Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto del gabinete Federal del programa Capitales Alternas, desde Terrazas de Portezuelo, provincia de San Luis.

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto del gabinete Federal del programa Capitales Alternas, desde Terrazas de Portezuelo, provincia de San Luis

Buenas día a todos y a todas, muchas gracias, gracias por recibirme, gracias querido Gobernador, mi querido Alberto, gracias a todos y todas, siempre que vengo a San Luis, me resulta muy grato, me resulta gratificante por su gente, por su historia, porque hoy acabamos de tener una clase de historia maravillosa, donde yo – por ejemplo – entendí por qué les llaman puntanos. Esto no lo sabía, a ver, cuando yo terminé siendo elegido, como Presidente de los argentinos me puse en el cabeza un objetivo. Ustedes saben que yo soy hijo de un riojano, cuando era chico mi padre nos traía a veranear en La Rioja, dense cuenta lo que nos hacía mi padre y lo digo no por La Rioja, que es un lugar bellísimo pero el calor es agobiante, en el verano, y siempre me acuerdo que mi padre, que se fue a los 12 años, porque dejó La Rioja, desde muy chico, se fue a estudiar al Nacional Buenos Aires, cuando este centro era un internado, después terminó su colegio y siguió en la Universidad de Buenos Aires y para él era su regreso a su vida, a su infancia, volver a Chilecito, estar en La Rioja. Siempre repetía una frase de Joaquín B González, ese gran riojano, que decía que a La Rioja se entra llorando y se sale llorando. Se entra llorando por lo que uno la añora y se va llorando uno por ver cuánta postergación quedó, ahí, detrás.

Y yo esa frase la escuché, desde que tengo 7 u 8 años, quedó impregnada en mí, porque siempre la repetía mi padre, me hizo sentir y me hizo ver, después, lo injusto que era este país, que dice – en su Constitución – ser un país federal, pero no actúa como un país federal. No lo hace, no lo hace y tiene una enorme concentración de poder, en el Gobierno nacional, y en el centro de ese puerto central, de Buenos Aires, porque además la Argentina se diseñó por una generación - y no estoy abriendo juicios acá, porque simplemente así se pensó - se concibió como una Argentina agropecuaria, que llevara todo lo que producía a ese centro portuario, que era Buenos Aires y de allí se fuera al mundo. Y por ello, cuando uno recuerda cómo eran las vías ferroviarias, parecía una araña, donde el cuerpo estaba en la Ciudad de Buenos Aires y las patas se extendía hacía esa Pampa Húmeda.

Siempre me quedó la sensación de que, si hay algo que debíamos hacer, era convertir en realidad la Argentina federal, declamada en la Constitución y desde el primer día me puse ese objetivo en la cabeza. Y desde el primer día me puse firmemente la idea de que, en la Argentina, no había hijos y entenados, porque todos éramos argentinos, no había argentinos de primera y argentinos de segunda, porque todos éramos argentinos.

Y que el esfuerzo del Estado Nacional estaba en desarrollar el interior de la Patria, que el interior de la Patria tiene mucho para darnos, muchísimo para darnos, pero porque muchas veces se concentra la riqueza, se concentra la producción y se concentra la industria, allá en Buenos Aires y el resto del país queda en una situación, donde es mucho más difícil arrancar.

Yo escucho con atención las palabras de Alberto y de verdad me preocupa que alguien haya pensado, que un Gobernador de la Nación puede sacar de la agenda a cualquier lugar del país, ya no hablemos de una provincia, que es muy grave, un municipio, eso es una vergüenza, eso no se puede hacer, claramente eso no se puede hacer. Si se precia de ser un buen Presidente de la Argentina tiene en su agenda la suerte y la felicidad, de cada argentino y argentina, que habita esta Patria, más allá de donde la habite.

Y por lo tanto, tengo la gran tranquilidad de que, en estos años, no hemos discriminado a nadie y hemos llevado el esfuerzo, como Gobierno Nacional, a todas las latitudes del país, estén más cerca nuestro o estén más lejos nuestro. Porque, en verdad, nuestra preocupación son los argentinos y las argentinas, no quién gobierna, en cada ocasión, aún – cuando debo decir – que en estos años de gobierno, donde he podido hablar más veces y conocer mucho mejor a Alberto, sé que Alberto y yo estamos en el mismo barco, sé que queremos el mismo país, sé que queremos trabajar para la gente, sé que queremos diseñar políticas de futuro y sé que queremos dejar de lado las disputas falaces, que nos enfrentan innecesariamente, en la Argentina. (APLAUSOS9. Con lo cual para mí es una gran felicidad estar en tu tierra, Alberto, una gran felicidad, días atrás estuve hablando con el diputado y la diputada y les dije algo que francamente lo voy a repetir ahora y se los dije, en privado, a ellos… y eso no te da derecho a pedirme nada por lo que voy a decir (Risas), pero les dije que francamente yo tenía una gran admiración por Alberto y están ahí ellos, que no me dejan mentir.

