Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto del gabinete federal de Capitales Alternas en General Pico, La Pampa

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto del gabinete federal de Capitales Alternas en General Pico, La Pampa

Muchas gracias. Muchas gracias a todo y todas por estar aquí. Gracias querido gobernador, gracias querida intendenta.

A ver, cuando recorría la Argentina allá, por el año 2019, buscando convocar a los argentinos y las argentinas para que nos acompañen a cambiar un país que estaba realmente en una situación ruinosa. Repetía una y otra vez que yo que era hijo de un riojano había visto con el correr del tiempo la manera en que la Argentina se decía ser un país federal, pero en lo hechos no lo era. Y la verdad veía como la Argentina concentraba su riqueza en el centro del país y tenía como una pequeña periferia al norte y una pequeña periferia al sur. Y la verdad repetía una y otra vez que no me sentía cómodo viviendo en un país donde hay un país central y dos países periféricos porque la Argentina es una, no hay tres argentinas, no hay una Argentina al sur, una al norte t otra en el centro, la Argentina es una.

Recorrí pueblo tras pueblos y en todos lados repetía una frase que a veces Wado la recuerda. Una frase que decía que mí mayor anhelo era conseguir que en la Argentina aquel que nazca e el pueblo más perdido de la Argentina tenga en ese pueblo la posibilidad de crecer, la posibilidad de educarse, la posibilidad de hacer una familia, la posibilidad de conseguir un trabajo, la posibilidad de disfrutar en su pueblo y la posibilidad de morirse en su pueblo después de haber vivido feliz en el pueblo donde nació. (APLAUSOS). Para mí en esa idea se resume el concepto de federalismo porque lo que hemos visto nosotros es emigrar a muchos hombres y mujeres del norte, del sur de la patria hacia los grandes centros urbanos. Creyendo que allí podían encontrar una felicidad que nunca encuentran. Porque en esos centros urbanos hay un punto también limite donde se deja de crecer y donde empieza a vivir la gente hacinada en peores condiciones de vida.

La mejor forma es lograr el desarrollo argentino, que no es lo mismo que hacer crecer a la Argentina. Porque el crecimiento se puede ver en números, pero si ese crecimiento no alcanza a todos eso no es crecimiento, eso no es desarrollo, eso es solo crecimiento. Y el crecimiento muchas veces es injusto. Una sociedad se desarrolla si todo se desarrollan, pero una sociedad donde unos pocos acumulan y millones distribuyen pobreza esa es una mala sociedad. Una sociedad donde tiene un lugar, crece y ese crecimiento se concentra mientras el resto del país se empobrece ese es un mal modo de crecimiento. Nosotros tenemos que lograr que la Argentina se desarrolle no que crezca, que se desarrolle. Crecer crecemos, generar trabajo generamos trabajo, pero no estamos logrando todavía que ese desarrollo se dé por igual en todos los rincones de la patria y ese una obsesión que tuve desde que mi padre me llevaba a La Rioja y veía la pobreza de La Rioja, de Catamarca, del norte argentino y volvía a la ciudad opulenta en la que nació, en la que yo nací que es Buenos Aires. Yo no me siento tranquilo con eso, no me siento feliz de vivir en un país así y estoy dispuesto a cambiarlo.

Y para cambiarlo, lo dije el primer día, no voy a gobernar yo, voy a gobernar con todos los gobernadores de esta patria. Y lo dije convencido. Mi padre recordaba una frase de Joaquín V. González, fundador de la universidad de La Plata, riojano por naturaleza, nacido en chilecito. La frese decía La Rioja se entra llorando y se sale llorando. Y era maravillosa porque uno entraba, los riojanos entraban llorando recordando su terruño y salían llorando viendo la postergación que La Rioja tenía. Y eso yo creo que pasa en muchas otras provincias de esta querida Argentina. Y yo lo que quiero es que cada uno vuelva a su provincia sonriente, con el regocijo de volver a su terruño y se vaya feliz porque ve desarrollado el terruño donde nació. Esa es la tarea que nos cabe y está es la tarea que tengo yo como Gobierno. Yo no soy dueño del Gobierno, nadie es dueño del Gobierno. El Gobierno es del pueblo. Nosotros solo representamos a ese pueblo. (APLAUSOS).

