El presidente Mauricio Macri encabezó una reunión del gabinete ampliado en el CCK

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PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN LA REUNIÓN DE GABINETE AMPLIADO EN EL CCK, CABA

Desde la última vez que nos vimos podemos decir que estamos en un clima diferente, se respira otra cosa en la Argentina; hemos recibido una palmada grande con el resultado de las PASO, así lo valoró Marcos y lo valoramos todos creo yo en el día a día, la economía empieza a mostrar una tendencia clara a la recuperación, al crecimiento, y que esperamos que eso suceda año a año.

Y yo diría que esa palmada, estos avisos que estamos poniendo acá, representan la esencia de lo que estamos haciendo, la esencia de lo que yo espero que todos podamos sentir que somos; en estos avisos lo que queremos es mostrar a cada ciudadano como protagonista de este momento. Por eso espero que todos se hayan emocionado como me emocioné yo cuando los vi por primera vez hace un par de días atrás, porque me parece absolutamente genial y genuino que en vez de hacer un video lindísimo, con tomas panorámicas y drones, y mostrar todas las obras que estamos haciendo por todo el país, hayamos recogido el testimonio de cada argentino que hoy se comunica -como pasa en el mundo entero, en esas sociedades modernas en las cuales nos reflejamos y nos comparamos y queremos pertenecer- con las redes sociales. ealmente es un momento de testimonio muy pero muy lindo, que es lo que espero que hayan recogido ustedes en el timbreo del fin de semana, al menos a mí me tocó escucha mucho de esto, mucho de esto de sentirse parte, de involucrarse.

Pero va la primera alerta: un elemento esencial de todo lo que hemos hecho ha sido la humildad, la humidad frente a la tarea, frente a la responsabilidad. Ayer tuve un off con uno de los periodistas, que estuvo tenso en un momento -yo le miraba la cara a Pavlovsky, Pavlovsky estaba con cara de que pare, pero uno se apasiona también defendiendo las ideas-, y me decía si yo sufría el poder. Yo no siento que lo sufra, pero sí tengo tal sentido de la responsabilidad que no lo tomo como una dádiva o un privilegio que tengo yo con el cual me tengo que divertir y tengo que ver a quién dañamos hoy, a quién maltratamos hoy, no, yo lo he tomado desde el primer día como algo diría casi sagrado, porque es la posibilidad de ayudar a que las cosas cambien y para bien; la responsabilidad de que en cada segundo lo que estamos haciendo cuenta, cuenta en mucha gente a la que no le es lo mismo que le resuelvas el tema hoy o dentro de dos años, por ahí dentro de dos años no está más la posibilidad de que ese chico se pueda educar, de que esa familia se pueda recuperar, que pueda crecer. Yo lo he tomado siempre desde ese lugar.

No digo que mantener la humildad sea algo fácil siempre, en cualquier circunstancia es un ejercicio, pero es mucho más difícil mantenerla cuando los resultados se empiezan a dar mejor, la tendencia natural de los seres humanos es que si me está yendo bien por qué te tengo que escuchar a vos, que quién sos vos. Es una línea muy finita entre sentirse fortalecido, y que te aumente la convicción de lo que estás haciendo, y creértela, siempre es una línea en la cual yo les pido que estén revisándola, porque yo necesito un equipo de gente que esté convencida de lo que está haciendo, que no frente al primer amague o ladrido de alguien se me vaya para atrás, pero que tampoco que pasemos a la otra instancia, porque ahí es donde podemos cometer otro tipo de errores, y que justamente defraudarían el principio de un camino que yo creo que es maravilloso, yo creo que realmente esas curvitas se van a dar y mejor, porque ahí no está incluido el efecto “bola de nieve” que va acelerando. Pero todo eso se basa en que la gente crea todo el tiempo en la esencia de lo que estamos haciendo, porque no sé si a ustedes les ha pasado, pero no solo los abogados, como dice Lopetegui, mucha gente no logra entender la magnitud de lo que significa una economía. A mí me pasó aquel día que fuimos a comer a la parrilla de “Beto” en Cañuelas, que ese matrimonio que visité antes me dijo ella, en un momento en el que estábamos comiendo unos quesitos -esto hace tres meses atrás, estábamos en el medio de la nube todavía- :”Mauricio, yo te sigo desde siempre, pero decime que estás seguro de que por acá vamos bien, porque yo escucho tantas cosas horribles todos los días que a veces me angustio”. Me puse a pensar en ella, y cómo va a poder entender si escucha economistas de la oposición y políticos diciendo esto iba al fracaso, que esto iba a ser una explosión de inflación, más recesión económica. Qué angustia cuando vos tenés la responsabilidad de tus hijitos, ella tenía ese pequeño emprendimiento frente a la ruta y estaba remando para salir. La verdad que ahí yo sentí más que nunca la importancia de lo que la gente sí puede medir aunque no entienda de economía, que es cuál es tu actitud, y en tu actitud ellos leen la esencia de la otra persona.

