Buenos días señora Ministra y su equipo, señor Presidente de la Cámara de Diputados, señor Jefe de la Policía Federal, jefe de otras fuerzas y familiares.

Es un verdadero honor estar hoy aquí con todos ustedes rindiéndoles homenaje a estos hombres cuya vocación de servicio nos llenan de orgullo e inspiración. Ellos eligieron ser policías, eso significa en esto de los servidores públicos en los cuales me incluyo, el dar pero también el cuidar, el proteger, el estar y seguro que muchos de ustedes sentían lo mismo que Alan: el privilegio de vestir el uniforme de la Policía Federal Argentina que significa el compromiso de cuidar al país y a su gente.

Como ciudadano común siempre pensé que decidir ser policía requiere no sólo la vocación de servicio sino también de valentía. Requiere de un corazón especial porque esta convicción de servir incluye, como decía usted jefe, un riesgo, un riesgo muy grande. Y en los tiempos que vivimos son aún mayores esos riesgos, sobre todo porque hemos decidido en esta nueva etapa de la Argentina trabajar juntos para enfrentar al crimen organizado, a la violencia que todos los días nos enfrenta en la calle, al narcotráfico.

También quiero sumarme a sus palabras y comprometerme con todas estas familias, con todos ustedes, que en lo que a mí respecta no voy a permitir y voy a batallar contra lo que en algunos momentos ha parecido ser una naturalización de la muerte de un policía. Es un servidor público y uno que tiene un rol fundamental, porque como decía al principio, es el que está cuidándonos, el que está intentando con su trabajo contribuir a que podamos vivir con tranquilidad.

Cada muerte, cada pérdida, es dolorosa y cada pérdida es un llamado también a la paz, entonces hoy estamos acá reunidos para rendirle homenaje a estos doce policías y a todos los que se comprometen diariamente. Por eso no es un día para hacer anuncios de reformas ni de proyectos sino para realmente homenajearlos a ellos, a sus familiares, a sus amigos.

Yo les quiero pedir que más allá del dolor, que hoy estamos en esta ceremonia compartiendo, traten de quedarse con el recuerdo de lo mejor de cada uno de ellos, que se sobreponga al dolor y que los acompañe toda la vida porque eran todas personas muy valiosas y argentinos comprometidos.

Así que, como argentino y en nombre de todos ellos, dado que hoy soy el Presidente de la República, quiero decirles a todos ustedes: gracias y sepan que queremos seguir trabajando juntos por la tranquilidad de todo el país.

Buenos días a todos.