Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en acto del FDT, desde Tecnópolis

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en acto del FDT, desde Tecnópolis}

Buen día a todos y todas; gracias, muchas gracias a todos y todas por estar acá: quedan dos semanas de campaña y me parecía que tenía sentido que tuviéramos esta conversación con los que son candidatos, con los amigos de siempre, gracias Axel por estar aquí, justo enfrente; gracias a todos los que me acompañan del Gabinete, gracias a todos los Intendentes, gracias por estar acá, porque quería que, en estas dos semanas, todos tengamos en claro qué creo yo que tenemos que decirles a los argentinos y a las argentinas. Me parece que es el momento de llamar la atención, después de tanto ruido que han hecho, ver que tenemos claro el por qué de lo que hicimos y el por qué de lo que estamos haciendo.

Esta mañana, miraba que ayer la oposición sacó un comunicado diciendo que no tienen ninguna posición de dialogar con el gobierno, que no quieren dialogar con el gobierno, porque hay dos modelos de país en pugna. Es la primera vez, que estoy de acuerdo con ellos, hay dos modelos de país en pugna, claramente es así, tienen toda la razón del mundo. Primera vez que comparto cien por cien lo que dicen. Hay un país, que representamos nosotros, que es un país que cree en un Estado presente, que cree en Estado igualador, que cree profundamente en la democracia, profundamente en las instituciones de la República; y hay otro país que no creen el justicia social, hay otro país que cree que cada uno debe salvarse solo y por eso hablan tanto del mérito y la meritocracia; hay otro país que se llena la boca hablando de la República, pero armaron mesas judiciales para perseguir opositores; hay otro país, que generó la mayor decadencia económica, que recordamos, que es el endeudamiento que vivimos y la obligación de pagarlo en el tiempo, que propusieron, las dos cosas.

A veces pienso – lo hablo muchas veces con Axel – que cuando aquel, 10 de diciembre, llegamos al Gobierno no esperábamos afrontar estos problemas en la gestión. Teníamos una gran ilusión, teníamos muy en claro lo que había que hacer, sabíamos que teníamos que resolver una deuda inmensa, sabíamos que no solamente era una deuda, que tenía que resolver yo, en términos nacionales, era una deuda que Axel debía resolver en su provincia, porque a la provincia la endeudaron con la misma lógica que endeudaron al país, exactamente igual. Sabíamos que ese era un condicionante muy serio para pensar en el progreso y en el desarrollo del país, sabíamos también la postergación en la que estaban las pequeñas y las medianas empresas, cuánto empleo había entrado en crisis porque cuando se cerraron 23.000 empresas lo que todo eso generó fue empujar gente a la informalidad y a la pobreza o al desempleo directamente. Y sabíamos que teníamos que trabajar, antes que nada, por ellos. Me acuerdo aquel 10 de diciembre, primero… los últimos, decía. Y la verdad es que actuamos en consecuencia.

Y todo lo que hicimos no fue por casualidad, fue porque estábamos convencidos de lo que debíamos hacer. En esos primeros tres meses de normalidad que tuvimos, los únicos tres meses de normalidad, en la Argentina, que gobernamos mejoramos muchas cosas. De hecho, el salario real había crecido 6 Puntos, después de haber caído 20, en los años del macrismo; ocurrió que vino la pandemia y esos 6 Puntos, que habíamos logrado los volvimos a perder. Pero como cuando apareció la pandemia también enfrentamos el debate de los dos países: de los que creíamos que cuidar era lo más importante, y de los que decían: “que cada uno se salve como pueda y no dejemos que la economía se frene”. Ahí también había dos países en pugnas, dos países enfrentados.

Y nosotros encaramos el cuidado de nuestra gente, encaramos el cuidado de nuestra gente sabiendo que veníamos de un escenario muy complejo. Tengan presentes, ustedes, que el ministerio de Salud había desaparecido; tengan presente ustedes, que – en los galpones de la Aduana – se vencían las vacunas, que habían comprado; tengan presente que había vuelto el sarampión, en la Argentina, una enfermedad que creíamos erradicada; tengan presente que habían abandonado el hospital público. Y nosotros lo que hicimos ¿qué fue? Poner el Estado de pie, presente, precisamente para nivelar todas esas caídas, que ellos habían generado. Y logramos lo que logramos; acá no más en La Matanza, no tan cerca, allí terminamos de construir dos hospitales – que habían dejado a medio hacer, abandonados – y así como hicimos con esos hospitales lo hicimos con muchos otros.

