PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE LA INAUGURACIÓN DEL CENTRO CULTURAL “NÉSTOR KIRCHNER”, EN LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES.

Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas y especialmente a los hombres y mujeres de la cultura, que hoy nos acompañan, esta es su casa, este es su lugar, a partir de hoy, que estamos poniendo en funcionamiento el centro cultural más importante de Latinoamérica. (APLAUSOS)

El corto, que recién se exhibió, me exime de mayores comentarios, en cuanto a la increíble obra, porque no solamente en sí misma es una obra de arte, donde hoy estamos, de creación, de talento humano. Para que tengan una idea, en estos momentos, estamos sentados sobre “La Ballena Azul”, pero estamos sentados, además, sobre el techo de la Sala Filarmónica más importante también de Latinoamérica, para casi 2.000 espectadores. (APLAUSOS)

Esa maravillosa lámpara también, de más de 2.300 metros cuadrados y que toma diferentes colores, no es solamente una lámpara, va a albergar también espacios y museos modernos de artes decorativos y lo que nos rodea, porque estamos en el corazón industrial del viejo Palacio de Correos.

Con Néstor, el 25 de mayo, el 24 de mayo – para ser más exactos – del Bicentenario inaugurábamos lo que era la parte noble del edificio, o sea la estructura antigua que había sido absolutamente restaurada y refaccionada. Hoy estamos en los más de 50 mil metros cuadrados, construidos en lo que se denomina el corazón industrial del Correo, y que ya no da sobre la Plaza y frente a la Casa de Gobierno, sino que se ingresaba por la Calle Corrientes.

Y esto que los arquitectos me mandaron, hoy, y que es la estructura sobre la que se montó, y que son los nueve pisos y que ellos denominan “La Jaula”, yo quiero cambiarle el nombre. “La Jaula” no me gusta, la jaula significa la negación de la libertad. Yo creo que cada uno de esos pequeños cuadraditos, en los cuales se asoman todos los trabajadores, que construyeron este edificio… los compañeros de la construcción ahí están, se escuchan.

Y quiero cambiarle el nombre a “La Jaula”, quiero que no se llame más así – arquitecto - quiero que se llame “La Colmena”, porque es el aspecto que tiene: una colmena, son las pequeñas ventanitas de una colmena llena de abejas, que construyen colectivamente un proyecto no solamente de Centro Cultural, sino también un proyecto de país, eso es trabajo, la cultura es trabajo, no es divertimento únicamente, ni esparcimiento, es trabajo. (APLAUSOS)

Y también decirles que es un viejo sueño, para él, para Néstor, el Correo no era solamente una obra cultural, formaba parte de su infancia. Su padre, trabajador del Correo, empezó como cartero y terminó siendo el Tesorero del Correo, de Santa Cruz, allá en Río Gallegos y lo traía de muy chico. Me acuerdo que, cuando ingresamos aquel día, nos contaba cómo su padre lo traía, cada vez que viajaba a Buenos Aires, aquí.

Y este maravilloso edificio, que tardó más de 30 años en construirse, porque había sido comenzado a construir en 1889, pero las crisis económicas y los diversos problemas lo impidieron y recién se terminó, en 1928, si mal no recuerdo. Fíjense cómo también la infraestructura está guiada y unida al proceso económico y a los vaivenes de los procesos económicos, como la propia cultura.

En un magnífico trabajo, que me entregó la ministra de Cultura, y que hoy subí a la red, se explica cómo el auge de la cultura tiene que ver también con el auge económico. No hay cultura, porque cuando la Argentina explotó la única cultura que existía era la del trueque y la de sobrevivir. Hoy tenemos una cultura de crecimiento, de generación de contenidos audiovisual nacional. (APLAUSOS).

Sin ir más lejos, antes de llegar aquí me llegó la noticia, que en la muestra de Cannes, la película argentina: “La Patota” ha sido premiada como la gran película de la Semana de la Crítica, del Festival de Cannes. Este filme está dirigido por el joven director, Santiago Mitre, y protagonizado por Dolores Fonzi. Felicitaciones al director, a los artistas, a los técnicos y también al INCAA, que ha permitido la realización de noveles directores, la realización de actrices, de actores, el crecimiento de los contenidos audiovisuales de una manera exponencial. (APLAUSOS)

