Palabras del Presidente Alberto Fernández, junto al Presidente de Credicop, Carlos Heller, en el encuentro "Credicop y la comunidad"

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Palabras del Presidente Alberto Fernández, junto al Presidente de Credicop, Carlos Heller, en el encuentro "Credicop y la comunidad"

HELLER.- Una aclaración, yo dije que no había invitados porque tenía un secretito y me lo guardé, yo invité a una sola persona, y ahora le voy a dar la palabra, le voy a dar la palabra a mi amigo, al Presidente de la Nación Argentina, Alberto Fernández.

PRESIDENTE.- Hola Carlos querido, un gusto verte, un gusto compartir con ustedes este tiempo, gracias por invitarme, es una buena oportunidad para hablar con la gente de las mutuales, las cooperativas, en un tiempo difícil para la Argentina, difícil por muchos motivos, difícil por cómo encontramos el país; difícil por las dificultades que ese país ofrecía; difícil por la pandemia, que sigue lastimando, sigue lastimando al mundo, sigue lastimando también a la Argentina. Pero siempre es importante reflexionar con el mundo cooperativo, porque al fin y al cabo en el mundo cooperativo confluyen muchas pequeñas y medianas empresas que son los verdaderos articuladores de trabajo y del desarrollo en la Argentina. Así que cuando me propusiste ser parte de este encuentro, inmediatamente te dije que sí, no había ninguna necesidad de pedirme más y de explicarme por qué.
Es una buena ocasión para que todos entendamos que estamos pasando momentos difíciles como cada tanto pasa la Argentina, producto de los que especulan, producto de los que apuestan a que la economía argentina tome un rumbo que es el que siempre quieren, un rumbo donde unos pocos ganan y millones pierden, pero nosotros estamos decididos a que no nos tuerzan el brazo, y vamos a seguir trabajando y vamos a seguir haciendo lo que estamos convencidos, y vamos a empezar a sentir en no mucho tiempo más lo que ya empieza a advertirse, que es que muchas empresas empiezan a recuperar su ritmo y su frecuencia de trabajo; que poco a poco están recuperando las ventas; que el consumo poco a poco va mejorando. Y la Argentina va poco a poco y espero que prontamente, a recuperar ese nivel de actividad que todos deseamos y que objetivamente la pandemita nos impedido lograr. Siempre digo que si alguien me hubiera planteado a mí cuáles eran los problemas que yo iba a tener que enfrentar, hubiera escrito un sinfín de problema as para la Argentina, pero la pandemia nunca se me hubiera ocurrido. La pandemia tiene una característica especial, que es que nos obliga a innovar en un mundo desconocido, definitivamente. Esa innovación en materia económica la hemos visto en muchos lados, no solamente en cómo acrecentamos la ayuda del Estado a los sectores que más padecen, más desguarnecidos, si me permiten el término, sino también cómo garantizábamos que el trabajo formal no cayera y que también aquel que trabaja por su cuenta no se viera tan impactado. La Asignación Para el Trabajo y la Producción, el ATP, fue una solución que encontramos y que la verdad ha dado extraordinarios resultados, a más de 300 mil empresas auxiliamos pagando parte del sueldo de sus trabajadores. Y allí conseguimos algo que tal vez muchos no advierten, y es que prácticamente el nivel de empleo se mantuvo, la pérdida de empleo en Argentina de lo que fue registrada hoy es similar al promedio de la pérdida de empleo en toda Europa, y eso me parece que da cuenta de cómo trabajamos para preservar el empleo registrado. Pero preservamos el empleo registrado garantizando la continuidad de la pequeña y mediana empresa, que en gran número pudieron utilizar y valerse de ese recurso que fue el ATP. Y del mismo modo ayudamos a muchos comerciantes