Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el lanzamiento del plan Casa Propia-Casa Activa, desde el Museo de Casa Rosada

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el lanzamiento del plan Casa Propia-Casa Activa, desde el Museo de Casa Rosada

Buenos días a todos y todas, gracias por estar aquí.

Ayer hablábamos con Gabriela Cerutti sobre este tema de hoy, que a ella le preocupa mucho el presente de los adultos mayorías, que sabía de esta iniciativa que hoy presentábamos. Yo debe confesar que fue una idea que pensó Luana, que vino un día y me dijo “mirá, por qué no hacemos lo que he visto que se hace en España, que es construir esta suerte de espacios comunitarios para nuestros adultos mayores”, y que no queden en esa situación que hoy enfrenten, o los hijos los cuidan, o terminan solos con alguien que los cuidan dentro de una casa, o a veces terminan en un geriátrico como opción. Y le die háblalo con Jorge, porque Jorge la verdad es un enorme hacedor y tiene una iniciativa inmensa, y rápidamente congeniaron, y trajeron esta propuesta, y esto que es la respuesta a esa idea inicial.

Y ayer decía que hablaba con Gabriela, y un poco reflexionamos sobre lo que era la vida en el presente, ¿no? Porque Aristóteles siempre planteó que el sentido de la vida era la búsqueda de la felicidad, el hombre y la mujer lo que hace a lo largo de toda su vida es buscar la felicidad. La felicidad se encuentra de mil modos, hay quienes la encuentran en la familia, hay quienes la encuentran en el trabajo, hay quienes la encuentran en soledad. La felicidad la construye cada uno a su modo. Lo que está claro es que la felicidad uno a busca todo el tiempo de su vida, también cuando su vida empieza a declinar, también en la madurez buscamos la felicidad. Y tanto buscamos la felicidad que le hemos reclamado a la ciencia y a la medicina que nos extienda la vida lo más que podamos, porque también la búsqueda de la felicidad consiste en poder vivir, y la busca de la eternidad es algo que está ínsito en todos nosotros, y siempre esperamos que aparezca un medicamente que nos haga vivir un poco más, que nos sostenga un poco más, un tratamiento que nos haga vivir más tiempo. Y en ese tiempo que vivimos, ¿qué hacemos? Buscar nuestra felicidad. Ahora, también es cierto que el mundo fue cambiando, que varios siglos atrás las expectativas de vida era de 50 años, y hoy las expectativas de vida se han extendido mucho, y han generado nuevos desafíos para la modernidad porque para nosotros la vida la tienen todos, la tiene el que nace, la tiene el que es adulto. Y la tienen los adultos mayores que entraron en términos económicos en la época de pasividad, el sector pasivo que empieza a percibir sus jubilaciones y deja de trabajar, pero ellos viven también, ellos tienen su vida, y ellos también siguen buscando su felicidad. Y parte de la felicidad es ver dónde encontrarla, ese es el secreto, cómo ayudar a que encuentren la felicidad, esta felicidad que encontró la mamá de Jorge, que un día dijo “Jorge, ¿por qué vengo y no la encuentro a mamá?”, y la mamá estaba encontrando felicidad rencontrándose con gente de su generación, haciendo actividades comunes, viajando, conociendo otros lugares ¿Qué hacía tu madre? Buscaba su felicidad, después de la pena que le generó la falta de su marido.

Y lo que creo es que esta idea de hacer la casa propia y la casa activa, y que le dé a los adultos mayores de la Argentina la posibilidad de seguir viviendo, felices, con un proyecto, tranquilos, dejando de ser una carga para los hijos, o dejando de ser un problema para la familia, para los que lo tienen, porque muchos no lo tienen tampoco. Muchos adultos llegan a la madurez y llegan sin hijos, y algunos llegan sin nietos, y algunos llegan con hijos únicos, y tienen que enfrentar ese período de tiempo, y tienen que encontrar en ese contexto la felicidad y la posibilidad de decirles “mirá, vas a tener un lugar dónde vivir y vas a estar rodeada de gente que tiene una vida parecida a la tuya en este tiempo, que pase un tiempo parecido al tuyo”, y en esa conjunción pueden encontrar el punto exacto de la convivencia, el punto exacto de compartir tiempo y experiencias, compartir alegrías, compartir actividades. Porque hoy la otra realidad es que uno se jubila a los 65 años y sigue siendo joven, tiene mucho para dar. No es que allí se terminó su presencia activa en este mundo. Y entonces, nosotros tenemos que ayudar a resolver esos dilemas que enfrenan nuestros adultos mayores cuando llegan a esa edad, y asumir que las cosas han cambiado, y que tenemos que dar respuesta a esos sectores, porque uno busca la felicidad cuando es niño, y busca la felicidad cuando ya dejó de serlo, y busca la felicidad cuando es un adulto mayor porque vive y la vida es la búsqueda de la felicidad.

