Entrevista al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en Radio 10

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Entrevista al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en Radio 10

SYLVESTRE.- En el último programa de este año nos parecía interesante conversar con el Presidente de la Nación a quien tenemos en línea. Presidente, buen día y un gusto como siempre.

PRESIDENTE.- Buen día Gustavo, ¿cómo están todos?

SYLVESTRE.- Bien, todo muy bien, estábamos recordando, porque le voy a contar a la audiencia, porque hay algún problemita ahí en esa zona cuando hablamos con usted vía celular, y estábamos tratando de engancharlo con la línea directa.

PRESIDENTE.- Debo confesar que es la primera vez que uso la línea directa de Olivos, así que por eso me demoré también, porque no sabíamos con qué número se salía desde acá para poder hablar.

SYLVESTRE.- Lo que pasa es que uno la verdad que está tan acostumbrado al celular que las líneas directas las tenemos casi como artefacto decorativo. Y estábamos recordando que un año estábamos en Radio del Plata y habitualmente hablamos con los oyentes y hacemos regalos, y yo digo “hola, ¿quién está en línea?”, “Carlos Tomada”, estaba enganchado y terminó sorteando entradas para el zoológico. La verdad que siempre digo cuando el 10 de enero de este año hacíamos la primera nota con usted como Presidente, e imaginaba usted y nosotros con una expectativa renovada y de pronto vino la pandemia y hubo que cambiar todos los planes, y la verdad que ha liderado muy bien, junto con todos los gobernadores, yo creo que es un hecho inédito en la política argentina lo que han hecho en conjunto.
PRESIDENTE. Yo creo que sí, yo creo que sí, yo ayer que tuve la posibilidad de reflexionar con los diputados nacionales y con intendentes del Gran Buenos Aires, les decía que no éramos conscientes de lo que habíamos hecho, porque de repente se nos presentó una realidad totalmente desconocida para nosotros, y para todos, porque yo tengo muchos amigos que han sido ministros, gobernadores, presidentes, que me dicen cuáles fueron sus experiencias, pero nada tiene que ver con lo que nos pasa a nosotros, una experiencia que todos los días cambia, suelo decir yo que gobernar en la pandemia es lo más parecido a caminar en un pantano, uno nunca sabe dónde está pisando, dónde pisa firme y dónde se hunde, porque es poco y nada lo que se conoce sobre el virus. Con el correr del tiempo fuimos tomando experiencia y fuimos pudiendo sobrellevarlo, pero la pandemia nos obligó a una doble pelea, a la pelea contra el virus y a la pelea con la economía, y la verdad que desde el primer momento no dudé en preservar la salud de los argentinos, eso me exigió que en materia económica tuviéramos que inventar un montón de cosas para poder sobrellevar la crisis, y así surgió el APT que permitió que tres millones de argentinos que trabajaban de forma registrada pudieran seguir cobrando sus sueldos, y que muchas pymes no se cerraran porque consiguieron el auxilio del Estado, y se nos ocurrió que era un problema de los sectores medios que tienen pequeños negocios, o que son profesionales independientes y con ellos llegamos a través de los créditos a tasa cero. Y después nos dimos cuenta que teníamos nueve millones de argentinos que estaban fuera del sistema, y a ellos les dimos el IFE. Y cuando descubrimos eso dijimos pero los que más pueden tienen que ayudar en este contexto y entonces hicimos ese aporte voluntario que salió del Congreso, con un proyecto de Máximo y de Carlos Heller. Y todo esto uno lo cuenta ahora en dos minutos, pero fueron meses de ver cómo ir liderándolo, nos encontramos con que muchas empresas se caían por las deudas que habían acumulado con el fisco como consecuencia de que no podían trabajar, y entonces tuvimos que recurrir a la moratoria. Hicimos todo eso, preservamos mucho el empleo; nos preocupamos porque los sectores más empobrecidos -que fue mi mayor preocupación y sigue siéndolo- no quedaran desamparados. Acuérdense ustedes cuando empezó la pandemia que los agoreros de siempre decían que iba a haber levantamientos sociales, saqueos.
SYLVESTRE.- Iba a estallar el Conurbano.

PRESIDENTE.- Claro, y nosotros nos ocupamos con Daniel Arroyo de sacar la Tarjeta Alimentar y que les llegaran alimentos a cada rincón de la Argentina, y hoy tengo la íntima tranquilidad de que en ningún lugar faltó comida, a nadie le faltó comida en la Argentina. Días atrás, hablando con Juan Carr, él me decía que nunca en su vida había visto tanta presencia del Estado en los sectores más empobrecidos, y también con enormes aprendizajes, porque cuando se desataron los contagios en la Villa 31, o en la Villa Azul, todos pendamos que ahí era el comienzo del fin, que ya eso se nos iba de las manos y que no íbamos a poder controlarlo. Fuimos a esos barrios, hicimos, testeos, profundizamos los testeos, les pedimos a los barrios que hicieran algo a lo que llamamos cuarentena obligatoria, y salió bien, y ahí uno pudo ver la solidaridad enorme de los sectores más humildes entre ellos, cómo se cuidaron y se preservaron entre ellos.

SYLVESTRE.- Sí, muy importante. Lo que ha significado también el IFE la gente lo agradece, porque esa ayuda les posibilitó a muchos crear un micro emprendimiento y hoy tener una potencia laboral que no tenían antes.