Ahí es dónde radica este fenómeno de animarse a soltar lo poquito que tienen en función de ir hacia aspirar a la vida que realmente quieren, en base a que yo confío en esta persona, confío en que ella me está diciendo desde su convicción que honestamente este es el camino, que él tiene la suerte de ver más lejos y vamos a confiar. Ahí es donde se logra que el liderazgo crezca, que uno se apoye en el otro, y que cada uno vaya confiando en que la sumatoria de pequeños granitos de arena va a lograr el resultado final. Entonces cuidado, porque cuando pierde la humildad pierde esa cercanía, y si perdés la cercanía perdés la esencia.

Todo lo que estamos haciendo acá se basa en que la confianza sea cada día más sólida, porque la confianza es la que logra que muchos de estos números lleguen antes que el resultado final, porque es como el huevo y la gallina todo el tiempo, como le decía ese inversor a Gustavo, si él no tiene confianza no apuesta, y si no apuesta vos no podés arrancar. Entonces necesitamos que mucha gente apueste.

Aparte, como también dijo Marcos, y la verdad que yo siempre lo he dicho pero sin haber leído El Cambalache, El Cambalache expresa una parte central de lo que estamos planteando de la Argentina. Yo siempre dije que creía que el MERCOSUR era una gran oportunidad para los argentinos, porque mezclaba todos nuestros talentos, toda nuestra capacidad, nuestra capacidad de análisis, con el entusiasmo y el positivismo de los brasileros, porque nosotros siempre éramos melancólicos, escépticos, “no se puede”. El Cambalache tiene un par de frases que son tremendas, “que el mundo fue y será una porquería ya lo sé”, eso claramente no está bien; y contra el atajo y la aviada: “el que no llora no mama”, “el que no afana es un gil”. Todo eso lo dice una canción maravillosa que representa mucho de lo que nos ha hecho mal, de lo que justamente nosotros venimos predicando que tenemos que alejarnos, porque el camino del todos contra todos que recorrió la Argentina durante muchas décadas, no solamente en esta última, hizo que cada vez a más gente le fuese peor; porque todos, pero especialmente aquellos que menos tienen, necesitan saber en qué cancha juegan, con qué reglas juegan, porque si ellos no tienen reglas y no tienen cancha sienten que van como a ciegas, sin que todo su trabajo y toda su dedicación funcione, sirva, que es lo que les pasa a tantos jubilados que trabajaron toda una vida, ahorraron en un lugar, y cuando fueron a jubilarse no quedaba nada. Ese es tal vez el ejemplo más patético de una sociedad en la cual se fagocitan unos a otros.

Creo que esto que hemos comenzado es eso, es solamente un comienzo, entonces para cualquier momento de duda, de que creamos que ya está, no, hemos solamente abierto un enorme camino en el cual tenemos que dar muchísimos pasos en esa dirección. Pero no importa que adonde queremos llegar pueda estar lejos, no importa cuánto falta, lo importante es que cada día estemos un poco mejor, porque justamente lo que vence el escepticismo es eso, el sentirte que sos parte de algo que todos los días mejora, y lo más importante es que vos sos parte de esa mejora. Por eso cuando digo en qué lugar se tienen que colocar para sentirse bien, yo claramente los felicito por todo lo que hayan hecho por más que todos los días no lo hagan y todos los días les exija más, porque esa es mi tarea. Pero hoy sí les digo que estoy muy contento de lo que han logrado, pero como falta muchísimo más tengo que siempre decirles: “un poco más, un poco más”.

