El presidente Mauricio Macri, en la 24° Conferencia de la Unión Industrial Argentina

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PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN LA 24°CONFERENCIA DE LA UNIÓN INDUSTRIAL ARGENTINA, PARQUE NORTE, CABA

 

(…) porque significa que estamos juntos para dialogar sobre la importancia y el peso que tiene en el futuro de los argentinos la industria. Pero este año tengo una duda, presidente, si es esto sólo o lo organizaron este día para festejar el cumpleaños del ministro Sica, porque es justo el mismo día y me parece muy bien.

Pero quiero arrancar diciéndoles que ayer les hablé de las dificultades, que estamos atravesando, de las tormentas que se desataron, en los últimos meses, y que nos trajeron tanta incertidumbre. Pero antes de recorrer eso, o sea sin negar las dificultades, estoy convencido de que cada obstáculos, que superemos es una oportunidad para salir fortalecidos y crecer, para crecer y madurar. Porque los argentinos sabíamos – cuando decidimos este cambio – que nos esperaba un camino largo, con muchísimos desafíos y en ese camino también es importante valorar lo que logramos, hasta ahora.

Pensemos en los productores de las economías regionales, que llegaron a mercados que nunca había imaginado; las fábricas que – en estos dos años y medio – vieron abrir una nueva planta, una nueva nave; los emprendedores que están exportando por primera vez y los productos, que hoy se trasladan por rutas y autopistas, que antes no existían. Pensemos – por ejemplo – en Toyota, que fabrica una camioneta cada 90 segundos y lo que vamos a lograr dentro de poco y para exportar a toda América latina, o en Arcor, que es nuestra empresa argentina con más mercados abiertos; o en una algodonera catamarqueña, que visité que tiene 330 empleados y una planta, en obras, para ampliar la producción. Y podríamos nombrar millones de ejemplos, que seguramente ustedes han recorrido, en estos días.

Entonces, digo ¿cómo no vamos a confiar en el futuro, que estamos construyendo? Y coincido en todo su discurso, presidente Acevedo, en todo, porque recordemos, que durante muchos años, yo estuve sentado ahí, donde están ustedes ahora y sé lo que es aspirar a más, a tener ganas de crecer, de invertir, de tener reglas claras y apostar al futuro.

En estos dos años empresas en todo el país invirtieron en maquinarías, tecnologías, mejoramiento de procesos; en 2017 hubo récord de incorporación de bienes de capital, récord de nuestra historia. ¿Y esto qué significa? Significa que hoy tenemos empresas mejor preparadas para ser más productivas, pero queremos que sean muchas más las empresas que multiplican su potencial y tenemos la determinación de hacer lo que haga falta para retomar el camino del crecimiento.

La industria lo merece y queremos impulsarla, para que sea uno de los grandes motores de nuestro país. Porque todos compartimos el mismo sueño, que es generar empleo, tener Pymes y grandes empresas trabajando de la mano en todo el territorio nacional; es fortalecer las cadenas productivas y que el Estado – como usted dijo – y las empresas industriales tengan una misma agenda de productividad. Queremos que en cada pueblo haya una industria que de trabajo, y que sea la base de la movilidad social ascendente. Y también queremos – porque usted lo mencionó – que en este siglo XXI, que está cambiando toda lógica del trabajo, y ese es el tema del G-20: el futuro del trabajo, que la industria y los servicios se integren permitiendo que entremos de lleno en la industria del 4.0.

