Conferencia de prensa del presidente de la Nación, Alberto Fernández, durante su gira por Francia, desde Embajada de Argentina, en París, Francia

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Conferencia de prensa del presidente de la Nación, Alberto Fernández, durante su gira por Francia, desde Embajada de Argentina, en París, Francia

PRESIDENTE.- Buenas tardes a todos y todas, gracias por estar acompañándonos en esta gira que estamos concluyendo, mañana, cuando pueda visitarlo al presidente Macron. En primer lugar, quiero explicar un poco el sentido de esta gira porque me parece que por ahí muchos no entendieron cuál era el sentido. Yo presido la CELAC, que es una organización de países que reúne a toda la región latinoamericana y el Caribe y hemos visto con mucha preocupación cómo han evolucionado los problemas en la economía y en el mundo global producto de la guerra. Por ello, le pedí al Canciller que hiciéramos estás dos reuniones centrales con el Canciller Scholz y con el presidente Macron para poder hablar de lo que está pasando con la guerra, con la invasión rusa a Ucrania. También le pedí que pasáramos por España para poder hablar con el presidente Sánchez y el Rey Felipe VI porque siempre España es nuestra aliada estratégica, en Europa, y queríamos conocer su mirada de lo que estaba pasando.

En muy poco tiempo organizamos esto y yo la verdad agradezco a los tres líderes: a Pedro Sánchez, al Canciller Sholz, y al presidente Macron por la respuesta para poder concretar estos encuentros. Que están motivados directamente por la preocupación que nos genera la evolución del conflicto bélico, que genera consecuencias, ya no entre los países que están en la contienda, generan consecuencias globales, que para nosotros son muy preocupantes, con lo cual – como le dije a Pedro Sánchez, al Canciller Sholz – estamos realmente muy preocupados y tenemos que hacer algo porque este conflicto – cuanto antes – termine; tenemos que hacer algo para ayudar al fin de las acciones bélicas rusas sobre Ucrania y tenemos que hacer algo para que las partes se sienten y logren un entendimiento, porque – insisto – no solamente para la región, porque nosotros venimos del continente más desigual del mundo y ese continente que es América Latina y el Caribe – después de la pandemia – quedó en condiciones de desigualdad más grande y eso nos obliga a actuar para que eso no se siga profundizando.

Después de la pandemia esa desigualdad aumentó y la situación económica se complicó y esta guerra termina poniendo en riesgo seriamente a la región, del riesgo de que la seguridad alimentaria se quiebre, el riesgo de que la seguridad energética se quiebre y aparezcan problemas energéticos es definitivamente real.

Es cierto, que la Argentina que es productora de alimentos y que, además, tiene – hoy en día – un potencial excedente, en materia de gas puede encontrar una oportunidad pero no me gusta encontrar oportunidades en las guerras. La pandemia se llevó 6 millones de vidas y yo lo que quiero es llamar a la reflexión, al concierto de las naciones, viniendo de Argentina, con la humildad de ser parte de un continente muy postergado, pero que tiene derecho a recuperarse y a salir adelante. Ese fue el sentido de todas las reuniones, de eso hablamos con el presidente Sánchez, con el Canciller Scholz, con una muy buena reunión, que tuve con el Rey Felipe, que además me expresó claramente la dimensión que puede tener el problema y que yo quisiera que no se llegue a eso.

Naciones Unidas, en el Consejo de Seguridad, le encomendó al secretario general, Guterres que inicie acciones para acercar a las partes y encontrar soluciones al conflicto y nosotros queremos apoyar firmemente ese planteo; nosotros no sentimos que esta sea una cuestión entre Rusia y la OTN, Rusia y Ucrania; Rusia y Europa, no, nosotros sentimos que la dimensión del conflicto adquiere características globales y las consecuencias de las acciones, que se han tomado, directamente repercuten en nuestra vida cotidiana. Y por eso es que con la premura, que le plantee al Canciller, organizamos este viaje; muchos se preguntaron: “bueno, ¿por qué salió así? Porque no sabíamos exactamente cuál iba a ser el día en que nos íbamos a reunir con el presidente Macron, aunque sabíamos que nos íbamos a ver. Todo fue resultado de esa preocupación, que nosotros tenemos, la necesidad de que la voz de América Latina sea oída y la necesidad y el deseo, fundamentalmente, de querer colaborar y encontrar una solución a un conflicto, que – vuelvo a repetir – excede en mucho los límites de los países, que están en pugna y que – por cómo el mundo se ha desarrollado – tiene repercusión en toda las latitudes.

