Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto de la Confederación de Sindicatos Industriales, desde la Sede Central de SMATA, CABA.

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto de la Confederación de Sindicatos Industriales, desde la Sede Central de SMATA, CABA.

Muchas gracias. Muchas gracias. Gracias a CSIRA, gracias a la SMATA, gracias, querido Ricardo, gracias, querido Paco. La verdad que las palabras de Ricardo fueron muy propicias y fueron un llamado a la reflexión que bien vale la pena hacer. Yo ayer traté también de llamar a la flexión en un discurso que me tocó dar marcando lo que efectivamente uno vislumbra quiénes son los que andan dando catedra de ética, de moral y de gobernabilidad pro todos los medios del país.

Y, bien dijo Ricardo, nosotros llegamos aquel 10 de diciembre del 2019 con muchas ganas de dar vuelta una Argentina que estaba muy mal, estaba muy mal. Ricardo decía…, yo soy parecido a él, no me gusta leer, pero a veces necesito recurrir a la lectura para no olvidarme de cosas que pasaron y que nadie se olvide. Miren, entre el año 2003 y el año 2015 el salario real en la Argentina creció 19 puntos. Entre el año 2015 y el año 2019 el salario real cayó 20 puntos. El día que nosotros llegamos el salario real era igual al del 2003, eso es para que entendamos de donde partimos. Se perdieron 160 mil puestos de trabajo formales en la actividad industrial. Se cerró el 8,4 por ciento de las industrias que existían, cerraron 24.700 Pymes, de los 48 meses que duró la gestión que me precedió en 46 meses consecutivos se observó destrucción del empleo formal, industrial. El producto bruto y el producto bruto industrial per cápita retrocedió el 17,5 por ciento. El salario real, como dije antes, se redujo 20 puntos.

Esto que acabo de leerles lo leo para que se sepamos donde estábamos y lo que hicieron los que hoy andan dando catedra. No estoy sumando a esto la inmoralidad, la indecencia, la desvergüenza de haber hundido al país en una deuda 150 mil millones de dólares, no estoy hablando de eso, que además lo hicieron. Cuando yo llegue al Gobierno efectivamente con el Fondo se habían tomado 45 mil millones de dólares y el Fondo me propuso tomar lo que quedaba de los 45 a los 57 mil millones de dólares. Y al Fondo le dije: “lo último que necesita la Argentina es endeudarse más, ya bastante daño le hicieron a la Argentina, paren acá”. Y tuvimos que resolver el problema de la deuda en medio de una pandemia. En una situación particularmente difícil porque apenas empezamos tuvimos que afrontar la pandemia y acá también déjenme recordarles, cuando llegamos al Gobierno el Ministerio de Salud no existía, el Ministerio de Trabajo no existía, el Ministerio de Ciencia y Tecnología no existía. Llegamos y decenas de vacunas estaban arrumbadas en depósitos de la Aduana que el Gobierno había comprado y nadie había distribuido, así lograron algo que parecía imposible que el sarampión volviera a ser una enfermedad en la Argentina.

Dejaron de construir los hospitales que Cristina dejo en marcha cuando dejó el Gobierno. Tuvimos que salir a terminar todos esos hospitales y a crear más 30 hospitales más que hicieron falta para poder hacer frente a una hecatombe mundial que fue la pandemia. Tuvimos que crear 4 mil camas nuevas de terapia intensiva a lo largo y ancho de todo el país. Tuvimos que hacer frente a todo eso sin recursos porque lo único que acumulamos eran deudas. Y fue el esfuerzo en conjunto y la decisión política que en aquel momento tuvimos. Muchos me criticaban, algunos me decían mira que se mueran los que se tengan que morir igual se van a morir. Pero no pares la economía porque la economía ya daba datos elocuentes de mejora en esos 99 días previos a la pandemia. Pero me acuerdo que les conteste públicamente ante alguno requerimiento periodístico. Miren, la economía que se cae se puede recuperar, la vida que se pierde no y muchos me criticaron por eso. Y soporte bocinazos, cacerolazos, quema de barbijos. Días atrás la Organización Mundial de Salud dio los resultados de cómo en el mundo se trato la pandemia. Estamos entre los mejores del mundo, entre los países que mejor afrontó el problema de la pandemia. (APLAUSOS).