PRESIDENTE.- He visto en el programa de anoche de C5N de ustedes casos como esos, y la verdad que uno se alegra y lo tranquiliza haberle podido dar una mano a alguien que lo estaba necesitando, y todo eso lo hicimos mientras teníamos que enfrentar el tema de la deuda, y lo enfrentamos, y pudimos llegar a un acuerdo con los acreedores que el mundo entero se asombró que lo logremos, porque es un acuerdo que le permite a la Argentina ahorrar 38 mil millones de dólares, y nos permite que por ejemplo este año que termina no hayamos pagado 7 mil millones de dólares de deuda, y nos permite que el año entrante no tengamos que pagar 12 mil millones de dólares, 12.500 millones de dólares de deuda, y que todo ese dinero se pueda volcar a la producción y al trabajo.

SYLVESTRE.- Este ha sido otro de los grandes temas que en el medio de la pandemia pasó, pero ha sido un gran logro del Gobierno. Y terminando, Presidente, realmente permítame, porque me parece que esto hay que decirlo, muchos cuando usted anunció que entre 23 y el 24 de diciembre llegaba la vacuna a la Argentina y se iba a estar vacunando antes de fin de años, desde los sectores que yo denomino “el periodismo de guerra” algunos decían que usted mentía, que no iba a llegar nunca esa vacuna y llegó, y van a llegar, hoy hablábamos con Roberto Salvarezza temprano, que nos decía también lo de AstraZenica, la producción cómo ya está avanzada aquí en la Argentina.

PRESIDENTE.- Una de las cosas a las que se van a tener que acostumbrar los agoreros de siempre es de acusarme de mentir porque no miento, porque la verdad no está en mi naturaleza mentir. Yo les prometí a los jubilados que no iban a perder dinero y que iban a dejar de pagar los medicamentos, y yo cumplí. Prometí que iba a haber que las mujeres, y la Argentina, no las mujeres, que la sociedad argentina declare legal y público el tratamiento del aborto y lo cumplí. Prometí que antes de fin de año los argentinos iban a estar vacunándose y lo cumplí. Yo a los argentinos les cuento la verdad, les cuento siempre la verdad, y eso me tranquilo a mí. Sé que muchos prefieren que esa verdad nunca suceda, porque lo sienten como goles en contra, pero no se dan cuenta que son goles que hace la Argentina, y que deberían disfrutarlo, deberían agradecerlos.

SYLVESTRE.- Que deberían llenar a todos los argentina os de orgullo, y estar tirándose en contra de la salud púbica, en contra de una vacuna, el lobby impresionante que han hecho en contra de la vacuna Sputnik da vergüenza ajena.

PRESIDENTE.- Yo personalmente me he ocupado de tratar de conseguir vacunas desde hace tres meses para la Argentina, porque yo lo que no quería era que la Argentina estuviera en ese submundo que ve cómo el mundo del norte se vacuna y los argentinos lo miran, que si ustedes miran es un poco lo que pasa en el mundo. Yo quería que la Argentina empezara a vacunar junto con todos los países del mundo, y hablé con todos los laboratorios que producen vacunas, y la verdad es que debo reconocer que la Federación Rusa tuvo un trato excepcional con nosotros, al que siempre estará agradecido, por el que siempre estaré agradecido. Logramos que entren 300 mil vacunas, no 10 mil vacunas, 300 mil vacunas para empezar a vacunar al personal médico, y lo único que escucho desde entonces es poner en dudas la calidad técnica de una vacuna que se desarrolló en un instituto que cuenta con varios premios Nobel en su historia, y al que en este momento inclusive le va a consultar AstraZenica para mejorar su vacuna. Yo no entiendo, no entiendo por qué tan duros, tan severos con la vacuna de la Gamaleya, a la que llaman vacuna rusa adrede.

SYLVESTRE.- Por una cuestión de ideología supongo, de prejuicios ideológicos.

PRESIDENTE.- Exactamente. Ahora, esa vacuna que ya llegó a la Argentina, que ya se distribuyó, que pudo mantener la cadena de frio, resulta que es una vacuna de la que todos dudan, y hay otra vacuna que hay que someter a 70 grados bajo cero, que tiene problemas logísticos de traslado complicadísimos, y cuyos hacedores piden tantas prevenciones como nadie ha pedido para garantizar su inmunidad ante el eventual fracaso de la vacuna, y esa es la vacuna que me exigen que traigan, y que yo la traería encantado, pero no es por mí que no vienen, es por la cantidad de exigencias que ponen los que las hacen.

SYLVESTRE.- Se está refiriendo a la de Pfizer.

PRESIDENTE.- Claro.

SYLVESTRE.- ¿Siguen las negociaciones allí?

PRESIDENTE.- Sí, y yo las voy a seguir, pero en lo que trato de llamar la atención es en cómo es exactamente la historia, no es que Argentina ha querido, es que desde Pfizer Estados Unidos han puesto tantas prevenciones para administrar su responsabilidad, que me terminan exigiendo cosas que ninguna otra vacuna me ha exigido, y resulta que esa parece ser la más segura, es difícil de entender.

SYLVESTRE.- Totalmente. ¿Cómo está en este sentido? Lo de AstraZenica y el permiso que se ha dado también importante, porque eso se está fabricando ya acá en la Argentina.

PRESIDENTE.- Está bastante instalada la producción en la Argentina, el plan que tenemos es que Rusia nos termine de dar en los primeros días de enero las 300 mil segundas dosis de estas primeras que nos dio, y sobre el final de enero tenemos cuatro millones de la primera dosis y un millón de la segunda dosis de la vacuna de Gamaleya, y que durante febrero vamos a tener la cantidad de dosis que faltan para terminar de vacunar a 10 millones de argentinos con la vacuna de Gamaleya. Gamaleya además fue tan generosa que nos ofreció que si en enero nosotros necesitamos diez millones de dosis más para marzo, ellos nos las podrían proveer, eso está a decisión nuestra, y eso yo lo firmé ante la duda de que la producción de AstraZenica se demore.

