Palabras del presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal en el CCK

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GOBERNADORA.- Es difícil algo más inspirador que lo que acabamos de escuchar, porque nada inspira más que el hacer concreto. Los discursos pueden ser más lindos, más feos, más largos, más cortos, pero el compromiso personal del hacer, del estar ahí, eso emociona siempre; y es más poderoso que cualquier discurso, cualquier palabra que podamos decir. Por eso es difícil seguir después de “Toti”, Margarita y Daniel. Pero sí transmitirles algunas cosas que transcurrimos en estos primeros meses en la provincia de Buenos Aires.


Primero, empezar agradeciendo a las personas que hicieron que yo siga estando acá sentada con la misma esperanza y el mismo entusiasmo que tenía el 10 de diciembre, a pesar de las dificultades. No están acá, pero sin duda han sido clave mis hijos y mi familia. También mi equipo, el equipo de la Provincia. Gracias, son gente realmente muy valiosa y han hecho un trabajo impresionante en estos meses.


Al Presidente, que lo hago siempre, pero no me voy a cansar de hacerlo, porque Mauricio tiene un enorme talento, entre todos los que tiene, además de ser una persona con visión, inteligente, que apuesta a lo mejor de cada persona, apuesta a lo mejor de cada uno de ustedes y a lo mejor de cada uno de los que no están acá reunidos con nosotros. Apuesta y confía en eso, y está, como digo yo, banca y está siempre, sobre todo en la difícil, que es cuando hay que estar. Y estuvo todos estos meses al lado nuestro, como muchos de ustedes que a lo mejor no se reunieron con nosotros pero vieron pasar un expediente de la Provincia, y ayudaron.


O, cuando nos cruzamos en algún evento o en alguna reunión, se acercaron al equipo o a mí, nos dijeron: “¿Cómo estás? ¿Necesitás algo? Mirá que estamos para lo que haga falta”. Así que de verdad, a Mauricio, a todo el equipo del Gobierno Nacional, gracias por el acompañamiento de estos meses y tenemos un gracias enorme a todos los vecinos de la Provincia, que siguen confiando a pesar de las dificultades, y nos siguen diciendo: “No aflojes, vamos, dale para adelante, estamos con ustedes, decile a Mauricio que no está solo, que estamos para acompañarlos”.

Todos ellos que durante tantos años se sintieron solos, que durante tantos años se sintieron abandonados, hoy nos dicen que no nos sintamos solos a nosotros; eso es lo increíble. Así que ese es mi enorme gracias para ellos, que están ahí y siguen apostando a pesar de las dificultades.


Y, frente a esas dificultades que existieron, y que existen aún, sobre las que tenemos que seguir trabajando, pudimos empezar a mostrar que se puede, ese gran “se puede” de la campaña empezó a hacerse realidad, y un lunes amanecimos con 5 millones de chicos yendo a la escuela en la provincia de Buenos Aires, por primera vez después de 5 años.

Y una noche me llamó la ministra de Salud, o el intendente de San Pedro, o el intendente de Bahía Blanca me mandó un mensajito diciendo: “Después de muchos años llegó el helicóptero sanitario” para hacer un traslado del Interior de la Provincia, porque no funcionaba. Y otro día, la semana pasada, seguramente Jorgito Triaca y Marcelo Villegas y todos los equipos de trabajo de Nación y de Ciudad se fueron a dormir más contentos porque trabajaron y le cambiaron la vida a 1100 familias, que en diciembre cuando Mauricio y yo asumimos estaban protestando en Panamericana porque habían perdido su fuente de trabajo en Cresta Roja; y en enero eran 90 trabajando, y el jueves los vamos a ir a ver y son 1100, que están faenando.

1100 personas que recuperaron su trabajo y el orgullo de tener su trabajo, la dignidad de tener su trabajo; y cuando escuchaba a Mauricio el sábado, después de haber anunciado nosotros también un paquete de medidas sociales muy importantes pensaba en dos mujeres. No sé si vos te acordás Mauricio, pero cuando, después de que ya habíamos ganado en la Provincia, antes de la segunda vuelta, nos fuimos a Lomas de Zamora un día, al arroyo El Rey, que tiene una obra hidráulica para hacer, que la vamos a hacer con el Intendente, y vamos a darle los recursos para que la termine. Es una obra importante en un asentamiento que se generó al lado del arroyo, muy grande; yo había estado cuando se inundó la Provincia en agosto, donde el año pasado murieron dos hermanitos en una inundación, y que faltaba completar, y estuvimos ahí.