Y yo estoy seguro que ese pueblo lo que quiere es esto. Que trabajemos juntos, que nos integremos, que cumplamos con las palabras empeñadas. Yo tengo la certeza que trabajé cada día de presidente cumpliendo los compromisos que me di para con la gente. Y que quedan muchos todavía por cumplí, pero que muchos los hemos cumplidos.

Hoy acá estamos convocados por un problema que es el agua. El agua, como dijo Wado, como consecuencia del cambio climático que el mundo ha vivido, el agua dulce que es el agua potable, se ha convertido en un recurso escaso. El calentamiento global está convirtiendo el agua en un recurso escaso. Y nosotros tenemos que tener inteligencia para administrar el agua adecuadamente. Ya no nos sobra el agua, ya vemos como los glaciares cada vez más van derritiéndose, cada vez pequeños, como las nieves eternas ya no son tan eternas, como esas nieves dejan de proveer el agua que otros tiempos proveían a generaciones que nos precedieron. El agua es un recurso escaso y hay que cuidarla. ¿alguien es dueño del agua? No, el agua es de todos, el agua es de todos.


Cuando Wado ayer nos reunimos y me contó el viaja a Israel y me contó todo lo que Israel hacía, le conté que hemos estado con Gabriel unos días antes en Córdoba poniendo en marcha o viendo cómo empezaba a ponerse en marcha la planta de tratamiento cloacal, es muy importante en Córdoba. Muchos no lo saben, pero toda la red cloacal Córdoba terminaba Río Suquia que es un río que cruza la ciudad. Contaminado absolutamente ese río. Hoy gracias a esa obra, esa obra trata todos los residuos cloacales de Córdoba. Y después de tratar una y otra vez y de filtrar una y otra vez esos residuos devuelven agua limpia al Río Suquia. (APLAUSOS). ¿Qué les quiero marcar con esto? Eso fue una obra…, ¿Cuánto costo esa obra, Kato? ¿cuánto costo esa obra? 10 mil millones de pesos consto esa obra, que se inició en el Gobierno anterior y que se termino ahora. Y que era central y que le está devolviendo mejor calidad de vida a los cordobeses. Ahora lo que pasa en Córdoba con este ejemplo que estoy poniendo y que Wado me contaba cómo en Israel hacían lo mismo y utilizaban mucho de esa agua para riego y para producción. Es lo que tenemos que pensar en la Argentina, el agua es un bien escaso, el agua no es propiedad de nadie. Yo veo la necesidad que tienen provincias de aguas para poder desarrollares porque el agua es necesaria para vivir fundamentalmente, pero es necesaria para la industria, es necesaria para la producción agrícola. Y si no tenemos industria y si no tenemos producción agrícola lo que tenemos es menos trabajo y peores condiciones de vida. Por lo tanto, tenemos que desarrollar el suministro de agua para que llegue a cada habitante que la necesita para tomarla, pero que llegue también para la producción.

Hay un proyecto de hace mucho tiempo en Mendoza que es el proyecto de portezuelo del viento. Donde en alguna vez se pensó hacer un dique allí, afectando las aguas del Río Colorado. El Río Colorado nace allí, pero recorre sus orillas hasta Neuquén, Río Negro, La Pampa, Buenos Aires. El Río Negro no es de una provincia es de todos los argentinos, el Río Colorado, Perdón, no es de una provincia es de todos los argentinos. (APLAUSIOS). Y eso es algo que todos deberíamos poner en valor y deberíamos entender, deberíamos entender, porque no se pueden resolver las cosas de un modo tan simple. Porque lo que puede ser una solución para uno puede ser un problema para cuatro y entonces n es una solución. Es lo mismo que les dije antes, es esa economía donde unos pocos se quedan con mucho y millones padecen la carencia.

