Inauguración de la Planta de Enriquecimiento de Uranio en el Complejo Tecnológico Pilcaniyeu: Palabras de la Presidenta de la Nación

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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE SU RECORRIDA POR EL COMPLEJO TECNOLÓGICO DE PILCANIYEU, DE LA COMISIÓN NACIONAL DE ENERGÍA ATÓMICA (CNEA), EN BARILOCHE, PROVINCIA DE RÍO NEGRO.

Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Río Negro; señores Gobernadores que nos acompañan, hoy, de las provincias e Chaco y de Formosa; señor Senador por la provincia de Río Negro, Miguel Pichetto, mi viejo compañero de bancada también durante tanto tiempo, perdón por lo de viejo, no lo quise decir, sino que estuvimos mucho tiempo juntos: bueno, estamos hoy en un lugar muy especial, de la misma manera que hace unos días, en Berisso, en el Complejo Industrial denominado La Plata, estábamos mostrándoles a todos los argentinos lo que es el desarrollo petrolero, a partir de la recuperación de YPF, esa Planta de Coque, ese importante instituto de investigación, hoy estamos aquí, a 60 kilómetros de San Carlos de Bariloche, en la Planta de Uranio de Pilcaniyeu, que visité en el año 2010, cuando recién comenzábamos los trabajos de recuperación para precisamente volver a integrar no ya el club de países productores de energía nuclear, que lo integrábamos, sino volver a un lugar que nos había sido arrebatados, que es el de proveedores de uranio enriquecido, insumo básico para generar combustible nuclear.

No fue fácil llegar a esto, en el año 1950, cuando se crea por el Presidente Perón, la Comisión Nacional de Energía Atómica, comienza un desarrollo nuclear en la Argentina y en el año 74, cuando nos convertimos en productores de reactores nucleares, Estados Unidos deja de proveernos uranio enriquecido. Esto es cuando comenzamos a tener un grado de desarrollo como país, competidor también, porque además está claro que somos un país no proliferante, no construimos bombas; nuestra energía nuclear está destinada a eso: a generar energía para la industria, para los ciudadanos, para la actividad económica y también para la salud porque hemos desarrollado un importante vector, en materia de salud, como es la medicina nuclear.

Contaba que en el año 1974 se nos interrumpe, por parte de nuestro proveedor, Estados Unidos, la provisión de uranio enriquecido. Esto es como si te ataran las manos, te quitaban autonomía porque no podías producir el combustible de los reactores que habíamos creado y por lo tanto te limitaba para competir en el mercado, porque vos no solamente tenés que vender los reactores, sino asegurarles a tu cliente, que le vas a poder proveer el combustible que alimente esos reactores y genere energía.

Fue en el año 78, paradojalmente, durante la dictadura que se comienza el proyecto de Pilcaniyeu, que es enriquecer uranio en la Argentina. Pocos meses antes de que asumiera el Presidente Alfonsín, Pilcaniyeu ya comienza a producir uranio enriquecido y es precisamente en el año 90, a fines de los 80, bajo el pretexto de que la economía no daba, de que los recursos eran escasos se deja sin efecto la producción de uranio enriquecido; más tarde – en el año 94 – se interrumpe la construcción de la central atómica nuclear, Atucha II, esa que reiniciamos luego de que Néstor lanzara el Nuevo Plan Nuclear Argentino, en el año 2006, que lleva invertido – a la fecha – más de 11.000 millones de dólares, que nos ha permitido volver no solamente a generar energía nuclear, en un mundo donde se habla de contaminación ambiental, bueno la energía nuclear es una de las energías más limpias. Francia, por ejemplo, tiene prácticamente toda la producción de su energía nuclear y no solamente es más limpia, sino que además es mucho más económica que las que producen las energías fósiles, por ejemplo.

Quiero contarles todo esto porque es importante que los argentinos se empoderen de estas cuestiones, para que nunca más volvamos a plantearnos que no podemos seguir con proyectos, como el de Pilcaniyeu, y seguir siendo parte, en la discusión global de proveedores de energía nuclear y de reactores nucleares. Aquí estamos con el método… siempre me olvido, ¿cómo se llama el método? De difusión gaseosa, no me puedo acordar, cuando me olvido de algo es como que tengo una fijación y no me acuerdo, difusión gaseosa que es el método más reconocido universalmente para enriquecer uranio a baja escala, para que no tenga uso bélico. Estamos, hoy, en el orden de los 0,74, si mal no recuerdo, y en los próximos meses – calcula Norma Boero, la titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica- estaremos en condiciones de enriquecerlo a 0,85 y proveer nosotros mismos, los argentinos el combustible que necesita Atucha I, más conocida, hoy, como la central nuclear Presidente Perón.