SYLVESTRE.- ¿Y con el tema de la vacuna china Presidente?

PRESIDENTE.- Estamos avanzando, estamos pidiendo los protocolos, los estudios que se han hecho, y que avalan la calidad de la vacuna, porque todo eso va al ANMAT, que es otra novedad, ahora de repente han puesto en tela de juicio al ANMAT, en el mundo los organismos que califican vacunas están catalogados con un puntaje que va de uno a cuatro, cuatro es el más alto, la FBA tiene cuatro puntos, igual que el ANMAT, o sea que el ANMAT califica y es palabra santa, nadie pone en duda si ANMAT dice esto está bien.

SYLVESTRE.- Me parece que como se han quedado sin argumentos, incluso ayer tuvieron que llamar algún periodista que estaba de vacaciones para que alga a cuestionar el ANMAT en forma ridícula, sin ningún basamento científico, solo para herir el logro de la Argentina de conseguir estas vacunas.

PRESIDENTE.- Yo les pido a los argentinos que adviertan estas cosas, que se den cuenta de lo que están haciendo, porque en el fondo lo único que intentan es generar desaliento, generan desaliento con todo, generan desaliento con la movilidad jubilatoria, generan desaliento con la vacuna, generan desaliento con que la economía no crece, viven generando desaliento, y la verdad quieren un pueblo de brazos caídos, y cuando todos bajan los brazos es cuando vienen los créditos que después se fugan, el dinero que viene del exterior y se fuga. Lo que nosotros necesitamos es un pueblo muy movilizado, muy despierto, muy ávido de derechos, que nos reclame y que vea que estamos cumpliendo, que estamos haciendo lo que dijimos que íbamos a hacer.

SYLVESTRE.- Ayer se reunió nuevamente con Horacio Rodríguez Larreta y con Kicillof, preocupación hay obviamente por este aumento de contagios de coronavirus, ¿van a tomar alguna medida?

PRESIDENTE.- Yo quería escucharlos a ellos a ver qué mirada tenían, yo había estado hablando días atrás con infectólogos y tenían una mirada parecida. Todos tenemos la sensación de que diciembre fue un mes de mucho relajamiento, relajamiento que llevó a reuniones sociales, y que también posibilitó que hubieran marchas en Buenos Aires de distinto tipo, por distintos motivos, la marcha de los celestes, la marcha de las verdes, lo que ocurrió lamentablemente durante el sepelio de Diego Arman do Maradona, todas cosas que pudieron favorecer que el virus circule, y también yo plantee lo que vi el día 24 a la noche, chicos jóvenes que se reúnen en las plazas, sin barbijos, con música a todo lo que da, y como tienen los boliches, entre comillas, cerrados, entonces terminan en las plazas hacinados en un verdadero tumulto de gente. Y la existencia de estas fiestas clandestinas que se están promoviendo por las redes sociales. Todo eso es caldo de cultivo para el virus, y es algo que nosotros tenemos que prestarle atención, porque es algo muy peligroso, definitivamente muy peligroso. Por eso ayer quise tener una reunión con Axel y con Horacio para que podamos repasar un poquito juntos y ver qué hacemos para adelante. Tomamos la decisión de volverá juntarnos la semana entrante, hacer un seguimiento semanal; dejar pasar el 31, recomendar a todos cuidado, porque el problema no ha terminado, y si vemos que la situación no afloja y el relajamiento sigue ver de qué modo las fuerza de seguridad empiezan a actuar en las calles para disipar a la gente y para impedir que esas aglomeraciones ocurran. Me contó Horacio que ellos han clausurado muchos negocios donde hicieron fiestas cerradas y demás, y eso está muy bien.

SYLVESTRE.- Tal vez lo que se necesita es un control mayor del Estado para evitar esto.

PRESIDENTE.- De eso hablamos precisamente.

SYLVESTRE.- Porque algunos controles, también hay que admitir, se habían relajado, entonces por ahí hay que volver a restringir eso, sobre todo el transporte público.

PRESIDENTE.- Exactamente, y después también el problema de la Costa con el turismo, porque Mar del Plata en este momento no la está pasando bien.

SYLVESTRE.- Quedaron en evaluar pero no por el momento en tomar medidas.

PRESIDENTE.- Vamos a dejar pasar el fin de año y a partir de la semana que viene vamos a mirar con lupa a ver cómo resolvemos esto.

SYLVESTRE.- ¿Cuáles son las expectativas que usted ve pasando este 2020 para la Argentina?