Las cuatro provincias que son, por donde pasa el Río Colorado, Neuquén, La Pampa, Río Negro, Buenos Aires me han pedido que hagamos un estudio de impacto ambiental sobre los efectos que podría generar la construcción de esa obra hídrica. Y yo voy a hacer lugar a que se haga el estudio ambiental. (APLAUSOS). Voy a hacer lugar, porque, así como los gobiernos no son propiedad de los que gobiernan, los ríos no son propiedad de nadie y el agua no es propiedad de nadie, es propiedad de los argentinos y de las argentinas que lo necesitan, y lo que tenemos que hacer es administrarla bien. Por eso cuando Wado me dijo “qué te parece si hacemos esto con Israel que ha desarrollado tanta tecnología para convertir un desierto en un lugar productivo, le dije “andá e invitar a los gobernadores”, porque son ellos los que finalmente administrarán esos recursos.

Dar agua, para nosotros, es central, el agua es necesaria para todo, es necesaria para vivir, es un derecho humano poder acceder a agua potable de buena calidad. Por eso con este acueducto que va a unir el Río Colorado con Santa Rosa y con Pico, nosotros lo que estamos garantizando es que a aquí en Pico la gente tenga mejor agua, mejor calidad de agua, pero también vamos a garantizar que haya más agua para que el desarrollo industrial y el desarrollo agropecuario siga ocurriendo, y es lo que necesitamos si queremos que La Pampa crezca y crezcan todos, es el mismo problema que tengo en San Juan, Catamarca, La Rioja, Mendoza, provincias donde el agua es una necesidad enorme, tenemos que agudizar el ingenio, y que tengan certeza todos ustedes de que el Gobierno de la Nación Argentina, que es el Gobierno de ustedes, no el mío, va a seguir poniendo lo que haga falta poner para que todas las provincias tengan lo que les haga falta para desarrollarse. (APLAUSOS)
Yo siempre recuerdo ese día en la Facultad de Derecho de Rosario, donde firmé un compromiso como candidato con todos los que iban a ser electos gobernadores o ya eran gobernadores, a cada uno les dije “díganme cuáles son los cinco problemas que tienen que resolver en su provincia, centrales, y yo me comprometo a cumplirlos”, y créanme que tengo entre mis papeles diarios de trabajo los cinco puntos y tengo una enorme tranquilidad de ver cómo hemos cumplido muchos de esos cinco puntos en todas las provincias, no solamente en La Pampa. Los puntos eran que haya obra pública, primero, un punto, muchas provincias tenían juicios ganados, créditos que le reclamaban a la Nación, y fuimos cumpliendo con esas obligaciones, lo hicimos con La Pampa, lo hicimos con San Luis, estamos a punto de hacerlo con Santa Fe. Cuentas claras conservan la amistad, si la Nación perdió un juicio hay que pagarlo. Y nos da mucha alegría, cuando veníamos camino hasta aquí el Gobernador me decía “mirá: todas esas casas que se están construyendo” –algunas les llamaban la atención de que algunas tenían chimenea-, claro, son los fondos que vos me debías del ANSES y que yo ahora estoy construyendo esas casas”, ¡qué alegría haberte pagado Alberto, qué alegría haberte pagado! (APLAUSOS)

Ahora: comentaba al Gobernador, ahora todos ven rutas, miren, en este momento en la Argentina, en este momento hay 4.600 obras públicas en ejecución, esas obras públicas, el 95 por ciento de los argentinos viven en un lugar donde una obra pública se está construyendo, y ya le dije a Kato que hay que llegar al 100 por ciento. Hemos entregado, desde que llegamos al Gobierno, cerca de 45 mil viviendas, entregado, 45 mil viviendas, y el gobierno que me precedió en cuatro años entregó 14 mil con los créditos UVA. En este momento, amén de esas 45 mil que acabo de mencionar, se están construyendo 102 mil viviendas a lo largo y a lo ancho de la Argentina. (APLAUSOS)

