Saludo a los militantes en Casa de Gobierno: Palabras de la Presidenta de la Nación

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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, A LOS MILITANTES, LUEGO DEL ACTO DE ENTREGA DE LOS PREMIOS HOUSSAY, EN LA GALERÍA DE LOS PATRIOTAS LATINOAMERICANOS, CASA ROSADA.

Muchas gracias, queridos… ¿cómo están, están bien? Bueno, quiero agradecerles siempre la presencia, el acompañamiento, la militancia de todos y todas y la verdad que veo tantas caras jóvenes y la verdad es que hoy es un día muy importante, hoy hemos entregado la netbook 5 millones. Déjenme decirles algo que el Programa Conectar Igualdad, habrán escuchado, tal vez, en algunos casos algunas críticas porque decían que algunos chicos no utilizaban la computadora y nuestro joven ministro de Economía Axel Kicillof, que todos los días le inventan una nueva y no le pueden encontrar ninguna, ¿Saben por qué? Porque nunca lo pudieron comprar y por eso todos los días le inventan una nueva.
Yo me acuerdo cuando luego de mi operación, lo nombré ministro de Economía, todas las cosas que decían, las mismas que decían de cómo iba a ser nuestro gobierno, que era un joven inexperto, tantas cosas, como también me tocó escuchar y ver, este fin de semana, me mandaron unos videos de lo que era la campaña por la intendencia de la Ciudad de Ushuaia, la ciudad del fin del mundo, y los que competían con nosotros, en el spot publicitario que había armado, hablaban de la unidad, de contemplar a todos los argentinos y ahí inmediatamente, después de hablar de eso, decían: “pero no vote a La Cámpora porque no tenemos porque ser gobernados….” O sea un mensaje de confrontación, un mensaje feo, un mensaje de división, de estigmatizar a alguien porque pertenece a una agrupación política.
Afortunadamente el pueblo de Ushuaia no pensó lo mismo y un joven, de 32 años, hoy es Intendente de la ciudad del fin del mundo y de la misma manera decían que un joven, este jovencito, algún empresario lo trató de “jovencito inexperto”. Vaya a saber qué experiencias tenían ellos con otros ministros, quisiera saber a qué atribuían la inexperiencia. Por eso creo que los resultados que hoy tenemos en este mundo convulsionado económicamente, disgregado políticamente, con sociedades enfrentadas donde se cometen atrocidades y barbaridades, como estamos viendo nosotros, aquí en la Argentina con dificultades, con adversidades, con errores, con aciertos estamos creciendo económicamente y profundizando la inclusión social. Y también – como nunca – la inserción en el mundo porque algunos confunden inserción con el mundo, con subordinación con uno o con dos. Para nosotros inserción en el mundo es hablar y tratar de igual a igual con todos los países del mundo. (APLAUSOS).
Pero yo les decía, que hoy, hemos entregado la computadora 5 millones… yo también te amo, quédate tranquila, y yo decía que había algunos que afirmaban que los chicos utilizaban la computadora no solamente para estudiar, sino también para jugar, con video juegos y demás. Deberían enterarse… les recomiendo un libro a ustedes jóvenes de lectura imprescindible, escrito por un periodista inglés de The Guardián, Glenn Greenwald, sobre Snowden, que se titula: “Snowden o ningún lugar donde esconderse en el mundo”. Y ahí relata cómo este joven, que no tiene ni siquiera título secundario, tiene una cabeza que alcanzó a descifrar todo un sistema de espionaje a nivel global.
Y saben qué cuenta en el libro, una cosa que me impactó profundamente, Snowden cuenta que las nuevas generaciones tienen una comprensión de las redes, saben qué, perfeccionadas a través de qué, de una generación que se creó y jugó con los videojuegos. Los videojuegos le permitieron generar una articulación de pensamiento, una asociación de ideas que es lo que viene en la etapa de este mundo. Por eso, no permitan que nadie los desprecie por ser jóvenes, no permitan que nadie los menoscabe porque están en otra etapa civilizatoria.
Yo vengo de la lectoescritura y me siento honrada de haber pertenecido, de ser parte de la modernidad y que me guste manejar un libro o la lapicera mejor que la computadora, pero el mundo que viene es eso. Y por eso, cuando hoy estábamos entregando la computadora, número 5 millones, y estábamos acortando la brecha digital, pero fundamentalmente estamos dándole la herramienta a millones de pibes. Este chiquitito que recibió la número cinco millones, tiene 12 años y está en primer año de la escuela secundaria.
Estamos dándole a millones de chicos el instrumento necesario no para el mundo que va a venir, sino que ya llegó, hace años, y algunos todavía no se enteraron. (APLAUSOS).