El sueño es que, sin miedo, veamos juntos la región y el mundo como una gran oportunidad y que nuestra industria nos siga dando el orgullo de ser la protagonista, del siglo XXI, como fue protagonista en el siglo XX. Por eso, en primer lugar, venimos batallando, hace dos años y medio y estamos avanzando hacia el equilibrio de las cuentas públicas. Porque está claro, creo que está clarísimo que cualquier estrategia de desarrollo sostenido, en el cual podemos creer, empieza por el equilibrio fiscal. Entre otras cosas bajar el déficit es la manera de atacar la inflación, este cáncer con el cual hemos convivido más de 70 años. Y bajarla para siempre porque es la única manera de lograr que las grandes empresas – y especialmente las Pymes - puedan acceder al financiamiento que necesitan para crecer. Porque la inflación crónica, que arrastramos hace años – entre otras cosas – impidió que se desarrolle un sistema financiero sólido, que potencie el sistema productivo. Y esto se ha repetido a lo largo de la historia: las tasas altas; el problema de la cadena de pagos.

Tenemos claro, yo tengo claro, cuál es el camino para salir de esta tormenta y estabilizar la macroeconomía y estamos trabajando en eso: aprobar un Presupuesto equilibrado y sumarle un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y con la suma de las dos cosas poder dar certidumbre sobre el programa financiero del Estado argentino del 2019. Y ahí sí poder retomar el financiamiento externo para volver a retomar la senda de inversión, que se había iniciado fuertemente, en la Argentina, en el 2017. Ese es el único camino, no tenemos otro. Entonces, basta de pensar en soluciones mágicas, basta de creer que solamente es cuestión de nombres o de formas; tenemos que hacer los deberes, los argentinos tenemos que hacer los deberes. Hay cosas que nadie en el mundo, por más apoyos que nos estén dando, va a hacer lo que es nuestra tarea.

Pero también hay otras series de medidas, que son fundamentales para impulsar la industria competitiva. Y muchas de ellas ya la venimos promoviendo, como las mesas sectoriales, en las que yo mismo participo. Hoy tuve la de Foresto-industria y realmente han sido una experiencia maravillosa, muchos de ustedes han participado, porque nos reunimos: gobierno nacional, provincias; hoy estaba la Mesopotamia, más la provincia de Buenos Aires, docentes, las agencias, las empresas, los gremios y todos pensando en cómo podemos remover los obstáculos, que hemos creado durante décadas, en un espíritu – francamente – autodestructivo.

Y la verdad que nos ha ido muy bien, empezamos con Vaca Muerta, que usted la mencionó, que claramente no sólo es la base para generar dólares, es mucho más importante, es la base para que todos ustedes vuelvan a tener energía, a los precios más competitivos en el mundo y así agregarle valor a estás materias primas maravillosas, que tenemos. Pero también hemos hecho con el sector automotriz, la pesca, la carne, la biotecnología. También avanzamos mucho – todavía falta muchísimo más – en simplificar trámites y procesos que dé vuelta a este sistema dañino que quitaban tiempo, capacidad de acción y crecimiento en las empresas. Estoy hablando que, con toda la reducción de trámites, que llevamos al presente ya les ahorramos más de 20.000 millones de pesos y tiempo, que en lugar de dedicarlo a hacer trámites pueda usarse para lo que más saben hacer, que es crear e innovar.

Y también apostamos a las obras de infraestructura, que no sólo potencian la industria, sino que nos permiten llegar más lejos con lo que producimos; ya avanzamos con miles de kilómetros de rutas y autopistas, con el Belgrano Carga, con puertos y aeropuertos, de donde salen nuestro productos y además por los que llegan cada vez más turistas, que van a ayudar a fortalecer la actividad interna.

Pero en otro plano, recordando las cosas que hemos hecho, desde el primer día nos comprometimos también con la verdad y la transparencia; abrimos los procesos de licitación, las obras y los datos para que estén al alcance del que quiere saber cómo se hacen las cosas, para que sepan todos los argentinos qué se hace con su dinero, porque no da lo mismo. Desde que las licitaciones son transparentes el costo de las obras bajó un 40 por ciento, es decir que en años anteriores se gastaron miles y miles de millones de pesos de más. Imaginen todo lo que se podría hacer con ese dinero y cuánto lo necesitamos en este momento.