Y cuando los hospitales, que construíamos no alcanzaban, empezamos a llevar hospitales modulares, una treintena de hospitales modulares, distribuidos a lo largo de este país y cuando esos tampoco alcanzaron llevamos los hospitales de las Fuerzas Armadas y levantamos los hospitales de las Fuerzas Armadas, en distintos rincones del país para atender a argentinos y argentinas. Y había que crear camas, había que poner camas, había que poner respiradores automáticos. Entonces, descubrimos, que – en Córdoba – había una fábrica de respiradores automáticos, que tenía prácticamente su producción, vendida al exterior. Y prohibimos las exportaciones, para que esos respiradores se queden, en la Argentina, comprados por el Estado para que los argentinos y las argentinas lo tuvieran, cuando lo necesitarán. (APLAUSOS)

Y yo siempre voy a agradecerle a los dueños de esa fábrica, porque entendieron el momento y el compromiso que se vivía y multiplicaron la producción por tres, hicieron tres turnos trabajando permanentemente para hacer los respiradores que la Argentina necesitaba. Y así montamos – con Axel, también – acá en Buenos Aires trabajando codo a codo; con Daniel, que tuvo que ver también con todo esto; con Ginés que ayudó muchísimo en la construcción de todo esto. (APLAUSOS). Así montamos más de 3.000 camas de terapia intensiva y distribuimos respiradores automáticos a cada rincón de la Argentina, que lo requirió. Y vino la pandemia y se contagiaron cientos de miles de personas y la tranquilidad, que nos queda es que a ninguna de ellas les faltó la atención médica que requería, porque pusimos un Estado en movimiento para que la salud esté al acceso de quien lo necesitara.

No pudimos evitar las muertes, y cada una de esas muertes nos dolieron, pero nadie quedó abandonado sin atención médica. En estos días hemos conocido lo que la Organización Mundial de la Salud llama los “estudios de muertes por exceso” y descubrimos, que en la Argentina, computamos absolutamente todos los fallecimientos por COVID, que existieron y que en muchos otros países los números no cerraban, pues murieron muchos más, que los que identificaban, esos mismos países, como muertes por COVID.

Trabajamos muchísimo y preservamos la vida de argentinos y argentinas. Un día, mientras todo esto ocurría, nos dimos cuenta que la Argentina debía de seguir funcionando y nos dimos cuenta que la economía se cerraban, las Pymes se cerraban y los trabajos se caían y ahí fuimos con la ATP a socorrer a millones de trabajadores y sostuvimos el trabajo formal y sostuvimos a muchísimas Pymes. Lo hicimos porque estábamos convencidos de que el día que terminara el instante de la pandemia había que volver rápidamente a producir y poner de pie a la Argentina. Necesitábamos que se abrieran esas Pymes para que pudieran ingresar los trabajadores y siguieran trabajando como lo habían hecho el último día y funcionó la política. No fue casualidad, eh. Fue lo que calculamos y por eso se ve lo que se está viendo ahora. Por eso se ve que la actividad industrial crece como crece; que la actividad económica crece como crece, por eso se ve que las inversiones crecen como crecen.

Para poder enfrentar la pandemia, que hasta el día de hoy, no tiene un remedio con qué tratar ese contagio sabíamos que la vacuna era muy importante y fuimos a buscar, a todos los rincones del mundo, donde las vacunas existieran. Nos acusaron de un sinfín de cosas, pero allá por diciembre, de 2020, estamos entre los primeros países, que empezaron a vacunar a sus ciudadanos. (APLAUSOS). Fuimos y compramos vacunas en Rusia, en China, en Oxford, en Estados Unidos, y cada negociación, que asumimos – con los laboratorios – lo hicimos preservando los derechos de la Argentina y no sometiendo al país a riesgo, que por ahí – el día de mañana – se convirtieran en lamentos. Y el resultado ¿saben cuál es? Que yo les dije, que en agosto, íbamos a vacunar a 7 millones de personas, que necesitaban la segunda dosis, y ayer 7 millones de personas recibieron la segunda dosis, en la Argentina. Y el ritmo de vacunación sigue, no para, no frena, porque no voy a parar hasta que el último argentino o argentina haya recibido las dosis de las vacunas que necesita para no contagiarse en estos tiempos de pandemia. (APLAUSOS)

