donde terminan los 133 kilómetros de cable, que unen lo que aquí se produce con Argentina. Y allí estamos en Salta, en Tartagal, pero la verdad es que de allí se redistribuye la electricidad a todo el norte argentino que tanto lo necesita. El norte argentino ha sido un lugar históricamente postergado, lo sabe bien el subsecretario de Energía, que está aquí, que es un tucumano, que sabe cómo el norte argentino ha sido postergado, una y otra vez, y la falta que le hace esta energía, esta energía, que producen los hermanas y hermanos bolivianos y que llega para los hermanas y hermanos, del norte argentino, que produce el sur de Bolivia, en favor del norte argentino y eso no solamente es mayor bienestar para las familias argentinas, que tienen más electricidad y tienen certeza de tener la energía, cuando la necesitan, sino también la producción, la industria argentina, que para mí es muy importante, porque allí es donde se genera el trabajo, donde se genera la fuerza de trabajo, que es lo que lleva tranquilidad a las familias.

En el siglo XXI tenemos que poner certezas de que cada hombre y cada mujer, de estas tierras, tenga un lugar donde ir a buscar el sustento diario para sus familias, eso se llama trabajo.

Nosotros trabajamos denodadamente, desde el primer día, en favor de la construcción de puestos de trabajo, hemos construido casi un millón de puestos de trabajo, desde que llegamos al gobierno, y es una obsesión que tenemos de que las pequeñas y las medianas empresas, que son las que dan el 80 por ciento del trabajo a los argentinos y las argentinas tengan la energía necesaria para poder producir y para poder dar trabajo. Y allí Bolivia tiene mucho que ver, porque antes que mandarnos energía, estuvo siempre dándonos gas, aún en momentos difíciles, siempre cuando el gas escaseó e hizo falta y llamé – con algún grado de preocupación – a mi amigo “Lucho” siempre encontré la respuesta de un hermano. Así me dijo: “vamos a ver, hermano, cómo resolvemos esto”. (APLAUSOS). Y lo pudimos resolver.

Y a veces estábamos en deuda, los argentinos, y le decía: “Lucho” me está faltando gas”, “pero vos no estás haciendo lo que debes”, me decía. Y él tenía razón y ahí fuimos poco a poco siempre poniéndonos de acuerdo, como dos buenos amigos, como dos buenos hermanos haciendo cada uno lo que debía hacer para que el progreso de nuestros pueblos no se detenga.

Para mí esto me da una gran alegría; venimos con “Lucho” de una reunión muy importante, en Brasilia, donde quisimos e intentamos y vamos a hacer todo lo necesario para volver a poner en marcha la Unión Sudamericana, la UNASUR. (APLAUSOS).

Bolivia y Argentina ya son parte del UNASUR, nunca nos fuimos de la UNASUR, pero la UNASUR se desintegró, en un tiempo, en que en algunos lugares del mundo – allá en el norte, gobernado por Trump – hicieron todo lo posible por desintegrarnos, hicieron todo lo necesaria también para romper la democracia, en Bolivia, cuando avalaron –desde la OEA – un golpe militar, en Bolivia. Y allí en UNASUR trabajamos todos para volver a integrarnos como Patria Grande, que es la América Latina y la América del Sur, puntualmente. Y hemos dado un primer paso, y esto- aunque por ahí no nos estemos dando cuenta- es un paso importantísimo para la integración de nuestros países.

Pensar que en Bolivia se produce la electricidad que los argentinos necesitamos, eso, compañeros y compañeras bolivianas, hermanos y hermanas bolivianas, eso se llama integración. Eso se llama preocuparse por el otro, eso, es decir: “No te dejo solo”; Eso, es decir: “Trabajo por vos”. Y así como Bolivia trabaja por nosotros, “Lucho”, sábelo, todo lo que necesites de mí, todo lo que necesites de Argentina, lo vas a tener porque Bolivia es una Patria hermana, es parte de la Patria Grande y esa Patria Grande vamos a construirla entre todos y todas.

Gracias a todos y gracias por recibirme. Feliz de estar en Yacuiba. Los abrazo desde el alma. Gracias a todos y todas.