El presidente Mauricio Macri en la cena de gala de la Cámara de Comercio de Estados Unidos

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PARTICIPACIÓN DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN LA CENA DE GALA DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE ESTADOS UNIDOS

 

MODERADOR.- Buenas noches a todos, señor Presidente, es un orgullo como Presidente del AmCham y como amigo tenerlo acá hoy. Realmente 100 años no se cumplen todos los días, así que muchísimas gracias por estar con nosotros.

Yo quiero compartirles que yo también soy ingeniero civil, estudié con el Presidente la carrera, preparamos algunas materias juntos, algunas nos fue bien, otras no tan bien, pero la pasamos muy bien. Y yo siempre digo que él estudiaba lo que había que estudiar, no más, no menos, y con eso le daba bien para pasar bien. A mí me costaba más, o sea lo mío era más pico y pala, pero la verdad que la pasábamos muy bien en esos años y terminamos bien la carrera.

PRESIDENTE.- Buenas noches a todos, lo que dijo el señor Aguirre es falso (RISAS). Yo muchas veces le erraba en lo que había que estudiar, en la cantidad y me comía bochazos; él jamás, él estudiaba todo, pero la vida nos encontró en ese lugar y nos vuelve a encontrar en el debut como moderador- periodista del ingeniero Aguirre, y vamos a ver cómo anda.

MODERADOR.- Después me va a tomar examen. De vuelta: muchas gracias por venir y nosotros estamos realmente muy contentos, yo le comentaba recién al Presidente lo que es la AmCham, el orgullo que tenemos todas las empresas americanas que trabajamos en AmCham, pero somos argentinos que manejamos nuestras empresas americanas y hemos estado en el país; en muchos casos hay empresas de más de 70, 90 y 100 años en el país.

Pero yendo a los temas que nos interesa conversar, primero quisiera hacerle algunas preguntas, nosotros tuvimos un foro de negocios ayer muy interesante, donde mucha de la gente que está acá participó, donde hablamos de futuro, hablamos de los próximos 100 años. Si bien estamos muy orgullosos de los 100 años pasados, pero creo que la transformación que está viviendo el mundo y la transformación que está viviendo la Argentina nos obliga a pensar en el futuro. Entonces me gustaría preguntarle primero, ¿cuál es su visión de futuro? ¿Cómo ve que nosotros los empresarios tenemos que trabajar juntos, sector público, sector privado, para poder construir ese futuro, que es realmente lo que necesitamos como Nación?

PRESIDENTE.- Yo diría que la Argentina está claramente un momento histórico, porque los argentinos hemos madurado, hemos entendido de golpe que tenemos que volver a nuestras fuentes, a lo que nos inculcaron nuestros abuelos cuando inmigraron a este país: que es la cultura del trabajo, del esfuerzo personal, de ser protagonistas. Y por eso produjimos un cambio en democracia que prácticamente nadie en el mundo nos daba esa posibilidad que sucediese, y eso es algo sólido.

Este no es un cambio económico, lo he dicho muchas veces, es un cambio cultural, porque se basa en estos valores, y el pueblo argentino lo entendió. Uno habla con la gente esa que se levanta todos los días a remarla a las 6 de la mañana, toma el trasporte público, trabaja y nunca falta, y dicen “yo quiero este camino, quiero una sociedad en la cual aquel que se rompe el alma es al que le va a bien, no al que busca el atajo, el parche, la mentira”. Y también hemos entendido que no es un camino fácil, lo hemos vivido hace 15 días, hace 15 días tuvimos un aumento de suma tensión ¿Por qué? Porque más allá de todo esto que sentimos y que queremos poner sobre la mesa, que se canaliza en cosas concretas que ustedes saben sector por sector -y tal vez hablemos de algunas de ellas- que existen que son reales, hoy heredamos una situación que nos genera una enorme dependencia, que es que tenemos un Estado que gasta mucho más de lo que tiene, y un Estado que ya nos cobra impuestos por demás: impuestos distorsivos, impuestos que gravan, atacan la creación de empleo. Entonces tenemos que resolver esto, porque si no la dependencia de mercados mundiales más volátiles que nunca, que por conflictos bélicos, por el terrorismo, por cambio de políticas comerciales como la que se están viviendo en el mundo, la tensión comercial por aumento de la tasa de interés de Estados Unidos, todas esas cosas afectan por supuesto a los mercados emergentes, y aquel que más dependiente es, más vulnerable es.