En unos meses más vamos a producir nosotros nuestro propio combustible a partir de esta planta, que también está experimentando con un nuevo método de enriquecimiento de uranio, que es a través del láser. No somos el único país, somos varios países pero podemos hacer esta experimentación porque, primero, hemos logrado hacer este tipo de enriquecimiento.

Por eso es importante que todo esto, que constituye el patrimonio de los argentinos, el patrimonio científico de los argentinos, somos el único país de Latinoamérica con este grado de avance que se detuvo a fines de los 80, principios de los 90, y que volvimos a poner en marcha durante el año 2006 y de allí nunca más paramos, no vuelva a detenerse. Porque es importante tener conciencia de las cosas que hemos perdido, juntamente con la interrupción del enriquecimiento de uranio también se detuvo un proyecto muy ambicioso, que se había desarrollado en la Argentina, que era el mísil Cóndor, que nos ponía a los argentinos en una pole position en materia de industria para la defensa. Nunca más permitamos los argentinos que exigencias externas limiten nuestra autonomía y fundamentalmente nuestro desarrollo científico, porque realmente si algo podemos dar fe los argentinos y garantizarle al mundo que la energía nuclear que producimos, que el uranio enriquecido que producimos no van a bombas que destruyan vidas humanas; al contrario, van a energía y a medicina nuclear.

Hoy, se están construyendo en el país - a través del ministerio de Planificación – 14 Centros de Medicina Nuclear en todo el país; algunos de ellos ya inaugurados; uno de ellos próximo a terminarse ya, en Río Gallegos. El Gobernador me hablaba, también, que calcula también que en abril, mayo va a estar terminado el de aquí, el de San Carlos de Bariloche, los barilochenses, los ríonegrinos van a tener aquí, en su provincia, un Centro de Medicina Nuclear de excelencia, como también se está haciendo en Formosa, como también se está haciendo ¿en Chaco? Falta todavía, se lo vas a prestar vos, se lo va a prestar Formosa, ves somos generosos, en el interior profundo somos muy generosos entre los comprovincianos, nos ayudamos mucho, así que sobre todo cuando estamos tan alejados de los grandes centros urbanos.

Por eso este tema de desarrollo nuclear, de enriquecimiento de uranio. Yo me debía una visita, aquí, a Pilcaniyeu y hoy recorriendo las instalaciones, junto a los operarios, junto a los ingenieros que operan la planta, en la sala y el comando de control, donde me mostraban con mucho orgullo el nivel de seguridad ambiental, que tiene esto, donde además se hizo con una audiencia pública. Esto fue habilitado con una audiencia pública, lo cual genera seguridad medioambiental para todos los habitantes debe constituir para todos los rionegrinos, en particular, y para todos los argentinos, en general, no solamente un orgullo, sino algo que cuidar y defender porque no podemos volver a perder autonomía científica, autonomía energética, debemos nosotros mismos los dueños de nuestras ciencias.

Los dos ingenieros, que me acompañaban, recién… estás cosas que salen en los medios, porque hay una estrategia comunicacional de mantener en ignorancia completa la mayor cantidad de argentinos posible acerca de las cosas que otros argentinos somos capaces de hacer; nadie le cuenta a los argentinos que de los 3.000 empleados, científicos, ingenieros, técnicos que tenía la Comisión Nacional de Energía Atómica, yo me acuerdo muchos de ellos hombres y mujeres grandes me decían con mucha desesperación, al principio, que necesitaban incorporar sangre nueva, sangre a la cual transmitirles sus saberes, hoy de aquellos 3.000 integrantes de la Comisión Nacional de Energía Atómica, hoy tenemos más de 8.200 trabajadores, ingenieros, técnicos, científicos, jóvenes muchos de ellos la gran mayoría que aseguran la capacitación y que aseguran la transferencia de saberes y que aseguran también que van a defender todo lo que se ha logrado en estos años. Por eso, yo creo que es muy importante que hoy comuniquemos a todos los argentinos estas cosas, Que hoy comuniquemos a todos los argentinos estas cosas, que son invisibilizadas, que son ocultas, porque entonces luego es más fácil desarmarlas o desarticularlas. Pero esto es algo que tenemos que defender todos los días.