Y, cuando nos bajamos del auto apareció una señora muy enojada, muy enojada, de un Plan Nacional kirchnerista, que al principio empezó con un discurso con el que nosotros nos hemos encontrado mucho, que dice que “ustedes nos van a sacar los planes, digan la verdad, díganle la verdad a la gente, que nos van a sacar los planes, porque estos planes que nos dio Cristina ustedes nos lo van a sacar”.

Y, yo me detuve a escucharla, y Mauricio también; porque intuí que detrás de ese enojo y ese discurso partidario había mucha angustia, había un camino que esa mujer había transitado de mucho dolor, de haber estado sola, de, a lo mejor, no haber tenido trabajo, y que ese plan que tenía era su esperanza de sobrevivir cada día y realmente tenía miedo de que se lo sacáramos.

Entonces, más allá de una filiación partidaria había una angustia ahí; y la única manera de demostrarle que no tenía que tener miedo era ser Gobierno y mostrárselo. Y, además, no sólo mostrarle que no tenía nada para perder, sino lo más importante: que no era un favor para agradecerle a nadie, que era su derecho tener un trabajo, que no había nadie a quien se lo tenía que deber, sino a sí misma; que tenía que confiar en su capacidad y en sí misma y no en el favor de ningún político.

Y seguimos caminando, y ahí nos separamos un poco Mauricio y yo, porque había mucha gente; yo me había quedado muy impactada por haberla escuchado, sobre todo por pensar cómo, sobre esa vulnerabilidad, sobre esa necesidad alguien la había convencido que dependía de una persona para tener algo que le correspondía por derecho. Y mientras no me daba cuenta y caminaba -y se ve que a veces a mí se me nota mucho todo en la cara, lo cual es bueno y malo-, se ve que alguien me vio que me había quedado preocupada y se acercó una mujer del barrio, que era del barrio porque además estaba con sus hijos, y los chicos estaban descalzos. Y, de repente yo sentí que alguien me agarraba de la mano; y me agarró ella de la mano, y me dijo en voz baja: “María Eugenia, no estás sola, nosotros confiamos, no te preocupes, te vamos a cuidar”, me dijo. “¿Ves a ese nene? Es mi hijo, yo para él quiero algo mejor”.

Cómo dos personas, una que había decidido votarlo a Mauricio porque había confiado, y otra que tenía miedo. Cuando escuché a Mauricio el sábado y cuando hice los anuncios la semana pasada, pensé en las dos; y pensé: “No les estamos fallando, estamos haciendo lo correcto”.

También hacemos lo correcto cuando apostamos al plan de obras que anunciamos juntos la semana pasada, lo que va a sumar la Provincia más lo que van a hacer los municipios porque queremos que lo más pronto posible la Provincia se llene de carteles de obras y gente trabajando, gente teniendo trabajo a través de la obra pública que le mejora la vida a la gente; porque la obra pública es eso, es trabajo y es mejora de vida para la gente. Eso queremos con Mauricio, y para eso estamos trabajando.

Y, para eso les pido a cada uno de ustedes, que tiene un lugar en el Estado, que hagan lo que no se ve, y ¿saben qué es lo que no se ve? Empujar los expedientes. En el Estado lo que no está en un expediente no existe; es sólo un discurso. Hay que empujar los expedientes. Es una tarea ingrata, nadie la ve, nadie la agradece, pero es la que hace realidad que después las cosas pasen.

Así que yo les pido: empujemos los expedientes; yo soy de las que empujan los expedientes, les pido a cada uno de ustedes que también lo haga. Cada día que un expediente está en una oficina sin necesidad es una persona a la que dejamos un día esperando, o millones de personas esperando. Así que esa es la tarea que tenemos por delante, hacer; hacer y estar. Estar, como decía Daniel y como decían “Toti”, Margarita, es transformar el dolor del otro en el de uno y convertirlo en esperanza, convertirlo en acción. Entenderlo, ponerle el cuerpo, como decía “Toti”; yo soy de las que creen que hay que poner el cuerpo, porque la inundación no se ve desde el despacho, hay que ir a San Pedro y a Baradero, abrazar al que está en el centro de evacuados y no para la foto; para entender lo que le pasa, y cuando entendés lo que te pasa te aseguro que a esa obra la seguís, la seguís hasta el final, porque estuviste ahí y viste lo que le pasó.