Por eso tomé la decisión hace 15 días -que ya venía madurando porque ya se veía venir este cambio de mercado, por eso salimos el 3 de enero a financiar una gran parte de lo que necesitamos para el año, pero igual el mercado fue cambiando- de decir que queremos trabajar también como una institución seria como es el Fondo Monetario Internacional, que nos da una oportunidad de planificar bien este gradualismo que vamos acelerar hacia el equilibrio macroeconómico. Equilibrio macroeconómico que es una condición necesaria pero no suficiente, y ahí es donde está la importancia del sector privado es absoluta, porque la Argentina viene de años de no generación de empleo privado. Artificialmente se crearon puestos públicos para hacernos creer -como tantas cosas que hacía el populismo- que había un movimiento positivo en una sociedad que estaba estancada. Entonces hoy necesitamos ese equilibrio para sacarle esa mochila que cada laburante tiene todas las mañanas, y que es como ponerse pesas de diez kilos cada uno, veinte kilos, en sus espaldas y salir a trabajar, porque es como una carga que nos lentifica, que nos aleja del crédito, crédito que es tan importante: si hay algo que le falla al sistema productivo argentino es que no hay crédito.

Entonces hoy tenemos miles de pymes -que yo las visito semanalmente-, jóvenes y no jóvenes, talentosos, con ideas, con ganas, pero todo lo tienen que hacer con el manguito que van juntando, con el ahorro que tienen en alguna media en el cajón, porque no tienen acceso al sistema financiero: solo el 13 por ciento de las compañías en la Argentina acceden al crédito, eso es una locura. Y eso tiene que ver con la inestabilidad macro de un Estado que te aplasta, que te estafa sistemáticamente. Entonces es condición necesaria fundamental para crear el marco, las reglas, la previsibilidad que el sector privado necesita para desarrollarse; y cuánto más débil, más chica es la empresa, más necesita de eso. Porque las grandes empresas que están acá siempre tienen una casa matriz que las puede bancar en la mala y en la buena intenta que le devuelva lo que le prestaron; pero cuando una empresa está dando sus primeros pasos eso es fundamental.

Entonces creo que ahí hay un campo de enorme potencial, la Argentina nunca ha tenido acceso a eso, el primer acceso a créditos que tuvimos fue al año pasado después de muchos años, y fue el año récord en nuestra historia de importación de bienes de capital, récord de nuestra historia. Importaron todos, todo tipo que tiene un pymes se compró una máquina a crédito para innovar, para cambiar de tarea; hasta empezaron a hacer una shift de actividad porque ven que en algunas cosas no son competitivos y empiezan a pensar en qué van a ser competitivos, en una Argentina que también, especialmente los jóvenes, han entendido que tenemos que ser parte del mundo, no podemos seguir aislados, aislados nos llevó a un tercio de los argentinos en la pobreza. Entonces creo que ahí hay una tarea enorme

Y también una tarea enorme en batallar por estos valores y por estas referencias o herramientas claves. El sector privado -y una Cámara como AmCham por la importancia que tiene- tiene que reclamar, así como se expresaron claramente a favor de que hay que regularizar el sistema tarifario, porque sin energía ninguno de ustedes puede trabajar, puede vivir y el país iba rumbo a quedarse sin energía; hoy lo hemos revertido y estamos produciendo, hemos cambiado la curva de declinación de gas por una que ya empieza a crecer mes a mes, así que en pocos años vamos a estar integrando nuestra matriz energética con Chile y tal vez con otros países limítrofes. Entonces creo que tenemos que todos batallar por reclamar normalidad, por reclamar responsabilidad a nuestros dirigentes, que no se pueden sancionar leyes que destruyen un presupuesto que se acaba de aprobar hace cinco meses, seis meses: eso es justamente destruir el empleo futuro.

