Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en videoconferencia desde la Residencia de Olivos, por la presentación del Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género

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Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en videoconferencia desde la Residencia de Olivos, por la presentación del Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género


Gracias a todos y a todas por estar allí.

Ayer se cumplió un aniversario de la sanción de Ley de Identidad de Género, una Ley donde Vilma fue coautora, y que Cristina promulgó y que fue como el comienzo de un tiempo de más igualdad en un país, en una sociedad, donde la igualdad muchas veces no era la regla. Cuando nosotros llegamos al Gobierno, nos propusimos la idea de que la desigualdad se termine para siempre, porque la verdad vivir en el siglo XXI pensando que algunos tenemos más aptitudes o más capacidades, o estamos en mejores condiciones que otra, u otres, es definitivamente un error imperdonable, imperdonable. Entonces desde el primer día, nos propusimos ver de qué modo podemos ayudar a un cambio que no es un cambio del Estado, es un cambio que la sociedad entera debe llevar adelante, porque es un cambio que objetivamente nos obliga a reeducarnos como sociedad, y entender todo lo penoso y todo lo dañino que ha sido creer que algunos estamos en mejores condiciones que otras, porque eso es falso, eso es definitivamente falso. Y nos propusimos encarar un cambio desde el lugar en el que nos tocó estar, que es el Gobierno, y nos propusimos incorporar a mujeres a trabajar en el Gobierno a la par nuestro, y a la par nuestro, y la verdad con muy buenos resultados. Días atrás el Conicet hizo un estudio y dio cuenta que somos el Gobierno que más mujeres tiene en funciones de alta jerarquía, casi 38 por ciento ¿Está bien esto? No, no está bien, pero es mejor que lo que estaba y es un paso adelante, y es un camino que hay que seguir transitando para incorporar a todos, a todas y a todes, a un Gobierno que no es de los hombres, es de todos, todas y todes, y todos, todas y todes tienen mucho por hacer. Créanme que incorporar este lenguaje inclusive para mí también es muy difícil, no es una cosa fácil. Por eso digo que tenemos que ponernos el deber de cambiar como sociedad, de cambiar, porque cuando uno dice todes no está haciendo el ridículo como algunos creen, le está hablando algunos a los que nunca le hablaron, por eso dice eso, y como finalmente esto de todos, de todas y de todes, tenemos que hablarles a todos, todas y todes. Es un esfuerzo que tenemos que hacer nosotros los varones antes que nadie, porque también nosotros hemos sido responsables, yo no me hago tan responsable, digamos que mi género ha sido en gran medida responsable de que esa igualdad se quiebre, y no hay razón para entender que eso hay que terminarlo con suma urgencia. Por eso, nosotros y yo particularmente soy tan insistente de que entendamos la importancia de dar el ejemplo y de entender más que ninguno que esto es una práctica cotidiana que debemos asumir, es una enseñanza cotidiana que debemos asumir, es una conducta cotidiana que debemos cambiar, para que las cosas se hagan de verdad.

Días atrás la historia cuenta que fuimos a una reunión con la UIA y era una enorme mesa toda de hombres, y muchas se enojaron, tenían razón. La verdad es que salí corriendo a decir ojo con la foto que suben pero la foto ya había sido subida, y tenían razón, y yo me arrepentí mucho de esa reunión, que fue muy fructífera quiero aclarar porque pudimos hablar mucho, pero esa foto no mostraba lo que nosotros queremos mostrar, esa foto mostraba un grupo de hombres hablando del futuro nuestro y el futuro nuestro no es de los hombres, es de todos, de todas y de todes. Y por eso, cuando yo hablo de asumir esto como un compromiso, como una conducta, y como un aprendizaje para nosotros, soy el primero que se pone en la cola de los que tienen que aprender, soy el primero. Porque lo que tenemos que entender los hombres es que no podemos estar discutiendo estas cosas en el siglo XXI, que en el siglo XXI discutir estas cosas nos vuelven al pasado más vetusto y no es razonable que sigamos haciéndolo, no es razonable. Y que si nos tocó a nosotros ser los abanderados del cambio, hagámoslo convencidos, con orgullo y entendiendo que hay otra cultura que imponer en la sociedad argentina y que esa cultura también significa hablarle a todes, que son millones de argentinos que se han sentido, y no sé si aún se sienten, marginados, olvidados, viviendo en otro lugar que no es nuestra sociedad, y ellos también son parte de la sociedad argentina.