Así que hay que hacer, sentir, como dijo Mauricio, sentir la angustia del otro pero no para quedarnos angustiados; para transformar esa angustia, ese dolor, esa necesidad en nuestra angustia, nuestro dolor y nuestra necesidad para una respuesta concreta que tiene que llegar, que tiene que hacerse realidad.

Tenemos los equipos, tenemos la confianza de la gente, tenemos los ejemplos de personas que con mucho menos, como Daniel, “Toti” y Margarita hicieron mucho más. Tenemos un Presidente que nos apoya, que nos eligió, que está para dar las peleas difíciles, que no se da por vencido, que está y que confía en nosotros; no tenemos excusas. Gracias.

PRESIDENTE.- Estamos acá. La verdad es que este lugar tan imponente, con testimonios tan lindos, tan valiosos, el acompañamiento de la Gobernadora con la tarea y con su equipo. Y, yo quiero decirles que cada día estoy más convencido de que la primera promesa que hice en función de reconstruir esta fuerza oculta que moviliza y genera milagros, como decía “Toti”, es la confianza. Esta fuerza oculta que tenemos que hacer crecer, y crecer en forma imparable, tenía como primer elemento un equipo, el mejor equipo de los últimos 50 años.

Yo quiero decirles que siento que esa tarea arrancó muy bien. Como les dije la última vez, nunca un equipo de los que me tocó armar en mi vida privada, en Boca, en la Ciudad, había arrancado tan bien como éste.

También el momento histórico, la épica de construir la Argentina que soñamos permitió reclutar a los mejores de todo el país. Y en esa búsqueda creo que estos meses han servido para consolidarnos, porque claramente el punto de partida ha sido mucho más duro del que imaginamos viendo desde afuera; por más que muchos ya estábamos involucrados y seguíamos el día a día pero, cuando llegamos a nuestras oficinas y empezamos a apretar botones, y las cosas no venían, y no había sistema de comunicación ni un sistema de trazabilidad de expedientes; olvidémonos de expediente electrónico, como teníamos en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Encontramos la realidad de un Estado desmantelado, sin planeamiento, desquiciado, cargado de corrupción, de improvisación.

Y, en un primer momento, yo les dije: “A no abrumarse”, porque eso es lo peor que podemos hacer; tenemos que pensar que no vamos a cambiar las cosas de un día para el otro, sino dando pequeños pasos todos los días. Pero, hay que dar pequeños pasos todos los días, porque esto es dinámica. Esto es mover un elefante en la dirección correcta.

Y, siento que lo hemos hecho, que hemos entendido dónde estamos parados, y hemos acordado en estos meses cuál es el rumbo.
Yo querría ser muy breve, con cada uno. Con Interior, ahí lo veo a Rogelio, la principal tarea es que tenemos que revertir esta política de no diálogo, de aislamiento de la cual se habló y trabajar en equipo con cada Gobernador, con cada Intendente, sin importar de qué partido sea, porque lo que hay detrás de la gestión de cada uno es un argentino esperando una solución concreta. Y, además llevar las obras de saneamiento, que es el punto de partida de la dignidad: cloacas y agua corriente para todos los argentinos lo antes posible, y vivienda; dos áreas centrales, y estamos trabajando en eso.

En Justicia, con una reforma que busca realmente mejorar la calidad de nuestra justicia, su independencia y que la gente pueda acceder a ella. Ayer repasamos otra deuda pendiente, el sistema penitenciario federal: mejorar la dignidad, que de la cárcel podamos generar reinserción social de aquellos que esperan una segunda oportunidad.

Comunicaciones claramente es la autopista del futuro, necesitamos que todos los chicos en este país, que todos los argentinos tengan lo antes posible acceso a internet de máxima velocidad. Eso es educación, eso es trabajo.

