Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el anuncio de la asignación universal por hijo para niños sin cuidados parentales, desde Mar del Plata

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el anuncio de la asignación universal por hijo para niños sin cuidados parentales, desde Mar del Plata

Muchas gracias. Muchas gracias. Buen día a todos y a todas. Gracias por la paciencia de esperarnos con este calor.

Es un día…, es un día muy lindo, es un día muy lindo porque estamos anunciando cosas lindas. Es una ciudad muy linda, en tu ciudad feliz, en la ciudad feliz. La ciudad que es casi el sinónimo del turismo en la Argentina, en está querida Mar del Plata; que debe ser una ciudad feliz y que hay que trabajar para que sea una ciudad feliz. Y por eso -nosotros- le hemos prestado tanta atención a Mar del Plata.

Hoy estamos avanzando, con Gabriel, en los trabajos que inició Alicia, allá por el 2006, cuando éramos los dos ministros de Néstor. Y empezó a recuperar el ala norte de este Palacio Unzué; y tan lindo que ha quedado y tan útil; que significa hoy para que los chicos y chicas que deben recibir el cuidado correspondiente, en este lugar, lo hagan también en los lugares seguros, en lugares protegidos, en lugares donde den ganas de estar.

Es además, este Palacio Unzué, una obra…, ¿Cómo? No ahora se llama espacio, perdón. Esto que fue el Palacio Unzué y ahora es el espacio Unzué es, además, una obra arquitectónica maravillosa, maravillosa, que tiene Mar del Plata y que, inexplicablemente, se fue cayendo, porque en realidad cuando hablamos con Vicky le digo: “es ese Palacio enorme que está cuando entras, venís por Camet y llegas a la Costa, y te viras a tu derecha y ves cómo…, ¿ese Palacio inmenso es? Sí, me dice; es eso. La verdad es increíble que tengamos obras arquitectónicas de esta naturaleza en ciudades turísticas como Mar del Plata y hayan caído en el abandono que han caído.

Y yo celebro haber sido parte del Gobierno de Néstor, que puso en marcha la reconstrucción de este Palacio, que se llama espacio Unzué ahora. (APLAUSOS). Celebro que, además, en este lugar, en este lugar creado para atender niños y niñas, adolescentes -sin hogar-; que ya no se trate más a esos niños y niñas como objetos, sino como sujetos de derecho porque eso es lo que son.

Me contaban y veía en las fotos cómo al comienzo, en otros tiempos, con otra sociedad, en verdad lo que se hacía era parar a los chicas y chicos que no tenían hogar y acá se les enseñaba un oficio; la mejor suerte que tenían era poder ser personal doméstico en una casa de gente pudiente. Y ahora lo que estamos haciendo acá es creando sujetos de derecho, hombres y mujeres que puedan crecer y desarrollarse en una sociedad más igualitaria que los ampare, los reciba, los abrace. (APLAUSOS).

Así cómo nos preocupa que este espacio, que este edificio magnificó recuperé su valor arquitectónico para que todos los argentinos puedan disfrutarlo; y para que los que lo habiten puedan tener una mejor vida, mejores condiciones de vida aquí adentro. Nosotros hemos dedicado mucho a Mar del Plata, en verdad, como bien dijo “Kato”, después de 15 años de encierro, Chapalmalal hoy ya está funcionando y tiene 3, 4, ¿cuántos tenemos? 5 de los grandes hoteles de Chapalmalal, de los 9 que Chapalmalal tiene; ya están funcionando, ya están funcionando. Y está lleno de argentinos y de argentinas que vienen del interior del país a disfrutar de las playas atlánticas y de Mar del Plata puntualmente. (APLAUSOS).

Y también estamos recuperando la Casa sobre el Arroyo; que es un lugar magnificó. Incomprensible, incomprensible que Mar del Plata la haya dejado caer en el abandono en el que cayó. Y doy gracias a dios que un día estaba mirando TN y en ese programa me enteré que existía la Casa sobre el Arroyo, fue la única noticia buena que me dio ese canal. Pero la realidad es que mirando un programa que se llamaba “en el camino”, contaban la historia de esa casa y uno la veía absolutamente abandonada, toda grafiteada; y me ocupé de llamar y preguntar; che, cómo es esa historia de esa casa de Amancio Williams que es equiparable a la Casa de La Plata de Corbusier, es la expresión del modernismo más alta que tenemos en Argentina, está en el centro de la ciudad de Mar del Plata abandonada. Y el dije a “Kato” esto hay que recuperarlo; y lo llamé a Tristán Bauer, y Tristán…, el abuelo de Tristán Bauer había sido el ingeniero que había participado en la construcción de la casa. Eso hay que recuperarlo porque Mar del Plata y la Argentina tienen ahí algo de un enorme valor abandonado en el centro del Mar del Plata, al lado de la Universidad de Mar del Plata, abandonado; lo supusimos en valor y quiero “Kato” que cuanto antes lo pongamos en marcha para que todos los argentinos y todas las argentinas la disfruten. (APLAUSOS). En 15 días vamos a estar de vuelta abriendo la Casa sobre el Arroyo. (APLAUSOS).

Y tenemos que seguir con el espacio de la memoria del faro, tenemos que poner en valor otra obra arquitectónica única, que en el mundo es única, y que acá también está abandonada que es la vieja confitería Ariston, incomprensible. Los marplatense no lo advierten, eso es riqueza de su ciudad, es riqueza cultural de la Argentina; eso atrae a millones de turistas que se interesan por estas cosas. Vamos a seguir trabajando para que Mar del Plata sea cada día más feliz y haga más feliz a cada argentino y cada argentina. (APLAUSOS).