También, estuvimos en mi provincia, en Perito Moreno. Perito Moreno, una pequeña localidad, a pocos kilómetros de allí se encuentra Cueva de las Manos, uno de los patrimonios arqueológicos de la humanidad más importante, es una cueva en la cual están impresos se cree que hace once mil años. Bueno ahí también, ese pequeño pueblo muy lindo, Perito Moreno, tenía apenas cinco mil habitantes cuando Néstor Kirchner llegó a la gobernación en 1991. Hoy, estamos inaugurando las operaciones de una de las minas de oro y plata más importante de la Argentina, Cerro Negro, cinco minas subterráneas que, a través de vetas de cuarzo, van a producir a fines de este año, más de 475 onzas de oro, emplean a 2.700 personas, más de la mitad de los habitantes que tenía ese pequeño pueblo en 1991, con una inversión hasta la fecha en esas cinco minas subterráneas, también con audiencias públicas y de altísima seguridad, de más de 16.000 millones de pesos.

También en Tortuguitas, provincia de Buenos Aires, con algo que tal vez, recién lo charlábamos con algunos integrantes de la mesa, muchos no conocían, pero yo creo que sí por la cantidad de operaciones comerciales que hacen, Avenida.com, una empresa fundada apenas hace dos años, una empresa de comercio electrónico. O sea, de aquellas que uno se sienta y efectiviza las compras pulsando la computadora y teniendo planta, por supuesto para pagarla, porque es importante aclarar que con la computadora sola no te alcanza.

Esta empresa, que fue fundada hace apenas dos años, va a facturar a fines de este año 2015, 500 millones de pesos y tiene 260 trabajadores. Pero lo que venimos a anunciar hoy es que ha recibido una inversión de 30 millones de dólares por parte de dos fondos de inversión especialistas en materia de comercio electrónico, uno, de origen estadounidense y, otro, de origen sudafricano que permitirá multiplicar las operaciones y pasar de los 12 locales donde distribuyen lo que venden, a más de 30 locales y de 260 trabajadores, a 400 trabajadores.

Debemos decir que más del 70 u 80 por ciento, son productos nacionales y, además, todo de Precios Cuidados también que están integrando con electrodomésticos, se incorporaron al programa Precios Cuidados. Y hablábamos de que este desarrollo impresionante, son apenas dos años, una empresa familiar, en una Argentina pasar de cero en una empresa a dos años a una facturación de 500 millones de pesos y lograr la confianza de dos fondos de inversión para que te pongan desde el exterior 30 millones de dólares, ¿qué es lo que demuestra? Una sociedad –no, no fue magia, primero que no fue magia sin lugar a dudas- pero demuestra la potencia del mercado interno.

¿Y por qué hay potencia en el mercado interno? Primero, porque hay trabajo; segundo, porque hay buenos sueldos y, tercero, porque hay un Estado que ha hecho de la demanda agregada, inyectar recursos a la demanda agregada a través de la inversión pública y la promoción de la inversión privada, uno de los pilares del crecimiento económico argentino que nos ha permitido duplicar…–me estoy riendo de un cartel que me levantan ahí “Cristina te esperamos”, no me esperen, yo estoy siempre-…un mercado interno, una política económica micro y macro que nos ha permitido duplicar el producto industrial y llevar también a más del 100 por ciento el crecimiento del PBI en estos 12 años y medio.

Esto también hay que cuidarlo. El mercado interno, el poder adquisitivo de los trabajadores, de los comerciantes, de la clase media y de toda la sociedad en general para que empresas como Avenida.com que hace dos años no existía y que se dedica precisamente a vender los productos que compran los argentinos a través de la computación, puedan seguir recibiendo inversiones extranjeras y puedan seguir tomando otros trabajadores porque esto es una retroalimentación. Van a tener a los 260 trabajadores que hoy tienen, 140 más porque los argentinos siguen comprando. Tenemos que lograr que los argentinos puedan seguir comprando para mantener este mercado abierto.