¿Y cuál tiene que ser la mayor satisfacción de cada uno de ustedes? La que sienten con sus hijos, ese el vínculo que tienen que tener, cada vez que nosotros logremos que una persona deje de dudar de sí misma, que un argentino abandone el escepticismo para creer en lo que él puede hacer, y que no tiene que esperar de la dádiva de un puntero, de un subsidio, no, que él puede tener un rol, y que ese rol es importante, que ese rol cuenta; y que no se autoexcluya. Es lo que sentimos con nuestros hijos cuando ellos crecen, cuando ellos se desarrollan, es una satisfacción enorme, que uno dice “papá se puso el babero”; esto es lo que tenemos que sentir. Cada vez que nosotros logremos que una persona construya su identidad a partir de su lugar, de su desarrollo, habremos contribuido a su felicidad de fondo, porque lo que cuenta en la vida es justamente lo que vos conseguís por vos mismo, no lo que te regalan, eso es lo que te hace ser quien sos. Ahí es donde creo que tienen que pararse como elemento fundamental.

Lo otro es que el votante que nos ha acompañado -que también tenemos que trabajar duro para que nos acompañe en octubre- sabe que hay decenas, centenares de personas, no son tantos, yo siempre fantaseo con 582, siempre hay un número distinto, que se creen dueños de un “cacho” de nuestro país, pero un “cacho” que, como les decía antes, es a costa de vulnerar los derechos de los otros, sacar ventaja a los otros y creer que tienen como un derecho sobre el trabajo de todo el resto de los argentinos, y que sin trabajar tienen derecho a un ingreso, a abusar. Hemos emprendido esa batalla, muchas veces silenciosamente, y la tenemos que seguir dando, porque aquellos que están convencidos de este cambio y que cada vez lo hacen más sustantivo y no adjetivo, no nos perdonen si nosotros dudamos, nos acobardamos, porque esos tipos todos tienen poder, tienen recursos, tienen plata acumulada para sobornar, comprar, de todos lados, del lado del Estado, del Ejecutivo, de la Justicia, del periodismo. Nosotros estamos acá para justamente que todos tengamos los mismos derechos y obligaciones frente a la ley, entonces no hay lugar para “uh, este tipo…, no me animo”, no, hay que hacerlo, con inteligencia, trabajando en equipo, pero hay que hacerlo como lo estamos haciendo en muchos sectores.

Para terminar quiero decirles- que también es parte del debate que estamos dando y de este cambio cultural profundo- tres cosas centrales que cada vez tienen que ir tomando más presencia en la discusión, acá está lleno de impresionantes voceros líderes para transmitirlo: que no hay país, no hay sociedad que haya progresado de verdad en los últimos treinta años que no se haya abierto a intercambiar con el mundo, a todos los países que les ha ido mejor -esto es empírico, esto se mira, está en las estadísticas, no es opinable- son aquellos que se animaron a intercambiar más; nosotros venimos de ser uno de los tres que intercambió menos. Es profunda esa discusión, es muy grande. Todos tenemos ambivalencias, hay cosas que nos gustan de algunos y hay cosas que nos asustan, pero ahí es donde tenemos que dar ese debate y decir: “vamos a hacer esta experiencia de insertarnos en el mundo agarraditos de la mano, todos juntos”. Todas esas cosas se hacen con tiempo, un acuerdo con la Unión Europea, todos esos acuerdos que estamos negociando, aunque se firmen en noviembre, van a llevar menos de diez años para que sean efectivos. Entonces tenemos que tratar de ir sumando cada vez más argentinos a que no tengan miedo, que esto es parte de lo sustantivo, que es parte del cambio.

La segunda cosa es que ninguno de los países que ha salido adelante lo hizo sin haber dado un debate en serio y una reforma profunda del sistema de educación pública, se “aggiornaron”, todos esos que están liderando, a una educación del siglo XXI; nosotros tenemos que hacerlo.