No lo hicimos de casualidad, lo hicimos porque está profundamente arraigado en nosotros el cuidado de nuestra gente; no fue casualidad que preservamos – con el ATP – el trabajo y la producción; lo hicimos porque está en nuestros genes cuidar el trabajo y la producción. No fue casualidad que trabajamos dándoles créditos a los monotributistas, para que sobrelleven el momento difícil al que la pandemia los obligaba a vivir, lo hicimos porque creemos en el trabajo de cada uno y de cada una de esas monotributistas, no fue por casualidad. Y no es casualidad, ahora, que estamos con el proceso de vacunación muy avanzado, volviendo a vivir la vida que queremos. No es casualidad, que estemos llevando adelante acciones promocionales para que la economía crezca con mucha fuerza. Sabemos que hay sectores más lastimados por la pandemia, que otros; sabemos que muchos tuvieron que cerrar su barcito, su pequeño quiosco, sabemos que el turismo se ha resentido y sacamos el Pre-Viaje, por segunda vez.

Me contaba Matías, que sacamos ese segundo Pre-Viaje y la demanda, en las agencias, aumentó el 500 por ciento y la Argentina- este año, va a volar de turismo y bienvenido sea, que después de tanto dolor traigamos el disfrute, bienvenido sea. Y bienvenido sea porque así estamos preservando fuentes de trabajo, en hoteles, en restaurantes, que también nos preocupan. Todo lo que pasó no pasó por casualidad, pasó porque este país los gobierna gente que cree que lo primero es el ser humano, el trabajo, la producción, el conocimiento, la educación pública, la salud pública y el Estado presente, que son condiciones todas necesarias para lograr el desarrollo de una sociedad y estamos convencidos, no nos disfrazamos para este momento en cuidar a la gente. Siempre la hemos cuidado.

No venimos a defender el Estado ahora cuando otros lo incineraron, siempre lo cuidamos, no venimos a preservar a los trabajadores cuando otros les recomendaban que se reconviertan y se vuelvan emprendedores, siempre cuidamos el trabajo argentino(APLAUSOS). No venimos a cuidar a las Pymes, después que otros cerraron 23 mil pequeñas y medianas empresas, siempre cuidamos a las pymes. No venimos a desendeudarnos, después que otros nos endeudaron, aunque lamentablemente es nuestro designio. Venimos a desendeudarnos porque estamos convencido que la deuda es un fuerte condicionamiento para el desarrollo nuestro y si quieren una prueba nosotros pudimos hacer todo lo que hicimos porque dejamos de pagarles a los acreedores privados que teníamos obligación de pagarles por lo que Macri había firmado (APLAUSOS). Y allí aparecieron los recursos para poder destinar a la salud, a la educación, a todo lo que hizo falta.

Ahora, ya empezó un tiempo distinto. Yo siempre decía la puerta de salida esta ahí, ya cruzamos esa puerta y ahora tenemos que resolver que camino vamos a elegir. Porque si los argentinos nos equivocamos no tenemos memoria de lo que paso hace dos años, no lo que paso hace 20, de lo que paso hace dos años. Podemos tomar donde según dicen ellos la salud no era una prioridad, no lo digo yo lo dicen ellos, la salud pública no era una prioridad. Podemos emprender un camino donde la educación pública algunos tiene la desgracia de caer, no lo digo yo lo dicen ellos. Podemos caer en un camino donde las universidades deben ser…, deben dejar de abrirse porque los hijos de los obreros no tienen posibilidades de estudiar, no lo digo yo, lo dicen ellos. Podemos caer en un sistema que dice: “bueno, como tengo déficit fiscal no tengo más opción que endeudarme en 100 mil millones de dólares”, no lo digo yo lo dicen ellos. Podemos tomar un camino donde los que nos gobiernan nos inviten a enamorarnos del Fondo Monetario Internacional, no lo digo yo lo dicen ellos. ¿Y yo qué es lo que quiero? ¿y qué es lo que queremos todos nosotros? hacer honor a lo que hicimos en este año y medio con enorme esfuerzo que fue preservar la vida de los argentinos, preservar la producción, preservar el empleo y ahora sí hacer despegar a la Argentina para que, la Argentina, se ponga de pie de una vez y para siempre por más producción y por más trabajo y por más inversión (APLAUSOS).