También reconociendo a nuestros científicos, yo sé que entre ustedes deben haber muchos compañeros, estudiantes universitarios, pueden ir a sus universidades con orgullo y decirles que este, su gobierno, es el que más ha hecho por la educación universitaria en este país. No solamente porque hemos creado 14 universidades, sino porque además hemos recuperado el presupuesto para la universidad, salarios dignos para los docentes y hoy, por primera vez en la historia, los docentes universitarios públicos de nuestro país, la República Argentina, tienen convención colectiva de trabajo. Un logro, al contrario la universidad es de ustedes.
Yo cuando, hoy, le entregaba el reconocimiento del mejor científico, mejor investigador del año, y los Premios Houssay a la Trayectoria o el Premio Sabato, Jorge Sabato. Muchos de ellos eran de la UNLP, no quiero decir nada, pero… la misma universidad a la que fuimos él y yo, ahí nos conocimos, pero la verdad que sentía mucho orgullo, como cuando esa joven científica, en San Miguel de Tucumán, Lucila, doctora en Bioquímica, regresó ella y su marido, por el Programa “Raíces”, de Canadá y nos agradecía que precisamente en el instituto en que ella se había recibido o donde había investigado y que se había ido del país por falta de oportunidades, que era de adobe, hoy estábamos inaugurando un nuevo edificio, de cuatro pisos, para nuestros científicos.
Yo la verdad que siento que estamos devolviendo a la sociedad argentina parte de lo que le habían arrebatado, que era la autoestima, la posibilidad porque a ese hombre, que hoy le entregué el Premio Jorge Sabato, y que tenido una labor descollante en investigación de plantas de biodiesel o a ese otro científico Devorich, que es especialista en sistemas de computación, o los otros expertos en materia de Ciencias Biológicas, de Paleontología, de investigación de pueblos originarios, le estamos devolviendo también la humillación que alguna vez sintieron cuando los mandaron a lavar los platos (salto de satélite, problemas técnicos).. es un país muy generoso.
Por eso quería decirles también a todos ustedes, que frente a las adversidades, frente a las dificultades, a las calumnias, a las injurias, a los palos que muchas veces les quieren poner en las ruedas, cuando ustedes quieren trabajar, desarrollar tareas sociales, militantes pónganle el pecho y el corazón y sigan adelante porque la perseverancia, porque la constancia en las convicciones, porque el convencimiento de que la Patria es el otro y que sin Patria es imposible vivir es lo que nos va a permitir a todos los argentinos seguir en esta senda de crecimiento y desarrollo.
Como decía, hace unos instantes, en el Salón de las Mujeres Argentinas: hablo despojada de todo interés, he tenido el orgullo más grande, que puede tener un argentino, una argentina, haber sido elegida por sus compatriotas dos veces para gobernar. Tengo, también el orgullo de haber sido la compañera de haber sido la compañera de uno de los argentinos que va a quedar definitivamente en la memoria del pueblo. (APLAUSOS).
Pero saben qué, lo mejor que me ha pasado más allá de todos los logros sociales, de inclusión, los logros económicos, de desendeudamiento, de creación de nuevas universidades, de jubilaciones y de cosas que podía seguir enumerando, lo más importante que me queda es la relación, el afecto entrañable e indestructible que siento que he creado entre ustedes y conmigo, siento que en cada argentino… lo siento… lo siento también en cada mujer, en cada hombre cuando recorro el país y mirándonos a los ojos siento que ellos saben definitivamente que nunca los traicioné, que siempre me jugué por ellos, aún en los peores momentos. Lo veo en las manos tendidas de mujeres mayores, que me dicen – como ustedes – “te quiero, te amo”, lo veo también en los hombres que por allí corren al lado de auto y con sus manos callosas me tocan la mía, lo veo y lo siento también, no voy a decir quién, pero uno de los científicos, recién, cuando le di el Premio, me dijo:”avantí Morocha”. Siento ese amor que es mucho más fuerte que cualquier odio, que cualquier calumnia y que cualquier injuria, y que es indestructible, porque se ha construido con realidades, se ha construido con correspondencia entre lo que va y lo que viene, porque nunca hay una verdadera relación si lo que va no se devuelve y viceversa. (APLAUSOS).
Por eso, quiero agradecerles a todos y a todas la fuerza, el coraje y convocarlos a seguir trabajando más que nunca, todos los días. (APLAUSOS). Eso es lo que él les pediría, ahora: redoblar el esfuerzo, el trabajo y la participación. Vamos para adelante, gracias compañeros, los quiero mucho. (APLAUSOS).

