Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la presentación del Plan Reconstruir Salud, desde el Museo del Bicentenario.

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Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la presentación del Plan Reconstruir Salud, desde el Museo del Bicentenario.

No sabía si tomar o saludar primero; ¿Cómo les va? Buen día todos y a todas.

Es un día lindo porque de lo que estamos hablando es de reconstruir la salud. La verdad es que ya han pasado varios años desde que empezamos la gestión; y la verdad es que es bueno hacer un poco de memoria en tiempo en donde algunos prefieren aliviar la memoria y que no recordemos cosas que nos pasaron. Pero es bueno recordar que cuando nosotros llegamos al Gobierno este era un Gobierno que no tenía Ministerio de Salud, no tenía Ministerio de Ciencia y Tecnología, y no tenía Ministerio de Trabajo; ninguna de las tres Cosas tenía. ¿Por qué? porque en post del ahorro fiscal priorizaron algunas cosas y quitaron prioridades a algunas cosas, y una de las prioridades que se perdieron fue la salud de los argentinos.

El día 99 de nuestra gestión apareció la pandemia en Argentina. Y la verdad eso…, obviamente, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y el Ministerio de Trabajo lo pusimos en marcha el primer día de gestión; pero lo que es verdad es que la aparición de la pandemia nos obligó a prestarle particular atención al tema de la salud porque era la mayor demanda social de ese momento. Yo me acuerdo, como soy abogado, que me quejaba mucho por la demora que había en la verificación de si una persona se había contagiado o no el virus del COVID-19; había una razón que los test rápidos no existían ni aquí ni en el mundo y que para hacerlo había una máquina que permitía hacer la secuenciación genómica y había una en la Argentina, estaba en el Instituto Malbrán. Entonces para que nosotros podamos saber si alguien se había enfermado teníamos que esperar que las provincias nos manden las pruebas y en el Malbrán ir viendo una a una si efectivamente esa persona estaba contagiada o no. Y me acuerdo de que le dije en aquel momento a Ginés: che, Ginés, pero cómo es posible que tengamos que hacer semejante trámite para ver si una persona está infectada; y bueno, es que han dejado una sola máquina de secuenciación genómica y está acá en el Malbrán.

Recién le preguntaba a Carla, le pasé un mensajito y le dije: che, yo me acordaba que.., ¿en cuántas provincias hoy hay una máquina para hacer un estudio de secuenciación genómica? En todas, en todas. (APLAUSOS). Qué quiero marcar con esto, que desde ese momento hasta hoy lo que nosotros buscamos es que la salud llegue a todos los argentinos por igual en cualquier rincón de la Patria; que el problema no es solo atender a la Ciudad de Buenos Aires, el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde hay mucha gente -sin duda-, sino atender a todos los argentinos y que todos los argentinos puedan acceder al servicio de salud como corresponde. Y que no estén dependiendo tampoco de ver el resultado que dan en la Ciudad de Buenos Aires o en el Instituto maravilloso, con gente maravillosas, como el Malbrán; sino que cada uno pueda hacer su propio desarrollo y pueda hacer su propio estudio.

Esa fue el objetivo que nos fijamos el primer día y que, primero con Ginés y después con Carla, nos pusimos en la cabeza hacer y cumplir; y yo lo que siento es que lo estamos cumpliendo, que lo estamos cumpliendo. Lo cumplimos cuando entregamos esas trescientas y pico de ambulancias para que fueran a todo el país, ambulancias inclusive preparadas para ir a zonas muy faltas de caminos y demás, esas famosas cuatro por cuatro, especialmente equipadas para poder transitar zonas difíciles de transitar. Y ahora avanzando con este material, ya de tecnología más avanzada, que evidentemente hacen falta en todas las provincias de nuestra Patria. En algunos casos, el otro día, por ejemplo, acá con el querido Gildo pudimos poner en marcha el Instituto de Medicina Nuclear; maravilloso, que pudimos construir en conjunto con la Provincia y que es uno de los que…, no sé cuántos hay en el país en total; no son muchos, cinco, acá me dice Gildo. Yo conocí el de Santa Cruz y pude conocer el de Formosa; el de Santa Cruz lo había hecho Cristina -creo- y el de Formosa que pudimos terminarlo…, que empezó con Cristina y terminó conmigo, como muchas cosas.