Claro, esto no lo difunden, esto no lo cuentan, no lo cuentan, no lo cuentan, esto lo callan, lo silencian. Son los mismo medios que intoxicaron la cabeza de los argentinos, que todos los días siembran desánimo, que nos muestran los argentinos exitosos que viven en lugares distintos del mundo haciendo cosas en el mundo. Pero acá en la Argentina los que nos quedamos a la pandemia le pusimos el pecho y con lo que teníamos hicimos el esfuerzo necesario para que ningún argentino se quedara sin atención médica frente a la pandemia. Y fuimos a socorrer a los sectores más humildes con todos los planes que hicieron falta, la Tarjeta Alimentar, la AUH, el IFE. Y le dijimos a los trabajadores vamos a empezar a mejorar los salarios y el salario real poco a poco va mejorando y el salario real le va ganando a la inflación. ¿Y esto saben porque lo recuerdo? Porque está es la Argentina que se quedo acá porque las vidas no las salvo solo el Estado. Las salvo el Estado con el hospital público, la salvaron las obras sociales trabajando a la par del hospital público. Fuimos todos los que detrás de un objetivo pudimos lograr que hoy estemos en el cuadro de los que mejor trataron el tema de la pandemia.

Vino (INAUDIBLE) de vacunación, y ahí fuimos y nos encontramos con todo lo injusto que es el mundo. El 10 por ciento de los países centrales se quedaron con el 90 por ciento de las vacunas que se producían y el 90 por ciento de la humanidad luchaba denodadamente para llevarse algo del 10 por ciento restante de vacunas. Así fuimos a pelear nosotros, fuimos de los países que primero empezó a vacunar, allá en diciembre del 2020. Y no paramos de vacunar desde entonces y llevamos adelante la vacunación más enorme de la historia argentina recuerda. Y ahí están los datos de la Organización Mundial de la Salud entre los países de más de 30 millones de habitantes somos el que más inmunidad logró en sus habitantes, más de 90 por ciento de los argentinos están vacunados con las dosis que necesitaron recibir. Este es un esfuerzo de todos juntos en le peor momento de la historia de la humanidad.

Yo les dije en aquel momento, miren, si la economía se cae la puedo recuperar, pero una vida que se pierde no la voy a poder recuperar nunca. Me criticaron mucho por esa frase, pero al año siguiente el año de la pandemia, el primer año caímos 9,9 por ciento del PBI y al año siguiente crecimos 10,3, era verdad lo que se caía en la economía se podía recuperar y lo demostramos. Y con esa recuperación aparecieron otros datos, también significativos, miren, estuve acá durante la campaña y el dije a Piña para nosotros la actividad industrial, la actividad automotriz es muy importante. un país sin industria es un país sin trabajo. Piña lo sabe bien, lo dijo tal vez mejor que yo, nosotros somos hijos de Perón y de Evita, nosotros lo único que entendemos es una sociedad con derechos, nosotros solo creemos que una sociedad progresa cuando los argentinos y las argentinas tienen más derechos. Y nosotros no somos lo que pensamos que el mérito mueve. El mérito mueve el futuro de la gente si todos tienen las mismas condiciones, pero si algunos tienen muchos y otros no tienen nada no me vengan con mérito porque lo que no tiene nada le cuesta mucho crecer y el que tiene todo le es muy fácil. Para eso esta el Estado, para igualar y dar las mismas condiciones. Y le dije en aquel momento, a Ricardo, vamos a llevar adelante un plan para que todo esto funcione. Hoy el Congreso esta tratando una Ley para el desarrollo de la industria automotriz, otra Ley para desarrollar la electromovilidad, otra Ley para promover el compre nacional y otra Ley para mover la agroindustria que ya dejemos de exportar solamente granos y empecemos a exportar alimentos. Y todo eso lo hicimos enfrentándonos a tipos que no paran de decir barbaridades, barrabasadas olvidándose lo que ellos hicieron, olvidándose.