Hacienda y Finanzas: al éxito de esta semana, que tiene a todos shockeados y maravillados. Si decíamos esto hace un año nos iban a tomar por locos. Hay que seguir trabajando para tener más herramientas que potencien la inversión, el desarrollo en todo el país, e innovaciones en la macro que aseguren lo que me he comprometido a hacer que es empezar a salir de este flagelo que ha tenido la Argentina por una década entera, que es la inflación, el impuesto más perverso porque es el que primero pagan los pobres. Es una estafa que le hace el que gobierna mal a toda su gente, a la gente que le creyó, le da y se lo saca de otra manera; pero lo estamos encarando y en el segundo semestre se van a empezar a ver los resultados claros de eso.

Producción: ahí tenemos mucho por hacer en este trabajo que tiene que hacer el Estado, que es simplificar, ayudar al que quiere emprender, esto que también hablábamos, emprender, que la gente tenga la libertad de elegir. Desde el Estado hay que simplificar, entonces los pequeños emprendimientos, el tejido industrial, la inserción en el mundo; ahí tenemos mucha tarea por hacer.

En Trabajo, también ahí revertir todos estos años de pérdida de cultura del trabajo; sentarnos en la mesa el Gobierno, tratando de mediar y de ayudar a este diálogo entre los sindicatos y las empresas, para esto que vi el otro día en Llavallol, una empresa japonesa que hace gomas, y fue maravilloso, porque ahí se demuestra una vez más que los argentinos cuando queremos somos capaces. Y, las autoridades de esa empresa, los japoneses que vinieron, aumentaron sustancialmente la inversión: varios miles de millones, ¿para qué? Para cuadruplicar la exportación de gomas para camionetas en Estados Unidos. Y somos competitivos, la mejor calidad, el mejor trabajo técnico lo hacen los trabajadores de esta fábrica. Entonces, quiere decir que se puede, eso es lo que tenemos que impulsar desde Trabajo.

Modernización: volver al Estado del siglo XXI, un Estado presente, eficiente, transparente, donde los expedientes no se pierdan, que nos ayuden mientras tanto, claramente, hay que empujarlos solitos. Pero la realidad es que estamos comprometidos a que la Argentina vuelva a tener un Estado cerca y presente para la gente.

En Salud: buscar una respuesta federal de la salud, no estas asimetrías donde la alta complejidad está en muy pocos lugares; y creo que tenemos claro cómo hacerlo.

En Desarrollo Social: Transparentar, que la ayuda que el Estado necesita darle en este momento difícil a la gente, sea un derecho y no sea una herramienta de extorsión; y fuerte eje en la primera infancia, fuerte eje en los niños. Todos los chicos que nazcan en este país tienen que tener las mismas oportunidades, y estamos comprometidos a eso.

Educación y Deporte: por suerte, como lo he dicho, arrancó una revolución en la educación pública, y hay un consenso enorme con todos los ministros de Educación de todo el país, así que estoy confiado en que como lo pudimos hacer en la Ciudad de Buenos Aires, ahora lo vamos a hacer en todo el país, y además somos ejemplo y estamos sentados en la mesa de la innovación en educación de los principales países del mundo. Eso nos va a dar una autoestima enorme.

Transporte tiene una enorme responsabilidad, el plan de infraestructura más importante de la historia para conectarnos, para permitirnos crecer; y además la responsabilidad de que las empresas públicas tienen que dar el ejemplo en términos de calidad de servicio y de transparencia en sus cuentas; no porque sea estatal puede dilapidar los recursos de los argentinos, ser centro de corrupción y dar un mal servicio.

Ciencia y Tecnología: con Lino estuvimos repasando, tiene realmente proyectos maravillosos que tienen que ver con la innovación y la generación de trabajo; y están en el momento de maduración, hay que empujarlos más que nunca en esto que la Argentina ha podido mantener y que es una coherencia en el tiempo.

Cultura: estamos trabajando para que no solamente sea un lugar de encuentro entre los argentinos y no de confrontación, sino que además sea un lugar de respeto con el mundo entero; es un enorme puente nuestra riqueza cultural.

