Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, por el lanzamiento del Programa Reconstruir destinado a finalizar 55 mil viviendas, en el barrio Federal Z, partido de Ensenada, provincia de Buenos Aires

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Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, por el lanzamiento del Programa Reconstruir destinado a finalizar 55 mil viviendas, en el barrio Federal Z, partido de Ensenada, provincia de Buenos Aires

Muchas gracias a todos y todas, gracias por estar aquí. Voy a ordenar un poco mis palabras.

Las primeras palabras feliz cumpleaños Ensenada, feliz cumpleaños Mario. Muy contento de estar en Ensenada, que como bien dijo Mario, es para los que somos peronistas un lugar singular, porque de aquí salieron muchos aquel 17 de octubre, y su gente sigue sintiendo y valorando las cosas como en aquel entonces. Miren bien, aquí veo muchas cámaras de fotos, muchas cámaras de televisión, yo les pido por favor que saquen esta foto, sáquenla, y no se olviden nunca, porque aquí estamos los que estamos convencidos de lo que hay que hacer en la Argentina, y no va a haber ni tapa de los diarios, ni sentencia judicial, que nos deje o nos lleve hacer aquello que debemos hacer en favor de los argentinos. Grábense esta foto, esta es la foto de nuestra unidad, de los que queremos poner de pie a la Argentina, después de un tiempo en que la derrumbaron, la pusieron de rodillas, la endeudaron, le quitaron la educación y la salud. Y nadie, nadie, nadie, va a hacernos ceder en eso. Venimos a poner de pie a un país, estoy en una provincia, donde una Gobernadora se jactaba de no abrir más hospitales, y se jactaba de terminar con el aumento de las universidades, porque finalmente los pobres no llegan a las universidades, y se cerraban colegios, en esos cuatro años, se cerraban colegios. Cuando Axel llegó, había en esta provincia menos colegios que los que había cuando Cristina dejó el Gobierno. En esta provincia estamos. En un país con un Presidente, reconozcamos que con la política económica que tenía un grado de razón, decía que había que caer en la educación pública. Y claro, eso era caerse, si le habían quitado recursos a la educación pública, o maltrataban a los maestros, cerraban los colegios, las universidades no tenían razón de ser, cerraban el Conicet, cerraban el Ministerio de Ciencia y Tecnología, cerraban el Ministerio de Salud. Obviamente, claro, en esas condiciones ir a la Educación Pública era muy perverso. Nos llenaron el país de miseria, nos llenaron el país de debilidad, debilitaron cada una de las estructuras del Estado, porque ellos estaban convencidos de que no era el Estado el que debía venir a socorrer a los que no tenían casa, y creían que esto lo iba a hacer el mercado, qué mercado, ni mercado. El mercado va donde se gana plata, no donde la gente lo necesita. Y el Estado está donde hay una necesidad, porque ya sabemos los peronistas que donde hay una necesidad hay un derecho, y por lo tanto debemos cubrirlo ese derecho.

No es esta la primera vez que con Jorge venimos a laburar estas casas, y yo siempre digo lo mismo, 55 mil casas como estas, quedaron construidas como estas, y dejaron de construirse en el año 2016. Y siempre me pregunto cuál ha sido la razón quien decidió que esto quede parado durante cuatro años, y siempre llego a la misma conclusión: debe ser alguien que odió tanto, que temió que la gente recuerde que esta casa a la que accedía cada hombre, cada mujer, muchas veces con sus hijos y su familia, era una casa que había construido Cristina. Y el odio fue tan enorme que prefirieron dejar a los argentinos sin casas, antes que los argentinos recuerden que hubo una Presidenta que se ocupó de esos argentinos, de los que el mercado jamás se ocupa. Y yo siempre los invito a reflexionar sobre esto, porque a semejantes inequidades conduce el odio, a semejantes desigualdades conduce el odio. La verdad a mí no me preocupa, ni pregunto quién lo hizo, porque sé que tengo que terminarlo porque estas casas tienen decenas de miles de habitantes de ensenada, que están necesitándolas, y es el deber que tengo, así como lo ha en Ensenada, en cada lugar de la patria.

