El presidente Mauricio Macri en la inauguración de la 133 Exposición Rural de Palermo

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Palabras del presidente Mauricio Macri en la inauguración de la 133 Exposición Rural de Palermo

Buenos días, queridos argentinos. Buenos días. Gracias por este recibimiento, realmente muchas gracias. Querido jefe de Gobierno, gran hacedor, su mujer. Querida gobernadora, lo mejor que le pasó a la provincia de Buenos Aires en los últimos 30 años. Queridos integrantes del equipo. Querido presidente de la Rural, sus colegas. Queridos argentinos. Para mí es siempre muy especial encontrarme con esta maravillosa familia del campo, especialmente por la importancia que tiene en la vida de todos los argentinos.

Mientras hablaba Daniel yo recorría las tribunas y los miraba, y podía fácilmente adivinar que la mayoría de ustedes arrancó desde muy chico a caminar los potreros, recorrer las cosechas, los tambos, los frutales. Y a ustedes no les tengo que explicar la importancia de comprometerse con el esfuerzo personal, la importancia de la cultura del trabajo. Ustedes, sin rezongar, se levantan y arrancan a trabajar antes del amanecer y recorren todo el día. Y para ustedes no hay feriados, no hay domingos, y año tras año enfrentan o heladas o inundaciones, sequías, plagas. Y siempre, siempre salen adelante.

Pero el año pasado no fue cualquier sequía. Fue la peor sequía en 50 años. O sea, la peor sequía en la vida de la mayoría de ustedes. ¿Y qué es lo que pasó? Nos sorprendieron una vez más con una cosecha record en la historia de este país: 147 millones de toneladas. Un año después batían record en el trigo, en el maíz, seguían aumentando las exportaciones de carne de vaca que ya se triplican respecto de 2015, crecían las exportaciones de carne de cerdo, y se recuperaba la lechería. Y todo, que es lo más importante, generando trabajo de calidad en cada rincón del país.

Claramente, ustedes son los protagonistas, una vez más, de este comienzo de recuperación de la vida económica de este país. Y realmente por el ejemplo, por la valentía, por el coraje, por la convicción, les pido que se den un enorme aplauso todos juntos, por favor.

Y quiero decirles que se ve, que se palpa, que no solo ustedes sino que todos los argentinos estamos saliendo de esta crisis que hemos vivido en el último año, más fuertes, más convencidos, porque esta vez nos damos cuenta que, como nunca antes, empezamos a resolver esas fragilidades que tenemos que nos han hecho tambalear tantas veces. Reamente, hoy empezamos a tener bases distintas.

Pero también no me quiero olvidar de los queridos productores chaqueños, de Santa Fe que también sufrieron además una tremenda inundación, y también mostraron un enorme coraje y están empujando para salir adelante.

Ustedes están acostumbrados a todas estas cosas que describí. A lo que no estaban acostumbrados es a estar solos, a que un gobierno se ensañe con ustedes durante años, a un gobierno que ponga trabas, a un gobierno que les puso la pata encima. Y esperaban que eso cambie e intentaron una y otra vez. Y lamentablemente después pasó lo peor que les podía pasar que es que dejaron de esperar. Pensaron que eso ya no iba a cambiar, ya casi ninguno imaginó que tan sólo cuatro o cinco años después iba a hacer un gobierno que los iba a convocar s sentarse alrededor de una mesa para trabajar juntos, para construir soluciones que nos permitan crecer.

Ya ni se pudieron imaginar que un día iban a dejar de presentar siete declaraciones juradas para poder trabajar, y que iban a poder hacer sus trámites en internet, y que iba a haber un gobierno que iba a empezar a invertir en rutas, en autopistas, en trenes para que ustedes puedan transportar lo que producen. O que iban a empezar a ver sus productos en los supermercados más alejados del planeta. Y sí, eso era posible, eso era realmente posible. Hace tres años y medio lo estamos haciendo juntos.

Y lo primero que hicimos fue sentarnos a dialogar para escuchar, ¿para escuchar a quiénes? A ustedes que son los protagonistas, que son los que pueden crear, a ver que necesitaban. Y ahí surgió esta herramienta y surgieron estas mesas de productividad. 55 mesas de productividad que la primera fue Vaca Muerta, pero la segunda fue la de la carne donde yo me siento personalmente con mi equipo y con los cucos, en realidad los ex cucos que eran el SENASA, LA AFIP, el ANMAT, la Aduana. Y ahí estamos, todos juntos alrededor de una mesa, escuchándonos y construyendo soluciones concretas para poder crecer.

