Entrevista al presidente Mauricio Macri en el programa "En diálogo con Longobardi", en CNN En Español

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ENTREVISTA AL PRESIDENTE DE LA NACIÓN MAURICIO MACRI, EN EL PROGRAMA “EN DIÁLOGO CON LONGOBARDI”, EN CNN EN ESPAÑOL.

 

PERIODISTA.- Presidente Macri, gracias por recibirnos.

PRESIDENTE.- Un placer, como siempre.

PERIODISTA.- Hoy se cumplen dos años de su presidencia, le pido un breve balance de lo ocurrido hasta acá.

PRESIDENTE.- Yo me siento feliz, contento con lo que hemos logrado en estos dos años, sobre todo si uno tiene en cuenta el punto de partida, estábamos al borde – Marcelo – lo hemos hablado en alguna u otra ocasión de llegar al lugar de Venezuela, con lo que están sufriendo los hermanos de Venezuela, al borde de una crisis como la del 2001. Recibimos un país que no tenía reservas en el Banco Central, no tenía energía, la infraestructura colapsada; no tenía un sistema de información, con el cual uno pudiese empezar a trabajar, hubo que reconstruir el INDEC y toda la información creíble, confiable para poder tomar decisiones y desde ese lugar salimos adelante, porque había una decisión profunda de los argentinos a favor de un cambio. Un cambio que no era un cambio económico, un cambio cultural y vino acompañado de un enorme debate, mucha discusión, mucho diálogo y el mundo se sorprende del último resultado electoral, pero yo no me sorprendo, porque yo sentía que los argentinos estábamos madurando, estábamos creciendo, estábamos entendiendo que la resignación no era una opción y que no estábamos condenados a nada: ni al éxito ni al fracaso, que dependíamos de nosotros, pero que teníamos que comprometernos y lo que sucedió y hoy estar, tal vez, en un lugar de tanta visibilidad en el mundo, presidimos el G-20; en unos días viene la OMC a la Argentina; vamos a organizar una Olimpiada Juvenil, el año que viene en Buenos Aires, y son todos eventos de nivel mundial, que la Argentina no tenía hace mucho tiempo. Y eso muestra el cambio de actitud de la Argentina.

PERIODISTA.- Usted ha sido muy reacio y de hecho fue criticado por eso, al principio, de su gestión por no revelar detalles profundos de la herencia recibida.

PRESIDENTE.- Es verdad, pero lo hicimos a conciencia, porque si de entrada hablábamos de lo mal que estaba el país, que en la superficie no se veía, yo siempre dije que el mérito de los argentinos es haber entendido que estábamos en una crisis profunda sin haber caído en una crisis profunda, que un metro más caíamos en un precipicio y sin haber visto el precipicio y la mayoría de los argentinos lo entendieron, pero si ahondábamos en ese diagnóstico y en la demostración del estado en el que estábamos, tal vez, íbamos a lograr deprimir a la población y lo que necesitaba era que todos nos entusiasmásemos con lo que éramos capaces de construir, porque esa es la energía positiva que tiene este país, que los argentinos puestos a hacer cosas – Marcelo – hacemos grandes cosas, hacemos transformaciones increíbles y lo vemos todos los días, con lo cual yo prioricé liderar desde el entusiasmo hacía la construcción de un nuevo futuro. Y en marzo, unos meses después, empecé a decirle a los argentinos la gravedad de lo que habíamos heredado, pero tampoco sin hacer mucho eje en eso, porque si yo me propuse liderar a los argentinos es porque creo que tenemos un enorme futuro, sino no lo hubiese hecho.

PERIODISTA.- Presidente, sabrá usted y de hecho aún se mantiene, que también hay una gran controversia, en la Argentina, sobre la gradualidad de las reformas. Y hay un debate entre gradualismo o shock. Como nos ve mucha gente, fuera de la Argentina, me gustaría profundizar un segundo esa discusión. ¿Usted es un gradualista?

PRESIDENTE.- Yo con el correr de los años, no porque me sienta viejo, sino porque fui adquiriendo un entendimiento de las cosas más profundo, entendí que hay que lograr que una mayoría acompañe lo que uno va haciendo, que mi tarea es liderar, pero también es explicar lo que estamos haciendo y si hubiésemos querido ir más rápido, como me ha pasado en otros momentos de mi vida, hubiésemos desconectado lo más importante que es este vínculo que hemos construido entre el Gobierno y los argentinos, un vínculo basado en la verdad, en la confianza mutua, en estar cerca, en tratar de ponerse en el lugar del otro y eso requería un tiempo de entendimiento y yo creo que es ese tiempo, que nos hemos tomado para algunos es claramente algo que no lo ven bien, pero yo estoy convencido es el tiempo que posibilitó que hoy seamos una mayoría los que apoyamos estos cambios profundos que estamos haciendo, que claramente reconocen las críticas de nos hacen aquellos que no entienden el gradualismo; ellos tienen razón, en términos de un país – Marcelo – no es responsable basado en déficit fiscal gigantesco, en impuestos distorsivos, a nivel Ciudad, provincia y nación; en leyes laborables que traban la generación de empleo en blanco, formal que es la forma de resolver la pobreza, que es mi principal compromiso para con los argentinos. Entonces yo entiendo las cosas que me plantean, pero también les digo que lo que nos hemos propuesto de metas anuales, para dentro de cinco años estar en un equilibrio fiscal perfecto, con una carga impositiva que permita el desarrollo del sector privado, la generación de empleo de calidad, que los argentinos puedan elegir dónde vivir, dónde trabajar, porque vamos a desarrollar el país en forma integral, realmente en forma federal, es lo que era posible y lo estamos logrando paso a paso, lo estamos logrando, sabiendo que hay mucha gente que todavía intenta mantener privilegios a costa de seguir endeudando el país, seguir sosteniendo un déficit fiscal imposible, pero una mayoría vamos a decirles: “señores, no va, ese país cambio, vamos a otra cosa”.