Ese es el camino que les pido a los argentinos que tomen. Yo hoy estoy aquí para comprometerme una vez más ante cada argentino y cada argentina, convencido de que ahora sí vamos a poder hacer lo que soñamos con Axel, lo que soñamos con Cristina, ahora sí. Ahora que hay 1.800 obras públicas distribuidas en todo el país, que cuando nosotros llegamos estaban paralizadas. Ahora que con Jorge en un año y medio entregamos 20 mil viviendas cuando ellos en cuatro entregaron 10 mil, ahora sí llego el momento de crecimiento (APLAUSOS). Ahora sí que sepan todos los argentinos y todas las argentinas que hay 100 mil viviendas, que se están construyendo, de aquí a fin de año, que van a generar 300 mil puestos de trabajo, ahora sí llegó el momento (APLAUSOS). Los que vivimos acá sepan que AYSA tiene 2 mil obras en marcha a lo largo del Gran Buenos Aires, que significan más agua potable y mejores redes cloacales para los que viven aquí. Que el presupuesto se incrementó 7 veces, con respecto, del 2019; obras que quedaron paralizadas, obras que no se hicieron, obra que nos les preocupó hacer porque nos les importa la gente, simplemente por eso (APLAUSOS).

En el camino también hicimos varias cosas que en la vorágine no prestamos atención, pero en el camino terminamos con un debate de 11 años en la Argentina y los que viven de un salario dejaron de pagar el impuesto a las ganancias. Y en el camino les pedimos a las grandes fortunas argentinas que hagan un aporte, que significo un ingreso a las arcas fiscales superiores a los 260 mil millones de pesos y con eses dinero estamos dándole a muchos barrios carenciados la urbanidad que no tenían. Y volvimos a poner bienes personales en su lugar y los que más tienen más paguen. Y cambiamos el régimen de ganancias y las empresas más grandes no pagan lo mismo que una Pyme. Y todo lo hicimos no por casualidad, lo hicimos pensando en este momento. El momento en que todo volviera a la normalidad. Es una pena pensar que tanto esfuerzo que hemos hecho tanto que los cuidamos pueda caer el saco roto por el canto de sirenas de los que nos maltrataron en la educación pública, los que nos maltrataron en la educación, los que nos maltrataron en la ciencia y la tecnología, los que facilitaron la timba financiera, los que terminaron con la producción y los que destruyeron al trabajo (APLAUSOS).

Por imperio de estas cosas que se dicen, hoy en día, soy un títere y soy un autoritario, no sé cómo se combina con ambas cosas, pero así dicen. Pero lo cierto es que no he llegado a la Presidencia de la Nación, primero solo, llegué acompañado de un conjunto de hombres y mujeres que tenemos un común denominador, que es ese que estoy hablando, nosotros creemos en el Estado presente, nosotros creemos en la educación pública, nosotros creemos en la salud pública, nosotros creemos en la inversión privada, en la inversión productiva, en el trabajo y en el desarrollo social, creemos en todo eso. Y por eso, no tenemos que andar explicando lo que hicimos como hacen otros. Ahora, se están peleando por ver quién es el candidato que no estuvo en el anterior Gobierno, ese no es nuestro problema. Nosotros sabemos que siempre que actuamos, actuamos en defensa de los que peor estaban, de los más necesitados, de los más olvidados. Hicimos mucho este año, mucho; recién hablé de Ganancias, y contaba que ahora las empresas más grandes, las que más facturan, pagan más Ganancias, pero también tengo que decir que se dejó de pagar el Impuesto a las Ganancias a los que trabajaban, y que eso lo hicimos durante la pandemia. Y en la pandemia no dejamos de ampliar derechos, y dictamos la ley del IVE, la Ley de los mil días, seguimos abriendo la igualdad de género, llevamos la documentación no binaria, entregamos el DNI 1.000 a una persona sin identidad de género que ella se reconocía. No hemos parado de crear derechos, hemos hecho mucho, y todavía nos queda mucho por hacer, cuidamos la salud de los argentinos, conseguimos las vacunas necesarias, avanzamos en un proceso de vacunación importante, nos queda todavía el debate con el Fondo, que vamos a seguir discutiendo, que vamos a tratar de encontrar un acuerdo, pero que todos sepan que ese acuerdo no lo puede pagar el pueblo argentino, porque el pueblo argentino ya pagó demasiado el daño de los que irresponsablemente nos endeudaron. (APLAUSOS)