PRESIDENTE.- Siempre hablándole con toda franqueza a la gente, yo creo que sigue siendo la pandemia la prioridad, y viendo lo que está pasando en Europa, ayer Inglaterra declaró saturado su sistema sanitario una vez más y volvió a cerrar todo, clases y circulación. Evidentemente esta cepa que apareció en Europa es mucho más virulenta por lo menos en términos de contagios. Con lo cual yo me había hecho un plan que a la llegada del otoño los argentinos, que son alrededor de 13 millones de argentinos que están en riesgo, porque son personal de la Salud, de las Fuerzas Armadas, docentes; porque son personas mayores de sesenta años, o menores de sesenta años pero con problemas prevalentes, que todos ellos estén vacunados, si nosotros logramos ese objetivo, que depende en parte de nosotros pero en parte no, porque en parte depende de que la producción de vacunas escale y los plazos se puedan cumplir, yo confío que eso lo logremos, nosotros tenemos que llegar a marzo un poquito más aliviados, y ese sería el momento real de la segunda ola, y ahí tenemos que llegar más aliviados. Tenemos que estar atentos porque la segunda ola es producto de un virus que ha mutado, y que he leído que ha llegado por ejemplo a Chile, con lo cual tenemos que ser muy cuidadosos con los que entran a la Argentina, porque el virus este viaja en avión, así que tenemos que ser muy cuidadosos con eso. Yo igual confío en que el año entrante vamos a tener un mejor año, las condiciones están dadas para que la Argentina crezca, para que el trabajo se recupere, esa es mi segunda gran preocupación, recuperar el trabajo, que haya inversión, que haya producción y que haya trabajo, que podamos exportar y ordenar nuestra balanza de pagos, y que podamos con el trabajo sacar a la gente del cono de la pobreza donde ha caído. Nosotros trabajamos mucho este año para evitar que la pobreza crezca, creció, pero el Observatorio de la Universidad Católica Argentina dice explícitamente que si bien es cierto que la pobreza es del 44 por ciento, si el Estado argentino no hubiera estado presente la pobreza hubiese llegado al 55 por ciento; y que la indigencia, que es del 10 por ciento, si el Estado no hubiera estado presente hoy sería del 27 por ciento, con lo cual tenemos que seguir extreman do nuestro esfuerzo para ayudar a esa gente, ayudarla a recuperar el trabajo y así ayudarla a salir del cono de la pobreza en el que están metidos.

PERIODISTA.- Le quería preguntar, en el 2021 que ahora arranca, qué expectativas de la negociación con el Fondo Monetario.

PRESIDENTE.- Creo que vamos bien, creo que vamos avanzando bien, que el Fondo creo que está viendo también el resultado de nuestra gestión, y me parece que hemos logrado que los equipos técnicos sintonicen con nuestros planteos y nuestras propuestas, que básicamente lo que dicen es “necesitamos que la Argentina crezca para que pueda pagar, y para que la Argentina crezca no se puede achicar”, que es lo que generalmente proponen desde el Fondo con sus planes de ajuste. Pero esta vez con Kristalina Giorgeva al frente parece ser distinto, y parece ser que efectivamente ellos toman noción, toman cuenta de que el camino que nosotros estamos eligiendo es el correcto. Yo espero también poner en marcha en enero el Consejo Económico y Social, Gustavo Beliz se va a hacer cargo, y vamos a empezar y quiero que ese Consejo…, nosotros tenemos una ley hecha, pero quisiéramos que ese Consejo la lea la ley y la haga propia, y sea el Consejo el que eleva al Congreso la ley que nosotros propongamos, pero sí quiero que empecemos cuanto antes, ya tenemos muy avanzados acuerdos con el sector automotriz, que para nosotros es muy importante, ha crecido mucho en este tiempo, y estamos abriendo nuevos mercados, por ejemplo el mercado con Chile, nosotros tenemos ahí que dar un impulso, y hacer además que los autos que se produzcan en la Argentina cada vez tengan más componentes nacionales, autopartes, eso se está logrando. El año anterior solo un tercio de los autos eran de producción nacional, hoy están en algunos casos superando el 40 por ciento, y tenemos que hacerlo crecer todo lo que podamos.

SYLVESTRE.- Yo sé que usted tiene muy buena relación, incluso lo ha invitado a almorzara varias veces a Olivos al exministro y al economista Roberto Lavagna, fue crítico la semana pasada sobre la situación económica, sobre el rumbo de la economía, incluso le hizo una serie de sugerencias, ¿lo ha hablado con él, cómo toma esas sugerencias, esas críticas que hizo Lavagna?

PRESIDENTE.- Hablé en Navidad con él, yo siempre temo a bien sus críticas, sé que son críticas de un hombre que sabe y de un hombre honesto, así que creo en su honestidad intelectual, no necesariamente las comparto, eso es otra cosa, pero sí tomo a bien sus críticas, y espero poder verlo pronto para poder charlar. Yo lo que creo es que más que críticas a la economía él propuso objetivos para la economía, y en esos objetivos no estamos muy en desacuerdo. Tuvimos a lo largo del año miradas distintas sobre algunos aspectos, y me dio la impresión de que tuvimos razón nosotros sobre las diferencias que tuvimos, pero de cualquier manera eso no me permite no estar seguro en un cien por ciento de lo que creo, con lo cual escucharlo a Roberto siempre para mí es muy valioso. Yo hago una diferencia entre Roberto y los diputados que dicen representarlo, porque allí yo veo unja conducta diferente, veo un conducta más obstruccionista, una conducta más competitiva con el Gobierno, más de competitividad política de esa que a uno no le gusta, donde a veces hay oposición por la oposición misma, y eso suelo hablarlo con Roberto, y por eso hago diferencia yo entre Roberto y los que dicen ser sus diputados.

SYLVESTRE.- ¿Usted en algún momento imaginó sumarlo, tenerlo en el Gobierno o en este Consejo Económico?

PERIODISTA.- Quién no quisiera tener un hombre como Roberto Lavagna en el Gobierno, la verdad es un hombre de enorme valor, lo que pasa es que él me ha expresado su voluntad de no volver a la función pública, y en eso yo lo respeto mucho, pero es un hombre muy calificado, sin ninguna duda.

DUGGAN.- No pude escuchar todo el reportaje, estaba preparando el programa, pero voy fuerte por el título, directamente lo admito. ¿Se anima a ponerle un puntaje a este año del Gobierno, del uno al diez?

PRESIDENTE.- No, porque no quiero ser tan soberbio, no quiero ser tan soberbio.