Por eso no hay duda, que estamos cambiando, lo estamos haciendo de raíz, sin atajos, sin corrupción, que en este último tiempo alcanzó dimensiones, que parecen de ficción, corrupción que nos impactó a todos y también profundizó la desconfianza de la comunidad internacional, en la Argentina. Porque algunos se equivocan y llegan a creer que todos los argentinos somos así y no es así, se equivocan; hay políticos de todas las tendencias, hay empresarios, sindicalistas, artistas, jueces, argentinos honestos que creemos que llegó el momento de superar el pasado y de tener el país que merecemos, con leyes que se respetan y con una verdadera competencia, que dignifica. Este momento es una enorme oportunidad para todos ustedes, para hacer las cosas bien, con transparencia, porque ahora hay un sistema honesto, basado en la verdad y la buena fe de la gente, que quiere ser parte de un país más justo.

Para adelante y - como vieron hoy con el ministro Sica – tenemos en marcha una agenda de competitividad que incluye, entre otras cosas, la baja de impuestos distorsivos; la creación de nuevas empresas; reducir la informalidad; capacitar para empleos que todavía no existen y claramente el fortalecimiento del mercado interno y la integración al mundo para fomentar la cultura exportadora.

Sin dudas, que tenemos un gran futuro por delante, pero claramente hay una transición que nos toca atravesar, nos toca ser la generación que realmente encare los temas de fondo. Por eso esto es una transición y una emergencia y en este contexto es que les pedí a quienes tienen más capacidad para contribuir, que son aquellos que exportan, que su aporte sea mayor. Claramente les estoy pidiendo que hagan el mayor aporte, sabiendo – porque lo vengo diciendo desde el primer día de ser presidente y desde antes de serlo – que este no es un buen impuesto, es malo, malísimo y va en contra de lo que queremos fomentar. Pero les pido que entiendan que se trata de una medida transitoria y excepcional. Este es un momento en el que todos estamos poniendo el hombre y su aporte es fundamental para que, juntos, podamos seguir adelante.

Y lo que están haciendo es acompañar, especialmente, a aquellos más débiles, a aquellos que más lo necesitan y yo, en nombre de todos ellos y de todos los argentinos, se los quiero volver a agradecer.

Y también quiero decirles, autoridades de la Unión Industrial Argentina y a todos los que representan los distintos sectores de la producción, que esto también es una oportunidad para ustedes, porque les da una enorme autoridad, porque están haciendo un gran aporte, autoridad para decirnos: “nos queremos sentar a la mesa, queremos que realmente de una vez por todas la Argentina tenga un presupuesto equilibrado”, y no para un par de años, sino para siempre. Así que yo les digo: “bienvenidos a sentarse y batallar para que arreglemos este tema de raíz”.

Y también quiero agradecerles a todos los dirigentes políticos, no sólo de Cambiemos, sino de todos los partidos, que acompañan la gobernabilidad, porque ponen a los argentinos por encima de los intereses personales.

Este es un momento histórico, es un momento único, en el cual llegó la hora que todos demostremos que tenemos las agallas, que tenemos la convicción, que tenemos la fuerza, que tenemos el temple para cruzar al otro lado, para – definitivamente – dejar atrás 70 años de frustraciones, 70 años de engaños, 70 años de nunca discutir sobre el fondo de la cuestión. Y esto no es un cambio que lo logra un gobierno o un presidente – se los dije, desde el primer día – este es un cambio que lo logra el conjunto de la dirigencia de un país y una masa importante de argentinos comprometidos, comprometidos desde su trabajo, desde su esfuerzo, desde ese hombro que están poniendo y yo siento que llegó la hora, yo siento que llegó de que momento en que demostremos que vamos a dar vuelta a la página y que esta vez, de verdad, y no hay lugar para timoratos, hay que enfrentar la verdad, ponerla sobre la mesa y resolverla requiere de hombría y eso es lo que siento que los argentinos tenemos y que tenemos que poner, en este momento.

Muchas gracias y feliz día para todos. (APLAUSOS).