PERIODISTA.- Presidente, ¿usted qué edad tiene?

PRESIDENTE.- 58 años.

PERIODISTA.- 58, es visiblemente más grande que yo.

PRESIDENTE.- Posiblemente no, en el documento, yo te desafío.

PERIODISTA.- ¿Cuántas limitaciones ha encontrado? Voy a cometer una pequeña infidencia, que usted me va a permitir, alguna vez discutimos sobre cuánto poder tiene el presidente para hacer cambios que tiene en su cabeza o en sus planes, ¿con cuántas limitaciones se ha encontrado, al menos, en esta primera etapa de su mandato?

PRESIDENTE.- Con muchísimas, del punto de partida que te hablé, de estar en default con el mundo, no tener financiamiento, no tener información, sería como haber comenzado a tripular un avión sin instrumental. Eso era la Argentina, si tenías un INDEC que no te decía ni cuál era la pobreza, ni cuál eran los crecimientos o decrecimientos de la economía, en qué sector estaba peor o mejor, o sea tuvimos que construir todo un sistema de información simultáneamente a que estábamos volando, porque estábamos volando.

PERIODISTA.- ¿Pero ustedes estaban preparados para gobernar, o sea Cambiemos y su gobierno efectivamente creían que iban a ganar las elecciones y que iban a hacerse cargo de un país y tenían una preparación previa?

PRESIDENTE.- Yo siempre estuve convencido que iba a gobernar, que me iba a tocar liderar esta etapa del país, mejor preparación que conducir uno de los gobiernos locales más importantes, como el de la Ciudad de Buenos Aires, no debe haber, o sea uno no va a hacer de presidente en otro país para practicar y después viene al suyo, entonces lo que uno puede hacer es eso, ser gobernador. Yo fui gobernador, armé un equipo, que fue la base del equipo que armamos, a nivel nacional, convocando a muchísima gente que en su mayoría no había hecho nunca política, que realmente entendió que hay que comprometerse, que hay que dejar de criticar desde la tribuna y bajar y ponerse los cortos. Acá no hay que ser rápido, joven, ágil; lo que hay que ser es inteligente, honesto, bien intencionado y ponerse a trabajar por el país y hoy, la verdad, estoy muy orgulloso del equipo que hemos armado. Yo insisto, que debe ser uno de los mejores de la historia, de la Argentina, con gente realmente preparada y con lo más importante: con buenas intenciones, con buena gente, que quiere que a los argentinos le vaya mejor. Yo trabajo codo a codo con ellos y les digo todos los días: “estén cerca de la gente, escuchan qué es lo que necesitan, no se enamoren de sus propias definiciones, sino todo el tiempo traten de ver las cosas desde el lugar de cada argentino”, porque justamente eso es lo que definió esta forma de gobernar que sorprende al mundo entero, el resultado que hemos tenido en términos del apoyo de la gente.

PERIODISTA.- Quisiera dedicarle dos o tres preguntas a la economía argentina, presidente Macri. Por qué razón le cuesta tanto a la Argentina salir de la “bendita” inflación, que este país ha padecido, durante décadas, más, menos con estas crisis de hiperinflación y hoy estamos como estancados. Argentina, a diferencia de países de la región, que han superado el problema, hace muchos años, Argentina sigue con inflación.

PRESIDENTE.- Yo diría que las dos cosas que explican el no crecimiento sostenido, de la Argentina, durante los últimos 70 años son: uno, el no haber entendido nunca la necesidad de tener un Presupuesto Nacional, que respete los límites que nos dan los ciudadanos, en términos de los impuestos que pueden pagar, acá sistemáticamente han venido gobiernos que han vulnerado eso y han gastado mucho más por incompetencia o por corrupción, porque claramente en el despilfarro es mucho más fácil generar espacios para la corrupción.

Y la segunda cosa, que nunca ha logrado, la Argentina es una inserción inteligente con el mundo, siempre digo o se mete demasiado en el mundo o se aísla del mundo y nunca ha logrado un equilibrio. Esas son las dos cosas, que tenemos como metas casi fundamentales de nuestro gobierno lograrlo; obviamente después de un proceso de inflación tan largo, como el que hemos vuelto a tener, de 2003 para acá, porque nos habíamos curado, durante una década con la convertibilidad, salir del tema cuesta, pero es una prioridad. Y por qué es una prioridad, porque la inflación perjudica, primero, al que menos tiene, al trabajador que no tiene cómo protegerse, destruye el ahorro, destruye la productividad, que es la base del crecimiento de un país, con lo cual mi prioridad como gobierno – dado que es reducir la pobreza – es reducir la inflación. Estamos en ese proceso, en el cual tenemos que llegar a un dígito, en el 2019.

PERIODISTA.- Argentina no ha cumplido su meta de inflación, en este año.

PRESIDENTE.- Absolutamente.

PERIODISTA.- Estamos en veintipico, es muy alta comparación con Uruguay, con Chile, con Brasil, con cualquier…

PRESIDENTE.- Con el 99 por ciento de los países del mundo, que tienen un dígito.

PERIODISTA.- ¿Y cómo van a hacer para llegar a eso?