Y cuando hablamos por primera vez con mi compañero futbolístico, Jorge, nunca, nunca, en un escenario así hubo dos hinchas de Argentinos Juniors, al mismo tiempo, dejo constancia. Siempre cuando hablaba con Jorge, por primera vez, yo le decía “mirá Jorge, tenemos que poner en marcha esto a gran velocidad”. Yo cuando empecé a ver las casas que estaban todos virtualmente terminadas y vacías no me lo perdonaba, me sentía definitivamente mal. Todo esto tiene una parte grata, debo confesar, esto es algo que ideó Néstor, que ejecutó en gran medida Cristina, y que yo vengo a terminar la obra de ellos dos. Y eso a mí me llena de alegría, me llena de alegría, porque finalmente es una secuencia que sigue el mismo rumbo, porque finalmente en los años de Néstor, también en los años de Cristina, la única preocupación que nos impulsaba era poner más igualdad en la sociedad argentina, llevar más derechos, cubrir más necesidades que argentinos y argentinas tenían. (sin audio). Eso no ha cambiado en nada. Ahora es evidente que muchos no quieren esto, es evidente que muchos quisieran que estas casas, no sé, que acá se construyera un barrio privado, y se construyeran casas de otro tipo, y seguir postergando a los que objetivamente necesitan una casa. Y está claro que los factores de poder en Argentina existen, y está claro que esos factores de poder no nos quieren acompañar. No nos quisieron acompañar nunca. Siempre nos han cuestionado precisamente por las mejores cosas. En los años en que estuve desencontrado con Cristina, escuchaba a sus opositores y siempre decía “los escucho hablar y por eso me siento más cerca de Cristina”, porque lo que le cuestionaban era precisamente lo bueno. Eso era lo que le cuestionaban, no era lo que yo podía percibir como algo que no me gustaba, les cuestionaban las cosas buenas. Para todos ellos esto es populismo, para nosotros es dignidad. Para todos ellos esto es un abuso de gasto del Estado, para nosotros es una inversión que da mejores condiciones de vida para los argentinos. Y de repente aparece, lo digo con el respeto que obviamente merece Presidente, Juan Domingo Biden diciendo las cosas que siempre dijimos nosotros, y ahí se confunden, no saben qué decir, no saben qué hacer, no saben para donde correr. Cuando los argumentos políticos tambalean, como bien dijo Mario, no nos quieren los medios, hay un sector de la Argentina que nos maltrata, pero yo sé que el pueblo profundo sabe del esfuerzo que hacemos y sabe que trabajamos por ellos. Pero en ese preciso momento, donde sus argumentos tambalean, recurren a otras cosas. Y como bien dijo Axel, muchas veces recurren a la Justicia. Cristina me dice siempre “Alberto, no sentís por momentos que estás enseñándole a los alumnos de derecho algo que no existe”, y como en el derecho nosotros nos movemos en el mundo del deber ser, yo sigo insistiendo en marcar lo que debe ser. Yo, por ejemplo, creo que un juez tiene derecho a poder postular a un Presidente, y tiene derecho a votarlo, y puede hacer, sin ninguna duda. Lo que no puede hacer es usar las sentencias, que tiene que dictar para favorecer a los candidatos que les gustan, eso no lo puede hacer, eso no lo puede hacer, porque con asombro veía a ayer que un procurador, que dice no está aprobado cuánto complica la circulación, cuánto complica la circulación en la calle y cuánto se contagia. Mientras dice esto está encerrado en su casa y firma sus dictámenes con firma digital, y a la procuración no va a trabajar nadie, como todos los tribunales del país esta cerrados, porque no dejan trabajar en los tribunales, y bien que hacen, porque la circulación contagia.

Cuando me doy cuenta de estas cosas y son las cosas que, perdónenme, uso este lugar para poder hablarle a cada uno y cada una de los que nos están escuchando, yo me pregunto si cuando toman estas decisiones saben cómo juegan con la vida de los argentinos, cuánto juegan con la vida de los argentinos. Dicen en la sentencia no tener forma porque no saben cómo medir cuáles son los riesgos del contagio, y yo que habló todos los días con epidemiólogos, con médicos, con sanitaristas y me explican cuáles son riesgos, y eso lo vuelco en un decreto, dicen “no, al decreto le faltaron argumentos”, ¿y cómo sabes vos que faltaron argumentos, si vos decís que no sabes cómo explicar cuando la pandemia adquiere ribetes inmanejables? ¿Cómo es que haces esto? Yo ayer dije, y lo repito, uno a lo largo de la carrera ha leído muchas obras jurídicas que son mejor olvidar y ha leído posiciones en derecho que suenan viejas, decrepitas, injustas. Lo que es muy triste es ver esa decrepitud del derecho firmado en una sentencia judicial, eso es muy triste, porque, ¿saben qué? Esto no es solamente lo que paso ayer, y yo quiero que cada argentino y a cada argentina lo entienda, porque también las corporaciones económicas van a la Justicia y esos jueces, en el medio de la pandemia, deciden que el Estado nacional no puede regular el precio de los celulares, no puede regular el precio de internet, no puede regular el precio del cable de televisión. Y en verdad, son esos factores, son esos factores del poder de la Argentina los que terminan escribiendo que el Gobierno abusa cuando toma estas decisiones ¿Por qué nosotros dijimos que las telecomunicaciones debían ser un servicio público? Y los son. Miren, cuando llegamos con Néstor en el año 2003 la telefonía celular era un lujo de muy pocos, menos del 20 por ciento de los que usaban telefonía tenían teléfonos celulares. Y entonces, nosotros dijimos con Néstor “bueno, si eso es así no tiene sentido que regulemos los precios” porque la verdad es casi un elemento suntuario, que lo pague quien lo pueda pagar. Y durante muchos años la telefonía celular funcionó sin que el Estado nacional intervenga en la fijación de un precio, pero resulta que en la Argentina del presente, donde viven 45 millones de habitantes, hay más de 65 millones de celulares ¿Eso qué quiere decir? Que todos usamos celulares, que todos usamos celulares ¿Eso no es un servicio público? Claro que es un servicio público, claro que lo es.