Siendo presidente de la CELAC no me quedo tranquilo; América Central y el Caribe se ha visto muy dañada por el cambio climático, así zonas que – antes - eran productivas, en América Central, hoy son zonas desérticas y la producción de alimentos es un problema para todos esos países. Y aún cuando Argentina pueda producir más y pueda verse beneficiada, la verdad, es que yo quiero que el mundo entienda que no hay más espacios para guerras, definitivamente no hay más espacios. Acaban de morir más de 6 millones de personas por la pandemia y es un imperativo moral llamar a la reflexión y pedir terminar con la guerra. El mundo no soporta más eso y la verdad es que todas las economías pueden complicarse, porque si además la solución que encuentran los países centrales para salir del problema es subir las tasas eso va a generar una enorme recesión, en el mundo, y sólo va a complicar mucho más el futuro de nuestras naciones.

Yo quería plantearles esto, antes de que retornemos a nuestra querida Argentina, porque esto es lo que nos impulsó a hacer este viaje relámpago que habrá sido para ustedes tan agotador, como lo ha sido para nosotros, porque estar un día en cada lugar es algo que desgasta mucho, pero me voy con la tranquilidad de haber puesto la voz de América Latina en este contexto, de ser categóricos. Nosotros, lo escucharon al Canciller Scholz, vieron el comunicado de Pedro Sánchez, no tenemos dudas que Ucrania es víctima de una agresión y no tenemos dudas de que tenemos que parar esa agresión cuanto antes y lo que buscamos es querer ser oídos. Vuelvo a repetir: hay un mundo - al que yo llamo el mundo de la periferia - que no es el mundo central, el mundo de los poderosos, que está padeciendo mucho los efectos de esta guerra. Y creo yo, que en mi condición de presidente de la CELAC, me veo en la obligación moral y ética de llevar este mensaje a los que son actores; así que dicho esto quedo a disposición para sus preguntas.

PERIODISTA.- Señor presidente, usted estuvo hace varios días reunido con varios líderes europeos, Pedro Sánchez, el jefe del Gobierno español, manifestó su preocupación respecto a esta guerra, y él tenía la percepción de que esto no va a terminar, de que este fin nos es inmediato, y usted sabe el daño que está generando a la economía, teniendo en cuenta la inflación, que generó y que puede seguir generando en todos los países del mundo. ¿Cree usted que esta guerra puede seguir afectando, a la Argentina, como ya lo está haciendo y además hoy se conoció el índice de inflación, cuál es su percepción, cuál cree usted que es el camino correcto, si el plan anti-inflacionario del ministro Guzmán…?

PRESIDENTE.- El programa económico va a ayudar a desacelerar la inflación, de eso estamos seguros, no estamos conformes ni contentos, lejos estamos de estar contentos con los índices de inflación, que tenemos hoy en día, en Argentina y debemos seguir trabajando en eso.

Como ya les he dicho, en otra oportunidad, nuestro programa económico tiene tres pilares, que son la producción, el trabajo y la mejor distribución del ingreso; estamos creciendo mucho en la economía; estamos generando muchos nuevos trabajos formales, pero nos está costando mucho corregir la distribución del ingreso. Y en eso tiene mucho que ver la inflación, y aún cuando nosotros alentamos que las paritarias resuelvan ese problema haciendo que los salarios estén por encima de la inflación, tenemos que trabajar – seriamente – en toda las causas que dan origen a la inflación.

Por lo tanto, debemos seguir trabajando, ahora hay un porcentaje de esa inflación, que hoy vivimos, que creo que es relativamente alta, que es derivada del aumento de los precios de los alimentos, como consecuencia de la guerra y de muchos otros insumos, como los fertilizantes, a modo de ejemplo. Entonces, tenemos que trabajar fuertemente en eso, porque ese elemento inflacionario, esa causa, esa otra causa externa, no la manejamos nosotros. Y la inflación es muy dañina porque repercute negativamente en los sectores menos pudientes, la inflación es el impuesto que se le cobra a los que están viviendo de un sueldo y por lo tanto debemos de rápidamente parar este tema. Como es parte de nuestra ocupación, por eso quise plantear este tema, también, a los que son actores de esto para que entiendan la dimensión del problema.

PERIODISTA. – Le quiero consultar porque en Buenos Aires, en Argentina, se cierran las puertas de audiencias públicas por el aumento de tarifas. Son aumentos que se comprometió en el marco del programa económico con el Fondo Monetario Internacional para producir los subsidios energéticos. Hay sectores que impulsan un freno a esos aumentos, que no quieren que aumente. Quiero consultar si: ¿Esos aumentos más allá de las voces, las audiencias públicas no son vinculantes? ¿Si usted ratifica esos aumento? ¿O si hay o existe la posibilidad de que eventualmente se haga una revisión de esos aumentos y se revise, en todo caso, con segmentación con otro tipo de definiciones e iniciativas?

PRESIDENTE. – Los aumentos suponen la aplicación de la segmentación, de modo tal, que el 10% más pudiente que se ve beneficiado con los subsidios, dejen de ser subsidiados. Esa es definitivamente, una medida, en términos económicos muy progresiva porque hace que el que tiene pague. Los sectores más débiles van a seguir siendo atendidos con subsidios.