PRESIDENTE.- Y tenemos que seguir bajando el gasto público, el secreto es ese, no hay otro, lo que hace el señor Longobardi, en su casa – por ahí lo hace su mujer – que es gastar un poco menos de lo que gana el señor Longobardi todo los meses, para ahorrar, para prever algún hecho fortuito. Bueno, eso la Argentina no lo ha logrado en 70 años y yo quiero seguir hablando de eso porque es parte del cambio cultural, los ciudadanos tienen que calificar a sus gobernantes, sean intendentes, gobernador o presidente, también basado en la austeridad, en el manejo acertado de los recursos, no se puede gastar mucho más. La Argentina, hoy, gasta cerca de 500 mil millones de pesos más, a nivel nacional, y en algunas provincias todavía el déficit es mayor, por año, de lo que recauda. Qué padre, qué abuelo va a dejar una deuda a sus hijos, porque no quiso vivir con lo que generaba, eso no es de buen padre, de buen abuelo. Tenemos que bajar el déficit.

PERIODISTA.- ¿Ahora, cuántas dificultades políticas, el presidente Macri, encuentra para bajar el déficit, porque el déficit es básicamente personas, empleos, jubilaciones, privilegios, subsidios?

PRESIDENTE.- Muchas, pero con el apoyo de la gente vamos a ir dándole batallas a todas, porque – por empezar – vamos a ir poniendo a la política al servicio de la gente, la política se ha cansado de crear recovecos – yo lo dije, en el discurso, que di hace algunas semanas, atrás, en el CCK, cuando dije: “señores, acá se han creado recovecos para generar empleo para los amigos de los políticos, para los parientes de los políticos, en la Biblioteca del Congreso, en el Consejo de la Magistratura, en la Legislatura. Hay legislaturas, que tienen 80 empleados por legislador. ¿De qué se trata? Son legisladores que representan al pueblo o se representan a ellos mismos. Entonces, yo dije: “señores, vamos a sincerar la política”. La política tiene que ser austera, tiene que simplificarle la vida a la gente, la política tiene que dar transparencia a sus actos, tiene que todo el mundo poner la información en Internet, tiene que haber acceso a la información pública no sólo en el gobierno nacional, que ya lo hay, sino en todo el país, en cada intendencia, en cada gobierno provincial.

PERIODISTA.- Presidente, Argentina de tanto en tanto tiene una gran crisis, cada diez, cada quince Argentina estalla y siempre estalla como consecuencia de una mezcla entre exceso de déficit públicos, déficit fiscal, comercial, de millón de deuda y demás, hay gente que está preocupada, hoy en día, porque esos elementos macroeconómicos están presentes, Argentina sigue teniendo un gran déficit fiscal, un gran déficit comercial y está emitiendo deuda, ¿cómo sabemos que Argentina no está yendo, otra vez a una crisis?

PRESIDENTE.- Porque yo siento que maduramos, porque entendimos que teníamos que cambiar, ahora nos propusimos hacerlo en cuatro años o cinco años y el mundo no está acompañando. Creo que hay que agradecer – Marcelo – el acompañamiento que hemos tenido del mundo, desde que tomamos el gobierno, porque el mundo nos abrió los brazos, el mundo dijo: “queremos a la Argentina de vuelta, queremos ser socios de la Argentina”. Por algo presidimos el G-20, eso fue una muestra de confianza de lo que empezábamos a hacer, estuvimos a punto de que nos expulsen del G-20, en la gestión anterior de la presidenta Cristina Kirchner y ahora nos dieron la presidencia, por un año.

Realmente lo vimos – lamentablemente - con esta desafortunada tragedia del submarino, el apoyo, la preocupación y el acompañamiento mundial. Entonces por qué. Porque ven un cambio profundo en nuestra forma de comportarnos. Obviamente estamos en un proceso, en el cual todos los días tenemos que demostrar que este reformismo permanente va en la dirección correcta, que es cumplir, el ser previsible, respetar las reglas del juego, el respetar la ley, el respetar los compromisos que asumimos con el mundo, pero el mundo está invirtiendo en la Argentina como no invertía, hace años, las propuestas que hemos tenido, por ejemplo, con la energía, estamos hablando de 20 mil millones, 30 mil millones de dólares en propuestas de invertir en energías renovables, en energía térmica, en Vaca Muerta y apostando a una Argentina a que vienen traen un equipo, lo instalan y que la Argentina le va a cumplir, durante los próximos 20 años, pagándole todos los meses, la tarifa a la cual se compromete en dólares. Eso muestra credibilidad en lo que estamos haciendo, entonces digo y esto está sucediendo en un consenso de una parte amplía del arco político, porque mi gobierno no tiene mayoría en ninguna Cámara y todas las reformas que hemos sacado ha sido con el apoyo de una parte importante del resto del sistema político, hablo de una parte importante del peronismo. Entonces eso muestra una madurez distinta. Este acuerdo que hemos hecho, ahora, cuando yo llamé a hacer consensos básicos, este acuerdo de responsabilidad fiscal con los gobernadores, de baja de impuestos en los próximos cuatro o cinco años, impuestos que gravan, que castigan la generación de empleo; esto es una muestra de madurez, que en otro momento de la Argentina hubiese parecido imposible. Entonces yo digo: “miremos para adelante, nos falta muchísimo por recorrer, pero si miramos para atrás, insisto, al borde del abismo, adónde ya hemos llegado hoy, de haber sido parecido a Venezuela, dónde estamos hoy, un país que se abrió al mundo, un país que empieza a tener otro tipo de relación de conectividad con el mundo.