¿Y por qué la obsesión de la obra pública y por qué la obsesión de la vivienda, porque eso hace al desarrollo, y porque la vivienda, tener un techo donde una familia pueda guarecerse, es a esta altura un derecho humano, no es un privilegio, y esos problemas no los resuelven los mercados, esos problemas los resuelve el Estado, si se quieren quejar de mi peronismo, quéjense, pero estoy orgulloso de ser peronista y de creer que el Estado debe estar cubriendo las necesidades porque donde hay una necesidad hay un derecho, eso me lo enseñó Evita y estoy convencido de que es así. (APLAUSOS)
Hemos tenido que pasar tiempos difíciles, que a veces en broma, ayer lo hablaba con mi hermano y me decía “¿qué más te va a pasar?”, y le decía “no te preocupes que ya estoy preparando para cuando venga la invasión de los platos voladores, que es la única que me falta, ya después me pasó todo lo que nos pasó” porque la verdad fue al mismo tiempo, a todos no pasó, nosotros no nos damos cuenta, pero todos los que estamos acá hemos sobrevivido a una pandemia, que es un hecho que ocurre excepcionalmente en el mundo, somos sobrevivientes de una pandemia, una pandemia que se llevó la vida de más de seis millones de personas en el mundo, ¿a ustedes les parece que después de haber padecido semejante dolor, de haber visto morir a seis millones de personas, nosotros no tenemos el deber ético y moral de construir una sociedad más justa, más equitativa, donde todos tengan acceso al agua, a la vivienda, a la educación, a la salud, ¿a ustedes no les parece que es hora de que nos despertemos y digamos cambiemos este mundo, porque este mundo así es muy injusto? (APLAUSOS)

Miren: yo estoy convencido que este mundo así es muy injusto, y que esta Argentina así es muy injusta, y que tenemos que cambiarla, que tenemos que hacer algo para que el trabajo crezca, y creció, el sábado pasado fuimos con Kato a una obra muy importante que hay en Buenos Aires, la Autopista General Perón, y celebramos que la construcción hoy tiene 400 mil empleados. El momento en que la construcción más empleados registró, fueron 420 mil, vamos a pasar ese número, pero hay un dato más significativo, cuando se registraron esos 420 mil empleos, dos terceras partes eran empleados del sector privado, y un tercio de la obra pública, y ahora la mitad es del sector privado y la mitad es de la obra pública y a mí me pone muy feliz, porque como soy peronista estoy convencido de que la obra pública es el gran motor que levanta las economías, cuando las economías pasan lo que pasó cuando gobernó quien me precedió.


Hoy tenemos más de 60 mil nuevos empleos formales que los que existían en el año 2019 cuando nosotros tomamos el Gobierno, tuvimos que afrontar una deuda con los acreedores privados tomada con total irresponsabilidad, y pudimos ahorrarle a la Argentina en la negociación 38 mil millones de dólares, y después tuvimos que afrontar una deuda con el Fondo Monetario que ninguno de nosotros hubiera tomar, de hecho, a mí me quedaba una parte por tomar y decidí no tomarla para no seguir endeudado a la Argentina. Todo esto tuvimos que hacerlo en la peor pandemia que vivió la humanidad, y cuando la pandemia está terminando se desata una guerra que ya no es la guerra que nosotros conocimos, es una guerra de efecto global, ya no hay un teatro de operaciones, el mundo se intranquiliza y se conmueve cuando las balas vuelvan por Ucrania.

Yo lo que les digo es que estamos en el camino correcto, que la economía crece, que el empleo crece, que el trabajo ahora es distribuir adecuadamente ese crecimiento. ¿Todos nuestros ministros ahora tienen que trabajar saben para qué? Para que el bolsillo de los argentinos se llene de plata, para que distribuyamos mejor los recursos que generamos. (APLAUSOS)
Y yo les aseguro que vamos a poder hacerlo, porque este no es mi Gobierno, es el Gobierno de ustedes, y yo sé que ustedes van a ayudarme a hacer la Argentina justa que de una vez y para siempre debemos construir.
Muchas gracias a todos y a todas. (APLAUSOS)