SYLVESTRE.- Eso significa que piensa en un puntaje alto. Usted que aparte sigue siendo profesor, es increíble, y ha tomado exámenes. Tiene que poner un puntaje.

PRESIDENTE.- Lo que pasa es que creo que…, a ver, vamos a cambiar un poco los roles, déjenme hacer un minuto de psicoanálisis con ustedes, y ustedes sean los terapeutas. La verdad es que fue un año muy difícil, muy difícil, nadie sabe lo que he vivido yo y lo que han vivido los ministros, teniendo que enfrentar una pandemia que nos dio vuelta todo, no había ningún manual para gobernar en la pandemia, y los miedos iniciales que teníamos, porque no sabíamos si íbamos lograrlo, no sabíamos si el camino que elegíamos era el camino correcto, no lo sabíamos, y la verdad es que yo me siento en paz con mi conciencia, estoy muy tranquilo con mi conciencia, porque sé que pusimos todo nuestro esfuerzo, y además siento que en la mayoría de los casos no tomamos el camino correcto, en algún caso pudimos habernos equivocado, como fue el caso de Vicentín, pero yo creo que en la mayoría de los casos tomamos el camino correcto. Cuando decidimos congelar las tarifas y pusieron el grito en el cielo, era el camino correcto, porque la argentina no podía pagar esas tarifas; cuando al final del año decidimos que la telefonía celular, internet y el cable de televisión se conviertan en servicios públicos, y que el Estado permitiera que no se pueda cobrar cualquier precio por esos servicios, sino que se tengan que pedir autorización, fue el camino correcto, la gente por ahí no se da cuenta, pero primero: hoy en día hay cerca sesenta millones de teléfonos celulares en la Argentina, la telefonía fija prácticamente desapareció. Me decían que esos no eran servicios públicos, cómo no va a ser un servicio público un país que tiene 45 millones de habitantes y 60 millones de celulares, lo hicimos servicio público. Descubrimos que el 70 por ciento del consumo eran consumos con tarjeta de prepago, donde la gente iba y pagaba y después usaba su teléfono hasta que se le acaba el servicio y volvía a cargar la tarjeta, y eso significaba un costo promedio de un servicio básico de alrededor de 600 pesos, hoy eso cuesta 380 pesos.

SYLVESTRE.- La tarifa básica que ahora están resistiendo.

PRESIDENTE.- La tarifa básica de la televisión por cable, que tiene entre 40 y 200 canales, según el servicio del que se trate, se ha visto reducida entre un 20 y un 30 por ciento, o sea que los argentinos hoy pagan un 30 por ciento menos de lo que pagaban de televisión por cable, y ustedes dirán que eso es un servicio suntuario, el 80 por ciento de la Argentina ve televisión por cable. Hasta en esas cosas hemos prestado atención, es un Estado presente.

DUGGAN.- Cambio el número por un aprobado.

PRESIDENTE.- Aprobame Pablo… (RISAS)

SYLVESTRE.- Yo no estoy de acuerdo, usted ahí puso como el tema de por ahí un camino equivocado lo de Vicentín, a la luz de lo que hoy está ocurriendo con Vicentín, que no le está pagando ni a los acreedores ni a los que fueron a levantar el cartelito “todos somos Vicentín”, ¿no hubiera sido por allí importante insistir y tener como punto para el Estado esa cerealera, que hoy además está naufragando?

PRESIDENTE.- Es que nosotros necesitábamos del concurso de voluntades de todos los que quisieran acompañar, pero tal como quedó planteada la cosa éramos nosotros contra todo un pueblo, contra todo un sector económico que lo defendía, que era el campo, en verdad eso, hacerlo en ese contexto, era salvarle la vida a los que habían generado la crisis de Vicentín, porque si todos hubiéramos estado de acuerdo en aquel momento, todos hubiéramos puesto el hombro, entonces el Estado se hubiera podido hacer cargo, hubiera podido concretar la posibilidad de tener una empresa testigo, y de ese modo hubiéramos podido recuperar Vicentín, pero no fue lo que pasó, todos se nos pusieron en contra, los productores dijeron que iban a dejar de mandar cereales a Vicentín, ¿entonces qué íbamos a hacer nosotros? Íbamos solo a sacar las papas del fuego que habían puesto Nardelli y compañía. Yo casi me sentí un tonto, porque dije pero entonces voy a terminar siendo como Papá Noel para esta gente, eso fue lo que hizo echar para atrás. Ahora es cierto, ahora añoran la posibilidad de que el Estado intervenga, pero ahora dejaron destruir todo, ahora dejaron que se fugue lo poco que quedaba, ahora ellos no cobran los sueldos. Esos son aprendizajes también, aprendizajes para la sociedad que a veces se dejan llevar por banderazos que promueve canal 13, que promueve Clarín, que promueve La Nación, y lo compran, nos llaman dictadores, nos llaman tiranos, dicen que somos Venezuela y ahí están, ellos ahora sin trabajo y los diarios siguen vendiendo.

PERIODISTA.- ¿Cómo ve el periodismo, esos medios, ese periodismo que hubo en algún momento? ¿Sigue el periodismo de guerra?