Dentro de las cosas con las que tenemos que terminar, y que tienen que ver lamentablemente con esa desigualdad y ese mundo patriarcal, es con la violencia de género. Y el Plan que días atrás me habló Elizabeth y que le dije pongámoslo en marcha ya y hagámoslo rápidamente, es un plan también en el que tenemos que trabajar todos, todas y todes ¿Saben por qué? Porque también es vergonzoso que alguien padezca violencia por ser mujer, que alguien se crea tan macho como para dominara su hembra, eso no se puede soportar más y eso debe ser castigado, y debemos hacerlo porque tolerarlo nos vuelve una sociedad horrible. Entonces, cuando me planteó el conjunto de medidas, Elizabeth tiene un impulso maravilloso, tan feliz estoy de que sea Ministra, porque ella y todas las que la acompañan, incluyendo a Dora y a Vilma, me hacen ver permanentemente dónde están las injusticias, dónde están las desigualdades, dónde están, las penurias que pasan millones de mujeres. Cuando ella me planteó la idea de sacar adelante este plan, le dije hagámoslo ya, hagámoslo ya. Ya con Elizabeth habíamos hablando durante la pandemia, porque ella me planteó una preocupación que tenía, que tenía que ver con la violencia de género, la violencia de doméstica, y era que ella le preocupaba que en tiempos de cuarentena la violencia sea ejercida y la mujer no tenga como reaccionar, porque estaba conviviendo con el mismo violento, con el mismo golpeador, y ella encontró una salida con el WhatsApp para que tenga la posibilidad la mujer de advertirle al Estado lo que le estaba pasando. Y volvió días atrás y nos dijo tenemos que abrir una serie de refugios para contener a las mujeres, a las que tenemos que sacar de las manos del golpeador y darle un lugar seguro junto a sus hijos, y vamos a hacerlo. Y este Plan es el comienzo, ¿es un Plan ambicioso? Sí, pero debemos ser ambiciosos si queremos ser una mejor sociedad, debemos ser ambiciosos si no queremos más ver impávidos cómo las mujeres mueren a manos de los violentos, o cómo las mujeres sufren a manos de los violentos. Si no queremos ser mediocres, no podemos mirar impávidos que las mujeres tengan peores condiciones de trabajo que un hombre.

Con Daniel Arroyo, el otro día, hablábamos de que en este Plan de Potenciar Trabajo empecemos a remunerar los cuidados de las personas, que fue una tarea que por ese machismo, ese patriarcado del que habla Dora siempre, siempre lo hemos delegado y lo hemos puesto en manos de las mujeres. No solamente se obligaron a cuidarnos, o las obligarnos a cuidamos, sino que nunca (inaudible) alguna por eso. Y eso tiene que cambiar, porque muchos de nosotros somos lo que somos por el cuidado de las mujeres, el cuidado de nuestras madres, el cuidado de mujeres que nuestras familias contrataron para que nos cuiden y nos hagan crecer, y muchas veces en la vejez también muchas mujeres terminan por cuidarnos. Estamos dando un paso, definitivamente un paso, de los pasos que hay que dar para que la sociedad cambie de una vez y para siempre. Y yo estoy muy contento de acompañarlos, y estoy muy contento del tiempo que me tocó pasar. Vuelvo a repetir, soy el primer alumno, que tiene que aprender todo lo que hay que cambiar para que la sociedad sea mejor.

Recién medio en broma y medio en serio, estábamos trabajando con Vilma y le decía, hablando de esta reunión, me tocó el default, me tocó la pandemia y me tocó el fin del patriarcado ¿Qué más me va a pasar dije yo? ¿Qué más me va a pasar? Pero bueno, está muy bien, está muy bien, porque de la pandemia vamos a salir más unidos y más convencidos de que la unidad es el camino, del default vamos a salir más fortalecidos, sabiendo que el futuro está en nuestras manos y no en las manos de los que nos prestan plata. Y del patriarcado vamos a salir y vamos a ser más iguales, y cuando las sociedades son más iguales, mejores sociedades son.

Gracias a todos, a todas y a todes por estar ahí, y a no aflojar. Y los funcionarios, tomen en cuenta todos los datos que tenemos porque la mujer debe ser parte definitivamente del Gobierno que tenemos. Gracias de vuelta. (APLAUSOS)