Medioambiente: es una tarea en la cual todos tenemos que ser parte, tenemos un compromiso, firmamos como país en París metas muy ambiciosas y espero que cada uno de nosotros transmita y eduque al resto de la población, que tenemos que crecer, pero en forma sustentable.

Seguridad: un enorme capítulo, terriblemente abandonado durante mucho más que la última década, y ahí tenemos una batalla durísima contra el narcotráfico y un esfuerzo a poner en profesionalizar las fuerzas de seguridad. Tenemos que devolverle el respeto, el apoyo, la capacitación a nuestras fuerzas, y trabajar todos juntos para recuperar la tranquilidad en las calles.

Cancillería: profundizar lo que estamos haciendo, decirle al mundo que acá estamos, somos un país que cree en la amistad, en la paz, en el intercambio de conocimiento, lo mismo que van a hacer nuestros jóvenes en su viaje de instrucción rumbo a ser marinos, en la Fragata “Libertad” el sábado a la mañana. Si ustedes hubiesen visto la emoción de esos jóvenes dispuestos a zarpar, demostraría que somos muchos los que tenemos amor y pasión por este país.
Energía y Minería: dos oportunidades para generar trabajo, pero dos necesidades fundamentales, especialmente energía. Tenemos que volver a tener suministro diverso, sostenible, y confiable para poder crecer, y lo vamos hacer; en renovables, en no convencional y en convencional.

Agricultura: acompañar esta revolución que ya comenzó; como yo les dije en la campaña, iba a ser el primer motor de la Argentina. Esta cosecha va a significar más de 12 mil millones de dólares de inversión por parte de todos esos miles de pequeños y medianos productores por todo el país. Eso va a movilizar todas las economías, va a generar trabajo y va a aumentar de un 20 a un 40 por ciento la cosecha del año que viene; eso va a ser mucho trabajo y una enorme revolución, y tenemos que ayudar en este proceso a facilitar todo este crecimiento y tratar de agregarle valor en origen, que eso es lo que nos va a dar trabajo. Tenemos que salir de la Argentina primaria, de la Argentina del granero del mundo a la Argentina del supermercado. Y tenemos que estar ahí, cerca, juntos, trabajando en equipo.

Turismo: estamos comprometidos a duplicar -él dice un poquito menos, pero yo lo voy a empujar- la cantidad de turistas en cuatro años. Este es un país que no hay con qué darle, tenemos lo que la gente quiera ver, las geografías por las que tengan inquietudes o curiosidades y la hospitalidad única que tiene nuestro país, empezando por el Norte; así que espero que ahí, en esta inserción en el mundo, esta industria sin chimeneas dé mucho trabajo, que es nuestra obsesión: trabajo para salir de la pobreza.

El Plan Belgrano: se está coordinando todos estos esfuerzos para que el Norte reciba la justa oportunidad, y que nunca más -lo que relataban hoy- esto de venirse del Norte a buscar trabajo acá. Si el trabajo está ahí, ahí están las energías renovables, ahí están nuestras materias primas, ahí vamos a generar que cada uno pueda elegir vivir donde le parezca, y trabajar en lo que él siente que le compromete.

El Sistema de Medios Públicos: también, en el esfuerzo de dar un mensaje de pluralismo, de diálogo y además de austeridad, porque cada 35 millones de pesos que se tiran por mala gestión pública, es un jardín de infantes que no podemos construir. Son decenas de chicos que no tienen esa oportunidad de recibir amor, cuidados, preparación para la vida que comienza.

Entonces, quiero decirles que ya sabemos lo que tenemos que hacer. Ahora, en ese Estado del siglo XXI lo que necesitamos es entender la importancia de los tiempos, la importancia de lo que vale el tiempo según la situación en la cual uno está. Para aquellas que sufren las inundaciones, como decía María Eugenia, para aquellas personas que sufren la exclusión, para esos chicos que hoy no tienen el jardín, y cada año aumenta la probabilidad de que él no pueda cursar su colegio, que él no pueda terminar el ciclo completo de educación; ese tiempo cuenta, ese tiempo duele.