Entonces nuestros legisladores, nuestros diputados, nuestros senadores, tienen que entender que tenemos que ser previsibles, confiables, todo en la vida se basa en la confianza. Ustedes tienen las responsabilidades que tienen porque hay gente que se las ha confiado, y la confianza se logra en una trayectoria de hacer las cosas en forma previsible; y sobre todo en las malas, porque en las buenas somos todos unos fenómenos, pero en las malas no caer en manotear cosas que no te corresponden, no en hacer trampa, mucho peor siendo el Estado, y lo hemos vivido.

Creo que hay mucho para hacer sector público y sector privado, mucho, y este Gobierno lo que busca es justamente generar espacios de trabajo, espacios de trabajo en equipo, las mesas productivas buscan eso, por sector yo participo en muchísimas, y la verdad es un insumo maravilloso para nosotros, para que entendamos de qué manera podemos facilitarles el trabajo para que ustedes puedan crecer. Porque lo que también hay que entender es que la política no genera la riqueza, la riqueza la generan los ciudadanos. Nosotros tenemos que arbitrar para que haya una competencia sana, para que haya buen acceso a la Educación Pública, a la Salud Pública, a la seguridad, que se paguen los impuestos -ahí está el nuevo responsable de la AFIP, Cuccioli, así que cuidado que tienen que estar todos al día-.

Así que creo que el camino que estamos recorriendo siempre supimos que no era fácil pero es el correcto, y hay que disfrutar de cada paso que damos todos los días, y tratar de ayudar a que los argentinos veamos el vaso medio lleno. Porque también tenemos una deformación de que es inteligente el que es crítico, y ya sabemos todos los problemas que tenemos, justamente yo soy el Presidente que les digo pongámoslos todo sobre la mesa; pero también démonos entusiasmo y ganas valorando las cosas que vamos consiguiendo, porque hemos conseguido muchas en estos dos años y medio, por algo el mundo nos apoya como nunca antes en nuestra historia: se están yendo los cancilleres que acaban de estar acá y han de vuelta ratificado la enorme confianza en el proceso que estamos recorriendo los argentinos.

MODERADOR.- Muchas gracias. Presidente, los que lo conocemos, sabemos que usted viene del mundo del deporte, del fútbol, de su propio equipo de fútbol “Los Cardenales”, en los tiempos de la facultad, hasta Boca. Justamente la pregunta es el tema del trabajo en equipo, sabemos que usted valora muchísimo el trabajo en equipo, nosotros somos convencidos -así como hablamos ayer- que la tecnología es disruptiva y está cambiando el mundo, si hay algo que no cambia es el trabajo en equipo y la fuerza y la potencialidad que da trabajar en conjunto. Y quiero hacerle un reconocimiento porque realmente la nueva Ley de PPP que se aprobó el año pasado y la nueva licitación que se abrió la semana pasada, realmente muestran un gran trabajo en equipo entre el Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Transporte, no solo a nivel de los ministros sino al nivel de los equipos. Realmente los que lo vimos de este lado, como a los constructores, vimos una coordinación, un trabajo en conjunto con las cámaras, con las empresas, para evacuar todas las dudas y creo que el resultado está a la vista. Pero volviendo al trabajo en equipo: ¿qué nos pediría a los empresarios para poder estar más cerca del Gobierno y poder desarrollar esa sinergia, que es tan necesaria para poder ayudarlos y ayudarnos a nosotros mismo?

PRESIDENTE.- Coincidimos plenamente en que nada se logra si no hay equipo, todas las cosas que he podido hacer en la vida han sido en base a compartir una visión, una misión, una mística, con la gente que convoqué. Y yo siento hoy realmente que el equipo de Gobierno está más afianzado, por eso pudimos navegar este momento de turbulencia, que cada ministro conoce mejor su tarea. Era muy difícil desembarcar en una Argentina que bajo el lema de “queremos un Estado más presente”, se había destruido el Estado, ni siquiera había sistemas de información: realmente era tomar un avión en pleno vuelo sin ningún instrumental. Y hoy ya tenemos muchísima información, ya hemos mejorado más de 20 posiciones en ranking de transparencia mundial en base a justamente dar acceso a la información.