De verdad tengo una gran admiración por diferentes motivos: primero, porque es un hombre sensible y en la política la sensibilidad pesa mucho, porque somos seres humanos, los que hacemos política. Y entonces ser sensibles no es un dato menor. Esta idea de la política, donde uno es un robot calculador, a mí no me gusta. Me gusta mucho más esta política que es mucho más humana, donde la sensibilidad humana se deja traslucir y acaba de decirlo: “el cemento es lindo, pero si le ponemos alma es más lindo”. Eso es la sensibilidad de Alberto; él además es un gran Gobernador, si tenía alguna duda que no la tenía, acabo de confirmar que es un gran Gobernador, porque el hospital que acabo de visitar, miren me precio por haber dado clases en muchos lugares del mundo, he visitado universidades, he visitado centros de atención médica, conozco los centros de atención privados y públicos, que hay, en la Argentina, lo que yo acabo de ver no lo vi nunca en mi vida, de verdad lo digo. (APLAUSOS).

Y la verdad es que también quiero decirlo, miren no fue el esfuerzo del Estado Nacional, fue el esfuerzo de ustedes, ustedes lo hicieron, con un gobernador que entendió que ustedes merecían eso. (APLAUSOS9.

Yo necesito – como preciso de cada argentino y de cada argentina - que se sienta parte integrante de un país que tiene una oportunidad maravillosa de poder crecer, de poder desarrollarse, que acá nadie sobra y todos hacemos falta, que aquí nadie está demás, y todos hacemos falta, que acá todos tienen que tener un lugar, donde poder desarrollarse y poder crecer, donde poder encontrar su futuro. Y la tarea, de los que gobernamos, es ayudarlos a poder encontrar ese futuro. Y el futuro es más fácil encontrarlo si la infraestructura llega. Por eso veníamos en el auto, que manejaba el ministro y yo iba atrás, con Alberto y lo acompañaba a Gabriel Katopodis y Gabriel me decía: “mira, mira aquel Jardín de Infantes, lo inauguramos, hace un mes, con ‘Juanchi”. Eso me hace muy feliz, ver una escuela que se construye, ver un Jardín de Infantes que se construye, ver cómo avanza la Avenida de Circunvalación, porque eso hace más fácil la vida de todos ustedes, eso hace más fácil que ustedes se conecten con otros lugares de la Patria, eso hace más fácil el desarrollo, porque los que producen también encuentran, en las autovías, la posibilidad de transportar sus productos de un modo más fácil.

La verdad es que vengo a San Luis para subirme a tu barco y hacer mejor a San Luis, y acompañarte, Alberto. A eso vengo a San Luis, a eso vengo. (APLAUSOS).


Después traemos, como hacemos cada vez que reunimos a lo que llamamos el Gabinete federal, en esta suerte de Capitales alternas, que fue una idea que le robé a un querido cordobés, que ya no está entre nosotros, se llama José Manuel De La Sota; que creó una Capital alterna a Córdoba, que es Río Cuarto, si no me equivoco, es así, ¿No? Y yo dije: Bueno, esta idea de que la Argentina tenga más de una Capital y podemos llevar a los porteños y al Gobierno Nacional, al Interior del país para que trabajen en el interior del país y se construyan juntos, es una gran idea. Si cada provincia tiene una Capital alterna, es una gran idea que esta es la Capital alterna que San Luis ha ofrecido; Capital alterna de la Nación. Con lo cual, hoy, la Nación está en esta Capital. (APLAUSOS)

Y como hacemos cada vez que generamos estas reuniones, ponemos todo el esfuerzo nacional en el lugar donde vamos, por eso es que hoy traemos obras viales, obras hidráulicas, traemos servicios, como ofrecerles Notebooks a los chicos que están estudiando con el Conectar Igualdad, seguir construyendo colegios, Escuelas de Educación Técnica; Por eso, también, traemos obras hídricas. Hablaba del acueducto del Este, que es una enorme obra.