Por eso, ahora es más importante que nunca que estemos enfocados, que movamos el elefante en la dirección correcta, que impulsemos -como decía María Eugenia- cada expediente, que no nos dé lo mismo un día sí, un día no, que no nos dé lo mismo atenderle el pedido a tu compañero de tarea, porque la mayoría de las cosas que hacemos cada uno necesita de otro Ministerio, casi nada lo hacemos nosotros solos. Y si no necesita un Ministerio, por ahí necesita el ANSES, o el PAMI, o la AFIP, o la Aduana, o Migraciones; o tantas cosas que hacen a que podamos avanzar.

Que nuestros puertos vuelvan a funcionar, que no tengamos sistemas mafiosos que creen que dominan los puertos, hace a que todos podamos crecer, porque todo entra y sale por los puertos; y lo mismo pasa en cada paso de la cadena. Entonces, cada uno es responsable, desde el sector privado al sector público, de que esta rueda se mueva y que lo antes posible lleguemos a Pobreza Cero.

Y, ahí es muy importante, como resaltaba María Eugenia, que estemos cerca de aquellos que necesitan que los sigamos acompañando. Por eso, este paquete de ayuda social que anunciamos el sábado, de más de 30.000 millones de pesos, para que esos 8 millones que reciben la Asignación por Hijo, más los jubilados de la mínima, que sabemos que no alcanza, y además no es justo para todos sus años de trabajo, que tengan por lo menos el reembolso del IVA de los alimentos que consumen en el crédito de su tarjeta; o los monotributistas, ese medio millón que no estaba nunca en ningún lugar: que sus hijos, como si ellos tuviesen relación de dependencia, accedan a la Asignación Universal por Hijo. Y los trabajadores temporarios, que siempre están sujetos a la oscilación, aun cuando no trabajen, tengan la Asignación Familiar. Porque quisimos acompañarlos en eso que sabemos que son instrumentos que si al final de esta década que estamos recorriendo siguen siendo cruciales es que habremos fracasado.

Porque lo que todos queremos es que cada uno pueda ser pianista si quiere ser pianista. Que cada uno pueda ser lo que haya sentido en su corazón que tenía que hacer. Y es imperdonable, ustedes lo saben, todos lo sabemos, por eso estamos acá comprometidos, que con todo lo que tenemos en este país, no sólo en recursos naturales sino en recursos humanos, no hayamos podido lograr que el que nace en San Juan y quiere vivir en San Juan, se pueda quedar ahí, o en cualquier otra provincia.

Siento que estamos listos, lo que viene ahora es lo mejor: ya empezó a generarse trabajo de calidad. Esta reinserción en el mundo ha sido impresionante, el mundo nos ha abierto la mano como nunca antes; no doy abasto a recibir gente que viene a decir: “me interesa”; ahora ya dice: “vengo a invertir”, con lo cual, esto empezó. Pero depende de nosotros a qué velocidad va a ir, y ahí es muy importante que no sólo impulsemos los planes de infraestructura, facilitemos la llegada de las inversiones que van a generar empleo de calidad, sino que estemos bien enfocados.

Y enfocados también significa tener una segunda capacidad: es la capacidad de aislarse, o relativizar, o tratar de comprender a aquellos que nos agreden. No tenemos que engancharnos en la agresión, porque donde nos enganchamos perdimos energía, perdimos el foco de lo que tenemos que hacer. Sobre todo no tenemos que enojarnos, porque son argentinos que tal vez desde los miedos, desde la inseguridad, desde creer que ellos no van a poder cruzar ese puente cuando lo van a cruzar, porque lo vamos a cruzar todos los argentinos que estemos en buena fe, que realmente queramos apostar a nuestro trabajo, a la cultura del trabajo.

Entonces, entendámoslos, entendamos que su agresión tiene que ver con sus inseguridades. Y, pongamos foco en nuestra tarea, porque como dijeron los testimonios que invitamos esta mañana, Margarita, Daniel y “Toti”, hemos hecho algo que es maravilloso, que a mí me genera una gigantesca responsabilidad: lograr que gente que hace muchos años ya no creía en nada, haya vuelto a creer. Y eso es tremendo, eso es una fuerza única, eso es haber vuelto a apostar al amor, a nuestra capacidad de hacer, a nuestra autoestima.

Por eso lo que les pido es estar a la altura de haber generado algo tan valioso, tan importante para nuestro futuro y de todos nuestros chicos, que es la esperanza. Muchas gracias.