Palabras del presidente Mauricio Macri en la localidad pampeana de Ingeniero Luiggi

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Gracias a Ingeniero Luiggi por recibirme; gracias intendente Zanoli; gracias Gobernador.

Yo quiero decirles - ante todo - que estoy acá porque los quiero ayudar, los quiero cuidar, quiero que La Pampa sea también protagonista de esta Argentina que soñamos, sea un motor desde el cual se genere trabajo de calidad, registrado, sustentable, como decía el Gobernador. Y algo muy importante - que lo digo siempre - que todos los pampeanos tengan la suerte que tuve yo, que tuvo el Gobernador y muchos de ustedes, de poder elegir; esa suerte que es tan fundamental porque es la base de la felicidad, que uno pueda elegir en libertad, donde vivir; en qué trabajar; en qué poner todo nuestro día.

Eso - sin dudas - se edifica desde el comienzo, desde los primeros días de la estimulación y la educación de los chicos, porque cuanto mayor es el conocimiento que tienen ellos más posibilidades van a tener de poder elegir. Y el gran desafío que tiene el Gobernador y todos los pampeanos, es que si los chicos eligen quedarse acá, en Ingeniero Luiggi, o en la localidad de La Pampa a la cual pertenezcan, lo mismo que los santiagueños, los sanjuaninos, los formoseños, si ellos eligen y quieren estar cerca de sus raíces, de sus afectos, de sus familias, puedan hacerlo, porque acá es donde vamos a generar trabajo. Y lo vamos a hacer juntos Gobernador, no tenga dudas.

Sé que para poder crecer hacen falta rutas, y estamos empeñados en llevar a cabo el plan de infraestructura más importante de la historia de nuestro país, porque creemos en eso, porque sabemos que tenemos empresas capacitadas; ingenieros; administrativos y trabajadores, que se van a sentir muy orgullosos de repavimentar esas rutas y de pavimentar nuevas rutas, y ampliarlas, porque al ampliarlas primero cuidamos a los argentinos. Porque usted sabe Gobernador la cantidad de argentinos que pierden la vida año tras año. Estamos entre los peores países del mundo en términos de accidentes de tránsito.

Y no es que manejemos mal, yo les garantizo que manejamos muy bien. El problema es que las rutas no dan abasto para tantos camiones, que transportan una producción agropecuaria que aumentó - por suerte - y que tiene que seguir aumentando. Pero es ahí donde se necesita el Estado que acompañe ese crecimiento, y no generando clientelismo, no utilizando al Estado para darle empleo a los amigos sin una tarea que agregue valor, para que del Estado impulsemos obras, infraestructura, que ayuden a que podamos crecer y mejorar, que va desde los jardines de infantes hasta la gran infraestructura.

También hace falta para poder crecer un elemento central, que es el agua. Sin agua no podemos producir alimentos, y por eso voy a velar porque los derechos de los pampeanos estén cuidados. Pero ante todo voy a velar porque entendamos que somos todos hermanos; somos todos argentinos creyendo y luchando por lo mismo, que es una Argentina mejores oportunidades para todos.

Así que no tenga dudas que Portezuelo se va a convertir en base a que la administración de las reservas de agua, que ese emprendimiento va a dejar, se administre en beneficio de todas las provincias, no de una.

Porque si hacemos las cosas bien los recursos están para todos. Lo que hace falta es que apostemos a nuestras capacidades, a nuestra capacidad de dialogar, a nuestra creatividad, nuestro talento, y no utilizar todas esas capacidades en función de confrontar, de quererse llevar al otro por delante.

Hay mucho por hacer, hay mucho por construir, y si yo estoy acá - ante todo - es porque les tengo una profunda confianza, tengo fe en cada uno de ustedes, sé que somos capaces de hacer mejores cosas, lo hemos demostrado a lo largo de la historia en muchísimos momentos, en muchísimas actividades. Lo que nos falta es consolidarlo, hacerlo en forma coherente y permanente en todos los ámbitos, y que cada argentino se sienta orgulloso de hacer su tarea lo mejor posible, porque todo repercute en el otro; no sólo esta maravilla, que son nuestras maestras, que con amor empiezan a acompañar a nuestros chicos en sus primeros pasos, sino que cada uno de los empleados públicos, los médicos, las enfermeras, los que administran los puertos, los que administran un ferrocarril, cada uno tiene que hacer su tarea lo mejor posible, porque si la hace mal repercute sobre el resto de la sociedad. Entonces, ese es el desafío.

Créanme que estamos dando los pasos coherentes y que corresponden al momento que estamos viviendo, y sé que tal vez esta transición es muy dura para muchos, y a mí me duele, pero estoy haciendo lo que creo - de corazón - que es lo bueno para todos. Jamás tomaría una decisión en contra de los argentinos.
Por eso hoy quiero - retomando lo que nos convoca - decirles qué lindo es reunirnos alrededor de algo tan bueno como es anunciar cosas que tienen que ver con el futuro para nuestros chicos. Y quiero agradecerles a todos que sé que la semana pasada se habían reunido y el mal tiempo nos jugó una mala pasada, pero yo les prometí que iba venir y acá estoy cumpliendo con mi promesa.

