Mensaje del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto, desde Santiago de Chile.

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Mensaje del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto, desde Santiago de Chile.

Quiero sumar a mi voz, en este día, en que recordamos una de las etapas más oscuras de la humanidad. Recordar el Holocausto, escuchar los testimonios de sobrevivientes, revivir – al menos – una mínima parte de aquellas atrocidades no nos deja ningún margen de acción. Debemos evitar tempranamente cualquier acto discriminatorio, que pueda ser germen de los terribles hechos, que ya experimentamos. Esta es una interpelación a la moral de la humanidad, que no podemos desoír. Sé que rememorar esos sufrimientos es muy doloroso.

La República Argentina se encuentra entre los miembros más activos de la Alianza Internacional por la Memoria del Holocausto, es esta una tradición de la que debemos sentirnos orgullosos como argentinos. Desde las Naciones Unidas se estableció esta fecha para que la memoria de las víctimas fuera un puente, que contribuya a luchar contra todo acto de intolerancia y discriminación; desde entonces la Argentina ha venido implementando políticas y programas de apoyo a la educación, memoria e investigación de lo que fue el Holocausto.

A lo largo de nuestra historia hemos sido una Nación abierta al mundo, construimos nuestros valores comunitarios en una enorme mezcla de tradiciones culturales y religiosas. Así fuimos aprendiendo a vivir en la diversidad. Hoy decimos que somos una sociedad plural, que respeta sus diversidades.

En la Argentina sentimos la recordación del Holocausto de una manera muy intensa y muy directa, pues en nuestro país vivieron y viven muchos sobrevivientes y año tras año –como lo hacemos hoy – miramos a los ojos a esa terrible experiencia que ya es nuestra, sencillamente para no olvidar y para no repetirla. Lamentablemente la intolerancia y la violencia política fueron parte de la historia de nuestro país, hace unas décadas atrás y sufrimos el terrorismo de Estado.

Los argentinos aprendimos a no tenerle miedo a la memoria, memoria que nos ayuda a evitar cualquier tipo de intolerancia; memoria para que la cooperación internacional nos permita avanzar, junto a otros Estados, en decisiones concretas para hacer de esta lucha una lucha global.

Renuevo, este día, nuestro compromiso de Gobierno, cuenten con nosotros. Una vez más gracias por seguir impulsando la Memoria de las Víctimas del Holocausto, porque – sin dudas – nos enseña a construir sociedades mejores; que todos tengamos paz es mi deseo. Muchas gracias.