Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, después de la reunión del Gabinete Federal, como parte del programa de Capitales Alternas; la realización de anuncios; recorrida de obras y la firma de convenios entre autoridades nacionales y provi

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Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, después de la reunión del Gabinete Federal, como parte del programa de Capitales Alternas; la realización de anuncios; recorrida de obras y la firma de convenios entre autoridades nacionales y provinciales, desde Chilecito, provincia de La Rioja

Muchas gracias, gracias a todos y todas por estar aquí, gracias La Rioja: estar en La Rioja para mí es algo distinto, ya los riojanos están cansados deben estar cansados de escucharme contarlo, pero es que realmente es diferente, es como raro, porque yo soy un porteño consumado, que vivió su infancia, en Villa del Parque y por eso soy hincha de Argentinos Juniors, como Jorge. Resulta que tuve un padre, que a los 12 años se fue de Chilecito, se fue a estudiar, a instancia de sus padres, se fue a los 12 años y entró en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Allí hizo su colegio secundario, después siguió su carrera, en la Facultad de Derecho, de la Universidad de Buenos Aires, muy lejos de su Chilecito y después hizo su carrera judicial, allá en Buenos Aires, muy lejos de su Chilecito, pero lo que me acuerdo es que llegaba el verano y él quería ir a Chilecito y ahí nos traía a todos, a toda la familia. Era como raro, yo me acuerdo con tanto cariño de este lugar de Chilecito, de La Rioja, que tanto quiero, porque me lo transmitió él, simplemente por eso. (APLAUSOS).

Le contaba el Intendente que ni sé dónde estaba parando, porque alquilábamos fincas, acá, para pasar el verano, así le llamaban mis padres. Y una mañana me levanté muy temprano y miré una cosa plateada, que estaba flotando en un cielo muy nuboso y fui corriendo y desperté a mamá y le pregunté qué era eso que estoy viendo y papá displicente dijo: “esta viendo el Famatina, que está nevado” y nunca me olvidé de esa imagen, nunca… era como un triángulo flotando en el aire. El mismo Famatina que ahora está nevado y que uno lo disfruta. Además papá me hablaba de Joaquín V. González. “Mis montañas” la leí porque papá me decía que ese era el libro de estas montañas y de estas montañas habla Joaquín V. González.

Y conocí esa casa, de Joaquín V. González, que hoy visitamos y declaramos Monumento Histórico y sabía que había sido un hombre inmenso Joaquín V. González; lo que no sabía es que había sido el fundador de la Universidad de La Plata. Y ahí entendí que está muy bien, que la casa – donde vivió Joaquín V. González – sea Patrimonio Nacional, porque fue un hombre inmenso, porque esa universidad es inmensa, que ha dado –entre otros – a nuestro ministro de Economía y a nuestra vicepresidenta, y a Néstor, que lo hizo abogado también la Universidad de La Plata. (APLAUSOS).

Por eso, cada vez que vengo a La Rioja empiezo a preguntar dónde quedan Los Colorados; dónde queda el Río Miranda; dónde está la Cuesta de Miranda; dónde está Sanagasta, son todos los recuerdos de la infancia, hermosos recuerdos, aquí, en La Rioja. Esta Rioja, que también como el Norte, ha padecido la postergación, ha quedado postergada y la verdad que quisiera que ningún chico, de 12 años, se tenga que ir a estudiar a Buenos Aires. (APLAUSOS).

A veces me pregunto por qué papá nos traía a La Rioja, con 50 grados de calor, a disfrutar de La Rioja. Y a veces pienso porque se fue a los 12 años y le quedó vivir La Rioja. Eso no puede pasarnos ni con ningún chico riojano, ni con ningún chico, tucumano, ni con ningún catamarqueño, ni con ningún jujeño, ni con ningún salteño, ni con ningún misionero, ni con ningún correntino. (APLAUSOS).
Porque lo que necesitamos es eso que bien marcó Wado: que el que nazca en Chilecito tenga un lugar donde vivir feliz, acá en Chilecito y vivir feliz significa tener una escuela que lo eduque, tener un hospital que cuide su salud, tener la posibilidad de seguir creciendo en sus estudios o de tener un trabajo digno, acá en el lugar donde nació, la posibilidad de hacer una familia, de construir una vida, de disfrutar de su suelo, de disfrutar de sus amigos y de morirse feliz, después de haber vivido feliz, en el mismo lugar donde nació.