Ayer recordaba yo en ese discurso que me tocó dar que estuve antes ayer con el presidente de Paraguay, viendo como avanzan, ya están muy avanzadas, las obras en Aña cuá. Aña cuá es una represa que va a aumentar un 10 por ciento la energía que nos da Yacyretá. Cuando prepararon la licitación, el gobierno que nos precedió a Mario Abdo y a mí, estimaron que esa obra costaba 600 y pico de millones de dólares, y cuando la licitamos Mario y yo, esa obra costó poco más de 300 millones de dólares, ¿quién se quedaba con los 300 millones de dólares esos? Esa es la diferencia entre un gobierno que piensa en la gente y un gobierno que piensa en el negocio de sus amigos. Nosotros estamos acá para pensar en ustedes, en cada argentino y en cada argentina. Estamos acá para que cada uno de ustedes cada día viva mejor, en un mundo muy complejo, muy complejo, porque cuando termina, parece estar terminando la pandemia, se desata una guerra en el norte, y nosotros pagamos los platos rotos. Cuando lo visité a Macron y lo visité a Scholtz les dije “miren, ustedes acá en el norte se pelean, pero las hambrunas son en el sur, ¿hasta cuándo seguir aguantando esto? ¿Hasta cuándo el sur va a seguir postergado mientras el norte hace lo que le plazca? Ese es el verdadero debate que tenemos.

Ahora: lo dijo Ricardo con toda claridad, Argentina tiene una enorme oportunidad, la estamos viendo, miren, cuando nosotros llegamos al Gobierno en el año 2019, se habían producido 300 mil automóviles, hoy se producen 600 mil, y lo único que queremos es seguir creciendo y seguir aumentando la producción, porque si la producción aumenta, aumenta el trabajo, y si el trabajo aumenta, hay más gente que vive con dignidad, eso es lo que aprendimos de Perón y Evita. (APLAUSOS)

En el año 2019, de cada cien autos que se patentaban, solo 27 eran fabricados en la Argentina, hoy más del sesenta por ciento se fabrican en la Argentina, ¿eso saben qué es? Más trabajo y más desarrollo para los argentinos y las argentinas, eso es, eso es.

Hemos creado 70 empleos en la actividad industrial, y lo celebramos, ¿es el objetivo? No, el objetivo es que la industria crezca más, que el empleo crezca más, y que aquellos compañeros que trabajan en la economía popular empiecen a trabajar en la economía formal, ¿porque en la economía formal saben qué tienen? Tienen los derechos que Perón y Evita les dieron a los trabajadores argentinos, y que hoy, como bien dice Ricardo, andan paseándose, con total descaro, contando lo que creen que tienen que hacer. Ya sabíamos, porque lo dijo Macri muchas veces antes que yo, que para ellos el trabajo es un costo, para nosotros el trabajo, asociado al capital, es progreso, pero es tan importante el trabajo como el capital, las dos cosas hacen falta. Para nosotros el trabajo no es un costo, es algo absolutamente imperioso y necesario para que la economía crezca y se desarrolle. Pero Macri lo decía graciosamente, sin ningún tapujo, y tan convencido estaba de que el trabajo era un costo que lo abarató al punto de bajar el salario real veinte puntos en tan solo cuatro años, lo mismo que tardamos en hacer crecer el salario real en doce años, dense cuenta lo que hicieron. Y ahí andan, graciosamente, algunos de ellos dicen que esto se arregla con la dolarización de la economía, otros dicen “tenemos que terminar con las indemnizaciones por despidos, otros dicen “es una locura seguir pagando el aguinaldo; otros dicen tenemos que hacer como en Estados Unidos, que los trabajadores cuando se toman las vacaciones dejan de cobrar el mes de vacaciones. Miren, que nadie se confunda, la Argentina fue un país diferente en América Latina porque siempre tuvo derechos distintos que les dio a su pueblo.

Me remonto al siglo XIX, allí había dos liberales, serían hoy, como Alberdi y como Sarmiento, que se preocuparon por la Educación Pública, y crearon la Educación Pública, y todos los argentinos tuvimos el derecho a aprender en la Educación Pública. Después, allá en la reforma del 18 garantizamos que las universidades sean abiertas y que todos tengamos derecho a pensar lo que queramos dentro de las universidades, la reforma del 18, y eso fue muy importante, pero lo más importante fue el día en que Perón hizo la universidad gratuita, porque ese día, como bien dice Ricardo, el sueño de “mi hijo el doctor” se hizo posible en muchos argentinos y en muchas argentinas. Y para nosotros, la verdad lo que queremos es que cada generación que venga esté mejor que la previa, ese es nuestro objetivo.