A mí me parece que estamos dando un paso de esos que yo digo a la política le hacen bien, porque es un paso ético, de la política, ocuparse de resolver el problema de dónde viven los que llegan a la madurez y no tienen dónde vivir. Y además, es éticamente valioso que lo hagamos de tal modo donde podamos generar una comunidad de esos hombres y mujeres que compartan mucho, y encuentren en ese compartir una mejor vida, la alegría que buscan, la felicidad que buscan. A mí me pone muy contento que además hagamos todo esto en este tiempo, en este tiempo de pandemia que ha sido tan cruel, tan difícil, que nos ha costado tanto, que se ha llevado tantas vidas que hubiéramos querido que se queden, que a todos nos ha dolido porque a todos nos duele la muerte y a todos nos duele perder seres queridos, pero en este tiempo estamos pensando en nuestros adultos mayores, estamos pensando en su vivienda y estamos pensando en su felicidad ¿Saben que quiere decir todo esto? Que hay futuro, que hay un futuro, que no se está terminando el tiempo con la pandemia, que a la pandemia la vamos a pasar y esos adultos mayores, hombres y mujeres, que están necesitando un punto para dormir, para vivir o dormir, para desarrollarse, apuntando también a un lugar de encuentro con sus iguales. Y estamos pensando en el futuro, en este momento trágico, estamos pensando en el futuro. porque el momento de la tragedia la vamos a superar y el momento de la tragedia le vamos a ganar al virus y vamos a tener un futuro. Y hay que pensar en ese futuro después de tanto dolor para que todos encuentren la felicidad de vivir lo más rápido posible, ese es el esfuerzo que teneos que hacer. Y por eso, en medio de esta pandemia, en medio de tanto dolor, nosotros estamos haciendo también este anuncio, porque hay un mañana y el mañana está cada vez más próximo. La puerta del mañana es la vacunación, y la vacunación y el plan de vacunación nos demuestra que ese es el camino, porque si uno compara lo que ha pasado en la primera ola, en la primera ola perdieron sus vidas precisamente esos adultos mayores de los que hablaba Luana. Allí la edad promedio rondaba en los 70 años y, entonces, nosotros nos dimos cuenta que el virus era implacable con esos argentinos y argentinas que a esa edad no tenían la fuerza suficiente como para combatir al virus y decidimos priorizar la vacunación de todos ellos. Y hoy la letalidad en ese rengo etario ha bajado sustancialmente. Ahora, tenemos el problema con gente más joven, con personas de 40 o 50 años. Ahora, así como nosotros vacunamos a casi todos nuestros adultos mayores, mayores de 60 años, tenemos que poner el máximo empeño para poder vacunar a todos los argentinos y a todas las argentinas. Esa es la puerta de salida que nos va a abrir el futuro y no está lejos, está muy cerca, porque más allá de lo que uno escucha de las críticas, bien intencionadas, muy mal intencionadas en otros casos, nosotros seguimos buscando vacunas, seguimos trayendo vacunas, seguimos vacunando a los argentinos y a las argentinas y no vamos a parar hasta que el último argentino y argentinas este vacunada en Argentina. El resto, el resto, el resto son fuegos de artificio de los que quieren llamar la atención porque tiene poco para decir y cuando tuvieron que hablar y hacer hicieron todo mal.

Ahora, es nuestro tiempo y nuestro tiempo tenemos que asumirlo de este modo con un Estado presente que desarrolla viviendas, que construye viviendas, vamos a terminar el año con más 100 mil viviendas en proceso de construcción, ya hemos entregado más de 10 mil viviendas que habían quedado abandonadas en el año 2015 y hoy hay 10 mil familias que tienen una casa que nosotros pusimos en orden y entregamos. Y también hoy, en el medio de toda esta pandemia, así como pensamos en que nuestros jubilados y jubiladas no tengan que pagar más sus medicamentos, y Luana trabajó y encontró el modo, encontró la forma, así hoy estamos pensando en qué solución podemos dar a nuestros adultos mayores, hombres y mujeres, para que puedan seguir siendo felices mientras la vida dure. Ese es el sentido de la vida y esa es una obligación ética que como políticos debemos tener muy presente. Hay una cultura que es la cultura del descarte, ¿no? Es una cultura que dice todo esto sobra en la sociedad y en eso, en ese sentido que esto sobra, muchas veces ponen a esos adultos mayores. Por eso, muchos planes de muchos de los que me dan clase en televisión sobre lo que debo hacer, me dice baja la jubilaciones, descarta a los viejos te dicen, no, ese no es el modo, el modo es cuidar a todos, darles a todos los que necesitan, que no son privilegios, como bien dijo Jorge, son derechos, tenderle la mano al que lo está necesitando y hacer con toda la dificultad que tenemos, algunas heredadas y otras que la pandemia nos profundizó, hacer todo lo necesario para que todos sean felices en esta tierra hasta el último día de su vida. Para eso trabajamos, para eso vamos a seguir trabajando, por eso abrazamos una vez la política, por eso creemos que la política es el instrumento que nos puede hacer cambiar y por eso insistimos que vamos a ser la Argentina que nos merecemos.

Gracias a todos y todas (APLAUSOS).