Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la entrega de las primeras viviendas del programa “Habitar Comunidad”, en La Poma, prov Salta

  • Compartilo en redes :

Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la entrega de las primeras viviendas del programa “Habitar Comunidad”, en La Poma, prov Salta

Buen día La Poma, qué alegría estar acá con ustedes. Buen día a todos y a todas. Muchas gracias.

Decía recién Eulogia que me conocía por televisión, lo que no sabe Eulogia es que yo la conozco desde hace años, porque si hay una zamba que amo y es una de las pocas zambas que toco con la guitarra, es esa zamba “La Pomeña”. Hace unos años atrás me visitó alguien de aquí de La Poma, yo estaba fuera del gobierno y me dijo que venía de La Poma, y le digo, pero La Poma es el lugar de Eulogia Tapia, y me dice: “Claro, y allá vive Eulogia”. Y yo no podía creer que me estaba hablando de la misma persona, que tanto me había cautivado aquella zamba maravillosa de Castillo y del Cuchi Leguizamón. La verdad es que estoy muy feliz Eulogia de estar en tu tierra.

La verdad es que, si soy el primer Presidente que viene a La Poma, lamento lo que se perdieron de conocer los presidentes que me precedieron, porque he sobrevolado estos valles y estas montañas desde la ciudad hasta acá, y he quedado definitivamente admirado de la belleza natural de este lugar. La verdad, lo que se perdieron los presidentes. Me alegra ser el primer presidente también, (APLAUSOS) porque aquí está la Argentina, esto es la Argentina. Yo siempre lo remarco eso. Yo he nacido en Buenos Aires, soy un porteño que ama mucho su ciudad, la ciudad capital, pero también soy hijo de un riojano y sabe lo que son las penurias y el olvido que ha pasado el Norte argentino. Y yo cuando me dispongo a buscar lugares emblemáticos, como La Poma, es para mostrarle a toda la Argentina de qué se trata la Argentina. Que la Argentina no es solamente las grandes ciudades, que la Argentina no es el Obelisco, que la Argentina es esto, es la inmensidad de este lugar, donde argentinos y argentinas viven y tienen derecho a vivir bien, a vivir dignamente. Y allí es donde empieza el trabajo nuestro.

La Argentina es muy grande, miren, hoy amanecí con una noticia fea en Rosario, donde habían baleado un supermercado, me comuniqué enseguida con el Intendente, me comuniqué enseguida con el Jefe de Gabinete, le dije: “Pongámonos en marcha ya, porque algo más habrá que hacer”, estamos haciendo mucho, pero evidentemente algo más habrá que hacer, porque allí en Rosario, el problema de la violencia, del crimen organizado es un problema muy serio. Y hay que hacer algo por los rosarinos y los santafesinos porque son argentinos. Cuando llegué acá, hablé con el Ministro de Economía, que me decía: “Bueno, tenemos que hablar con el Fondo Monetario, porque estamos negociando”. Y el llamado lo hacía desde la ciudad de Salta, y después vine acá, a La Poma. Todo es la Argentina. La Argentina que padece la violencia en Rosario, la Argentina que pelea frente al Fondo para seguir creciendo, seguir desarrollándose, la Argentina que está en La Poma, y que necesita, definitivamente, del apoyo del Estado Nacional, para poder crecer, para poder seguir desarrollándose.

Estamos entregando la casa 90.000. Yo siempre digo que no hay un momento más grato para mí que entregarle la casa a alguien porque, la verdad es que yo siento que, en ese momento, efectivamente, le estamos cambiando la vida a alguien. Efectivamente le estamos cambiando la vida a alguien. Alguien que vive de prestado en la casa de sus padres, de sus hermanos, o alquile una casa, y que sabe que, a partir de ese momento, él, ella y sus hijos, hijas, van a tener un lugar para siempre donde albergarse. Y eso es un cambio sustancial en la vida de cualquier persona.

Llevo 90.000 casas entregadas desde que soy gobierno, desde que somos gobierno, y para poder lograr todas estas cosas, bien lo ha dicho el gobernador, hace falta que el gobierno nacional se integre con los gobiernos provinciales, para que juntos podamos trabajar, porque es imprescindible que aunamos nuestros esfuerzos en favor de la gente, y hoy lo hemos hecho aquí en La Poma, pero muchas otras veces lo hemos hecho con el gobernador.