Y yo les decía que la verdad que es un día de muchas emociones, porque esto es imponente, es imponente el lugar, pero es imponente la historia. Les decía que se tardaron más de 30 años en construir el edificio y nosotros hemos refuncionalizado el edificio, que es mucho más difícil que construir algo de cero, en seis años en tiempo récord de una obra de arquitectura, que no tengan lugar a dudas va a estar como un ícono, un emblema y que nos iguala con los grandes centros culturales de todo el mundo. (APLAUSOS)

Esta inversión en materia cultural, no quiero olvidarme de nada, quiero mencionar – por ejemplo – entre otras cosas, que entre el 2003 y el 2015 hemos invertido, solamente desde el área de infraestructura, sin contar la inversión de INCAA y de otras áreas del ministerio de Cultura, más de 24.000 millones de pesos en cultura, nunca en la Argentina… (APLAUSOS)

Desde este Centro Cultural “Kirchner” – que el aviso decía que tiene 100.000 metros cuadrados – y yo no puedo con mi genio y lo voy a corregir: tiene más de 115.000, tiene 116.840 metros cuadrados para todos los argentinos, de auditorios, de salas de concierto, de museos. También el Programa de Igualdad Cultural, que ha concitado más de 760 shows y espectáculos de la cultura, con más de 14.000 músicos y artistas, que han trabajado en estos años, con más 100.000 trabajadores, técnicos, iluminadores, los cableros o tira cables. También los contenidos digitales, más de 28 centros de producción audiovisual, 470 series y documentales, con más de 5.000 artistas, habiendo logrados dos importantes premios, los primeros dos Emmy, que Cristina Banegas y Darío Grandinetti lograron para todos los argentinos. (APLAUSOS)

El Programa “Enamorar”, que reúne a más de 100 organizaciones no gubernamentales; la inclusión digital, con más de 213 núcleos de acceso al conocimiento y 127 puntos digitales; incluso digital en todo el país, a lo largo y a lo ancho, televisión digital, que democratiza – junto a la Ley de Servicios Audiovisuales – cuando nos la dejen aplicar. Si pudimos hacer todas estas cosas - con tantas cautelares - imagínense las que vamos a hacer cuando la Ley pueda funcionar a pleno para los 40 millones de argentinos y para democratizar definitivamente la información y la comunicación. (APLAUSOS)

Televisión Digital: 84 estaciones de televisión digital;12.00 escuelas rurales; 1.500.000 decodificadores; fibra óptica en el Programa “Argentina Conectada”, más de 35.000 kilómetros de fibra óptica, tendidos desde La Quiaca hasta la Patagonia, dándole al país la posibilidad de tener igualdad. Esto no lo puede hacer la inversión privada, sino lo hace el Estado no lo hace nadie, como este gran Centro Cultural. (APLAUSOS) Ciento por ciento de cobertura de todo el país con fibra digital, con desarrollo satelital, porque también, poner un satélite geoestacional comunicaciones por primera vez y comunicar a todo el país, es también soberanía en materia de comunicación. Inversión que hemos hecho, cines y teatros, 54 obras de infraestructura para la puesta en valor de teatros desde Altos Hornos de Zapla, en Jujuy, hasta el cine teatro Español, en Chubut, allá en la Patagonia Sur.

Los indicadores culturales, que están íntimamente vinculados a la economía, porque esto es bueno saberlo. La economía tiene que estar unida también a la promoción de estos acontecimientos. No necesariamente cuando se crece económicamente, se crece culturalmente. Se puede crecer económicamente y, sin embargo, no prestar la atención a la cultura y no tener el efecto redistributivo que tiene el acceso a los bienes culturales, como este que, además de ser un modelo de crecimiento económico, es un modelo de inclusión social y, por lo tanto, un modelo de desarrollo, la cultura ha seguido el crecimiento económico y se ha manifestado en el crecimiento geométrico de la producción de contenidos audiovisuales nacionales, de películas nacionales, de espectadores que prefieren el teatro.

El otro día leía las palabras de un importante productor teatral argentino, emblemático que decía como nunca están llenas todas las salas de teatro en Buenos Aires, pero no solamente ya para los que viven en la ciudad de Buenos Aires, sino también para los hombres y mujeres que vienen del interior o cuando también el teatro y la cultura, porque encuentra espacios que hemos construido en el interior profundo del país, pueden ir allí, más de cien casas del Bicentenario distribuidas a lo largo y a lo ancho del país.

También, el patrimonio religioso. Sí, también nos hemos ocupado de reconstruir lo que significa el patrimonio religioso de los argentinos. Hay más de 58 obras para la recuperación del patrimonio histórico ecuménico, desde la Sinagoga Brener, el Moisés Ville, en Santa Fe, hasta la Parroquia Inmaculado Corazón de María, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Muchísimas iglesias.

