El presidente Mauricio Macri encabezó la apertura de una planta de ensamble y montaje de aerogeneradores en la Fábrica Argentina de Aviones

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Palabras del presidente Mauricio Macri al encabezar la apertura de una planta de ensamble y montaje de aerogeneradores en la Fábrica Argentina de Aviones, en la ciudad de Córdoba

Buenos días. Buenos días, queridos cordobeses, Ministro de la provincia, Ministro de la Nación, Presidente de FAdeA, Presidente de Nordex, Intendente de la ciudad de Córdoba y distintas autoridades que nos acompañan. ¿Qué puedo decir más que “gracias” por recibirme una vez más en esta provincia que siempre está tan llena de empuje? Esta es mi visita número 18 como Presidente de la República a la provincia de Córdoba. Es que los cordobeses tienen eso de ir siempre para adelante, de mejorar una cosa y después otra, como pasó con una nueva pista del aeropuerto, que ya está en funcionamiento y listo para acompañar este impresionante crecimiento que hemos tenido en la cantidad de vuelos, más del doble que en 2015.

Así que por eso siempre me dan ganas de venir, una y otra vez. Más todavía cuando se ponen en marcha sueños como este, uno de los grandes sueños que millones de argentinos compartíamos. Ver a esta fábrica argentina de aviones a toda máquina, nuevamente produciendo estos aviones de los que estamos orgullosos.

Pero lo que nunca imaginamos es que, en solo tres años y medio, veríamos a FAdeA, no solo haciendo aviones, sino con capacidad para subir una nueva línea de montaje, como explicaba su presidente, emprendiendo un nuevo proyecto, el de ensamblar aerogeneradores que necesitan nuestros parques eólicos para esta revolución de la energía que estamos haciendo en todo el país.

Así que lo primero es pedir un aplauso enorme para los que hicieron esto posible. Sí, ustedes, hombres y mujeres que en ningún momento bajaron los brazos. También, agradecerle al equipo de Nordex Group. Al ver el compromiso y el potencial que había en FAdeA decidieron instalarse acá con una planta de última generación y lo hicieron en tiempo record. Y tanto que en el mismo día de la inauguración ya tienen listas tres piezas que van a los parques eólicos de Tornquist, provincia de Buenos Aires, y Neuquén, donde, como usted decía, soplan vientos muy importantes que hay que aprovechar. Valga la paradoja en un momento en que estamos construyendo bases para que ningún vientito del mundo nos mueva en el futuro, a la vez tenemos que aprovechar los grandes vientos que tenemos para generar energía, que es parte del proceso que hemos lanzado en la recuperación de Argentina como potencia energética en todo el mundo de lo renovable, que tenemos en este momento 98 proyectos en construcción en todo el país, donde la mayoría son eólicos. Y, ahora, claramente los vamos a aprovechar más todavía porque los parques van a tener que importar menos piezas y vamos a ir de a poquito integrando. Esto es todavía la fase de montaje porque ahora se hacen acá y queremos agregar más cosas con manos argentinas para que, no solo estos 100 argentinos que ya hoy están trabajando y especializándose, queremos que avance en un círculo virtuoso, donde hagamos las cosas cada vez mejor y con la alegría de verlo juntos, ver cómo estos logros avanzan a partir del trabajo en conjunto.