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, A LOS MILITANTES, LUEGO DEL ACTO DE ENTREGA DE LOS PREMIOS HOUSSAY, EN EL PATIO DE LAS PALAMERAS, CASA ROSADA

Yo quiero agradecer la presencia de quienes hoy nos acompañan también además de nuestros tradicionales patios, nos están acompañando docentes, trabajadores de la universidad, científicos, en un día muy especial para las universidades porque hemos firmado por primera vez el convenio colectivo para los docentes.

Pero quiero hablar con todos ustedes no solo de las cosas que pasan en la patria, de las cosas que pasan en nuestro país…

Mirá, te voy a decir algo, no sé cómo va a caer, pero realmente que están pasando cosas en el mundo, cosas graves, cosas serias el domingo hay una elección, no acá solamente para elegir autoridades, hay una elección en un país muy lejano. Parece que fuera solamente un referéndum e intentan confundir tal vez como que los griegos tienen que decidir si permanecen o no en la Unión Europea y la verdad que lo que se está discutiendo y en lo que convoca el referéndum es otra cosa: es saber si van a poder tener sueños o van a tener que vivir cada vez más de rodillas.

Y la verdad que yo hoy, en cada una de las videoconferencias, cuando inaugurábamos esa fábrica que había patentado, encontrado e inventado un sistema nuevo para las pulverizadoras, cuando hablaba con los de CERELA, el laboratorio de San Miguel del Tucumán, los científicos que habían repatriado, el edificio nuevo de cuatro pisos, cuando hablaba con el ministro de Defensa en Fabricaciones Militares que nos estaba entregando al Ministerio de Transporte y del Interior 10 nuevos vagones, cuando hablaba con Mauri Closs de mi Calafate, con el nuevo vuelo que está llegando, había un común denominador en lo que decían todos, en distintas partes.

Fíjense, unos estaban en Campana, otros estaban en San Miguel del Tucumán, otros estaban en Córdoba y otros estaban en la Patagonia, allá en el sur de Santa Cruz, pero había una palabra, un común denominador entre todos: sueños cumplidos. De eso se trata, la gente, el pueblo, sea el pueblo argentino o el pueblo griego o cualquier otro pueblo del mundo, que es lo que no entienden quienes conducen el mundo. Nadie puede vivir y sobrevivir, no hay sociedad ni pueblo que pueda sobrevivir si no tiene sueños y esperanza de que el futuro y el día de mañana va a ser mejor que el de hoy.

¡Cómo quieren, cómo pretenden que la gente se levante todos los días, pensando que el día hoy va a ser mucho peor que el de mañana! No hay sociedad, no hay país que pueda tolerar. No se trata ni siquiera de ideologías, no se trata ni de déficit fiscal ni de planes de ajuste, de austeridad; se trata de algo más profundo que está conmoviendo a las sociedades y no sean cuenta. No entiendo cómo pueden estar tan ciegos.

Cuando esos jóvenes, hijos de inmigrantes, que no pueden integrarse a las sociedades, terminan envueltos en aventuras suicidas, de locura, muerte y sangre, es porque no ha habido una sociedad, no ha habido un gobierno que los haya convocado a utopía de que un mundo mejor es posible.