Y ahí lo primero que empezamos a trabajar, y con mucho éxito, fue en simplificar, en sacar trabas, en transparentar los procesos. Y ahí bajamos de siete declaraciones juradas por año a una, y ahí dejamos de necesitar subirnos a la chata para hacer kilómetros, perder horas para llevar y traer un papel del SENASA. Todo se hace en forma digital porque ese tiempo no lo tienen que usar para ser cadetes del Estado, lo tienen que usar para producir, para crear. Ese es el valor de su trabajo.

Y como se ha dicho, y lo tenemos que reiterar todos los días, nuestro eje está en exportar. Entonces, pasamos de esa pesadilla de los ROEs a la VUCE (la Ventanilla Única de Comercio Exterior) y al Exporta Simple. Todo hecho en forma digital, menos tiempo, menos costos, más transparencia. Y pasan cosas lindas todos los días gracias a eso, como Las Chilcas, una pyme familiar del norte de Córdoba que hace un par de años empezó a exportar cerdo a Hong Kong, al África, a Rusia, cuando antes nunca lo había imaginado poder hacer.

Y también, en esto de trabajar en equipo, nos ocupamos de nuestros queridos camioneros que, aunque parezca increíble, por cada tres horas que viajaban, se pasaban siete horas haciendo cola para entrar al puerto. Hasta tres días de demora para entrar al puerto a descargar, con problemas de costos, de inseguridad. Y todas estas soluciones las construimos en estas mesas donde nos escuchamos, como la foresto industrial, la de los cítricos. Otro ejemplo, en la mesa del sector lácteo generamos el SIGLEA, que cada día transparenta más el precio de la leche para que nunca más nuestros tamberos vuelvan a perder.

Pero, no era sólo cuestión de simplificar, de sacar las trabas, de transparentar. Había que ponerse a construir infraestructura, a conectar a este maravilloso país. ¿Para qué? Para que ustedes pudiesen transportar lo que producen. Y encaramos el plan de infraestructura más ambicioso de nuestra historia, y en tres años y medio hemos puesto en marcha más que en los últimos 65 años, para que todos los productores tengan las mismas oportunidades.

Y ahí vino la revolución de los trenes, las rutas, las autopistas, los aviones, los aeropuertos, los puertos, empezando por el Belgrano Cargas que ya está llegando a las 6 millones de toneladas transportadas cuando iba rumbo a la desaparición. Eso son muchos productores que han subido ese trabajo a ese tren para llegar a otras regiones del país y al mundo.

Y cuando vemos autopistas, logramos terminar la Circunvalación de Rosario, con lo que significa para la conexión Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires. Lo que les cambió la vida a los camioneros de Firmat, de Casilda, de Salto. El bypass de Luján, ver cómo avanzan las autopistas de la 3, de la 5, de la 8, de la 7 para cuidar la vida de los argentinos y que podamos transportar cada día más producción. Y aprobamos los bitrenes que duplican la capacidad de carga y bajan 30, 40 por ciento el costo del flete. Los escalables. Todas herramientas que intentan ayudarlos a crecer.

Pero, como decía el presidente Pegrina, también es tan importante o más hoy que la conectividad física la conectividad virtual. Y cuando llegamos, en la Argentina había solamente el 16 por ciento del territorio cubierto con 4G. Hoy tenemos el 72 por ciento y para fin de año tendremos el 80 por ciento de la Argentina con 4G. Y ustedes saben ahora que pueden hacer los trámites a distancia de importancia. Y más la importancia de que sus hijos en las escuelas rurales reciban las mismas oportunidades, la misma calidad de educación, que gracias a ARSAT ya están conectadas 3.600 escuelas rurales con una calidad igual a la de las mejores ciudades.

Y otra buena noticia, acá con Andrés hemos adjudicado ya 120 áreas de la nueva banda, 450 Mhz, que va a pegar un salto gigantesco en la calidad de la conectividad en todas las localidades pequeñas y las áreas rurales. Y esto va a fortalecer fuertemente esta agricultura de precisión. Esto va a ser un fuerte salto tecnológico para toda la Argentina.  