La Argentina va a entrar en una revolución del turismo, uno de los grandes generadores de empleo del mundo moderno y va a ser un elemento fundamental del desarrollo de la Argentina, del desarrollo del Norte argentino. Vos sabés que hace once años, que no se hacían audiencias públicas para aprobar nuevas líneas aéreas, hace más de 20 años que no crecía el tráfico aerocomercial, en el mismo momento que no creía en la Argentina creció 200,300 por ciento en Colombia, en Brasil, en Chile, no te hablo de Europa, sino en los alrededores, bueno ahora vamos a duplicar la cantidad de pasajeros, en el mercado interno argentino. Para que, primero, los argentinos viajen mejor y más seguros, para que haya más comercio y para que, además, los turistas nos puedan visitar, puedan visitar Jujuy sin pasar por Buenos Aires; Salta, las Cataratas, el Sur, va a haber seis o siete provincias que se conectan al mundo directamente. Eso es federalismo, que no tienen que hacer Aeroparque, auto Ezeiza, Ezeiza volver a salir hacia el Norte, cuando salen de ahora, desde Jujuy a Perú y al mundo, a Panamá y al mundo, eso va a traer empleo, esto está trayendo empleo de calidad, empleo que no necesita un subsidio artificial de un gobierno.

PERIODISTA.- Presidente, no me terminó de responder la pregunta, porque yo entiendo la voluntad por cambiar y la suya en particular, pero Argentina tiene mucho déficit fiscal, mucho déficit comercial, emite muchos bonos, paga mucha tasa de interés y emite mucha deuda; entonces, con independencia de la voluntad de los argentinos, hay gente que se pregunta si esto no va a estallar algún día.

PRESIDENTE.- Si cumplimos este sendero de bajar sistemáticamente el gasto público y el déficit fiscal no va a estallar, pero hay que cumplirlo, soy el primero en decirte tenés razón, no es sostenible donde estamos, es una posición de altísima fragilidad. Cualquiera en la vida, si gasta mucho más de lo que gana por un período demasiado largo, va a la quiebra, le pasa a cualquier individuo, a una institución, sea una universidad o una empresa, un país es lo mismo. Por eso es muy irresponsable lo que se hizo en la Argentina, haber llevado el gasto público tanto más arriba que los impuestos que los argentinos podían pagar, que ya es de los países en el que más impuestos se pagan en el mundo entero. Y aparte con un Estado con un funcionamiento muy deficitario, porque la Educación Pública empeoró, la Salud Pública empeoró, la infraestructura se cayó a pedazos; el cuarenta por ciento de las rutas, de 1.000 a 3.400 kilómetros de rutas, pasaron a estar en estado de altísima peligrosidad, por eso tuvimos récord de accidentes de tránsito en la Argentina durante muchos años. Ahora estamos invirtiendo como locos para devolverle a la gente la capacidad de poder viajar, con autovías, rutas seguras, para que la gente pueda viajar segura, poder comerciar, los camiones puedan sacar la producción agropecuaria tan importante que tiene la Argentina. Pero todo es un proceso que comenzó que lo bueno es que da trabajo del bueno, pero claramente: no es sostenible este déficit de la Argentina, tiene que bajar; y tiene que haber una actitud del dirigente y del ciudadano de demandar por austeridad, de que el gobernante cuide el mango, de que el gobernante rinda cuentas de qué es lo que hace con cada peso de impuestos que gasta, que tiene que abocar la mayor parte posible a invertir, invertir en más rutas, en más energía, en más puertos, en más aeropuertos, en mejores escuelas, no en darle trabajo a sus amigos, un trabajo ficticio, porque si fuese trabajo de verdad está todo bien, pero inventarse cargos para no hacer nada…

PERIODISTA.- Presidente Macri: ¿Argentina está en un Mani Pulite?

PRESIDENTE.- Argentina está en una búsqueda de la verdad y en una búsqueda de que no haya más impunidad, y está muy bien, y yo lo aliento, yo aliento que tengamos una Justicia que actúe verdaderamente en forma independiente, y que no especule, que no especule con el de poder de turno. Y por eso he dado el ejemplo, yo he tenido denuncias que para mí eran disparatadas, pero yo no traté de sacar al fiscal…, llevé todos los papeles, dije: “dígame si he hecho algo mal, porque yo creo que no he hecho nada malo”, y el tiempo terminó aclarando que no había hecho absolutamente nada malo. Y esa es la actitud que hay que tener, porque somos servidores públicos, tenemos que rendir cuentas.

PERIODISTA.- Usted sabrá, Presidente, que –de hecho me ha pasado a mí y le habrá pasado a usted, le pasa a cualquier argentino que discute con gente del exterior- muchísima gente pregunta si la señora de Kirchner debiera ir presa.

PRESIDENTE.- Tiene que rendir cuentas frente a la Justicia, tiene muchas denuncias, ella tiene que ir y someterse a la Justicia, dar las explicaciones, y los jueces decidirán. El presidente no tiene por qué meterse en eso.

PERIODISTA.- En algún momento hubo una discusión, sobre todo durante el primer tramo de su Gobierno, respecto de que al Gobierno del presidente Macri no le convenía que algún juez dicte una prisión para la señora de Kirchner, por razones políticas, porque les convenía que la señora de Kirchner participara del debate para polarizar, para dividir el voto o por lo que sea. Usted habrá escuchado esas hipótesis, esas versiones, esas conjeturas y esos datos respecto de que el Gobierno veía bien el papel de la señora de Kirchner en la política.