Algunos piensan que no hay que construir hospitales, la historia cuenta que los hospitales hacen falta para socorrer a los argentinos y argentinas que se enferman. Algunos dicen basta de con crear universidades, finalmente los hijos de los pobres no llegan a las universidades, miren, la Universidad de Buenos Aires cumplió el año pasado doscientos años, yo me eduqué y enseño en la Universidad de Buenos Aires, amo la Universidad. Cuando cumplió doscientos años, vi la Ley que la creó, la norma que la creó, y vi que en sus fundamentos ¿saben lo que decía?, decía que los vecinos de Buenos Aires necesitaban tener una universidad en Buenos Aires para que sus hijos dejen de estudiar en Europa, en Chuquisaca o en Córdoba, entonces necesitaban una Universidad cerca de la casa. ¿Saben qué quiere decir eso? Quiere decir que si vos no podés ir a la universidad, la universidad tiene que ir a vos. Y eso es lo que pasó con Néstor, con Cristina, cuando empezaron a desarrollar universidades en distintos lugares del país, y eso es lo que sigo haciendo yo, dándole lugar a esas universidades, un chico que vive en Villa María le va a costar un poco ir a estudiar a Córdoba, pero ahora tiene una universidad maravillosa en Villa María; un chico que está en La Matanza, muchas veces le cuesta venir a Buenos Aires, pero La Matanza tiene una universidad maravillosa, y lo mismo en Lanús, en San Martín, en Quilmes. Y cuando uno va a esas universidades, ¿saben con qué se encuentran? El otro día di una clase en José C Paz, ¿saben con qué se encuentra? Que el noventa por ciento de los alumnos son primera generación de estudiantes universitarios en sus familias. (APLAUSOS)

Yo les digo todo esto, como bien dijo Ricardo, para que no olvidemos, tampoco olvidemos que debemos estar unidos, yo no sé si fue una premonición, pero la frase que dijo en la marcha todos unidos triunfaremos tiene razón. Y también recordemos que cuando más dividieron, ganó Macri; y también recordemos que entre nosotros no están los enemigos, los enemigos están allá, son los que sumieron a la Argentina en la desgracia que vimos y que hoy recordamos. Que un compañero presente una disidencia, piense distinto, ¿cuál es el problema? En el fondo todos queremos lo mismo, en el fondo todos queremos una Argentina justa, libre y soberana, todos queremos lo mismo.

Que no nos confundan más, empecemos a alzar nuestras voces, ¿saben por qué? Porque la Argentina que viene tiene una gran oportunidad, lo dijo muy bien Ricardo, el mundo necesita alimentos, la Argentina los produce; el mundo necesita litio, tenemos la segunda reserva del mundo; el mundo necesita gas, tenemos la segunda reserva de gas convencional del mundo. El mundo necesita hidrógeno verde, estamos desarrollando una planta donde se están invirtiendo más de ocho mil millones de dólares en Río Negro. Por favor, tenemos una oportunidad única, lo que quiero es que esta vez lo que logremos con esa producción, que el resultado de esa ganancia lo distribuyamos adecuadamente, que no se vaya al bolsillo de unos pocos mientras millones quedan sumidos en la pobreza. Mientras haya un pobre en la Argentina nosotros no podemos dormir tranquilos, y tenemos que trabajar para eso, para sacar de la pobreza a los que hoy están hundidos en la pobreza, para devolverles el trabajo a los que hoy no lo tienen; para estar al lado de la economía popular ayudándola a avanzar en un mundo donde la economía popular ha venido para quedarse, todo esto tenemos que hacer, y lo tenemos que hacer unidos, más unidos que nunca, y cuando alguien nos quiera hacer pelear, acuérdense de la marcha: “todos unidos triunfaremos”.

Gracias a todos y a todas. (APLAUSOS)