Ahora, el tema central es en qué lugar ponemos a la salud, en qué lugar pone a la salud, en qué lugar prioritario pone a la salud la política argentina; porque esta es una pregunta que debemos hacernos y debemos resolver. Recién veíamos en el informecito del video que, por ejemplo, estamos mandando materia, como ecodoppler o como resonadores, angiógrafos, que en muchas provincias no hay, en muchos lugares no hay, y decía que ni siquiera en institutos privados hay, ¿saben por qué no hay ni siquiera en institutos privados?, porque no es negocio, no es negocio hacerlo; para un privado esa inversión la hace si es un negocio, pero el Estado no tiene derecho a decir si es negocio o no darles salud a los argentinos, no tiene ese derecho, tiene la obligación de darles salud a los argentinos, y no podemos estar confiados y esperando que alguien desde el sector privado venga a hacer lo que el Estado debe hacer.

Digo estas cosas en tiempos en que vuelve a oírse una prédica que dice “el Estado no está para estas cosas, esto hay que dejárselo al sector privado, y el Estado tiene que estar para lo mínimo y lo indispensable”, no estuvieron cuando manejaron el Estado ni para lo mínimo e indispensable, no estuvieron ahí, ¿qué es lo mínimo e indispensable de ellos hoy en día?, para mí hay un deber ético de darle salud a todos los argentinos y a todas las argentinas, es que nunca más se enfermen en Jujuy y tengan que mandar los estudios a Buenos Aires para que le contesten a la gente si están enferma o no, y le den en diagnóstico certero, para que eso no ocurra más tenemos que distribuir salud en toda la argentina, y darle a cada provincia, a cada rincón de la patria los instrumentos necesarios para atender la salud de los argentinos. Bien decía, recordando a Perón, Agustín, fue un tiempo donde había un ministerio para las vacas y había un ministerio para las personas, y estamos en un tiempo parecido, Agustín, algunos prefieren tener ministerios de finanzas, pero no tener ministerios para la salud de la gente, pero lo más importante sigue siendo la salud de la gente, porque sin salud no podemos desarrollarnos en la educación, no podemos desarrollarnos en el trabajo, no podemos desarrollarnos en el crecimiento, no podemos desarrollarnos. Cuando alguien me recomendaba, “dejá que la pandemia pasa, se van a morir los que se tengan que morir, pero no frentes la economía”, y yo le contestaba “pero yo la economía la puedo recuperar, lo que no puedo recuperar es una vida perdida”, y lamentablemente se murieron 130 mil argentinos y argentinas en la pandemia, pero de lo que nadie habla es que en los hospitales públicos se atendieron once millones de personas infectadas, y esas personas no se murieron, y no se murieron porque hubo enfermeros, enfermeras, médicos, médicas, terapistas que salvaron la vida de esas personas. (APLAUSOS)

Y en el cómputo, en el cómputo no estoy poniendo a los que se salvaron gracias a la vacuna, que ya 115 millones de dosis distribuidas, no estoy hablando de eso, estoy hablando de lo que fue capaz de hacer el Sistema de Salud Pública, en un momento tan dramático, tan traumático cuando había sido abandonado por quienes nos precedieron en el Gobierno.

Hoy, en este Plan Reconstruir, lo que queremos es dar testimonio una vez más de nuestro compromiso con los argentinos y las argentinas de toda la patria, sin distinción, dar testimonio de nuestro compromiso con la salud de los argentinos, ¿qué estamos haciendo? lo que debemos; ¿qué estamos haciendo? Lo que éticamente nos comprometimos a hacer ¿Qué estamos ganando? Tranquilidad para nosotros y para los argentinos y las argentinas, tranquilidad para nosotros por cumplir con la palabra empeñada, tranquilidad para los argentinos y las argentinas por tener la asistencia sanitaria que necesitan cerca de su lugar de residencia.

Con lo cual, después de lo pormenorizado del discurso de Carla, donde explicó claramente los alcances de este Plan Reconstruir, después de las reflexiones siempre interesantes de Agustín, no me queda mucho más por decir.

Sigamos trabajando juntos, hemos vivido un tiempo muy traumático en el mundo, que sigue aún, es hora de que unamos esfuerzos y que no nos dejemos engañar por más que el desaliento por momentos nos gane porque las cosas no salen como queremos, no nos dejemos engañar, los que se presentan como antisistema son los que más defienden el sistema de la injusticia, y debemos decirlo con todas las letras; y los que más quieren terminar con la injusticia somos los que nos ha tocado gobernar este tiempo, difícil, traumático y complejo, pero nunca le escapamos a ninguno de los problemas, le pusimos el pecho y lo fuimos llevando adelante, todos, los que fuimos presidentes, los que fueron gobernadores, los que fueron ministros, los que fueron intendentes, todos, ninguno se escapó, todos le pusieron el pecho a las balas, y aquí estamos de pie, reconstruyendo la salud de los argentinos.

Gracias a todos y a todas. APLAUSOS.