Duele ver de dónde arrancamos, que haya jóvenes a los que adultos los llenen de miedos, los llenen de prejuicios, tanto como para oponerse a algo que es tan básico como una pasantía laboral en el último año de colegio, que ya los colegios técnicos lo hacen de toda la vida. De ahí arrancamos, de esos miedos que tenemos que vencer. Pero lo tenemos que hacer por más que es incómodo, y que esos conflictos son eternos, y a la Gobernadora le tocó dar uno terrible en la Provincia de Buenos Aires el año pasado, y tendremos que dar más. Pero si nosotros no logramos ese cambio sabemos que no va a haber futuro para todos esos chicos, y entonces este esfuerzo presente no tiene sentido porque aquellos que tienen que venir a tomar la posta no van a tener cómo tomar la posta. Es una batalla, un debate que tiene que estar presente, lo tenemos que dar, vamos a entrar en campaña, tiene que ser uno de los ejes fundamentales. Por suerte nuestro candidato, María Eugenia, viene de ahí, así que tiene que hablar de esto porque esto es lo que hizo a la Argentina maravillosa, y esto lo que la va a volver a hacer, la educación pública de calidad, que es lo que te iguala de verdad, es lo que hace que cualquier chico, haya nacido donde haya nacido, tenga la misma oportunidad y no tenga que pagar, sino que la tiene ahí porque se la da el Estado. Y los recursos están, y los docentes están, porque la mayoría de los docentes quiere ser parte de la solución, quiere ser parte y protagonista fundamental del futuro. Entonces tenemos que lograr traspasar esta intermediación que ha sido nociva para lograr realmente que los docentes nos ayuden a que el futuro de esos chicos sea realmente una realidad.

Lo último, que también lo he hablado ya las últimas veces, que hace también a lo central de todo lo que estamos haciendo, que es construir confianza en base al elemento central que la construye, que es la verdad, todos los días lo venimos predicando y por eso toda la información sale, dura, nos compromete, nos interpela, pero la enfrentamos. Pero no podemos aceptar que se les mienta a los jueces como se les miente en la Argentina; no podemos tener casos donde hay testigos que ponen falsos testimonios y no pasa nada; juicios laborales donde peritos y médicos inventan accidentes, a uno de cada tantos se lo descubre, y no pasa nada, es el mismo perito, abogado y médico que va al siguiente juico como profesional. O en los hechos comerciales, donde se falsifican y adulteran balances. En un país como el que nosotros queremos, como nosotros amamos y queremos ser respetados, el que hace eso de ser el que demanda tiene que pasar a ser el que va preso. Es algo que tenemos que demandarles a nuestros jueces y demandarle a la sociedad, que si todos nos estamos comprometiendo con la verdad, la verdad comienza por que aquel que administra la ley no pueda aceptar que se le mienta, es un elemento central. En ninguno de estos países en los cuales nos referenciamos- ahora queremos entrar a la OCDE que tiene toda una cantidad de parámetros- eso puede suceder, a nadie se le ocurre, se mueren de miedo, se preparan días para ir a declarar frente al juez a ver qué pueden decir y qué no pueden decir, porque se equivocan en una comilla y pasan del que ataca a ser el que se defiende.

Creo que esas son tres cosas centrales las cuales les pido que las incorporemos en el día a día de lo que estamos haciendo, y entendiendo que esto que estamos construyendo es algo inédito en la historia de la Argentina, y es algo que se comenta en el mundo entero, porque vemos lo que pasa con los sistemas democráticos en el mundo hoy, como están en jaque con esta demanda de expectativas infinitas, los apoyos que hay en los distintos países de la región a los otros presidentes, en el mundo entero. Y acá tenemos esos números que mencionaba Marcos, es inédito lo que se está logrando, pero se logra primero y principal por una decisión de una mayoría de argentinos que ha decidido apostar al futuro, apostar realmente a desarrollar cada uno su capacidad. Nosotros estamos acá porque ellos lo decidieron, contra viento y marea, y si no nos olvidamos nunca de eso este camino es un camino que recién comienza, y donde cada día, les aseguro, vamos a estar un poquito mejor.

Muchas gracias a todos y a trabajar.