Esto debería ser un deber que todos deberíamos imponernos en nuestra cabeza: entender que todos tenemos el derecho de ser felices, en el mismo lugar donde nacimos y que todos debemos tener la misma oportunidad, más allá de cuál sea la latitud en la que nos tocó vivir, que todos debemos tener la misma oportunidad. Y eso es lo que falla.

Cuando a mí me hablan de mérito, yo ya sé que el mérito es importante para avanzar, pero el mérito supone que todos tengamos las mismas condiciones para poder avanzar, porque si resulta que yo – que vivo en Buenos Aires – tengo en cinco manzanas a la redonda seis colegios para elegir y tengo diez universidades para elegir, no es verdad que yo tengo las mismas oportunidades de alguien que vive, en el Norte de la Argentina; no es verdad, no es verdad. Y por eso yo insisto que yo quiero que todos hagamos el mérito de crecer, pero quiero que todos tengamos las mismas posibilidades para poder crecer. (APLAUSOS).

Cuando, en campaña, le dije a Wado: “che, Wado, hay una idea del “Gallego de la Sota, que él hizo en Córdoba y que deberíamos hacer, en toda la Argentina”, para promover un poco más a la Argentina y para fundamentalmente sacar al gobierno nacional de la Ciudad de Buenos Aires, es la idea de crear una capital alterna. Cuando José Manuel gobernó, Córdoba, hizo que Río Cuarto se convierta en la ciudad capital alterna, de Córdoba. Entonces, yo le dije: “por qué nosotros no creamos una capital federal alterna, en cada provincia del país”. ¿Y cuál era el objetivo? Eso que yo viví muchas veces, pero que no todos los que vivimos, en Buenos Aires sabemos, que para conocer lo que pasa hay que estar en el lugar donde pasa. Porque ustedes no puede ser una hoja de Excel, ustedes no pueden ser una estadística, hay que estar acá y escuchar lo qué le pasa a los que producen acá, y escuchar lo qué le pasa a los que viven acá y escuchar lo que les pasa a los que se educan acá, y escuchar lo qué les pasa a los que necesitan de la salud acá y entonces vamos a entender mejor qué es lo que pasa acá.

Y por eso la idea de sacar al Gobierno Nacional de la Ciudad de Buenos Aires, para que vean, a veces nos tocan vivir momentos gratos como este, donde acá el Gobernador creo que se llevó la mitad del presupuesto y bien merecido que lo tiene La Rioja. (APLAUSOS).

Pero hay momentos tan gratos como este, y que vamos a ir repitiendo en todas las provincias, tratando de atender las necesidades de cada provincia. Y hay momentos ingratos, de urgencias, que aparecen sin que uno lo espere. Hoy llegamos un poco más tarde, porque anoche tembló San Juan, y con el temblor en San Juan, muchos que viven en casas precarias vieron derrumbar sus techos y quedaron en situación crítica, en una provincia, como todas las provincias argentinas, donde nada les sobra, donde es difícil contar con recursos. Entonces muy temprano lo llamé a Wado para que me contara, anoche me avisó Wado del temblor, a las doce y pico de la noche, le pregunté hoy a la mañana Gustavo, inmediatamente me dijo que no había víctimas y eso me tranquilizó, hoy a la mañana le pregunté cómo estaban, me dio el mismo panorama, lo llamé a las siete de la mañana al gobernador Uñac y le dije voy para allá, veamos cómo resolvemos esto juntos. Hablamos con Jorge, que estaba acá, y le dije adelantemos el plan de viviendas para todo el país, que es un plan muy ambicioso que Jorge ha construido, que supone construir 120 mil viviendas en los tres años que vienen en todo el país, pero adelantémoselo ya a San Juan porque San Juan lo necesita, y además adelántenosles los recursos que San Juan necesita para urbanizar muchos de esos barrios precarios que San Juan tiene.
Y allá fuimos a visitar uno de esos barrios y ver el dolor y la fortaleza de esa gente, hoy San Juan dejó dos muestras, una la impotencia que uno enfrenta cuando la naturaleza se mueve y que no puede parar. Ahora: en el 44 San Juan sufrió un terremoto y murieron diez mil personas, y en el 77 San Juan sufrió otro terremoto en Caucete, y murieron 120 tantas personas, y San Juan hoy sufrió un terremoto de similares características y no murió nadie, ¿y saben por qué es eso? Porque los sanjuaninos aprendieron a construir viviendas antisísmicas que les den seguridad a sus habitantes, y eso habla muy bien de San Juan, porque lo hicieron con el correr de los años, y se esforzaron para que eso no ocurra, y pasaron una prueba de fuego, y por eso tienen que estar orgullosos. Y lo que hicimos hoy nosotros fue solamente hacer lo que predico con mi palabra, a la que tanto valor le asigno, este no es el Gobierno de un presidente, es el Gobierno de un presidente y 24 gobernadores, y hoy hubo un gobernador que me necesitó y estuve a su lado para ayudarlo a levantar aquello que la tierra había tirado abajo. (APLAUSOS)