con créditos, y muchos comerciantes accedieron a líneas de créditos a tasa cero, que muchos los empiezan a pagar a partir de enero del año que viene, y de ese modo logramos a muchos monotributistas, a profesionales intendentes, a muchos pequeños comerciantes, a sobrellevar los efectos propios a los que la pandemia nos condenó, el efecto de no poder salir a la calle, de no poder disfrutar la vida tal como la disfrutábamos, la caída del consumo, la imposibilidad también de prestar muchas veces servicios, porque tuvimos que restringir la circulación de personas. Yo tengo la impresión que la Argentina está ya en un punto donde podemos empezar a ver claramente un horizonte de salida, que la vacuna está cercana, que con la vacuna vamos a evitar lo que hoy está viviendo Europa, que es la segunda ola del coronavirus. Cuando yo decía e insistía que el problema no había pasado y que debíamos cuidarnos y que debíamos preservarnos, muchos decían que era una locura mía, que me enamoraba de la cuarentena, que me enamoraba del encierro de la gente, y de lo único que estoy enamorado es de la vida, y lo único que cuido es salud de los argentinos, y la historia me dio la razón, miren los rebrotes que se han observado en Italia, en Francia, en España y en Estados Unidos, y dense cuenta que aquello de lo que yo hablaba no era un acto de prepotencia mía, ,sino que era solamente la lectura de lo que vislumbrábamos ,nada más que eso.
Ahora tenemos el problema en el interior del país y tenemos que ir en socorro de la producción del interior del país, de los que trabajan en el interior del país, de las pequeñas y medianas empresas del interior del país, porque son las que ahora nos están reclamando ayuda. Y nosotros vamos a seguir ayudando, porque el Estado debe estar presente en situaciones como esta. A diferencia de lo que otros creen, que todo lo resuelve el mercado, nosotros creemos que definitivamente que el Estado debe articular políticas para garantizarle escenarios de desarrollo a aquellos que invierten, producen y dan trabajo, esos son siempre pequeñas y medianas empresas, y al lado de ellas tenemos que estar.
Quiero también decir que en todo este tiempo el sistema financiero ayudó mucho, el sistema financiero, el sistema financiero no estuvo ausente, y yo en eso la verdad le estoy reconocido al sistema financiero, porque acompañó dando créditos a tasas bajas y acompañó realmente facilitando el acceso al crédito de muchos argentinos que lo necesitaban.
Quiero Carlos mandarte un abrazo grande y decirte francamente que lamento las cosas que algunos han dicho de vos, son los mismos necios que siempre hablan y comentan, quienes conocemos tu historia sabemos del compromiso que tuviste no solamente al sostener el único banco cooperativo que queda en la Argentina, sino también el compromiso que tuviste con la Argentina y con una Argentina más igualitaria. Así que quiero que sepas que para mí es un orgullo y un honor haber podido participar de este encuentro, quiero dejarles a todos un abrazo grande, quiero mandarte un abrazo muy grande Carlos, y quiero decirles a todos y a todas que cuento con cada uno de ustedes, porque la Argentina que necesitamos en el futuro es una Argentina que necesita del encuentro de todos. Una Argentina donde cada uno siga tirando para su lado ya sabemos cómo termina, nosotros necesitamos de una vez por todas romper la lógica del tironeo al que siempre nos someten los que quieren una Argentina para pocos y los que queremos, por el otro lado, una Argentina donde todos estemos integrados.
No quise estar ausente hoy en este encuentro virtual, te mando un abrazo muy grande Carlos, y un abrazo muy grande a todos los que han participado hoy en este encuentro. Desde acá y a la distancia los abrazo.