¡Cómo pueden creer que este mundo va a sobrevivir cuando los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres! ¡Cómo pueden creer que el mundo es sustentable cuando el 1 por ciento de la población tiene el 45 por ciento de la riqueza y el otro 99 tiene las migajas! ¡Cómo creen que puede sobrevivir una sociedad donde el 60 por ciento de sus jóvenes no tienen trabajo ni puede estudiar! ¡Por Dios!

No se trata de ideología, se trata de humanidad, se trata de derechos elementales por el solo hecho de haber nacido.

¡Cómo puede ser que a un país se le exija poner impuestos a los que menos tienen, prohibirles impuestos a los que más tienen, pedirle que se reduzcan las jubilaciones y sin embargo tener uno de los presupuestos en armas y en defensa más importantes de toda la región de Europa! ¡Cómo creen que esto se puede compatibilizar! ¡Cómo creen que esto puede ser sustentable!

Yo les pido, ya no en nombre ni como Presidenta, sino simplemente como una ciudadana, como un ser humano que cree en Dios y, por sobre todas las cosas, como creo en Dios y el dios que creo no es un dios que solamente se refleja en estatuas, sino que es un dios que vive en cada otro, en el prójimo fundamentalmente. Dios vive en cada uno de nosotros, que no me hablen de Dios sino entienden que Dios está encarnado en el otro, en el que más sufre, en los más vulnerables.

¡Cómo pueden creer, entonces, que una sociedad puede vivir durante años y años amaneciendo cada día con un día peor que el anterior!

Ustedes saben, me desespera por momentos, y ustedes dirán pero bueno qué importa, estamos en Argentina, las cosas están yendo bien, estamos creciendo, de las cuentas públicas estamos desendeudados, pero quiero que entiendan una cosa y que la entiendan también todos los dirigentes y nuestros compatriotas: va a requerir un gran esfuerzo de todos nosotros porque el mundo está cada vez más complejo y lo que pase en el mundo, también va a impactar en nosotros.

Por eso trabajamos tanto en políticas internas de inclusión, para sostener este mercado interno, para sostener esto que hemos construido en estos once años.

No tienen que darme las gracias, tienen que defender lo que ustedes han logrado. Gracias denle a Dios.

Cuando ustedes cantan esa consigna, que es una suerte de consigna puente, como que une y salda historias. Historias que nos tocaron vivir a nosotros cuando teníamos la edad de ustedes y que no fueron tan buenas. Y yo siento, tal vez sea demasiado pretencioso lo que digo, pero siento que estoy saldando o siendo el puente de lo que no se pudo hacer por errores, por dogmatismos, por cuestiones históricas también de contextualización, no se puede nunca analizar hoy sin tener en cuenta lo que era el mundo hace 30 o 40 años atrás.

Pero siento que estamos construyendo un puente para lo que viene, para que ustedes, que son las nuevas generaciones, que deben formarse, que deben educarse porque les estamos dando los instrumentos para que lo hagan, no desaprovechen la oportunidad de estudiar, de prepararse, de capacitarse, por favor.

Tienen que tener mucha capacitación, no solamente capacitación para encontrar un buen trabajo y formar una familia, que es muy importante. La principal capacitación que le puedo o que le podemos dar a alguien, es que tenga la suficiente inteligencia, lucidez y conocimientos para comprender el mundo que los rodea, para entender la realidad que los circunda, para modificar lo que está mal, para apoyar lo que está bien, para profundizar en lo que falta y para eso se requiere preparación.

Por eso, cada día vamos a seguir con estas políticas de inclusión en la ciencia, en la universidad, en la escuela, en los barrios, preparando a los argentinos porque tenemos lo más maravilloso que hoy puede tener un país: tenemos patria, pero a la patria hay que cuidarla para que no vengan por ella y la tenemos que cuidar con inteligencia, la tenemos que cuidar con trabajo, la tenemos que cuidar con perseverancia y yo sé que ustedes son una generación de argentinos que va a cuidar lo logrado. Porque muchos de ustedes recuerdan lo que pasó y no quieren que vuelva a pasar. Pero, fundamentalmente, porque en estos tiempos hemos aprendido que decir soy argentino, no te da vergüenza, sino orgullo.

Gracias y a seguir trabajando con la misma fuerza de siempre, con las mismas convicciones para defender a la patria, que es defender a la familia y a nuestro hijos.

Gracias. (APLAUSOS)

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