Estas son las cuestiones que pueden parecer inconexas, desde un desarrollo altamente tecnológico, como es Pilcaniyeu, pasando por una industria de carácter extractivo, como son las minas, a una empresa de comercio, de intermediación, a una empresa de servicios, fundamentalmente como es Avenida.com, para finalmente terminar también en el punto de partida, en la ciencia y en la tecnología inaugurando hoy el IFIBYNE, el instituto que estudia allí en la Ciudad Universitaria, que lo hemos hecho junto con el CONICET. ¿Por qué? Porque hacen, como nos explicaba recién Verónica, estudian los genes, cómo se transforman, no solamente los genes humanos, sino también los genes vegetales, el impacto que puedan tener. Están además, al lado del Parque de la Memoria, un científico de las características de Alberto Kornblihtt, un hombre multipremiado internacionalmente y también nacionalmente, trabaja también allí otro importante científico que recibió este año el premio al Científico del Año, Juan Pablo Paz, allí están Leonardo Vaccarezza, en un lugar donde solamente había malezas, yuyos y pastos, hoy tenemos un instituto de una excelencia que ustedes veían, lo contaba el propio ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, una vista al río, porque en realidad hemos logrado dotar en el marco de una inversión sin precedentes a nuestros científicos, a nuestros científicos, a nuestros becarios, al CONICET de una infraestructura que les permite seguir investigando y creciendo en ciencia y tecnología.

Esta es la primera etapa con una importantísima inversión que integra, también, parte del Plan de Infraestructura I y II del ministerio de Planificación en materia de laboratorios y edificios dedicados a la ciencia y a la tecnología. Esto también tiene que ser cuidado.

Y yo le agradezco a Alberto el que esté tan contento por dos cosas: primero, por haber podido inaugurar este instituto tan importante durante nuestra gestión y, segundo, lo más importante, por las investigaciones que se van a llevar a cabo ahí.

La ciencia y la tecnología aplicada, aplicada a generar mejor productividad, aplicada a nuestra actividad económica, nuestras empresas. Porque la clave del desarrollo de los próximos años de este siglo XXI, no va a ser solamente vernos como vendedores de granos, por favor, o de carne. Yo quiero realmente, y he luchado mucho, he luchado mucho para que la ciencia y la tecnología sean pilares. Pero no solamente ciencia y tecnología aplicada a las empresas para que produzcan más y mejor, con mejores resultados, con innovación tecnológica, porque es la innovación tecnológica lo que nos va a producir mayor rentabilidad y mejor también empleo generado, sino también ciencia y tecnología, como en el caso de Pilcaniyeu, tendiente a tener autonomía y soberanía nacional.

Porque, ¿saben qué? Sin soberanía y autonomía nacional, no hay nada, no hay emprendimientos mineros, no hay actividad comercial ni de compra, no hay laboratorios, no hay Pilcaniyeu, no hay nada.

Y esto de autonomía, esto que a mí me gusta llamar razonable autonomía en un mundo cada vez más interdependiente, es lo que tenemos que seguir construyendo los argentinos. Es el único reaseguro para seguir creciendo, es la única garantía que vamos a seguir teniendo más y mejor trabajo; es el único futuro que van a tener jóvenes, como Verónica, que nos explicaba hoy una joven de 28 años, con una flor en su cabello, sonriente y con esperanzas, mirando al futuro, porque hoy es posible mirar el futuro en la Argentina.

Un joven de 28 años no tiene que irse afuera, un joven de 28 años puede estar aquí en la Argentina, desarrollando sus saberes, aplicando sus conocimientos muchos de ellos adquiridos, como recién mencionaba Alberto, en la universidad pública nacional y gratuita de la cual nosotros somos en su inmensa mayoría hijos, sino tal vez, no podríamos haber concurrido a la universidad.

Son estas cosas sobre las que tenemos que discutir los argentinos, alejarnos de las discusiones tontas y banales a las que nos quieren llevar. Tenemos que exigir, ante cada planteo de tal cosa menor, ir por algo mayor, ir por lo importante, por las cosas que nos han modificado la vida y que nos van a ayudar a vivir cada día mejor. Esto es lo que tenemos que lograr y tenemos que seguir defendiéndolo con mucha pasión, como lo hacemos siempre aún a costa de que la pasión se confunda con enojo, que no es así.

Sin pasión por la patria, sin pasión por lo que uno hace, sin pasión por el otro también, al que todavía le falta trabajo, al que todavía le faltó llegar, es imposible transformar las cosas. Con pasión, con patriotismo y, fundamentalmente, con mucha confianza en nuestro pueblo, es que vamos a seguir creciendo cada vez más y cada vez mejor.

Muchas gracias, Pilcaniyeu; muchas gracias, Bariloche; muchas gracias, Río Negro y a seguir adelante trabajando con entusiasmo y con confianza en el país y en nosotros mismos.

Gracias. (APLAUSOS)

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Cristina Fernández en la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu, Río Negro
Cristina Fernández en la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu, Río Negro
Cristina Fernández en la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu, Río Negro
Cristina Fernández, Julio De Vido, Alberto Weretilnek y Miguel Pichetto en la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu, Río Negro