Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto por el 172° aniversario del fallecimiento del Gral. San Martín, desde Chilecito, La Rioja

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto por el 172° aniversario del fallecimiento del Gral. San Martín, desde Chilecito, La Rioja

Muy buenos días a todos y todas. Muchas gracias por recibirme aquí en mi querida La Rioja. Gracias a los músicos, a los que cantaron el Himno y está hermosa versión del Himno a San Martín, maravillosamente ejecutados. (APLAUSOS). Saben cuánto valoro la música y la verdad es que fue dos maravillosas versiones, la del Himno nacional y la del Himno al General San Martín. Gracias, gracias.

Feliz de que recordemos al General San Martín aquí en La Rioja con las sierras de Famatina, que no se ven porque esta nublado, donde empieza a nacer la Cordillera que San Martín fue capaz de cruzar.

Es muy lindo pasar un 17 de agosto en el norte argentino porque San Martín tuve deber con ese norte, aunque a veces uno no lo descubra. San Martín fue un hombre inmenso, de los más admirados por mí, junto con Belgrano figuras inigualables, también Güemes por que no decirlo. Nacido en Argentina, se fue a estudiar a España. Y le toco vivir los tiempos más convulsionados de Europa. Esa Europa que buscaba liberarse después de la Revolución Francesa, y buscaba formas de democratización y de crecimiento fuera de las monarquías después de la Revolución Francesa.

Y fue precisamente ese ideario de libertad lo que hizo volver a San Martín a su patria en 1812 ya después de haberse formado como militar en Europa, en Cádiz. Y volvió después de nuestro primer acto mancipatorio, la Revolución de Mayo de 1810. Volvió para constituir el ejercito de granaderos con el que pensó cuál era la mejor forma de liberar a la patria. En 1812 tuvo su famoso combate de San Lorenzo, el bautismo de fuego de los granaderos argentinos, y granaderas ahora, y allí empezó un derrotero inigualable. San Martín tuvo una enorme virtud, fue un estratega militar reconocido en el mundo entero. La gesta del Cruce de los Andes se reconoce como un acto de estrategia militar único e inigualable en el mundo.

Pero, además, un gran estratega político que entendía que todo ese esfuerzo militar por derrotar a los realistas que querían seguir colonizando a la América era posible si la cabeza, de los que entonces no éramos argentinos, entendía la importancia de ser libre como nación. Y estuvo en los dos campos luchando. Estuvo luchando en el campo militar y estuvo luchando convenciendo cabezas de argentinos para que se animen a liberar a la patria.

Yo estoy seguro que sin San Martín y sin Belgrano el 9 de julio de 1816 nunca hubiera existido por todo lo que ellos pusieron en la cabeza de los argentinos, de entonces, de lo que significaba ser libres como nación.

Siempre recuerdo que también en aquellos años eran los años de los caudillos…, la época de los caudillos federales, la Argentina además luchaba por su federalismo. Todavía no éramos nación y ya luchábamos por el federalismo, eso después se acrecentó después de 1816. Y acá en La Rioja tuvo enormes caudillos federales Facundo, el Chacho, enormes.

Pero San Martín que era un gran federal les pedía a los federales que no bajen los brazos y que sigan luchando. Y siempre recuerdo una carta que le mandó a Estanislao López que muy deprimido López le decía que era muy difícil seguir la pelea porque se sentía muy solo. Y San Martín en su respuesta, que es muy larga y le explica todo lo que hay que trabajar por libertad de la patria, termina diciéndole no hay que bajar los brazos y estemos más unidos que nunca porque unidos somos invencibles, unidos somos invencibles.

Ese San Martín escribió esa carta y después empezó su derrotero porque se dio cuenta que Argentina nunca sería un país libre si la América, toda, no se liberaba. Y entonces encomendó que cuidemos la frontera norte pensando en una estrategia formidable, que era la estrategia de cruzar los Andes, independizar y liberar a Chile. Y después llegar a Perú a través del océano. Y desde allí hacer un juego de pinzas desde Perú y desde Argentina. Y entonces le encomendó a Belgrano que el ejército del norte sostuviera la batalla y sostuviera la frontera norte para que los realistas no entraran que, desde Lima, desde Perú, iba a bajar hacia lo que se llamaba el Alto Perú, que es Bolivia, y entonces iban a acorralar a los realistas. Y fue un tiempo magnifico de triunfos y de derrotas, pero que finalmente logro la independencia plena de Argentina, la independencia plena de Chile, la independencia plena del Perú.