Pero claramente es fundamental que el sector privado ponga ritmo, que nos exija, que realmente se suba a la batalla diaria de la productividad, de la competitividad. Yo entiendo que estuvimos como doce, trece años anestesiados, ¿no?, todos ahí anestesiados, controles de todo, un señor les decía cuánto podían vender, a qué precio lo podían vender; el gremio decidía directamente con el Ministerio de Trabajo, o con esa misma persona, cuáles eran los salarios, los aumentos: estaba como neutralizada la conducción de cada empresa.

Pero eso ya pasó, yo todavía noto que yo necesito ese músculo, ese músculo de Argentina necesito yo, los argentinos necesitan, esos que quieren conservar sus trabajos y los que quieren tener acceso a un mejor trabajo, necesitan que los conductores de las empresas retomen esa agenda y den las batallas que tienen que dar. O sea que hay costos en la Argentina que nos alejan de la posibilidad de competir, empezando por el costo de la logística, tenemos de las peores logísticas de América Latina: hay muchísimo para mejorar. Estamos hablando del acceso a los puertos, del acceso a los trenes, al camión, los aeropuertos, todo eso que estamos intentando mejorar con el Plan de Infraestructura más importante de la historia, que realmente las PPP van a ser una gran-gran herramienta para dinamizarlo. Pero también necesitamos que se discutan los convenios laborales, que se plantee que queremos más trabajo y mejor trabajo para la gente, pero para eso cada uno tiene que hacer su trabajo lo mejor posible, no ser una carga para el otro. No hay posibilidad de que podamos progresar si ustedes puertas adentro de las fábricas no logran generar este nuevo compromiso con la mejora continua, y si puertas afuera de la fábrica tampoco están ahí para ayudarnos a dar la discusión de que nuestros puertos no sean los más caros, que nuestros transportes terrestres no sea los más caros porque, insisto: eso penaliza y penaliza sobre todo a la Argentina federal que está más lejos de los puertos. Así que creo que hay ahí un trabajo en equipo para hacer fundamental, y la verdad que es una de las cosas que más me entusiasma, porque tenemos una Secretaría de Simplificación donde está “Pepe” Inchauspe, que tiene una agenda…, ayer vimos 280 proyectos de simplificación, 180 esperamos salir este año, donde en esas reuniones sentamos al “cuco” de la AFIP, al “cuco” de la Aduana, al “cuco” del SENASA, todos los cucos se sientan a la mesa y vienen acá y nos dicen: “no, yo demoro tal cosa y tal otra”.

Yo digo a veces cómo pudo haber habido tanto desarrollo económico en la Argentina con tantos obstáculos, porque hemos tenido actitudes autodestructivas, hemos hecho cosas que no se entienden; registros en cantidades para no sé qué cosa; siete registros para el campo, ahora vamos a tener uno solo. Los embargos que acaba de resolver el Administrador de la AFIP: hoy tenías un problema, te embargaban 200 mil pesos, te embargaban las diez cuentas que tenías por 200 millones de pesos y no podías pagar desde ninguna de esas cuentas. Eso lo pudimos resolver y ya para las pymes eso es un alivio gigantesco. O esos registros industriales que habían inventado los militares, que todos los años había que renovar, porque en aquella época ese general decidió que quería saber todo lo que se producía en la Argentina por si había un conflicto bélico, y nunca más nadie lo modificó, habían pasado treinta años, y había que ir y pagar 8 mil, 10 mil pesos todos los años, y tardaba 7 meses y sin ese registro habilitado no podías sacar un crédito. Está lleno de esas cosas ridículas que son un castigo al que quiere emprender, como era hasta hace poco abrir una Sociedad Anónima acá, podías tardar hasta seis meses; ahora se tarda 24 horas en internet, una Sociedad Anónima Simplificada.

Entonces en ese camino hay muchísimo más para hacer, nosotros lo hemos cuantificado, y creemos que es más de un punto del PIB que le podemos devolver a las empresas, y eso lo podemos hacer -cuando nos vienen a pedir subsidios, más rembolsos, más cosas: no, no hay más ni acá ni en casa, como decimos, estamos teniendo que achicar el déficit-, pero eso sí.