Y, más allá de todas estas buenas noticias, lo que más me impacta de FAdeA es que es la síntesis de lo que está pasando en todo el país. En 2015, encontramos esta fábrica quebrada, con las operaciones interrumpidas. Había pasado de ser una fábrica modelo y un orgullo cordobés y nacional a ser un depósito de chatarra. Y lo peor es que en diez años no habían construido un solo avión. Escucharon bien, en diez años ni un solo avión. Y, de repente, este gigante que estaba moribundo, casi en terapia intensiva, revivió, se llenó de vida y empezó a brillar, y dejó atrás esos diez años de abandono total. En tres años y medio tres aviones Pampa 3, y encima este año vamos a entregar tres nuevos aviones para la Fuerza Aérea. Y, en breve, esperamos tener buenas noticias con muchos amigos latinoamericanos que se están interesando de las prestaciones y la calidad que le puede dar este avión que hemos diseñado los argentinos. Y, además, ya entregó el tercer Hércules mientras trabaja en la modernización de dos Hércules más, y también ahí puede ser una pata de trabajo con otros Hércules que andan por Latinoamérica. Y empezó, como decía el Presidente, a prestar servicios de mantenimiento a compañías aéreas como LATAM, FlyBondi, Andes y otras tantas. Y también en esto es tan solo el principio porque cada vez se percibe que son más las prestaciones que podemos dar desde acá, desde FAdeA.

Y, como si eso fuera poco, ahora fabrica insumos para producir energía limpia. Y pasó de perder plata a lograr este año una cifra récord de facturación en la historia de la empresa. Y la Argentina pasó de contratar servicios afuera a hacerlos acá, en esta fábrica, confiando en el talento y en la mano de obra argentina. FAdeA pasó de ser víctima del oportunismo, del vaciamiento, la desinversión y la mentira a ser símbolo del trabajo, la productividad y a ser un verdadero orgullo nacional. Para mí, es un orgullo enorme ver a FAdeA de pie. Ver, donde antes había abandono, hoy hay trabajo, trabajo del bueno, trabajo del que se sienten orgullosos todos ustedes. Hoy, una fábrica viva, con menos déficit, que usa más componentes nacionales y avanza hacia el equilibrio, la eficiencia y el trabajo de calidad. Y, por si esto fuera poco, hoy hay muchas PyMEs cordobesas que se desarrollan y crecen, día a día, de la mano de esta fábrica.

La pregunta es ¿cómo pasamos de la fábrica de chatarra a este gigante imparable? No fue haciendo magia, fue confiando, fue apostando a nosotros mismos, a creer en nuestro futuro. No nos achicamos, dijimos “acá estamos los argentinos y estamos para hacer las cosas bien”. Y esto no es una experiencia aislada. Pido disculpas porque llegué un poco tarde porque me apasioné, no solo con los vecinos de Los Cóndores, que ven cómo el rebote del campo, después de esta sequía tremenda que sufrimos el año pasado, está volviendo a mover toda esta maquinaria del país, sino que antes estuve en la Central Embalse, y estuve hablando con todos los ingenieros que hicieron un trabajo importante. Lo que llaman PEV, que es un Proyecto de Extensión de Vida de la central, porque se habían cumplido los 30 años, y liderado por ingenieros, técnicos argentinos, le extendimos la vida a la central entre 25 y 30 años más en tiempo, presupuesto. Y el orgullo que había en todos ellos por la tarea realizada. Y lo más importante es que esta es la tercera central que se le extiende la vida, y la última que lo ha hecho con avances que nunca antes se habían hecho, y renovando y mejorando equipos que en las otras dos centrales nadie se había animado a hacer. Todo con desarrollo argentino en combinación con empresas del exterior. Y, ahora, hay más de diez centrales con la misma tecnología CANDU que tienen que renovarse. Y, ¿saben qué? Son millones de horas potenciales de trabajo para argentinos, para esos argentinos que hicieron ese trabajo en Embalse, demostrando que podemos competir con los mejores del mundo, señores, que no es una casualidad, que está en nosotros.

Por eso, hoy, más que nunca, digo que el camino es este, el de hacer las cosas bien, el camino hacia adelante y nunca más hacia atrás. Nunca más hacia atrás.

Hoy, de vuelta, quiero decirles, como hace poco se los dije, felicitaciones a toda la familia de FAdeA. Gracias a Nordex Group por confiar y sé que es el principio de algo mucho más importante. Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando juntos porque hay mucho, mucho por hacer.

Muchas gracias a todos.