Pero todo esto, y podríamos seguir listándolo con decenas de ejemplos, por suerte, porque tenemos miles de obras en ejecución, y miles de obras terminadas ya, no tendrían o no hubiesen tenido sentido si hubiésemos seguido como hace cuatro años, aislados del mundo, encerrados, estancados, llenos de miedos y complejos. Pero, por suerte, o no, por convicción, decidimos cambiar, decidimos creer en nosotros mismos, en lo que podemos hacer, y que hay un lugar en el mundo para lo que hacemos los argentinos, porque hacemos cosas de calidad. Y nos comenzamos a integrar, y hoy ya hemos abierto más de 200 mercados. Y, por eso, como Presidente tuve el orgullo de, con Luis Miguel, ir a un supermercado japonés y ver el dulce de leche argentino, la miel, el langostino, la carne, los vinos. Y vemos la cereza llegando a China, además de toda la carne que nos compran. Vemos a Japón consumiendo la carne de la Patagonia por primera vez en la historia. Vemos la miel, la nuez pecan, los cítricos en Brasil. La nuez pecan también en Holanda, en Arabia Saudita. Y no paramos porque ese es trabajo argentino llegando al mundo, trabajo regional, trabajo federal llegando al mundo.

Y después de 20 años logramos cerrar el acuerdo Unión Europea – Mercosur. 500 millones de consumidores, 500 millones de oportunidades para generar trabajo para los argentinos. Más pymes, más empresas, más trabajo, más inversión. Y es mentira que eso pone en riesgo al mercado argentino, eso son oportunidades para todos. Tenemos que recordar y mirar porque ya no es opinión, son hechos reales. Los países que mas crecieron en los últimos 20 años son los que más comerciaron. Y la Argentina hace cuatro años era el tercer país más aislado del mundo, solamente superado por Nigeria y Sudán.

También quiero decirles a todos aquellos que están preocupados por este acuerdo Unión Europea–Mercosur. Los sectores sensibles van a tener entre 10 y 15 años para la adaptación que también necesitamos para que una pata muy importante, central en el desarrollo futuro de nuestro país también haga los deberes, que es el Estado, porque cada vez que exportamos algo exportamos un cacho de Estado. Por eso, quiero reiterar lo que ya escuchamos, se tienen que terminar las retenciones a las exportaciones. Es un impuesto que atrasa, que destruye oportunidades, y que lamentablemente en la emergencia tuvimos que volver a tomar en forma pareja y equitativa para todos.

Pero también, como estamos cerca, cada vez que podemos intentamos generar medidas de alivio y liberamos 207 productos de las economías regionales como el arroz, el maní, el pistacho, el ajo para que puedan seguir creciendo y exportando. Y lo antes que podamos tenemos que seguir avanzando en esta línea de un Estado que funcione, que acompañe, que no sea una carga. Porque también, como se dijo acá, ya no es una cuestión de exportar los saldos, el objetivo es exportar cada día más y mejores productos. Y para eso es que estamos trabajando juntos.

Y ahí también necesitamos estar a la altura de los desafíos tecnológicos, de esta revolución tecnológica que se vive en el mundo. Pero la buena noticia es que una vez más el campo esta muy bien parado frente a esto. El campo argentino lidera los desarrollos en agricultura de precisión, y en biotecnología. Solamente, en estos tres años y medio como gobierno hemos aprobado 21 eventos biotecnológicos, el triple de lo que se aprobaba por año en el gobierno anterior.

Y esta capacidad de innovación demuestra que hay una perfecta comunión, conjunción de nuestro desarrollo tecnológico y el espíritu emprendedor del campo. Hay cientos de ejemplos que son impresionantes. Yo les voy a mencionar solamente uno que compartí hace algunas semanas con mi equipo en el Gabinete Ampliado que se lama BeeFlow. Unos emprendedores, unidos, e investigadores del Conicet pensaron y confirmaron que podían entrenar a las abejas para mejorar la polinización. En las primeras pruebas aumentaron el 90 por ciento el nivel de producción. Ya tienen 3 millones de dólares de capital que les han puesto en Silicon Valley porque no sólo están vendiendo este servicio acá, sino en el mundo entero.

¿Se dan cuenta, y hay cientos de ejemplos como estos, se dan cuenta de lo que somos capaces de hacer los argentinos cuando nos dejan crecer, cuando nos sacan la pata de encima, cuando creen en nuestras capacidades? Y no me refiero solamente a la gente del campo. Esto mismo pasa en todos los sectores de la economía, porque también en la economía está afectando positivamente la simplificación, la modernización, la construcción de infraestructuras físicas y virtuales, la integración al mundo. Lo vemos ya en la revolución energética que estamos llevando a cabo en Vaca Muerta y con las energías renovables. Se ve en el crecimiento de la minería, del turismo, de la economía del conocimiento y en algunos sectores de la industria.

