Se puso en marcha la campaña de vacunación contra la varicela

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Además de incorporar la vacuna contra el rotavirus, en 2015 el Estado Argentino suma al Calendario Nacional la vacuna contra la varicela. Deben ser vacunados todos los niños que cumplan 15 meses a partir del 1 de enero de 2015.

El ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollan, puso oficialmente en marcha, desde el barrio Costanera Norte de la capital tucumana, la estrategia nacional de vacunación contra la varicela, luego de que concluyera la distribución entre las veinticuatro jurisdicciones argentinas de un primer lote de 200.000 dosis adquiridas por el Estado nacional, para lo cual se invirtieron 160 millones de pesos.

“Esta vacuna cuesta en el sector privado unos 700 pesos y nosotros la aplicamos gratuitamente, de modo que vamos a evitar un promedio de 17 muertes de chicos, 400.000 consultas médicas y unas mil internaciones al año: esto es prevención en su máxima expresión, porque evitamos que los chicos contraigan la enfermedad”, apuntó el ministro.

La vacuna se da en una única dosis de manera inyectable y está indicada para todos los niños que cumplan los 15 meses a partir del 1° de enero de 2015, es decir los que hayan nacido a partir del 1 de octubre de 2013.

Desde este año es gratuita y obligatoria, y está disponible en todos los centros de vacunación y hospitales públicos del país.

¿Por qué es importante esta vacuna?

Se estima que cada año ocurren alrededor de 350.000 a 400.000 casos de varicela en nuestro país. Es la infección eruptiva más frecuente en la infancia. Es altamente contagiosa, y si bien suele ser benigna, algunos casos pueden presentar complicaciones que generan consultas frecuentes al médico, internación, secuelas permanentes e incluso la muerte. Entre 1997 y 2012 hubo 272 fallecimientos por esta causa, con un promedio de 17 muertes anuales y unas mil hospitalizaciones.

La incorporación de esta vacuna gratuita y obligatoria permite proteger no solo a los niños vacunados evitando formas graves de la enfermedad, sino también a sus familias y a la comunidad; especialmente a adultos, embarazadas y personas con enfermedades crónicas que tienen un riesgo mayor de complicaciones producto de la enfermedad.