PRESIDENTE.- Yo creo que sigue un periodismo alocado, recién hablábamos de terapia, que necesitan terapeutas para sacarse el odio que cargan encima, yo creo que existe un periodismo de este tipo, existe un periodismo además que responde a intereses, claramente, responde a intereses. Pero yo creo que la gente poco a poco va descubriendo a ese periodismo. También existe otro periodismo, existe un periodismo más comprometido, como puede ser el de ustedes, y existe un periodismo más neutral, que trata de ser más neutral y que también es valioso, yo creo que existe otro periodismo. Ahora, existe un periodismo que debería repensarse seriamente, que lo único que hace es provocar el desaliento para con los argentinos por el odio que tienen respecto de Cristina, del peronismo, de mí, y que dicen cosas que realmente no tienen sentido. El otro día nosotros mandamos a Senado el proyecto de ley de la reforma jubilatoria, del cálculo de la movilidad jubilatoria. Los senadores, no Cristina, los senadores, me llaman y me dicen “Alberto, mirá, estamos en plena discusión de si el cinco por ciento de aumento de diciembre se computa en los seis meses que tenés que volver a dar aumento en marzo, si nosotros aprobamos esto va a ir a Diputados, en Diputados, como Cambiemos tiene más número van a hacer un lío bárbaro con esto, ¿por qué no lo revisás?” Mándamelo, le dije. Volví a reunir a los nuestros, escuche todas las posiciones, llegué a la conclusión de que lo que debíamos hacer es que el régimen empiece a correr el 1° de enero y que cada tres meses se actualice. Lo mandamos al Senado y eso salió, eso salió aprobado al otro día. Al día siguiente, “ahora Alberto cedió a ante Cristina por la movilidad jubilatoria”. Uno ve esas cosas y dice cómo es esto. Distribuimos la vacuna de acuerdo a la cantidad de habitantes que tiene cada provincia, al porcentaje de habitantes que tiene cada provincia, a la Ciudad de Buenos Aires le tocó equis cantidad de acuerdo a la cantidad de habitantes que tiene, fue la segunda en cantidad de dosis, segunda o tercera. ¿Qué publican? “Alberto castigó a la Ciudad de Buenos Aires y a Larreta”. Cuando me pongo a leer digo: ¿por qué dicen que la castigué?, porque supuestamente tienen más médicos que otros lugares del interior del país. Yo no lo puedo creer, esa vocación de dividir, de hacernos separar, de hacer naufragar el proyecto, de hacer naufragar a la Argentina, en verdad lo que necesita es que a esos periodistas los atienda un psiquiatra y que les haga entender que viven en una comunidad que necesitan que por favor dejen de dividirnos, cuando nosotros estuvimos unidos pudimos llevar todos juntos la pelea contra el coronavirus, un virus vino a enseñarnos la importancia de estar juntos, unidos, de trabajar codo a codo, y los diarios hacen lo imposible porque eso no ocurra, lo imposible porque eso no ocurra.

PERIODISTA.- ¿Y el poder económico que está detrás de esos diarios?

PRESIDENTE.- Todo tiene que ver con todo, diría Pancho Ibáñez, el poder no está solo en el Presidente, el poder en la Argentina hay un poder fáctico que sigue en pie y que sigue renegando, y que sigue renegando con el mismo odio que destilan esos periodistas, yo diría que esos periodistas son voceros de ese poder económico, eso es sin duda así, y muchos jueces son a su vez los escribas de ese poder económico.

SYLVESTRE.- Y aparte la presión que hacen sobre ciertos jueces que siguen respondiendo a ese poder económico o al macrismo residual, que eso es lo grave, han estado presionando en estas semanas de una forma insólita sobre el juez que tenía que definir si Boudou volvía a la cárcel o no, de una forma tremenda, entonces hoy sacan como título, después de pensarlo cuatro semanas tuvo que mandar a la cárcel a Boudou el juez, eso es también un tema grave en la Argentina de hoy, como ese poder sigue manteniéndose vivo ahí en Tribunales con un sector del macrismo que busca la impunidad para Macri.

PRESIDENTE.- Es que esos jueces no tienen la misma veracidad para investigarlo a Macri y a sus adláteres, no tienen la misma veracidad, eso demuestra las características de esos jueces, inclusive el mismo juez que ordenó la detención Boudou para mandarlo a una cárcel, Boudou está detenido, cumpliendo la condena en su casa, después de haber estado alrededor de dos años preso en una cárcel. Y esto sin abrir juicio sobre la inocencia o culpabilidad de Boudou. Pero Boudou fue un vicepresidente al que le están cargando delitos muy graves contra la Administración Pública y contra la moralidad pública, en términos de ética pública, y cuando la Corte Suprema debió atender el caso lo rechazó con un argumento pueril, para que la gente lo entienda, hay un artículo vergonzoso en el Código Procesal Civil y Comercial, que es el artículo 80, que dice que la Corte Suprema con la sola invocación de este artículo podrá rechazar un recurso que le llegue si así lo considera, que no tiene que explicar por qué. Ahora resulta que dos jueces que piden un traslado generan una movilización de toda la Justicia, generan un per saltum, que es un recurso absolutamente excepcional, algunos de ellos de una gravedad institucional en el tema, y terminando resolviendo un fallo vergonzoso en materia de traslados de jueces. La pregunta que me hago es: ¿cómo actúa la Justicia? ¿Cómo puede haber visto urgencia y gravedad institucional en el traslado de dos ignotos jueces a los que no les conozco un artículo publicado, un libro publicado, una clase dada en la universidad, a esos dos ignotos jueces les declararon cuestiones de urgencia y de gravedad institucional. Ahora, ¿la condena de un vicepresidente de la Nación a más cinco años de prisión no debe ser objeto de atención de la Corte? ¿Once recursos extraordinarios presentados por la Presidenta de la Nación no debe ser objeto de cuidado y atención por parte de la Corte Suprema?