Me contó hoy el gobernador que ayer anunció algo que era una preocupación conjunta cuando llegamos, que era la mortalidad infantil en los wichis, por falta de alimentación o por problemas con el agua, y que los últimos datos dicen que, la mortalidad es cero, por esas causas, y eso está muy bien. (APLAUSOS) Eso es algo que nos preocupaba cuando llegamos y nos dispusimos a trabajar juntos y lo hicimos. Y es eso lo que tenemos que hacer todos los argentinos y todas las argentinas, unir esfuerzos; Entender que el esfuerzo no solamente está convocado allí en las grandes ciudades donde las multitudes se acumulan, el esfuerzo hay que hacerlo también aquí, donde la patria linda en el norte, donde viven argentinos y argentinas, que necesitan acceder al agua, acceder a la vivienda, acceder a internet. Todo eso, son derechos que tienen los argentinos y las argentinas, y como bien ha dicho el gobernador, acá no hay argentinos de primera y argentinos de segunda.

Días atrás entregué en Fuerte Esperanza, una ciudad muy chiquita, como esta, metida en el corazón del Impenetrable chaqueño, y allí también llevamos viviendas, porque allí también hacen falta las viviendas, porque una de las cosas que tenemos que lograr nosotros es que, quién nace en La Poma, pueda desarrollar toda su vida en La Poma y vivir feliz, y encontrar en La Poma la educación, la diversión, el amor, armar su familia, encontrar trabajo, vivir feliz en La Poma y un día morirse feliz de haber vivido en La Poma. Y eso lo tenemos que hacer con cada pueblo de la Argentina, con cada rincón de la Argentina. Cuando eso lo logremos, entonces diremos que la Argentina es un país federal, pero mientras sigamos haciendo que, de nuestro norte argentino, muchos vayan a buscar en las grandes ciudades, en Rosario, en Buenos Aires, en Córdoba, una suerte que no encuentran, entonces la Argentina no va a ser un país federal.

Nosotros tenemos que lograr que cada argentino, que cada argentina encuentre la dicha en el mismo lugar, donde ha nacido. Y para eso estamos trabajando, y por eso son estas casas y por eso es la conectividad y por eso es el esfuerzo para llevar agua a las comunidades wichis, para llevarles salud a las comunidades wichis, argentinos y argentinas, que lo necesitan, como los rosarinos, hoy. Tenemos que estar en todos lados; tenemos que ser solidarios y tenemos que entender que es mucho más fácil lograr los objetivos, si es que trabajamos unidos, si es que dejamos las diferencias, si paramos – un poquito – el bochinche de la política y empezamos a escuchar el susurro de nuestro pueblo, que nos pide las cosas que nos pidió el Intendente. (APLAUSOS)

Claro, Intendente, que tiene que llegar también la Ruta 40 por aquí, claro que sí y vamos a trabajar para hacerlo, Intendente, vamos a hacerlo, claro que sí. Y sepan – amigos y amigas de La Poma – que hoy para mí es un día muy especial, quiero serles muy franco, siempre soñé con venir a La Poma. (APLAUSOS). Reconozco que siempre quise hacerlo porque para mí es un lugar de ensueño, el lugar del que hablaba la samba maravillosa, del Cuchi y de Castillo.

Yo creo que hoy mi sueño fue más que cumplido, porque no solamente estoy en esa tierra, le he visto la cara a Doña Eulogia Tapia, en La Poma, su cara “se le enharina y su sombra se le enarena”, (APLAUSOS). ¿Qué más puedo pedir, qué más puedo pedir? Gracias, Eulogia por tus coplas, gracias, de verdad, me las voy a llevar grabadas para siempre en mi alma. Y gracias a todos y a todas, a cada uno de ustedes. Feliz de estar aquí, tierra argentina, feliz de poder mostrarle a la Argentina la majestuosidad de todo este formidable entorno, que son estas montañas increíbles. Esto es la Argentina, a 3.015 metros de altura sobre el nivel de mar, esto es la Argentina, aquí viven argentinos y argentinas, que merece justicia, igualdad y dignidad. Y por eso estamos aquí, y vamos a seguir estando siempre, en el pueblo de Eulogia Tapia. Gracias a todos y a todas. (APLAUSOS)