A María de los Ángeles, la directora, que la semana pasada me tuvo que reemplazar contestando preguntas, muchas gracias y tener claro que el compromiso prioritario, principal – que compartimos con el Gobernador – es lograr una Argentina que camine hacia la pobreza cero. Y eso se logra con mejores trabajos, que se basan en mejor educación. Y hoy tenemos un problema gravísimo: es que más de 600.000 niños no tienen acceso a una sala de tres, cuatro o cinco años y sabemos que eso es muy importante.

Por eso el ministro Bullrich está impulsando una ley para que sea obligatorio que todos los chicos, desde los tres años tengan su sala de jardín de infantes. ¿Y por qué es importante? Es importante porque está demostrado estadísticamente que los chicos que van al jardín de infantes tienen muchas más posibilidades de terminar su secundario. Hoy las estadísticas demuestran que los chicos que van al jardín duplican en terminar el secundario a los que no van al jardín de infantes, y es muy penoso para las familias cuando ven que su hijo deja el secundario, porque deja atrás un abanico enorme de posibilidades, de oportunidades. Además los chicos que van a jardín tienen resultados muchísimos mejores en su formación, se baja hasta siete veces la repitencia y el abandono, como les dije.

Tenemos que trabajar juntos para lograr que todos los chicos en la Argentina, hayan nacido en el lugar que hayan nacido, tengan las mismas herramientas para salir adelante. Ese es un Estado presente, ese es un Estado que les da igualdad de oportunidades a todos, eso es justicia social, como diría el Gobernador Verna. Por eso estamos acá, comprometidos a construir 3.000 jardines en estos cuatro años: 150 en ese año, entre los cuales están los cuatro, que anunció el Gobernador.

Pero, además, también estamos trabajando con el Ministerio de Desarrollo Social, porque queremos estar ahí donde nos necesitan, y hay muchas parejas, muchos matrimonios que necesitan salir los dos a trabajar, y no todos por ahí tienen la suerte de tener cerca a la abuela, al abuelo o a una tía, con quienes dejar a sus hijos, en esa etapa tan importante que va de los 45 días a los 3 años.

Entonces queremos hacer - como ya lo hicimos exitosamente en la Ciudad de Buenos Aires - estos centros de primera infancia, espacios de primera infancia por todo el país, para hacer 4.000, y que les van a permitir a aquellos que necesitan una vez más que el Estado los acompañe, en ese momento crucial en la formación de sus hijos, que el Estado les dé la oportunidad de salir a trabajar sabiendo que hay un lugar, donde esos chicos van a recibir toda la estimulación, todo el cuidado, los primeros pasos pedagógicos, para poder sí entrar en el jardín a los 3, al colegio - y tal vez - también a la universidad, o sino seguro a un oficio de los que tantos va a necesitar la Argentina para construir y salir adelante cada comunidad.

Estoy muy contento. Estoy realmente feliz, porque creo que nos hemos comprometido todos en hacer una revolución en la calidad de la educación pública. Me dijo feliz el ministro Bullrich, en diciembre, que se había reunido en Purmamarca, y fue la Ministra de La Pampa también -qué lindo lugar, Ministra, ¿no?, ojalá todos los argentinos puedan conocer todo el país, porque tenemos un país donde hay lugares maravillosos, uno de ellos es la Quebrada de Humahuaca-, y ahí todos los ministros de Educación se comprometieron a emprender una revolución en la calidad.

Eso significa evaluar, medir a ver en qué estamos fallando, porque si no sabemos en qué nos estamos equivocando es imposible que lo podamos corregir. Por eso, fue un tremendo error estos diez años no querer evaluar, esconder las evaluaciones salirnos de cualquier comparación el resto de Latinoamérica y del mundo. Si estamos compitiendo por trabajo con el mundo entero. Si queremos que los chicos, de Ingeniero Luiggi, tengan un trabajo, tenemos que formarnos igual o mejor que todos los demás chicos, que están formándose en este momento en el mundo entero.

Por eso esa revolución que se comienza acá y que se sigue en la primaria y en el secundario, cambiando y revolucionando los contenidos pedagógicos, introduciendo las plataformas digitales, la robótica, la programación, el diseño creativo, son todas herramientas que si se las damos a estos chicos que tienen talento, porque vienen de personas como ustedes que tienen talento, van a poder construir y hacer realidad el que cada comunidad progrese, de que las pequeñas empresas se transformen en medianas y después en grandes, y que den lugar a nuevas pequeñas empresas.

Ese es el camino por el cual vamos a generar empleo, empleo que lamentablemente hace más de cinco años no generamos en la Argentina; no solamente en La Pampa, que se recurrió a crear empleo público innecesario, sino que en casi todo el país. Eso es como subestimar el talento que tenemos los argentinos, si hay tareas que podemos hacer.
Así que desde acá, desde La Pampa, y gracias a los amigos de la prensa para todo el país, decirles que - como dijo la gente acá, en Ingeniero Luiggi - sí se puede, sí estamos empezando a dar los pasos de la Argentina que soñamos.

Yo les agradezco a ustedes todo ese afecto, toda esa convicción de que estamos dando las batallas que corresponden, y para aquellos que no quieran que podamos crecer, les doy una la mala noticia: somos muchos los argentinos que ya hemos decidido aprender de nuestros errores, y que vamos a caminar juntos todos los días a construir esa Argentina para todos estos chicos y para nosotros, porque todavía somos jóvenes y vamos a ver y disfrutar mucho de esto que estamos haciendo.
Gracias, muchas gracias a La Pampa por recibirme.