El presidente Mauricio Macri inauguró la XI Conferencia Ministerial de la OMC

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PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN LA APERTURA DE LA XI CONFERENCIA MINISTERIAL DE LA OMC, EN EL CENTRO DE EXPOSICIONES Y CONVENCIONES DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

Buenas tardes; bienvenidos a todos a nuestro querido país.

Es una alegría recibirlos en Buenos Aires para esta XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio.

Como decía mi querido amigo Horacio Cartes, Presidente de Paraguay, para la Argentina y para Sudamérica es un hecho histórico que la OMC se reúna en nuestra región a su máximo nivel por primera vez; es una oportunidad que nos permite renovar nuestro firme compromiso con el fortalecimiento del sistema multilateral de comercio, que nos llevará a mejorar la vida de nuestra gente. Por eso quiero agradecerles especialmente a los queridos presidentes de Brasil, Uruguay y Paraguay que hoy nos acompañan, es un claro gesto de apoyo al multilateralismo y al objetivo compartido de construir un comercio justo, basado en reglas claras. Aprovecho, además, para agradecerles a todos los miembros de la OMC por habernos conferido a los argentinos la responsabilidad de organizar este evento en el año del 50º Aniversario de la adhesión de nuestro país al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio que precedió a la OMC. Y Permítanme felicitar al Director General de la OMC, Roberto Acevedo, y a su equipo, por su liderazgo en el proceso preparatorio. Y agradecer particularmente a la Presidenta de la Conferencia, Susana Malcorra, querida amiga.

Por más de veinte años la OMC ha sido una pieza fundamental del sistema de gobernanza económica global; desde su creación el comercio ha sido una fuente central de crecimiento y desarrollo; sin embargo sabemos que los beneficios aún no han alcanzado a todos, y esto ha producido cuestionamientos hacia la globalización económica. Vivimos una época de profundas transformaciones globales, y es responsabilidad de todos afrontar los desafíos del Siglo XXI y convertirlos en oportunidades para un futuro más inclusivo.

La Argentina quiere contribuir a dinamizar el crecimiento, a hacer su aporte y construir consensos para un desarrollo equitativo y sostenible. Creemos que solo se puede lograr trabajando juntos, a través de una mayor interconexión de nuestras economías que promueva la creación de empleo, la educación de calidad, la innovación y la inserción de las pymes en las cadenas de valor.

Esta XI Conferencia Ministerial coincide con una nueva etapa de la Argentina que despierta mucho entusiasmo, porque queremos ser una Argentina confiable, productiva, sostenible e inserta en el mundo. Ser sede de esta conferencia y asumir la Presidencia del G-20 afirma nuestra vocación por ser parte de una conversación global que mejore la calidad de vida de millones de argentinos.

Como país anfitrión buscamos sentar las bases para el debate sobre cómo tornar más eficiente el sistema multilateral de comercio, para que este se convierta en un motor del desarrollo. Estamos convencidos de que el camino para lograrlo es un mundo abierto en donde todos comercian con todos, con reglas claras y justas. También estamos convencidos de que debemos trabajar para que los beneficios del comercio global y regional lleguen a cada vez más gente, generando empleos de calidad y bienestar social.

Pero los desafíos por delante son muchos. Creemos que no es sostenible avanzar en un esquema donde el otro es siempre el proteccionista, o el otro es siempre el que no cumple las reglas. Los problemas de la OMC se resuelven con más OMC, no con menos OMC.

Es momento de ser pragmáticos y avanzar sobre la base de un esquema, que si bien no es ideal, nos permite dar pasos pequeños pero firmes. Seguimos creyendo en el camino del consenso, que es fundamental para llegar a decisiones legítimas que todos sintamos como propias. Un consenso construido con responsabilidad, con el compromiso de evitar el bloqueo, y con el único fin de maximizar la defensa de nuestros intereses nacionales.

Hoy más que nunca es necesario ser conscientes de que se espera de cada uno de nosotros que cedamos, y cuánto más podamos ceder al beneficio colectivo, más estaremos en la dirección correcta. Las organizaciones internacionales funcionan cuando las responsabilidades nacionales de cada gobierno con su gente están en equilibrio con sus responsabilidades internacionales hacia los otros estados. Podemos invocar la primacía del interés nacional, y esperar la próxima crisis, o podemos poner por delante nuestros intereses compartidos y examinar en profundidad qué ONG necesitamos y podemos impulsar.

En un escenario internacional marcado por una incipiente recuperación del comercio internacional en el 2017, tenemos razones para ser optimistas, pero la tarea es profundizar este repunte hacia un crecimiento sostenido del comercio. Este camino debemos transitarlo juntos, y esta conferencia nos brinda una oportunidad histórica para fortalecer el sistema multilateral de comercio con la OMC en su centro. Es importante que sigamos creyendo en este sistema y sus reglas, ya que son una garantía de previsibilidad para los flujos comerciales globales y para su crecimiento.

Los invito entonces a avanzar en los consensos necesarios para que las reglas del comercio mundial estén en sintonía con las realidades sociales del Siglo XXI. Los invito a trabajar juntos para expandir los beneficios del comercio, poniendo en el centro del debate el desarrollo urbano, el cuidado del planeta, la igualdad de género y la equidad social.

Les agradezco una vez más por estar presentes hoy para trabajar y dar pasos concretos en los objetivos que nos hemos planteado, y hacer de esta Conferencia Ministerial un aporte significativo para el futuro del comercio internacional y, sobre todo y fundamental, el bienestar de nuestros pueblos.

Muchas gracias a todos.