Y ahí también es muy importante que ustedes vengan a decirnos “esto me complica”; no sé por qué también el INTI tardaba -no sé si por ahí me confundo- nueve meses a un año y medio para habilitar el nuevo modelo de una fábrica: ¿cómo puede ser si Volkswagen vende su auto ya en todo el mundo, nosotros tenemos que decirle si lo puede vender en la Argentina? No se entiende. Ahora lo hacemos en días. Ese tipo de cosas son las que tenemos que ir removiendo para que realmente sienta el sector privado que el sector público está ahí para apoyarlo, está ahí para que no tarde 48 horas, 72 horas en salir el contenedor del puerto, que salga en 3 horas, en 4 horas, porque todo eso es costo, todo eso es costo que grava la vida de los argentinas e impide a otros exportar. Y en eso de exportar también es muy importante que viajemos juntos, que abramos mercados juntos, que vayamos hoy a proponerle a China todo lo que podamos exportar: ellos tienen vocación de comprarnos; tenemos que ir a Shanghái, se han anotado todavía muy pocos, queremos invitar a que más empresas vayan y que realmente inviertan, porque necesitamos aumentar las exportaciones, necesitamos estar ahí, y creo que hoy hay buena oportunidad, estamos trabajando Unión Europea-MERCOSUR, vamos a trabajar con Japón, con Corea, con Canadá, después vendrá China, también con la Alianza del Pacífico; en transición no de un día para el otro, porque hay que dar tiempo a que esas productividades funcionen. Pero todos esos acuerdos son siempre a diez años, escalonados, entonces nos da tiempo para que nosotros le saquemos la mochila de encima al sector privado, que ustedes se pongan en estado, que suban a la cinta, corran, que estén muy atléticos y que todos podamos salir al mundo como corresponde.

MODERADOR.- Presidente, cuando planteamos en la AmCham festejar los 100 años más que focalizarnos en los 100 años que pasaron siempre quisimos proyectar los 100 años próximos, que obviamente no vamos a estar, pero claramente la visión de futuro es muy importante. Quería preguntarle, tal vez para ir terminando, ¿cuál es su visión de futuro, su sueño de país para dejarle a las próximas generaciones, que sí van a estar en estos próximos 100 años?

PRESIDENTE.- Tenemos un desafío enorme que es reducir la pobreza y generar libertad en el país; para eso hay una herramienta fundamental que es mejorar la calidad de la Educación Pública, y ahí también hay un espacio para que ustedes nos ayuden, porque hay que recuperar el concepto de que los chicos en la mayoría de los casos se forman para terminar trabajando en alguna empresa; entonces esta dicotomía universidad versus empresa, colegios versus empresa…, escuchamos hace poco cuando en la Ciudad de Buenos Aires se empezó a querer poner estas pasantías, alumnos influenciados por ideas inentendibles, que eso era “una explotación”. Eso nos tiene que entristecer, porque es como que están confundiendo a nuestros jóvenes, alejándolos de ese futuro que todos queremos que tengan. Entonces creo que ahí es muy importante, así como decimos competitividad de las empresas, tenemos que lograr entrar en un proceso virtuoso de mejora de evaluación y capacitación en la Educación Pública, porque ese es el verdadero lugar donde se igualan las oportunidades. Hoy la Argentina está dividida entre los que acceden a la educación privada y los que no, y eso está muy mal, está muy mal porque existen y tenemos muy buenos docentes, y tenemos docentes que entienden que el mundo aceleró, que el mundo incorporó la digitalización, la inteligencia artificial, la robótica, las 3D, y que hay que darles esas herramientas para que ellos las puedan entender; y necesitamos que se abran y se rejuvenezcan, porque cuando uno vuelve a aprender rejuvenece. Entonces ahí es un primer legado que espero que funcione, que realmente entremos todos, hoy la situación es tensa con los gremios, pero los gremios cada vez representan menos a la mayoría de los docentes; entonces tenemos que lograr como sociedad obligarlos a entender que nosotros lo que queremos es darles más herramientas, y que hay que entender que el siglo XXI ya es el siglo de la capacitación permanente. A mí siempre me impresionaba en el siglo pasado que los médicos tenían que estudiar todas las noches, uno veía, tenía un abuelo médico, familia de médicos por el lado materno, y ellos todo el tiempo estudiando. Y ahora estamos igual porque esto va muy rápido, y lo que hay que entender es que no está mal, porque si podés aprender es que seguís siendo joven: esto es fundamental