Hoy tocaba que este Gabinete Federal se reuniera aquí en Chilecito, en la hermosa Chilecito, había estado en el año 2005 con Fernando, el Intendentes, y fuimos a la casa de Joaquín V González, y para mí créanme que es un momento de alegría venir a Chilecito, no tienen idea lo que lo disfruto, nadie se enoje conmigo de las otras provincias, pero disfruto mucho. También recuerdo a Las Pirquitas, porque el viejo nos lleva al Portezuelo y a Las Pirquitas. Y esto no es algo que empezó esta mañana, esto es la conclusión de un trabajo de muchos meses, de todos estos ministros, con el Gobernador y sus ministros, tratando de resolver los problemas, de los que nosotros cuando asumimos la campaña presidencial, como bien dijo Wado, yo le pedí a cada gobernador que me dijera los cinco principales problemas que tenían, que nosotros íbamos a ayudar a resolverlos, y estamos cumpliendo con eso, simplemente estamos cumpliendo con la palabra, que la palabra en la política necesita que se resignifique, que entendamos que de una vez por todas que lo que se dice es para cumplirlo, que cuando uno se compromete asume una responsabilidad, y por lo tanto acá estoy, simplemente cumpliendo con mi palabra, que no debería ser motivo de aplauso, debería ser lo habitual, y debemos hacer que se vuelva habitual, que el compromiso asumido simplemente se cumpla.

Esta tampoco es la primera reunión del Gabinete Federal, es la segunda, porque empezamos allí donde el continente se muere en una isla que se llama Tierra del Fuego, esa fue la primera. Ahora estamos aquí acompañando a Ricardo, a todo su gabinete, a cada riojana y a cada riojano, y mañana voy a participar de colado, de la reunión de los gobernadores del norte. Para mí el norte no es cualquier lugar, para mí el norte es una espina clavada en mi corazón, porque he visto caer al norte en la desidia del poder central, en el olvido del poder central, y este norte no es la pobreza que algunos quieren mostrarnos, el norte no es ese norte inviable del que algunos hablan, es un norte maravilloso, que tiene infinita riqueza, que nos convierte en el primer exportador de limones por la producción tucumana; que nos entrega el litio en Jujuy o en Salta; acá, en Chilecito, se fundó la primera sucursal del Banco Nación, porque el Famatina traía la plata que hacía rica a la Argentina, y esa riqueza está acá, en el norte argentino. Está en la belleza, en el cuidado de los bosques, en el desarrollo forestal del Chaco, de Formosa, de Misiones, de Corrientes, allí está, lo único que tenemos que hacer es movilizarlo, darle la oportunidad para que compitan y hagan el mérito de crecer, pero darle la oportunidad, porque si no le damos la oportunidad desde el gobierno central, no es verdad que sea fácil crecer, es mucho más difícil. Pero lo que tenemos que hacer es poner de pie definitivamente, de una vez y para siempre al norte argentino, cuando allá el 10 de diciembre dije que mi deber como gobernante era poner primero a los últimos, también hablaba de ese norte, primero el norte, primero el norte, primero ese norte olvidado, primero ese norte abandonado, primero ese norte al que obligaron a muchos a emigrar de allí buscando una mejor suerte que nunca encontraron en las grandes ciudades, ese norte vamos a construirlo, vamos a construirlo entre todos, porque en ese objetivo no tenemos banderas políticas, todos los que gobernamos, cualquiera sea el partido al que pertenezcamos, queremos que nuestra gente viva mejor, queremos que nuestra gente esté mejor, y nosotros hoy acá, humildemente, empezamos a construir ese norte que nos merecemos.
¡Viva Chilecito, viva La Rioja, viva el norte y viva la Argentina! Gracias