Le encomendó a Belgrano que cuide la frontera norte, Belgrano fue un hombre tan enorme como San Martín con una diferencia, fue lo que fue por su deber para con la patria, era un abogado, economista, periodista, pero un día le dijeron que se ponga las botas, se ponga el uniforme y que vaya a pelear por la patria y se convirtió en un general de la patria. Y llevó adelante una de las más difíciles tareas que era, precisamente, primero, la de cuidar la banda oriental para que no ingresen por allí, y allí trabajo mucho junto a Artigas, Estanislao López, Pancho Ramírez. Y después cuidar el norte y cuando llegó a cuidar el norte se encontró con otro personaje inmenso, inmenso, se llamaba Don Martín Miguel de Güemes. Y encontró en Don Martín Miguel de Güemes y sus gauchos las tropas exactas para garantizar el objetivo que San Martín le pedía, que la frontera norte no entre ningún realista. Y en esa lucha encontraron mujeres maravillosas, Juana Azurduy, Macacha Güemes, personajes inmensos. Juana Azurduy perdió a toda su familia en la batalla, perdió a su marido, a sus hijos y siguió batallando y murió en soledad. Muchos años después Buenos Aires le reconoció una pensión por todo lo que había hecho, casi olvidada.

Esa es la historia enorme de San Martín. Cuando uno revisa, días atrás el 26 de julio cuando se cumplió el aniversario de Eva, de la muerta de Eva. Yo decía que maravilloso personaje fue Eva porque cuando uno hace cuentas, Eva estuvo en la historia argentina, en el escenario público argentino solamente 7 años, desde el 45 al 52, y se quedó para siempre, 7 años le bastaron para volverse imborrable. San Martín llegó a la Argentina desde Europa en 1812, entre 1812 y 1824 hizo todo lo que acabo de contarles. Y en 1824, por esa cosa que tiene esta tierra, lo termino exiliando en Francia a San Martín. Pero esos doce años bastaron para que San Martín se convierta en la figura más importante que América Latina tiene, por su coraje y por su desprendimiento, el coraje de dar batalla cuando todo parecía perdido. Su grandeza de pensar a la América Latina como una sola patria; su desprendimiento que liberó a Argentina, liberó Chile y liberó Perú, y en ninguno de los tres países aceptó ningún cargo honorifico ni ningún cargo público.

Tal vez deberíamos preguntarle qué nos pasa, porque nos sigue pasando, que nuestros grandes héroes entonces terminaron muriendo en el exilio, le pasó a Belgrano muriendo en Paraguay, Belgrano, otro caso, solo vivió cuarenta años, todas sus vidas fueron cuarenta años, y si embargo miren la trascendencia que tuvo. Güemes a los 36 años, y miren lo que significó.

Yo marco estos hitos, porque la verdad allí están las estrellas que debemos mirar para poder construir la Argentina, para dar algo por la Argentina, para brindarse por la Argentina nos están mostrando todos estos enormes personajes, no hace falta abrazarse al poder, hacer falta dar todo por la Argentina, es lo que nosotros debemos hacer. (APLAUSOS).