PRESIDENTE.- Peor que eso: yo he tenido colegas suyos que me han venido a preguntar si yo tenía un acuerdo de impunidad con la expresidenta, deben estar repartiendo algún tipo de pastilla que les cae mal, porque no pude ni siquiera ponerme de acuerdo en la transferencia de los atributos, ¿cómo voy a tener un acuerdo de ese tipo? Yo insisto: mi compromiso con los argentinos, desde el primer día y hasta el último día en el que me toque conducir este país, es la verdad ante todo, y la verdad significa no impunidad, no hay privilegios para nadie, la ley es la misma para todos. Lo que yo espero de nuestra Justicia es que cuanto más poder tenga una persona, más severos y rigurosos sean en velar por el cumplimiento de la ley, esa es la única forma que existe; el ciudadano común tiene que ver que el más poderoso cumple la ley primero que nadie, ese es el ejemplo que necesita el ciudadano común.

PERIODISTA.- ¿Siendo presidente nunca tuvo contacto con ella, ni habló con ella, ni se encontró con ella?

PRESIDENTE.- No, la última vez fue unos días antes para arreglar la transición que no existió.

PERIODISTA.- Por lo general en los países un poco más normales que Argentina en el panorama político, los presidentes hablan con los expresidentes, aparecen públicamente juntos en actos, en conmemoraciones. .

PRESIDENTE.- En este caso no sucedió.

PERIODISTA.- Presidente: usted se ha referido, tal vez un poco inespecíficamente, a las mafias. Cuando habla de las mafias en la Argentina, ¿a qué se refiere?

PRESIDENTE.- A todo un conjunto de dirigentes que se han apropiado de un cachito de la Argentina, y que la explotan en beneficio propio, sin importarles las consecuencias que les traen a los demás argentinos. Y ahí hay jueces que han abusado de su poder, políticos que han abusado de su poder, sindicalistas que han abusado de su poder, empresarios, rectores de universidades. Cada uno ha creído que era dueño de algo que en muchos casos tenía que ver con el voto popular, el derecho que le da a uno a servir a partir del voto de la gente. Lo que yo les he dicho a todos es: señores, hay un cambio profundo en la Argentina, todos queremos que no haya más privilegios abusivos, queremos que nadie abuse de su poder. En esa línea hemos ido avanzando y han ido cayendo señores que se creían intocables, como ese señor “Pata” Medina, él se creía intocable, él llegó a encarecer la obra pública y privada…

PERIODISTA.- Un dirigente sindical.

PRESIDENTE.- Un dirigente sindical de la construcción, en La Plata llegó a encarecer la obra pública y privada entre el treinta y el cincuenta por ciento. Él obligaba a las empresas a tomar el catering que él les daba; obligaba a tomar personal de su bolsa de trabajo, que no iban a trabajar, con lo cual era hasta duplicar el plantel de trabajadores para lograr hacer una obra para que él se robase la plata de los que no iban a trabajar. Él los obligaba a hacer un aporte que llamaba “El camping”, que eran materiales que supuestamente iban a ir para ampliar un camping para los empleados de la UOCRA, y eran materiales para las casas de los tipos.

PERIODISTA.- ¿Cuántos “Patas Medinas” hay en la Argentina, presidente Macri?

PRESIDENTE.- Muchos, muchos hay, y yo espero que todos se den cuenta que la Argentina cambió, y que ellos son bienvenidos a trabajar de otra manera.

PERIODISTA.- ¿Es la Justicia argentina lo suficientemente confiable? ¿Es una Justicia normal o es una Justicia que se acomoda a los vientos políticos y actúa un día para un lado y un día para el otro, hoy contra ellos, mañana contra usted?

PRESIDENTE.- Hasta ahora ha sido una Justicia con un porcentaje de jueces importante que siempre han especulado políticamente, en vez de velar por el cumplimiento de la ley sin importarles la magnitud del dirigente, su poder político o económico. Yo espero- como todos los argentinos- una Justicia que actúe en tiempo real, no diez o quince años después cuando esa persona perdió poder, para decirnos si hay alguien que está abusando de su poder. Lo importante es que el déficit, la inflación, los impuestos son todas cosas importantísimas para el crecimiento, el desarrollo de empleo y reducir la pobreza; pero más importante, y está por arriba de todo eso, es tener un sistema de leyes y valores que se respeten, porque cuando estos tipos con su accionar mafioso se quedan con un “cacho”, lo que hacen es encarecerles la vida a todos; cuando los Prácticos que conduce un señor que se llama Doñate, cobran 38 por ciento más caro su trabajo que los uruguayos -que actúan en el mismo río-, lo que están haciendo es destruyendo empleos de muchos argentinos, que con un servicio de ellos más eficiente y más competitivo tendrían trabajo, pero no se puede importar ni exportar porque hay algunos productos que no resisten ese costo, lo mismo que la estiba, el amarre, todas las cosas que han pasado en los puertos argentinos; o lo que pasa con la logística. En muchos sectores ha pasado esta distorsión y lo que ha generado es treinta por ciento de pobreza en la Argentina, un país rico que no tiene por qué tener pobres.

PERIODISTA.- Una última pregunta para este bloque, brevísima ¿Usted cree que al fiscal Nisman lo mataron?

PRESIDENTE.- Y, la verdad que a esta altura sí, la última pericia que tenemos dice eso, ¿a ver quién, cómo sucedió? Hoy la ventaja que tienen los jueces y los fiscales es que tienen total libertad para investigar, tienen un Gobierno Nacional que no entorpece su trabajo, que les dice: Señores, ¿dígannos qué es lo que pasó?

PERIODISTA.- ¿Cómo es su relación con el presidente Trump?