Yo les pido que en estas dos semanas que quedan salgamos con la fuerza militante que siempre tuvo nuestra fuerza, nosotros somos la política en su esencia misma, no renegamos de la política, sabemos que es el instrumento para cambiar una sociedad, no hablamos de libertades y nos sumamos a los golpes de turno, no hacemos nada de eso. Les pido que con esa fuerza militante de cada uno de ustedes salgan estas dos semanas a generar una explosión de confianza en los argentinos, porque tenemos todas las posibilidades de construir esa Argentina que soñamos allá en diciembre del 2019, y no está lejos de ser lograda, lo que es posible es que si deciden tomar el otro camino, es posible que todo sea más difícil, porque ellos no quieren esa Argentina, ellos quieren vivir en la Argentina de pocos, ellos no creen que la solución sea el salvémonos juntos, ellos creen que cada uno debe salvarse por sí mismo, y dejar abandonado a su suerte al que no está bien. Y todo el esfuerzo habrá sido en vano.

Yo estoy muy convencido, lo veo, de cómo nos está yendo, yo quiero que terminemos de convencer argentinos que dudan, simplemente, porque no tenemos espacio para duda, estamos viviendo un mundo que se ha dado vuelta, estamos viviendo un mundo que revisa todo lo que ha pasado, nadie tiene certezas en el mundo, pero nosotros sí tenemos certezas, tenemos la certeza de que no vamos a claudicar en nuestra política; tenemos la certeza de que vamos a ser leales a lo que pensamos, aún cuando algunos les pese.

Hoy leía un tuit - del “Cuervo” - que decía: “a Alberto lo castigan por no haber traicionado a Cristina”, yo no voy a traicionar a Cristina, no voy a traicionar a Máximo, no voy a traicionar a Massa, no voy a traiciona a ninguno de ustedes y no voy a traicionara al pueblo que me votó, no lo voy a hacer, no lo voy a hacer. (APLAUSOS) Y estoy de que todos los que nombré y todos ustedes tampoco van a traicionar a los compañeros, estoy seguro de eso, estoy seguro de que todos van a poner de ustedes lo mejor para que la Argentina salga adelante, estoy seguro de todo esto.

No me perdonan que haya promovido esta unidad de la que yo tanto disfruto. Tampoco me perdonan que haya convertido en servicio público la conectividad de Internet, el cable de televisión o la telefonía celular, pero sepan que lo que ven en ciertos canales y lo que ven en ciertos diarios y lo que escuchan en ciertas radios es el resultado de que hemos puesto la mano en su bolsillo en favor de los argentinos, ¡sépanlo! (APLAUSOS)

A mí a esta altura de los acontecimientos ninguna etapa me doblega y ningún comentarista de la realidad me cambia en la esencia, puedo escucharlos, porque q veces tienen razón, y puedo corregir algo que estamos haciendo mal, pero yo sé que todo esto de lo que estoy hablando, que es lo más profundo de nuestra política, que la esencia de lo que hacemos, eso no va a cambiar. Nosotros tenemos que construir otro país, de una vez y para siempre, cuando ayer veíamos con Santiago cuánto le habíamos dado a las provincias en este año y medio, por encima de la coparticipación que le corresponde, me doy cuenta de que cuando yo dije que iba a hacer un país federal lo estoy cumpliendo, porque ese dinero ha llegado a todas las provincias, aún a las opositoras, que recibieron porcentajes muy altos, porque lo necesitaban sus habitantes, simplemente. Miraba el caso mendocino, sin ir más lejos.

Yo les pido que estas dos semanas, con mucha convicción, con mucha fuerza, salgamos a demostrar lo que en esencia somos, somos un movimiento que salió a la calle a defender a los desposeídos, a los que no tenían voz. En este tiempo de pandemia digámosles a todos ellos que estamos para darles la voz que la pandemia les ha quitado; estamos para tenderles las manos y levantarlos a los que se han caído, que ellos son hoy nuestra primera responsabilidad, y hagámoslo con la alegría de siempre. La verdad, bromas aparte, somos un movimiento que ama al pueblo, donde el amor no nos complica la vida, al contrario, nos hace feliz. Nadie se salva solo, dice nuestro Papa Francisco, y también lo dijo Perón alguna vez cuando pidió que la comunidad se organice para no dejar librado a su suerte a cada uno de los habitantes.

Yo les pido que saquemos la militancia a la calle y demostremos en la Argentina que estamos para gobernar el tiempo que haga falta para que la Argentina de una vez y para siempre cambie, vamos de una vez y para siempre a vivir la vida que queremos.

Gracias a todos y a todas