DUGGAN.- ¿Usted no cree que si la Corte abría ese recurso iba a tener muchos problemas para avalar las barbaridades que habían hecho jueces de primera instancia y camaristas?

PRESIDENTE.- Es que si eso es así más a mi favor, entonces ahora el juez, yo leí la sentencia que vuelve a ordenar la detención en una cárcel a Boudou, hay un pequeño detalle, dice “disponer que Boudou vuelva a la cárcel en el momento en que esta sentencia quede firme, con lo cual le delega todo el problema a la Casación, y medio como que queda expectante de lo que dice la Casación, y aquí nadie se hace cargo, porque tienen miedo de salir en la tapa de Clarín, esto es lo que pasa, y esta Justicia así no funciona. Y perdón que sea tan enfático en este tema, esta Justicia de este modo no funciona, no hace justicia, cumple los deseos de los poderes fácticos, simplemente eso.

SYLVESTRE.- Usted tiene ahí en sus manos las recomendaciones que hizo el Consejo Consultivo para la Reforma Judicial, y le ha propuesto en ese sentido jueces de la Corte, ¿va a accionar?

PERIODISTA.- Claro que sí, yo estoy obsesionado con el tema de que la Justicia funcione, porque yo amo la república, yo soy alguien que ama la república, y alguien que ama la república no puede ver funcionar a la Justicia de este modo, porque la Justicia es uno de los tres poderes del Estado, y es un poder al que la democracia no le prestó atención hasta acá, y la dejó hacer, con el argumento de que es independiente, y claro que es independiente, pero que sea independiente no le permite hacer lo que se le da la gana, y en el hacer lo que se le da la gana cometer injusticias.

SYLVESTRE.- O volverse factores de presión y extorsión, que es más grave.

PERIODISTA.- Todo eso hace injusticia. Cuando yo mando –ayer se lo decía a los diputados de bloque que tuvieron la generosidad de acercarse a brindar conmigo por fin de año acá a Olivos- cuando toda esa Justicia, cuando yo reclamo que la Justicia Federal será reformada, reformulada, preservando el juez natural sin sacarle la investigación a nadie, lo que estoy reclamando es que hagamos algo para que esto funcione de otro modo, y ahora con las recomendaciones que ha hecho Comisión Beraldi, lo que han escrito sobre la Comisión Beraldi, yo digo la verdad que si quieren lastimar a alguien poniéndole Comisión Beraldi a esa comisión, quiero aclarar que Beraldi es un extraordinario abogado, un hombre la verdad muy ilustrado como abogado, un buen académico, la verdad es que sería un nombre que bien podía habérsele puesto a esa comisión en la homenaje a la calidad técnica de Beraldi, a quien conozco mucho antes de conocer a Cristina. Esa comisión, que me decían que era la Comisión Beraldi, que estaba hecha a medida para que le sirva a Cristina, esa comisión emitió dictámenes: no hubo un solo dictamen concordante de todos sus miembros, en cada tema hay por lo menos dos miradas, y está muy bien, trabajaron con mucha libertad, hicieron un gran trabajo, un gran trabajo, y ahora me queda a mí la tarea de decidir con cuál de las miradas estoy o cómo compatibilizo las miradas, para llevar proyectos de ley que espero poder hacerlo en marzo, para que empecemos a tratarlos, y no me importa si es un año electoral o no es un año electoral, porque lo que le voy a pedir la oposición es que tenga la responsabilidad necesaria de entender que lo que está pasando en la Justicia, lo que han hecho en la Justicia, lo que lograron tergiversar en la Justicia con mesa judicial, con la manipulación de jueces. Yo hice mi aporte, apenas llegué di la orden de que la Agencia Federal de Inteligencia dejara de tener que ver en todo con la Justicia, ya no hay un solo espía en la Justicia trabajando o haciendo de las suyas, se terminaron los D’ Alessio, ser terminaron todos esos personajes, yo hice mi aporte para que en los sótanos de la democracia no quede nadie, ahora, el resto de las fuerzas políticas tienen que hacer su parte, si no lo hacen son encubridores de este sistema perverso.

SYLVESTRE.- Los ha beneficiado, ahí está la duda.

PRESIDENTE.- Hoy los benefician, algún día los van a perjudicar, y ahí se van a dar cuenta de lo que yo hablaba.

SYLVESTRE.- ¿Cómo tomó en este delirio que ha sido para muchos el tema de la salud, ustedes han puesto la prioridad en la salud pública, la denuncia de Carrió contra usted por envenenamiento?

PRESIDENTE.- No tuve ni oportunidad de leerlo, pero me parece poco serio, me parece muy poco serio, me parecen poco serias en general las cosas que dice Carrió, y me parece que la gente ya a esta altura se da cuenta. Néstor me decía siempre allá cuando llegamos al Gobierno, por un economista de entonces, decía “este tipo se pone anteojos, se deja el bigote y piensa que la gente se lo tiene que tomar en serio porque pone cara de serio, y lo que dice son disparates, y la verdad es que a Carrió le cabe algo parecido, por más que frunza el ceño y levante el dedo acusador la gente se está dando cuenta que lo que dice son disparates, ¿poner una vacuna es envenenar? Yo no sé, envenenar pudo haber sido dejar vencer millones de vacunas del gobierno anterior, eso puede ser envenenar, envenenar con el virus que esa vacuna no pudo evitar que entre en la gente, eso es envenenar. Yo no sé con qué cara hablan, no los entiendo, si nosotros hubiéramos hecho la mitad de las cosas que ellos hacen estaríamos condenados por todos los grandes medios de la Argentina, y los grandes medios de la Argentina lo único que hacen es protegerlos por estas cosas.

