PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN MAURICIO MACRI EN EL ACTO Y RECORRIDA POR LA PLANTA NACIONAL DE ELECTRODOMÉSTICOS DREAN, EN LUQUE, PROVINCIA DE CÓRDOBA.
Buenas tardes, queridos cordobeses; una vez más es una enorme alegría estar acá, en esta maravillosa provincia, la primera donde empecé a escuchar este grito de esperanza, que fue: “¡Sí se puede!”. Acá arrancó: “¡Sí se puede!”. Gracias Américo por recibirme en tu establecimiento, con tus hijos, con Marcos, con toda tu familia, con una muy linda familia, de acá de Luque; gracias querido Gobernador, por acompañarme y también recibirme en esta provincia, por tener una agenda tan nutrida y tan interesante para llevar adelante esta Argentina, que todos soñamos; gracias Intendente que veo que tiene una linda barra acá, que lo apoya y gracias a todos los vecinos de Luque, los trabajadores de Alladio, que me han recibido con tanto afecto, con tanto cariño y cada vez que uno de ustedes – recorriendo este maravilloso país – me dice: “no aflojés, Mauricio, confiamos en vos”, no sólo es una energía gigantesca para mí, es una enorme responsabilidad, porque si hay algo que es muy preciado para todos nosotros es dar nuestra confianza.
La confianza es algo que se construye en base a edificar una relación que todos los días, se crece como una planta, que se riega. Y se tiene o no se tiene. Y claramente yo me he comprometido con todos ustedes a que nuestra relación va a ser basada en la verdad, que es lo que fortalece las cosas. El decirnos la verdad, el ser previsibles, confiables, es lo que hace que todos hoy – los trabajadores de Alladio – confíen en esta empresa, confíen en que en la empresa se valora su esfuerzo, se valora su trabajo, se los cuida. Y yo necesito que ustedes estén seguros de que yo estoy acá porque confío en ustedes y necesito que ustedes, también, confíen en ustedes mismos, en lo que son capaces de hacer, en todo ese talento que tienen. (APLAUSOS).
Y si no miren esta fábrica, en 1949, cuando todavía ni siquiera mi mamá conocía a mi papá, ya este señor, en este lugar, - donde ni siquiera había llegado la electricidad – decidió confiar en sus ideas y en ustedes. Y que juntos como él me decía, recién en la camioneta, porque si no hay equipo nada se logra, armando un gran equipo iba a poder hacer esta gran industria, de la cual el Gobernador habló con tanto orgullo cordobés. Y por eso recién, compartiendo un momento con Cristina, que fue la primera mujer trabajando en la línea, junto… no, no, Cristina buena, qué cosa. Gustavo, Mario, y Marcos, todos me contaron con mucho orgullo sus historias de vida, a partir de trabajar en este lugar, a partir de poner toda su alegría, todas sus ganas, de que este proyecto no sólo perdure, sino puede crecer y fortalecer.
Y hoy, con mucho orgullo, me invitan a esta nueva línea de producción de lavarropas, con wifi. Mi abuela si volviese, por un instante, diría: “bueno, ¿pero esto es un plato volador o un lavarropas?”. Mi abuela se llamaba – Américo – Argentina, mira qué nombre. Ella fue de las primeras que me inculcó el valor de la verdad, el valor de confiar en los demás para que los demás confíen en uno, y ella se sorprendió con el primer lavarropas, porque ella empezó con la tabla. Y se sorprendería mucho con lo que somos capaces de hacer los argentinos, cuando nos ponemos a trabajar en conjunto, privilegiando el interés del conjunto, no pensando en el sálvese quien pueda, sino en pensando en una Argentina que se desarrolle en forma integral, y que es realmente previsible, que tiene reglas del juego claras, donde esa confianza se fortalece día a día, y crece como un árbol por cientos de años y no a partir de arbitrariedades, de caprichos, sino estableciendo relaciones creíbles y confiables, estableciendo diálogo entre todos, trabajando juntos, independientemente a qué partido político pertenezcamos. Porque pasado el fragor de la elección, lo que todos ustedes pretenden, es, que sea de Cambiemos, sea del peronismo o del que le toque, que trabajen juntos por nuestro porvenir. Eso es lo que nos piden, que trabajemos juntos por ese porvenir que merecen ustedes, que aspiran a vivir muchísimos años más con tranquilidad. Pero lo más importante y lo más noble, es que nuestros hijos, como esa chiquita que tenés en tus hombros allá al fondo, tengan un mejor futuro que nosotros. Eso es lo que todos queremos. (APLAUSOS)
Ese es el camino. El camino es ayudar a los pequeños emprendedores de todo este país para que puedan crecer y soñar con que un día digan: “yo hice algo parecido a lo que hizo Américo hace muchos años”.
Por eso, hoy quiero decirles a todos los cordobeses, con ese enorme espíritu emprendedor que tienen ustedes y tiene razón Gobernador, es una provincia que respira emprendedorismo, que se acabó ese Estado que obstaculizaba, se acabó el Estado que pone trabas.
Este Gobierno quiere trabajar en conjunto con ustedes, porque solamente de esa manera vamos a lograr esa Argentina con pobreza cero, trabajando en equipo, sector público y sector privado. Ese es el camino. (APLAUSOS)
Y sé, hablando de caminos, que como Gobierno tenemos que lograr tener un Estado que haga rutas, autovías, debemos muchas autovías, Gobernador, que tenemos que hacer en conjunto. También debemos cloacas, agua potable, urbanización, viviendas, mejores puertos, ferrocarriles, tener un sistema energético confiable, diverso, que contamine menos.
Y en ese punto, sé que para muchos ha sido duro y créanme que a mí me duele haber tenido que sincerar ese gravísimo problema que teníamos que era que nos estábamos quedando sin energía.
Sabemos que en otro pueblo latinoamericano en el que se aplicaron políticas energéticas y económicas similares a las que veníamos teniendo en la Argentina hasta hace cinco meses, ya hoy cierra las empresas prácticamente toda la semana y también el Estado porque no tienen energía. Se apaga todo un país y nosotros íbamos rumbo a eso si no provocábamos estos cambios. (APLAUSOS)
Créanme que si hubiese habido una forma, una solución que me hubiese evitado a mí como Presidente aumentar las tarifas, la hubiera tomado. Pero no existía otra forma, no existía otra manera de garantizarles un futuro, porque un país sin energía no puede funcionar.
Esta fábrica, estas máquinas no funcionan si no tiene energía. Sus domicilios no pueden funcionar si no tienen energía. Y hoy estamos severamente afectados por eso y por eso también tenemos cortes dependiendo de la provincia, con mayor o menor gravedad, pero hay cortes en todo el país.
Ahora empezamos a resolver este problema, como tantos otros. Pero tampoco se puede hacer de un día para el otro, porque eso sería magia y si fuese mago, estaría tratando de sacarle el trabajo a Copperfield, en Las Vegas, no acá. (APLAUSOS)
Como Presidente, lo que les prometo es trabajar junto a ustedes todos los días y todos los días dar pequeños pasos en la dirección correcta. Y es lo que estamos haciendo: empezamos a caminar en la dirección correcta. Y van ver que cada día en la Argentina se va a vislumbrar más y más el camino del progreso, el camino del futuro.
Gracias, Luque; gracias Córdoba por este acompañamiento; gracias a todos los argentinos por creer, por confiar en su futuro.
¡Vamos todos juntos, vamos arriba, vamos arriba Argentina!
Gracias a todos y ¡claro que se puede, sí se puede, sí se puede!
Gracias. (APLAUSOS)