HELLER.- Muchísimas gracias Alberto, muchísimas gracias por haber participado, por haberte hecho un lugarcito para estar con nosotros, y sabés de nuestro compromiso con el país, que está más allá de cualquier otra consideración y es nuestra vocación la vocación de todo el movimiento cooperativo, de todas sus ramas, de todas sus expresiones, es justamente ayudar a construir una sociedad más inclusiva, más justa. Te robo un minuto: yo tuve oportunidad de hablar en Naciones Unidas en representación del cooperativismo en un evento internacional que se hizo por el Año Internacional de las Cooperativas, y me habían dado un título que era “Lo pequeño es hermoso”, que es el título de un libro de un autor alemán, que revaloriza el valor de las pequeñas organizaciones frente a las corporaciones, a los monopolios, etcétera. Y yo me permití, con ese grado a veces de osadía que uno tiene, de decir en ese ámbito en Naciones Unidas que agradecía muchísimo la invitación pero que no estaba de acuerdo con el título que me habían asignado, porque yo creía que el gran desafío que teníamos era demostrar que éramos capaces de construir grandes organizaciones conservando el valor de lo pequeño, y que eso era lo que era la cooperativa, no la rueda de auxilio para resolver pequeños problemas, para resolver los problemas de una empresa que quebró y entonces la hacemos cooperativa y damos trabajo, lo cual está muy bien, pero nosotros creemos en la organización cooperativa en toda su dimensión, creemos en una alternativa de participación de los usuarios en la gestión de la cosa pública, y esas son en realidad las grandes organizaciones cooperativas, y ese fue mi discurso en Naciones Unidas, y ese es el sentimiento que nosotros tenemos, y esa es la idea con la que llevamos adelante nuestra gestión, mostrar que podemos jugar en la misma cancha que ellos sin perder los valores nuestros. Nuestra entidad tiene en cada filial una comisión local administradora, tenemos 3.700 dirigentes ad honorem, que participan activamente en esta entidad, y esta entidad compite de igual a igual con los bancos internacionales en tecnología, en amplitud de servicios, y te voy a decir más, generalmente los prestamos más baratos que ellos, porque nuestro objetivo no es el de la máxima ganancia sino el de la rentabilidad mínima necesaria, y con ese objetivo hemos construido esta gran entidad y vamos a seguir trabajando en el futuro, hermanados con la banca pública, con la que tenemos fuertes lazos, con la que tenemos comunes denominadores, por ahí lo estoy viendo a Eduardo Heceker, que seguramente en un ratito lo vamos a escuchar también, el Presidente del Banco Nación, que está en nombre de la Cámara, porque nosotros siempre hemos soñado con una integración de la banca pública y la banca cooperativa, como banca de servicios que tiene en primer lugar en cuenta la necesidad de los usuarios y no la maximización del negocio financiero. Discúlpame el mensaje…

PRESIDENTE.- Fue maravilloso, es una excelente síntesis de lo que debe ser la economía del cooperativismo, porque el cooperativismo no está llamado a cubrir una parte marginal de la economía, el cooperativismo puede ser una forma también de ejercer el capitalismo con criterio solidario, y eso me parece que hay que rescatarlo. Hay enormes entidades cooperativas en el mundo, enormes entidades cooperativas que no pierden este sentido. Pasa que en Argentina es cierto que está visto el cooperativismo como el esfuerzo de unos pocos para luchar contra los más grandes, y la realidad es que en muchos casos así ocurre, que hay unos pocos que hacen un gran esfuerzo para luchar contra los poderosos. A las cooperativas en materia eléctrica o en materia de telecomunicaciones en el interior del país es eso lo que les pasa, luchan contra enormes entidades privadas, con un criterio de solidaridad que es exactamente el que vos rescatás, me gustó mucho esa idea de trabajar pensando en la rentabilidad mínima y suficiente, que es lo que uno quisiera que sea el capitalismo, que no sea un lugar para llenarse de dinero los accionistas, sino para ser parte de una comunidad donde se brindan servicios y se venden bienes ganando una rentabilidad justa y razonable.
Así que Carlos, te mando el más fuerte abrazo, a cada uno de los que participan de este encuentro también los abrazo a la distancia, y un millón de gracias por haberme dejado participar.