SYLVESTRE.- Fueron coparticipes de los cuatro años…

PRESIDENTE.- Sí, claro, y eso es lo que todavía subsiste. El otro día hablábamos de esto, que tuvo una mirada interesante Leandro Santoro, sobre el poder fáctico, los poderes económicos detrás, él decía, “lo que tenemos es que ganar fuerza todos los sectores que estamos en el Frente de Todos, los sectores del campo nacional, para justamente imponerse frente a esos sectores.

DUGGAN.- Lo dijo Máximo también en el cierre del discurso de la Reforma Jubilatoria. ¿

PRESIDENTE.- Pero es que es cierto que hubo un momento en que la política, desde la Reforma del año 94 en adelante, y antes también, miren, hay un libro, “Maten a Duarte”, que muestra como la política fue pesando en las investigaciones sobre la muerte de Juan Duarte, de acuerdo al momento político el fallo era distinto. Es un libro que demuestra, más allá del personaje, que es un personaje misterioso, Juan Duarte, lo que sí demuestra es cómo la Justicia fue cambiando de acuerdo al momento político.

DUGGAN.- Por eso y le dije a usted que en el caso Nisman, porque en de un suicidio que…, yo no comparto para nada la conclusión de la autora, que para mí es equivocada la conclusión, porque ahí queda clarísimo que lo de Duarte fue un suicidio claro y transparente, lo quisieron convertir en un asesinato, igual que el tema Nisman, exactamente igual.

PRESIDENTE.- Es que el tema justamente es que como la Justicia va cambiando de acuerdo al momento político, llega un momento en donde uno no sabe a quién creerle, el ciudadano común no sabe a quién creerle, y es muy posible que su conclusión sea válida como la suya Pablo, es muy posible, y en el caso Nisman yo estoy convencido como usted de que fue un suicidio, después de dudarlo mucho, no voy a mentir, después de dudarlo mucho. A lo que voy es que con el correr del tiempo ya no fueron los vaivenes políticos los que pesaron, empezaron a pesar otras cosas, porque Clarín tiene operadores políticos en la Justicia, tiene gente que se dedica a ver qué pasa en el Consejo de la Magistratura y tienen lobbistas para ir a ver a los jueces, pero no en causas propias, en causas otros, simplemente para garantizarse el resultado de esos otros. Y otros diarios también, porque cuando uno ve quiénes fueron los miembros de la mesa judicial aparecen propietarios de otros diarios.

DUGGAN.- Me parece que lo dice por La Nación.

PRESIDENTE.- Yo lo que digo es que estas cosas si no las ponemos blanco sobre negro y empezamos a decirles a los argentinos, yo no quiero contar estas cosas para mandar gente presa, quiero contar estas cosas que dejen de ocurrir, para eso quiero contarlas.

SYLVESTRE.- Bueno Presidente, la verdad que le agradecemos, se puede charlar de forma tranquila, como lo hemos hecho tocando todos los temas, y era importante me parece también que los argentinos lo escuchen, y sobre todo con el mensaje que deja de que debemos seguir cuidándonos porque la pandemia y el coronavirus no están vencidos, que es el mal que nos acompaña durante este año.

PRESIDENTE.- Nunca hay que olvidar que la vacuna previene el contagio, pero mientras uno no está vacunado no previene nada, así que hay que tener mucho cuidado con eso.

DUGGAN.- Presidente, rebotó mucho en los medios lo que usted dijo hace un ratito, sobre que si se incrementan mucho los casos usted instruiría a las Fuerzas de Seguridad para disipar a la gente e impedir aglomeraciones. ¿Bajo qué figura? Le pregunto para aclarar porque ha tenido mucha repercusión, está en todos los portales, ¿un toque de queda?

PRESIDENTE.- No, no estoy hablando de un toque de queda, lo tenemos que ver, pero tan solo teniendo oficiales y suboficiales de las Fuerzas de Seguridad caminando por las plazas y viendo dónde hay una aglomeración de gente…

SYLVESTRE.- O fiestas clandestinas que hubo acá en los bosques de Palermo.

PRESIDENTE.- Claro, diciendo “circulen, circulen, circulen”, con eso alcanza. El toque de queda en la Argentina suena como muy denso, lo que han prohibido en la Argentina y que en algunas provincias sirvió es lo que ellos llamaron el toque sanitario, que es que a partir de determinada hora no se pueda circular en la calle, y las Fuerzas de Seguridad si te ven circulando en la calle te agarran y te llevan a tu casa de vuelta, y eso funcionó en muchos lugares del interior del país. ¿Por qué ponen el toque de queda en Europa? Porque la aglomeración de gente viene generalmente, la aglomeración y distensión de la gente viene generalmente en horas de la noche, que es cuando la gente se junta a cenar, a tomar una copa, a tomar una cerveza, entonces por eso lo hace de ese modo. Durante el día el control de los ciudadanos sigue siendo un poco mejor, durante el día la gente anda con barbijo, está más prevenida, pero cuando se juntan con cinco amigos todo se distensiona.

SYLVESTRE.- Presidente, la verdad le deseamos lo mejor para el año próximo, porque los argentinos de bien debemos desear que a todos nos vaya bien y hay que acompañar en ese sentido, y agradeciéndole siempre la posibilidad y la disponibilidad de hablar con usted en todo momento, así que un fuerte abrazo.

PRESIDENTE.- Les agradezco a ustedes, les deseo a todos un buen fin de año, le pido perdón a Pablo por el tiempo que le robamos de su programa. Ojalá que el año que viene sea mejor para todos y que todos estemos más unidos, que es lo que la Argentina necesita.