Queridos argentinos, la rueda está empezando a girar. Y va a tomar más velocidad cuando salgamos de esta incertidumbre política, cuando confirmemos que vamos hacia adelante y que no volvemos al pasado.

Pero volviendo al campo, volviendo a esta gran familia del campo, la potencialidad de ustedes es infinita. Por lo cual, como Presidente y en nombre de todos los argentinos, tengo que ponerles una vara más alta, un desafío más alto. Necesitamos producir alimentos en el 2030 para 800 millones de personas en el mundo entero, y agregarle valor, y llegar a cada supermercado, y ser cada vez más el supermercado del mundo y generar 1 millón de puestos de trabajo en toda la Argentina. Ese es el desafío que le dejo, esa es la responsabilidad que le corresponde al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Un millón de puestos de trabajo para fortalecer el federalismo, el arraigo en este país y ustedes lo pueden hacer. Estoy seguro de que lo pueden hacer.  

Empezando a concluir, quiero decirles que muchas de las cosas que hicimos en estos tres años y medio no eran las que veníamos a hacer, pero como no estaban hechas tuvimos que hacernos cargo. Para mí es como que nuestro sueño era llegar y trepar una escalera hasta el decimo piso, pero cuando llegamos nos encontrábamos con que estábamos en el subsuelo -10, llenos de mugre, escombro y oscuridad. Nos tuvimos que hacer cargo, pero lo bueno es que ya escalamos hasta planta baja, ya estamos listos para empezar a crecer durante muchos años.

Y es en el momento en el cual necesitamos tener más convicción que nunca de que no vamos a volver atrás. Sobre todo que ahora no sólo tenemos bases más sólidas, y no queremos desaprovechar lo hecho, sino que ha empezado a surgir algo tan importante como todo lo que hablamos antes, que es dinamizador, que es la confianza. La confianza, primero, en nosotros mismos, recuperando la autoestima. Segundo, entre todos, porque necesitamos cada vez asociarnos más, compartir más, que haya más capital humano, mas capital social. Y la confianza del mundo que nos ha abierto los brazos como nunca antes. Por eso, tenemos que seguir adelante, ese fin de año tenemos que aprobar un presupuesto más sano. Más sano significa menos gasto, menos impuestos. Mas sanos significa apostar a formalizar la economía, a trabajo en blanco. Mas sano significa decirles basta alos que se quieren apropiar del trabajo ajeno, a los que quieren sacar ventaja. Basta, basta y basta.

Quiero decirles que si ustedes, durante todos estos años, han logrado todo lo que han logrado, viento en contra en su vida, lleno de trabas, de conflictos, imagínense por un instante lo que podemos lograr los próximos años, ahora, con un gobierno que quiere estar ahí, cerca, trabajando en equipo, ayudándolos. Un gobierno que quiere seguir invirtiendo en infraestructura, que quiere seguir simplificando, que quiere seguir abriéndoles puertas. Imagínense todo lo que podemos cumplir ahora que entendimos definitivamente, todos los argentinos, que no es unos contra otros, o uno u otros, sino que es uno más otro, más otro, más otro. Imagínense todo lo que podemos lograr, ahora, que descubrimos que existía una fuerza que creíamos que no estaba. Es una fuerza imparable que es la de trabajar juntos.

Imagínense todo lo que podemos hacer ahora que vimos el camino que nos lleva al futuro. Y por eso es que queremos confirmar una vez más, ahora más que nunca, que queremos vivir en una democracia de verdad, sin autoritarismos, sin prepotencia, sin mafias, con la verdad sobre la mesa, en un país donde se combate el narcotráfico, donde las obras se empiezan y terminan, donde se recupera la plata que nos robaron con la corrupción.

Esa es la Argentina que queremos, esa es la Argentina que estamos construyendo, porque la Argentina que queremos no está en el pasado, está en el futuro. Y juntos, los argentinos, nos estamos dando cuenta de que somos imparables. Por eso les digo, argentinos, hagámoslo. Profundicemos esta transformación y hagámoslo por nuestros hijos, por nuestros nietos, por nosotros mismos, por este maravilloso país que amamos con locura, porque es nuestro país y lo estamos poniendo de pie, juntos, juntos, como nunca. Vamos Argentina. Vamos Argentina. Viva la Patria. Viva la Patria.

Muchas gracias. Dejo formalmente inaugurada una nueva edición de la Exposición Rural Argentina. Muchas gracias.