PRESIDENTE.- Buena, muy buena, igual que la que llegué a tener con Barack Obama, pero más fácil porque yo lo conocía de hace muchos años atrás, compartimos una experiencia empresaria cuando yo tenía 24, así que muchos años atrás. Y lo más importante, Marcelo, es que hay una decisión de la dirigencia americana de construir una relación de largo plazo con la Argentina; yo fui a Washington, me recibió el Congreso, el bloque de senadores más importante, el de diputados, y todos tenían el mismo discurso: “Queremos ser socios de la Argentina que viene, queremos acompañarlos”. Y eso se materializó en hechos concretos, no solo en la búsqueda del submarino, sino que también en trabajo con la DEA, que después de más de veinte años estamos trabajando en conjunto combatiendo al narcotráfico, en temas de seguridad. Realmente ha habido un acompañamiento muy grande en estos dos años de los dos gobiernos americanos hacia e Gobierno argentino.

PERIODISTA.- Ahora, con el tema biodisel, ahí la Argentina tuvo un inconveniente serio con el presidente Trump.

PRESIDENTE.- No, eso fue con el sector privado, hay un conflicto entre miembros del sector privado, un panel que el Gobierno intentó mediar pero fracasó por intransigencia de ambos sectores privados.

PERIODISTA.- ¿Cuál es evaluación, presidente Macri, sobre el rol de Donald Trump hoy en el mundo, que usted sabrá muy bien que es muy cuestionado?

PRESIDENTE.- Sí, él tiene una visión que no comparto, obviamente igual estamos en posiciones extremas contrarias, Estados Unidos es uno de los países que más se abrió al comercio internacional, Argentina estuvo aislada del mundo durante muchos años. Pero igual nosotros creemos que sin una inserción inteligente de la Argentina en el mundo no vamos a resolver los problemas de pobreza, es más: el aislamiento agravó la pobreza en nuestro país. Así que estamos apostando fuerte a una integración paulatina e inteligente al mundo, empezando por este acuerdo entre el MERCOSUR y la Unión Europea, después el EFTA, Japón, la Alianza del Pacífico, son todas negociaciones que están en curso.

PERIODISTA.- No sé usted, y no tengo interés en arruinar la relación entre ambos países, pero convengamos en que el presidente Trump se le parece mucho a la señora de Kirchner, un presidente complicadísimo con la prensa, un presidente con acusaciones severas respecto de su comportamiento, un presidente populista, proteccionista; es más, no se me ocurre nada más distinto a él que usted ¿Cómo se llevan?

PRESIDENTE.- Yo me llevo bien, tal vez soy el único que lo conoce de antes, de su vida anterior, y la verdad que él ha demostrado un enorme interés, él se ha preocupado personalmente por los temas de la Argentina. Así que yo tengo que estar muy agradecido porque, insisto, en esto último aporte que ha hecho Estados Unidos para la búsqueda del submarino realmente ha sido muy impresionante, y esos también son gestos que demuestran una vocación de amistad muy grande.

PERIODISTA.- ¿Mantiene usted contacto habitual con el presidente Trump?

PRESIDENTE.- Sí, he hablado varias veces por los temas que tenemos en curso de la carne, de los limones antes, lo llamo cuando se traba alguna cosa y él siempre se muestra muy receptivo.

PERIODISTA.- ¿Por qué razón el Papa Francisco no visita la Argentina?

PRESIDENTE.- Eso tiene que preguntárselo a él. Queda claro que él puede venir cuando quiera, es su país, todos lo esperamos con los brazos abiertos.

PERIODISTA.- Pero algo debe ocurrir, porque el Papa va a muchos países y de hecho no viaja al sur.

PRESIDENTE. Ahora va a Chile. Él sabrá cuál es la prioridad de su agenda, yo no la manejo, es su agenda, pero la verdad que estamos en contacto y siempre abiertos que cuando disponga nos visite.

PERIODISTA.- Presidente: se entabló en la región algo llamado así como el eje bolivariano, el Alba o como se llame ¿Qué quedó de eso?

PRESIDENTE.- Poco, muy poco, creo que la región se ha dado cuenta de que trabajando en forma conjunta representamos una gran oportunidad para el mundo. No existe una región como la nuestra, una región de paz, con recursos naturales tan importantes, con recursos humanos tan valiosos. Nosotros realmente podemos hacer un gran aporte a la seguridad alimentaria, un gran aporte a las energías renovables. La Argentina sola puede hacer una revolución de energías renovables, el sur argentino va a ser una potencia mundial en energía eólica y el noroeste argentino va a ser una potencia mundial en energía solar, son oportunidades de trabajo gigantescas para todo lo que es Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Chubut, hasta Tierra del Fuego; trabajo de calidad para los argentinos, protagonismo para las provincias argentinas que siempre han sido las más abandonadas, especialmente las de norte. Creo que eso mismo se replica en toda la región, y eso es una gran oportunidad para todos.

PERIODISTA.- Presidente: -no sé por qué mezclo los temas, por ahí es por algún motivo-, viene a la Argentina el G-20, y tenemos un severo conflicto en la Argentina, y también en Chile, con lo que se supone es la Comunidad Mapuche…

PRESIDENTE.- Una minúscula parte de la Comunidad Mapuche.

PERIODISTA.- Pero que se ha vuelto violenta.

PRESIDENTE.- Absolutamente.

PERIODISTA.- De hecho a la Argentina ya le costó, por una razón o por otra, dos muertos ¿Qué opina del tema mapuches hoy? ¿Cómo lo ve el presidente Macri?