Y la segunda cosa es que si tenemos éxito, que lo vamos a tener con el Plan de Infraestructura que hemos puesto en marcha, física y la conectividad virtual, que yo espero que se lance una competencia barra inversión entre las operadoras grandes, las medianas y las chicas en todo el país, porque hoy es más importante que las autopistas y los trenes el acceso a internet de calidad, y señal en los celulares que hoy la Argentina ha retrocedido muchísimos años, tenemos de los peores sistemas de 4G, en las Rutas Nacionales se corta la señal: es como increíble. Pero estamos cerca, si Dios quiere, de que el Congreso saque una ley que permita que esta competencia arranque a favor de la gente.

Necesitamos una Argentina federal, mi sueño es que empiezo a ver manchones de cosas que está sucediendo, porque ya no es solamente la pampa húmeda que va a crecer un 50 por ciento la producción de alimentos en los próximos cinco años, sino ya es el norte argentino que va a ser el mayor proveedor de litio en cuatro años, ya hay cuatro, cinco, seis proyectos -uno de un grupo americano- que están lanzados y esto no para, no para y el litio va a ser el mineral más importante, ya hay en minería montones de proyectos avanzando siempre, por supuesto, con el debido cuidado del medio ambiente. Y cuando uno ve las economías regionales, lo que va a pasar cuando terminemos de abrir los mercados de China, de Japón, de Europa, con la fruta, con las hortalizas: estamos hablando de cientos de miles de puestos de trabajo. Y lo que está pasando también no solo en capital, porque antes era solo patrimonio de capital, sino ya empieza a haber ciudades como Tandil, que empieza a parecerse a una sociedad donde “incumban” cosas, y también pasa en el Chaco, en Santa Fe, en Rosario, en Córdoba, en Mendoza: servicios con valor agregado, lo hablábamos hoy cuando me visitaste con tu jefe -lo vi por ahí, sé que no entiende nada porque estamos hablando en español, pero pone cara de “okey”-. (Risas). Entonces el tema de realmente que también somos capaces de eso.

Entonces desarrollando esta forma integral de la Argentina vamos a tener una Argentina verdaderamente federal, porque eso de que todo pasase por Buenos Aires, ¿no?, yo siempre de muy chico, cuando me acuerdo que tenía “veintipico” de años y fui como socio responsable de Movicom -que fue la primera de celulares- a visitar a BellSouth, que era nuestro socio, y fui a Atlanta: ¡yo vi ese aeropuerto!; claro, yo iba siempre a Nueva York, a Los Ángeles, y de golpe en medio de ese aeropuerto, “¿y esta ciudad cómo es tan grande?”, y el tipo me contestó “porque nosotros tenemos no solo a Bell, tenemos a Coca Cola, tenemos a Delta, nosotros una sociedad muy importante”. La Argentina está llamada a ser eso, y ya que tengamos más de siete u ocho ciudades que se conectan directamente al mundo, después de décadas de que el pobre salteño, jujeño, tucumano, rosarino tenía que venir hasta Aeroparque, tomarse un remise, ir hasta Ezeiza para poder ir hacia el exterior…Si la Argentina se empieza a conectar empiezan a pasar muchas cosas, y todo esto está sucediendo, no por nada hace siete trimestres que crecemos, a pesar de que todavía tenemos la mochila y los problemas. Lo que te demuestra que existe la posibilidad de generar empleo de calidad para muchos argentinos, y que ese desarrollo depende del sector privado y de un Estado que realmente haga lo que tiene que hacer, fijando reglas de juego claras y no poniendo trabas. Esto es lo que tenemos que lograr y estoy convencido que lo vamos a lograr.

Así que gracias a todos por los 100 años, gracias por el compromiso con la ética, con la transparencia, con el trabajo integrado con la comunidad que siempre ha tenido AmCham, porque también en un ambiente donde la corrupción es lo que manda, la productividad y el futuro se van por la otra puerta. Tenemos que estar todos muy comprometidos con que realmente trabajemos con las dos manos así, bien transparentes sobre la mesa, y que nunca más la corrupción sea una moneda de cambio entre la política y el sector privado. (APLAUSOS)