Y de los aumentos que estamos hablando, son aumentos que se vinculan directamente a cómo evoluciona el salario de la gente. De modo tal, que nunca el aumento de las tarifas puede ser más alto del aumento salarial de las personas. Con lo cual, tiene un criterio distributivo muy grande porque es un porcentaje menor al aumento del índice salarial.

Esto que estamos haciendo, aunque está escrito en el programa económico, no es una imposición del fondo. Lo estamos haciendo porque creemos necesario hacerlo, porque es muy difícil pensar que la economía pueda seguir subsidiando a los más ricos en materia energética. Cuando, además, vemos cómo se ha desatado el conflicto energético, a partir de la guerra y cómo todos los precios de la energía se han disparado. Así que nosotros estamos trabajando en ese sentido y estamos muy convencidos que vamos en el camino correcto.

PERIODISTA. – (INAUDIBLE)

PRESIDENTE. – Sí.

PERIODISTA. – Queríamos preguntarle respecto de este escenario mundial que usted acaba de describir, si específicamente este escenario mundial puede repercutir en el acuerdo que tomo previo a la guerra con el Fondo Monetario Internacional? Y si: ¿Hay un dialogo con el FMI para una readecuación, en el cual, con este acuerdo en función de ajustarlo a la nueva realidad que significa justamente todo lo que usted estaba planteando en el escenario nuevo del mundo en guerra?

PRESIDENTE. – La realidad es que el Fondo Monetario Internacional ya ha dicho que hay que revisar estas cosas porque la economía se ha alterado significativamente. Así que si es una decisión o una idea que el Fondo tiene, seguramente también será aplicable en nosotros. Y tenemos que ver cómo es exactamente la repercusión de los efectos de la guerra en Argentina. Y el primer indicio negativo, muy negativo es el indicio de la inflación.

A mí, cuando me dicen que la Argentina puede beneficiarse con el aumento de los commodities, la verdad, que a mí no me gusta que ganemos porque hay una guerra desatada. Y, además, lo segundo que hay que entender es que es muy difícil desacoplar los precios internacionales, de los precios internos, y allí el problema se complica mucho más. Por lo tanto, cuando llegue el momento, entiendo que el Fondo lo propiciará como lo ha dicho públicamente.

PERIODISTA. – ¿No hay dialogo por este momento?

PRESIDENTE. – No, si, sí. Hay dialogo permanentemente pero el dialogo lo lleva adelante el Ministerio de Economía. No soy yo quién está hablando.

PERIODISTA. – Recientemente, hace unas horas hizo declaraciones el Ministro de Seguridad Aníbal Fernández quién es alguien importante de su gobierno que confirmó, de alguna manera, que usted va a ser candidato el año próximo y planteo de que si fuese Cristina podría haber alguna competencia. ¿Usted ve ese escenario eventual?

PERIODISTA. – A ver Pablo. Un periodista español me hizo un reportaje para un diario muy importante de España. Durante todo el reportaje me trajo al escenario las diferencias que podemos tener con Cristina y al final le dije: la verdad, es que yo. Todo el reportaje trató de subirme al ring para pelearme con Cristina. Y la verdad que yo no me tengo que pelear con Cristina y no me quiero pelear con Cristina. Yo me tengo que pelear con Macri. Tengo que pelearme con la derecha. Tengo que pelearme con los causantes de la decadencia argentina. Los que generaron la deuda, que hoy estamos discutiendo, todavía. Los que trajeron el 20% de caída del salario real que tenemos que recuperar para que la distribución del ingreso sea mejor. Allí está puesta mi cabeza. Mi cabeza esta en resolver los problemas de los argentinos. Mi cabeza está en acotar los daños que el contexto internacional genera en Argentina. Mi cabeza está en ayudar a los más necesitados y sacar de la pobreza, lo más rápido posible, a los que están sumidos en la pobreza. Mi cabeza está en generar trabajo. Mi cabeza está en aprovechar oportunidades, por eso hablé con Pedro Sánchez. Hablé también con el Canciller alemán de la posibilidad de que la Argentina rápidamente se ponga a licuar gas y exportarlo y porque necesitamos inversiones. Por eso pedí que ellos vean las posibilidades de invertir en Argentina en todo esto. Mi cabeza está ahí. La verdad, es que yo no estoy discutiendo con Cristina. La verdad, es que yo no estoy discutiendo ninguna interna y la verdad, es que yo no estoy pensando en mi reelección. Estoy pensando en cómo salir de los problemas que tenemos. Ahora, lo lamento mucho. La verdad es que me doy cuenta que no son solo ustedes los culpables porque también los periodistas españoles en ese caso hicieron los mismo. Y ayer algunos alemanes también. Pero en verdad lo que más me preocupa es resolver los problemas de la Argentina. Yo no tengo una disputa con Cristina, tengo diferencias, ¿ok? Y nosotros en el 2023 debemos hacer lo que sea necesario para ganar y garantizar que el macrismo y que la derecha no vuelvan a sumirnos en el mundo espantoso en que nos sumió.