También en este tiempo ingrato que nos toca vivir, donde tras la enorme desgracia de una pandemia, tras la guerra desatada en Ucrania, tras estos movimientos militares que se ven en el mar de China, donde todo el mundo se inquieta, donde la economía se conmueve, donde todos perdemos un poco la paz, en estos momentos es donde más fuertes debemos ser, y en estos momentos es donde más deben inspirarnos personajes como San Martín, que fueron capaces de tanto. Porque todo lo que digo es cierto, está pasando en este tiempo, pero también es cierto que en la Argentina nos estamos recuperando, estamos creciendo y estamos avanzando.
San Martín en cada pueblo que liberaba lo primero que mandaba a poner era una biblioteca, porque decía que eso era lo que lo que iba a iluminar el conocimiento, iba a iluminar la cabeza de los pueblos. Y ayer, estoy hablando en una provincia rica en litio, le comentaba a mi querido Ricardo, que estuve en Y-TEC, que es una empresa de YPF, y allí pude ver cómo se producen los primeros prototipos y cómo se van a producir las celdas de litio, del litio que tienen acá los riojanos, que tienen los catamarqueños, que tienen los salteños, que tienen los jujeños. Entre Chile, Bolivia y Argentina está el sesenta por ciento de las reservas de litio del mundo. Dense cuenta cuánto tenemos, la Argentina es la segunda reserva de litio del mundo, y lo que he visto ayer es que la inteligencia argentina ya es capaz de convertir ese litio que sale de las salinas, en las celdas que van a generar la nueva energía en el mundo, una energía limpia. Ustedes dirán por qué me cuenta esto el Presidente, porque miren, si nosotros exportamos el litio, mineral, tal como lo exportamos hoy tiene un precio, pero si nosotros exportamos baterías de litio, ese precio se multiplica casi por mil, y además en el medio, con la industrialización de litio, generamos trabajo para nuestra gente, desarrollamos tecnología, esos son los desafíos que tenemos hoy en día, seguir haciendo crecer la Argentina, seguir haciéndola crecer en libertad, seguir haciéndola crecer en democracia, hacer que de una vez por toda la Justicia social reine en la Argentina, y que todos tengamos las mismas oportunidades de desarrollo, y no desaprovechar las oportunidades que tenemos, el mundo que viene va a demandar alimentos, va a demandar gas, va a demandar litio, va a demandar hidrógeno verde, todo lo que la Argentina tiene, lo que debemos hacer es a todo eso agregarle el máximo valor con el trabajo argentino y desarrollar a la Argentina en otros términos de igualdad.
Ustedes saben el amor que yo siento por La Rioja, lo saben. (APLAUSOS) Es un amor heredado, es cierto, pero me hace muy feliz estar hoy recordando a San Martín en La Rioja, tan cerca de Chilecito, donde nació mi viejo, es muy lindo, y quiero con esto poner de relieve que el norte argentino, que fue tan sistemáticamente olvidado durante tantos años, tiene aquí una oportunidad, tiene una enorme oportunidad, he visto cómo Ricardo ha desarrollado los parques eólicos cerca de Anillaco, y cómo produce energía aprovechando los vientos de esta zona, sé ahora que va a desarrollar el litio, lo he visto cómo ha desarrollado emprendimientos estatales en la producción de alimentos, allí está el futuro, ese es el futuro. Esta es la sexta vez que vengo a La Rioja, hace una semana fue la sexta vez que fui al Chaco, definitivamente tengo un compromiso con el norte grande que no voy a claudicar, necesito que el norte grande se desarrolle y que tenga las mismas posibilidades que el centro del país. Y estoy seguro que si San Martín viviera me diría Alberto, ándate al norte, allá hay que generar igualdad, allí hay que generar más autonomía, allí hay que generar más independencia, allí hay que generar más justicia social, estoy seguro que lo diría San Martín, estoy seguro que lo diría Belgrano, y esto seguro que el que más me lo diría es Güemes que nació en ese norte grande.

Y cuando sentimos, porque en estos tiempos difíciles las voces de los agoreros se multiplican, y los que siembran desaliento se multiplican, cuando ustedes sientan que pueden ceder a esas voces, piensen en todo lo que fuimos capaces de hacer en estos dos años, y todo lo que podemos hacer en el futuro, y piensen en una frase de San Martín que voy a leerla porque quiero ser exacto. Fue un momento parecido, donde los nuestros se sentían desanimados, tenían que pelear contra el Ejército Realista, español, que había vencido a las tropas de Napoleón, parecía muy desigual la pelea, “creen que nuestras bayonetas ya no cortan ni ensartan”, decía San Martín, “vamos a desengañarlos, si nos falta dinero y uniformes vamos a pelearles duro como nuestros paisanos los indios, seamos libres, lo demás no importa nada”.

Con esa consigna que nos dejó el General San Martín, trabajemos hoy y siempre, hoy y siempre. Trabajar por una patria grande, trabajar pro más justicia social, trabajar por la igualdad, trabajar por la democracia es trabajar para que la Argentina crezca, eso es lo mejor que podemos hacer por nuestra Patria. Una vez preguntémonos qué podemos hacer nosotros por nuestra Patria, y dejemos de preguntar qué puede hacer la Patria por nosotros, es la hora de que nosotros hagamos como San Martín, como Belgrano, como Güemes, como Macacha, como Juana Azurduy, como tantos otros, como Facundo, una vez veamos qué podemos hacer nosotros por la Patria y hagámoslo, si lo hacemos seremos libres, lo demás no importa nada.

Muchas gracias a todos y a todas.