PRESIDENTE.- Primero, nosotros somos un Gobierno que le ha dado prioridad al tema indigenista, estaba ahí como abandonado a un costado, nosotros le hemos dado centralidad, mesas de trabajo permanente, creemos que realmente es algo que tenemos que resolver, y avanzamos bien, estoy realmente entusiasmado con los avances que hemos tenido. Pero ha surgido este pequeño grupo que hemos visto que lo que ha hecho es radicalizarse en la violencia sistemáticamente, y que desde acá de Buenos Aires -en este país tan poco federal hasta el presente, y yo tengo ese compromiso de verdad de transformarlo en un país federal-, ignoramos desde la centralidad lo que pasaba en Chubut, en Neuquén, en Río Negro, con episodios de altísima violencia, reflejo de situaciones todavía peores en Chile. Creo que lo que queda claro es que ahora vamos a trabajar en conjunto con los gobernadores -como no se hizo en el gobierno anterior- para apoyar a la Justicia, porque finalmente es un tema judicial, y volvemos a lo que hablábamos en el bloque anterior: la Justicia tiene que hacer respetar la Constitución Nacional, la Justicia tiene que decir: “señores, acá dialogando se puede tratar de encontrar todo tipo de soluciones, pero desde la violencia, desde la extorsión no ha posibilidad de construir nada”.

PERIODISTA.- Presidente, ¿por qué le obsesiona tanto el tema de los egos personales? Ciertamente he encontrado en usted una persona casi obsesionada en el tema.

PRESIDENTE.- Porque yo creo mucho en trabajo en equipo y lo que destruye al equipo es el individualismo, la necesidad de un exagerado reconocimiento personal, el ego es algo que anula la inteligencia de la gente, entonces trato de generar espacios donde todos compartamos las decisiones y el trabajo sea realmente colectivo. La verdad que esto me ha permitido hacer muchas cosas en mi vida, en mi en empresa privada, Boca, la Ciudad y ahora la Nación, armando equipos en los cuales lo más importante sea eso, el equipo, no el individualismo. Yo trato predicar que el país no necesita un líder mesiánico, iluminado, que le diga a todo el mundo lo que tiene que hacer por cadena nacional tres veces por semana, lo que necesita es un líder que permita que cada uno desarrolle sus capacidades.

PERIODISTA.- ¿Usted ha podido controlar su ego?

PRESIDENTE.- Pienso que sí, es algo en que me siento contento, no lo he cambiado a lo largo de mi vida en los distintos roles que he ido tomando, siempre he mantenido la esencia con los mismos amigos, el valor de la familia y el espacio mío para reflexionar, saber todos los días antes de irme a dormir que he hecho lo máximo para ayudar a la gente que ha confiado en mí, que ha confiado en que yo los conduzca a una mejor calidad de vida.

PERIODISTA.- Le habrán dicho que usted tiene un liderazgo raro, es decir, su fórmula de hacer política por lo menos no estaba escrita en ningún lado y en todo caso ha desafiado ciertas visiones clásicas de la política, ¿qué papel ha jugado el famoso personaje llamado Jaime Durán Barba o Marcos Peña o los jóvenes que se ocupan de las redes sociales? Su fórmula de hacer política algo cambió en los estándares conocidos.

PRESIDENTE.- Puede ser, tal vez estamos haciendo cosas que sorprenden al mundo entero, demostrando una vez más que los argentinos somos capaces de ser creativos, de hacer cosas innovadoras. Marcos es mi mano derecha, es para mí un Jefe de Gabinete de lujo y que tiene una visión global de todas las cosas que estamos encarando y Jaime es un asesor muy importante que lo más importante que ha hecho es alentarme a ser como yo era. Todos me decían cómo vas a saltar un bache en el medio de una campaña o bailar en un acto y él fue el primero en felicitarme, “que genial que hayas bailado” pero todos me decían “que papelón que bailaste”, y a mí me surgió bailar, estaba contento en el 2007 cuando ganamos la Ciudad de Buenos Aires y me puse a bailar, no lo pensé y lo sentí. El que él me haya avalado en actuar como lo siento ha sido para mí importante porque la política clásica decía que estas cosas no se hacen y la verdad que cuando se me ocurrió empezar a tocar timbre cuando yo era alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, lo hice porque quería escuchar a la gente decir qué le gustaba y qué no le gustaba de su barrio.

PERIODISTA.- Cuando usted va y toca timbre, ¿eso no está preparado?

PRESIDENTE.- No, no está preparado, yo toco el timbre, la gente aparece, saluda, otros son más tímidos, menos tímidos, más expresivos, menos expresivos pero es algo real. Yo visito permanentemente a la gente en su casa, a mí me ayuda muchísimo y me ayuda a ver lo más importante que es las cosas desde los ojos de ellos.

PERIODISTA.- ¿Cuánto nivel de odio cree que hay en la sociedad argentina? Aquí en la Argentina se ha llamado la grieta, es decir, aquello que ha separado a los kirchneristas de los anti kirchneristas o los macristas de los anti macristas, ¿cuánta rabia cree que hay?

PRESIDENTE.- Hay un sector de la sociedad que tiene un profundo padecimiento que yo trato de comprenderlos, todo el tiempo, porque es una sociedad que arrastra setenta años tal vez de fracasos y retrocesos, y pérdidas de posiciones sociales, económicas. Yo trato de demostrarles que desde el odio y resentimiento no se construye, yo creo que ha sido una herramienta importante en el liderazgo de Cristina Kirchner en la cual yo no creo, yo creo todo lo contrario, yo creo en el amor, en el entusiasmo, en construir, creo que reformar es crecer, innovar es crecer, tener coraje de desafiar las situaciones prexistentes y no decir “estamos condenados”, no estamos condenados a nada, depende de nosotros. Los argentinos no somos ni mejores que los demás, ni peores que los demás, nosotros hemos oscilado en creernos los mejores del mundo o creernos que no servíamos para nada, y no es ninguna cosa ni la otra. Somos un país que claramente tiene talentos increíbles pero que no ha sabido colectivamente vincularse para que al conjunto le vaya bien, y eso está latente…

PERIODISTA.- ¿Cree usted que se ha superado?