Pero también nos cabe la obligación de atender a los que más necesitan, ¿no? que son nuestros niños, nuestras niñas, nuestros adolescentes porque en verdad no hay mejor muestra de amor que ocuparse de los que están creciendo. Yo valoro mucho el trabajo de todos ustedes; de corazón, gracias; de corazón, gracias. (APLAUSOS). Y más lo valoro sabiendo que durante cuatro años casi abandonados a la buena de dios, con lo cual, multiplicó mí gratitud hacia ustedes, de verdad, de verdad.

Y también gracias a Estela, ¿dónde está Estela? ¿está Estela, está por ahí? Y a su grupo de baile porque es una forma de ver cómo integramos a argentinos y a argentinas en nuestra comunidad. Gracias porque nos hicieron disfrutar, ¡gracias Estela!, nos hiciste disfrutar de las danzas, de las músicas nuestras y de nuestros argentinitos y argentinitas. Muchas gracias, de verdad. Gracias de corazón a todos.

Esa es la Argentina que queremos: la Argentina que integra, la Argentina que suma, la Argentina que abraza. No la Argentina que deja al costado a algunos.

Bien resumía Fernanda, lo que Néstor y Cristina hicieron y lo que nosotros seguimos haciendo hoy en día. Nosotros seguimos cuidando la AUH, la seguimos actualizando para que todos, en estos tiempos tan difíciles de inflación puedan seguir sobrellevando las necesidades que tienen, le sumamos la Tarjeta Alimentar a las madres que tienen chicos más chicos, creamos el Plan de los Mil Días, que dio la tranquilidad de que la mujer que quede embarazada y que quiera tener su hijo, pues bien, que tenga la seguridad y la tranquilidad de que va a tener la asistencia médica y alimentaria para ella y para su hijo hasta que su hijo tenga tres años de edad, por eso se llama el Plan de los Mil Días. Y la verdad es que, ¿qué es lo que estamos haciendo? Tiene una sola palabra lo que estamos haciendo: Justicia. No hacemos otra cosa más que Justicia. Si alguien piensa que estamos gastando plata, miren soy feliz de gastar la plata en Justicia social, no hay nada más lindo que gastar la plata en darle igualdad a los argentinos y a las argentinas. (APLAUSOS)

Y hoy aquí, lo que estamos anunciando es que 9 mil chiquitos y chiquitas de nuestra patria que están atendidas por ustedes, en hogares, en espacios como este, a lo largo y a lo ancho del país, que por el solo hecho de no tener madre, quedan al margen de la AUH, ellos tienen el mismo derecho que cualquier chiquito y cualquier chiquita que lo necesita en Argentina y lo estamos que haciendo es ampliando los derechos de ellos y llegando a ellos porque lo están necesitando, simplemente eso.

Nosotros, algunos no lo entienden, nosotros sí. Algunos dicen: “En política todo es lo mismo”, no es todo lo mismo. No, no somos todos lo mismo. No somos iguales. Algunos este lugar lo olvidan durante años y nosotros llegamos y queremos ponerlo en valor, en valor en su verdadera dimensión. En valor arquitectónico y en valor para que asistan a los que tienen que asistir y para que los que trabajen allí, trabajen en condiciones adecuadas. (APLAUSOS)

Algunos creemos que eso se llama inversión social, y estamos muy felices de seguir invirtiendo, otros piensan que esto algún día lo arreglará el mercado y algunos piensan que: “Bueno, así es la vida”. Alguno se animó a decir: “Pobres hay en todos lados, así que tenemos que acostumbrarnos a vivir con los pobres”. “Nada hay más indecente que animarse a convivir con la pobreza, porque la pobreza es para aquel que abrazo la política un permanente reclamo al alma para terminar con semejante injusticia”. Y nosotros creemos eso ¿y saben por qué creemos eso? Porque desde chiquitos escuchamos y aprendimos que, donde hay una necesidad hay un derecho, a pesar de lo que dice algún Juez, donde hay una necesidad hay un derecho.

Y Evita, que abría su corazón a todos los niños, niñas y adolescentes, es el mismo corazón abierto que tenemos nosotros. Evita vivió en un país en la que los únicos privilegiados eran los niños. Hoy estamos en un país donde los únicos privilegiados son lis Jueces, pero vamos a volver a ser un país donde los únicos sean los niños y las niñas. (APLAUSOS) Porque eso va a ser un país más justo.

Yo vengo de una generación, que en verdad padeció la dictadura y un día abrazó una utopía, que era la utopía de la democracia. Y este año estamos cumpliendo 40 años ininterrumpidos de democracia, el ciclo más largo de democracia en la historia de la Argentina. Y la verdad, lo que siento es que aquella utopía la cumplimos. Sé que la democracia tiene deudas con la sociedad, sé que no ha podido resolver todo y sé que tenemos que asumir de cara a los ciudadanos las deudas que tenemos que aún cumplir. Así como nosotros tuvimos la utopía de la democracia e hicimos de la democracia un modo de vivir, un sistema institucional, una forma de respetarnos, hicimos de la convivencia democrática un mecanismo para no discriminarnos entre nosotros, es hora de que nos pongamos por delante otra utopía: la utopía de la igualdad social. Porque eso lo podemos hacer los argentinos y argentinas por más que nos digan que vivimos en un país de cuarta, somos un país maravilloso, tenemos los mejores hombres, las mejores mujeres. Vamos a construir ese país, pese a quién le pese porque millones de hombres y mujeres están reclamando vivir en ese país más igualitario.

Gracias a todos y a todas. Feliz año nuevo