Yo aquí quiero pedir una licencia, es la última obra que voy a poder anunciar con mi querido Enrique Cresto, él es el titular del ENOHSA y vuelve para hacerse cargo de su intendencia de Concordia, en Entre Ríos. Quiero públicamente darte las gracias por todo tu esfuerzo Enrique, de verdad, muchas gracias. (APLAUSOS) Ha sido para mí, para Gabriel un funcionario enorme, que hace las obras que pocos valoran, porque las obras que tienen que ver con el agua, con las cloacas, son obras que no se ven, pero que son imprescindibles. Por eso, cuando cambien las cañerías de la Ciudad Capital, no se quejen, están haciendo algo para mejorar la vida para los que viven aquí y es muy importante hacerlo. Gracias Enrique, de corazón, por el esfuerzo tuyo y lo mejor haya en Concordia, siempre vamos a estar acompañándote, sábelo.

También, me alegra mucho, vino hace unos días atrás a verme el Gobernador allá en mi despacho y me dijo: “Che, yo quisiera que la Cinemateca Nacional estuviera en San Luis” y le dije: ¿Cómo es eso? Y me contó. Lo llamé a Tristán Bauer, saben ustedes es el Secretario de Cultura, es además, alguien que está en deuda con San Luis porque, la verdad, es que su obra más reconocida, “Iluminado por el Fuego” se filmó en San Luis y ayudó mucho a la Provincia. Así como él me pide a mí, en algún momento Tristán te pidió a vos (Gobernador) y lo ayudaste e hizo esa gran obra, sobre Malvinas. Entonces, cuando me dijo, lo llamé a Tristán y le dije: “¿Tristán cómo es esto?” (Estaba con el Gobernador adelante) Tristán contesta: “Ahh, sería magnífico, sería formidable”. Hagámoslo.

Y hay muchas razones para traer la Cinemateca Nacional a San Luis, primero es, también, distribuir la cultura que es nuestra más allá de la General Paz, sacarla, traerla a un lugar maravilloso como es esta ciudad. (APLAUSOS) Segundo, cuando yo hablaba de esa sensibilidad, que yo sé que Alberto tiene y que lo expresa en su arte. Quiero confesar que, soy un admirador de su pintura, realmente, hace obras maravillosas, pinturas maravillosas. Sé que, quien me lo estaba pidiendo, quién me estaba reclamando llevar la Cinemateca a su provincia es alguien que es sensible con el arte, no estaba haciendo un cálculo económico solamente, es alguien que valora el arte, y para mí, eso es muy importante porque el arte, así como los alimentos, alimentan nuestro estómago, el arte alimenta nuestro espíritu. Por lo tanto, alguien que quiera decir: “Quiero ser el que cuida y administra la historia del Cine argentino, con todas sus glorias, la época de oro del Cine argentino, de la que habló recién el Gobernador, la época más reciente, la llegada de la democracia, La Historia Oficial, Camila, las películas de Fabio, las películas de Bemberg, Tita Merello. Las más modernas, miren, en estos días se está estrenando, mañana creo que se está estrenando en Argentina una obra que, yo estoy seguro, va a ser obligatoria para que todos los argentinos la veamos, se llama “El Juicio” y cuenta la historia del Juicio a los Comandantes, un hecho único que nos distingue a los argentinos. Y está muy bien que alguien se haya ocupado de plasmarlo y convertirla en una película de cine.

Y en estos tiempos, donde algunos descreen de la democracia, y algunos no valoran, adecuadamente, lo importante que es vivir en democracia, respetarnos y terminar con la violencia, que haya cineastas que se dediquen a recrear ese instante de la vida de los argentinos, es muy importante, porque eso quedó plasmado para la posteridad, no es algo que yo viví, es algo que todos van a poder ver cómo fue.

Por eso, también, el cine tiene tanta importancia, por eso es tan transcendente, porque además, hace muchos años que San Luis apuesta al cine, impulsando producciones privadas y colaborando con producciones privadas para que salgan a la luz. La verdad, es que si hay un lugar en esta vendita tierra Argentina donde merece estar la Cinemateca Nacional es en San Luis, Alberto. (APLAUSOS) Sin dudas es así.

Así que, no sé qué número de presentes que hoy ha venido, pero lo que sí sé, es que estoy cumpliendo con mi deber de Presidente, que es venir a hablarle a una parte importante del pueblo argentino, de hombres y mujeres puntanos y puntanas, que para mí es una enorme alegría estar aquí, una enorme alegría y es también, una alegría poder visitarlo a Alberto en su tierra.

Estuve alguna vez, me invitó a su casa, tuvo la generosidad de escucharme cantar y tocar la guitarra, así que imagínense, la deuda que tengo con él, así que... Alguna vez que me invitó a un asado en su casa, pero antes de ser Presidente y ahora volver, en estas condiciones, para mí, es realmente un alago y es una enorme satisfacción y sepan, puntanos y puntanas, que ustedes están en la agenda del Presidente hoy y siempre. Gracias a todos y todas.