PRESIDENTE.- Está latente pero todos los días confío que con la verdad y los hechos concretos vayamos reparando ese dolor, ese daño, pero también hay que romper un sistema autodestructivo que ha tenido la Argentina. Cuando yo hablaba de estos comportamientos mafiosos, vos fíjate por ejemplo lo que pasaba con los cruceros, Argentina tiene el mejor lugar del mundo por excelencia: Ushuaia, la puerta más cercana a la Antártida ¿Y qué pasó en los últimos cuatro años? Hemos perdido 49 por ciento de los cruceros, habían reducido los cruceros, ¿por qué? Porque no teníamos infraestructura en los puertos, le cobrábamos más caro a los prácticos, los estafábamos con el amarre, con lo servicios portuarios, le exigíamos a los que nos visitaban la vacuna contra la fiebre amarilla, es un curro que alguien inventó hace muchos años y lo anulé en los primeros meses de Gobierno.

¿Qué va a pasar ahora? Con las obras que estamos haciendo, con la baja de costos, el año que viene va a crecer más de 20 por ciento los pasajeros y vamos a ir rumbo a generar decenas de miles de nuevos pasajeros que van a venir a visitar la Argentina en crucero y a la Antártida, y eso va a traer decenas de miles de puestos trabajo desde Ushuaia hasta Buenos Aires, ¿apostando a que? A hacer cada una de las cosas mejor, entonces en vez de enojarnos, en vez de resentirnos con el otro hay que sentarnos en una mesa, dialoguemos, pongámonos de acuerdo cómo cada uno va a hacer su trabajo mejor y nos vamos a sorprender que todos vamos a tener un mejor trabajo, ese es el camino, en vez de buscar responsables en el pasado por lo que nos pasó, hay que pensar en términos de futuro, ¿qué es lo que podemos hacer? ¿Qué es lo que podemos hacer con una minoría responsable? Vos sabés que la Argentina va a representar el 50 por ciento en unos años de la oferta de litio en el mundo, el litio es el mineral más importante para baterías, lo que más se va necesitar, porque ya tenemos varios proyectos lanzados y varios más en exploración que van a generar una revolución de empleo en Catamarca, Salta, Jujuy; provincias que habían estado aisladas y marginadas pero de la mano del turismo, de las minerías responsables y energías renovables van a ser potencia mundial. En vez de estar reivindicando, reclamando, vamos a trabajar todos juntos para que deje de ser el norte sinónimo de pobreza, entonces digo que hay un espacio para abandonar esas banderas de la reivindicación para tomar la bandera de la construcción. Eso es lo que yo creo, lo siento y además que cada vez que me he propuesto en la vida conducir un equipo, hacer cosas que tienen que ver con eso, con la superación personal, lo hemos logrado.

PERIODISTA.- Tengo una duda breve, ¿Maradona o Messi?

PRESIDENTE.- Difícil pero Messi.

PERIODISTA.- ¿Va a buscar su relección?

PRESIDENTE.- Yo he dicho que estoy listo para continuar con nuestra tarea si así lo demandan pero no es el momento de hablar, falta mucho, pero yo solo pienso en qué voy a hacer la próxima hora que me asegure que voy a hacer un puesto de trabajo más para un argentino más que lo necesita.

PERIODISTA.- ¿Usted sabe cómo es la política?

PRESIDENTE.- ¿Cómo es?

PERIODISTA.- Falta un año para que Argentina empiece a discutir quién es el próximo Presidente.

PRESIDENTE.- Sí, claro, pero yo siento que esta última elección clarificó las cosas. Para aquellos que creían que esto iba a ser un veranito, que nos íbamos a ir apresuradamente del poder, ahora comprendieron que nosotros expresamos una vocación de cambio de los argentinos, yo soy representante de esos argentinos que dicen “queremos vivir mejor y sabemos que nos tenemos que romper el traste para lograrlo”, no va a venir de arriba como un regalo sino que va a ser producto del esfuerzo personal, ese esfuerzo que te ayuda a ser feliz. Cuando vos lográs algo como Longobardi que logró estar representando a una empresa importante como CNN, es una satisfacción de uno que uno logró en base a su trabajo, yo quiero que eso que vos sentís hoy, lo sienta cada argentino, que cada argentino pueda elegir dónde trabajar, dónde estudiar, dónde vivir, porque así va a ser feliz y si es feliz va a contagiar a otro y así esto se va a transformar en un país donde todos compartamos una tarea que es crecer.

PERIODISTA.- Por último, sabe que ningún Presidente argentino no peronista civil terminó su mandato, ni el presidente Frondizi en la sesenta, ni el presidente Illia tiempo después, ni el presidente Alfonsín en los ochenta, ni el presidente De La Rúa en los noventa, ninguno; usted es el quinto Presidente no peronista en los últimos 50 años.

PRESIDENTE.- Era hora que se termine con este maleficio, que podamos trabajar y que el peronismo sepa ser un partido también en la oposición que ayude a construir, tienen un gran desafío de demostrar a la sociedad que pueden colaborar con generosidad, con altura a la inserción de Argentina en el mundo, al crecimiento y a la disminución de la pobreza, y claramente en alternancia como hacen todos los países que en su República funcionan las cosas como corresponden y con una institucionalidad garantizada.

PERIODISTA.- Presidente Macri, muchísimas gracias por su tiempo.

PRESIDENTE.- Lo mismo digo.