Y en una pandemia, donde precisamente mucho tiempo debemos quedarnos aislados, tener la posibilidad de conectarnos con nuestros seres queridos a través de celular, a través de internet ¿Eso no es un servicio que el Estado debe regular? Claro que lo debe regular el Estado, pero yo quiero que cada argentino y argentina sepa que cuando dictamos esas medidas, y les exigimos dictar una prestación básica y universal para que todos tengan acceso al cable de televisión, a internet y al celular, se fueron a la Justicia y allí aparecieron los jueces de siempre, que serviles rápidamente dijeron “esto es un abuso, medida cautelar, no pueden imponer precios”, ¿y saben lo que hacen? El precio lo pagan ustedes, el precio lo pagan los argentinos, yo no estaba ganando nada como Gobierno, yo estaba llevando mejores servicios y mejores condiciones de servicios a los argentinos. Y como bien dice Axel, cuando no pudieron con nosotros, porque no había forma que nos convencieran de que eso no era un servicio público que merecía ser regulado y que debía tener una tarifa regulada para que los argentinos puedan acceder a ello, se fueron a la Justicia, y allí siempre hay alguien que dice sí señor.

Yo que amo el estado de derecho, yo que le sigo diciendo a Cristina, “Cristina, yo voy a seguir enseñando derecho porque tenemos que seguir acercándonos al mundo del deber ser”, les digo nadie quiere más el estado de derecho que yo. La verdad el estado de derecho lo queremos todos los peronistas, siempre fuimos víctimas cuando el estado de derecho no existió, siempre. Y siempre que gobernamos ni Néstor, ni Cristina, ni yo, nadie mando a un juez a perseguir o mandar a encarcelar a alguien. Yo no sé cómo paso en la Argentina, pero los republicanos son ellos y los tiranos somos nosotros. Pero yo que quiero al estado de derecho, yo que creo en el estado de derecho, yo que reivindico al estado de derecho le digo a la Justicia basta, paremos, ya han hecho mucho daño, paremos. El estado de derecho no necesita de una institucionalidad adecuada, y vuelvo a repetirles, elijan el candidato a Presidente que quieran, aunque no sea yo, no sea Sergio, no sea Cristina, no sea Axel, elijan al que quieran, pero no usen las sentencias para favorecer sus candidatos. Eso es lo único que les pido, ¿saben por qué? Porque eso degrada al estado de derecho, lo degrada. La última, el último recurso que tiene un argentino, una argentina, cuando se ve avasallado es ir a los jueces. Y si los jueces están al servicio de los poderosos, entonces, estamos en el peor de los mundos.

Hoy los diarios titulan que el Gobierno anunció que no va a respetar la sentencia. Bueno, yo quiero decirles que la respeto, pero esa sentencia no resuelve nada, porque están hablando de un DNU que no regía, que no existía, que no causaba ningún efecto, que estaba caducado ¿Por qué lo hicieron? Si eso no estaba rigiendo. No hace falta que les conteste, ¿no? Ya entendieron todos porque lo hicieron. Hay un DNU vigente que nadie ha cuestionado, ¿por qué a ese DNU nadie lo cuestionó y por qué a ese DNU el máximo Tribunal del país no dijo nada al respecto de él? ¿Por qué? ¿Por qué opinó sobre una norma que ya no estaba vigente? Si quieren elegir un candidato vayan y voten, pero no usen las sentencias. Nosotros, como dije ayer, respetamos la sentencia, yo estoy respetando la sentencia que se dictó, no debo hacer nada porque la verdad la sentencia solamente está dando títulos a los diarios, pero la verdad prácticamente no tiene ningún efecto. Pero lo que sí quiero que todos entiendan, y que todos sepan, como bien dijo Axel, siempre bromeamos con Axel y decimos “che, en la letra chica del contrato de nuestra candidatura no estaba que iba a ver una pandemia”, y nos tuvimos que hace cargo de la pandemia. Y créanmelo, no saben lo feliz que hubiera sido yo pudiendo gobernar sin esta pandemia, todos hubiéramos sido más felices, pero como todos nosotros venimos de la misma cuna, todos somos peronistas, todos nos criamos pensando en los que menos tienen, todos queremos apoyar la igualdad, antes que nada. Cristina se cansó de ampliar derechos en aquella primera presidencia que tuvo, yo trato de seguir con esa lógica porque cuantos más derechos se amplían mejor es la calidad de nuestra sociedad. Miren, todos nosotros hoy tenemos un tema, antes que nada, que es que la pandemia nos cause el menor dolor posible. Y cada cosa que hacemos y cada cosa que decidimos, lo hacemos y lo decidimos pensamos en la salud y en la vida de los argentinos, y que nada nos va a hacer cambiar de idea, ni el fallo de un Tribunal, ni la tapa de ningún diario. Escriban lo que le plazca. Y si van a fallar, como están fallando, quiero decirles: solo fallan.

Muchas gracias. (APLAUSOS)