Pero yo quiero referirme específicamente a una que está muy en el corazón, como todas las iglesias, pero que tiene un valor emblemático. Por eso, el Tedeum de este próximo 25 de mayo, que ya asoma, quiero realizarlo en la Basílica de la Virgen de Luján, Patrona de los argentinos, Patrona de la Argentina.

Esa Basílica, que también fue la licitación pública número uno firmada durante el gobierno del presidente Kirchner, en el año 2003, fue la primera licitación de obra pública que se decidió. Y la terminamos de restaurar, de reconstruir este año 2015, a 12 años que él le contara a los argentinos que tenía un sueño, que era el sueño de ver una Argentina levantada, reconstruida en la cual pudiéramos los argentinos mirarnos a los ojos.

Hoy, cuando ingresaba a este lugar, un espectáculo maravilloso, se lanzaban por las ventanas estrellitas, traje esta estrellita, seguramente desde algún lugar nos está mirando y está viendo esto que fue su sueño y que pudimos convertir los argentinos en realidad hoy.

Esa Basílica de Luján, fue también muy emblemática. Tengo acá algunas fotos, que ya están subidas en la red de mi cuenta, como si fuera casi una metáfora: la cruz mayor de la Basílica de Luján se desplomó en junio del año 2000, se vino abajo y quedó enterrada en el suelo. Cuando llegamos al gobierno, todavía la cruz estaba allí enterrada; nos tocó desenterrar esa cruz y muchas cruces más y nos dedicamos a restaurar esa Basílica, que van a poder ver todos los argentinos totalmente terminada este 25 de mayo.

Quiero estar ahí como un símbolo de que hemos logrado, en estos doce años felices y tristes al mismo tiempo, porque la vida es así, ni todo es tristeza ni todo es felicidad, sino no sería vida y, además, porque si no tenés felicidad, cómo te das cuenta cuando estás triste. Así que, bueno, vamos a estar allí este 25 de mayo.

Yo quiero decirles a todos que para mí es una inmensa emoción. Quiero agradecerle a la gente, a través del Ministro Julio De Vido, del Ministerio de Planificación Federal que tanto ha trabajado por este Centro; quiero agradecerle a Teresa por todo el programa que está desarrollando y que va a seguir desarrollando; quiero contarles y decirles a todos los argentinos, que ya pueden comenzar a ingresar a este lugar. Ningún centro cultural, cuando se pone en marcha y en funcionamiento, está totalmente terminado. Faltan pequeños detalles que van a seguir trabajándose, pero igualmente va a estar en plena funcionalidad, por ejemplo, la sala donde toca la filarmónica. El domingo 24 el Himno Nacional se toca desde esta sala filarmónica para todos los argentinos.

Quiero agradecerles a todos los arquitectos, a los técnicos que trabajaron en esta magnífica obra; a los obreros de la construcción que pusieron su corazón.
Quiero contarles que junto al sueño de él, también estaban los míos con respecto a esto. Yo me asomaba cuando él era presidente, allá por el 2004, 2005, 2006 por los balconcitos primero de costado, porque la ventana que estaba a su espalda, había sido tapiada, había sido hormigonada literalmente durante la dictadura porque los presidentes que se sentaban ahí, tenían miedo, no sé, tendrían miedo de que alguien les atacara por la espalda.

Él mandó volver al reconstruir la ventana original, de la cual ahora se puede ver lo que en ese momento era el Palacio de Correos y que hoy es el Centro Cultural. Pero quiero contarles que me asomaba por las ventanas y tenía tres miradas: una era a los cimientos tapados de agua de la vieja Aduana Taylor, que se veía desde las ventanas del despacho y tenía el sueño de construir un museo ahí que contara la historia de los argentinos y construimos el Museo del Bicentenario.

El otro sueño, era este y, el tercer sueño, no sé si contarlo porque no es de mi jurisdicción, pero soñaba con que la Reserva Ecológica fuera un inmenso parque, grande, grande, verde, verde, verde junto al río como una inmenso pulmón, así como el Bois de Boulogne, en París, o el Central Park, de Nueva York.

Bueno, alguna vez vamos a poder construir también nuestros sueños en la Capital y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como los construimos en el país.

Saben que soy terca y porfiada como pocas y si no me toca a mí o no le toca a alguno cercano a nosotros, le va a tocar a alguno de los miles de jóvenes, cientos de miles de jóvenes que quieren Patria.

Y hoy, cuando estábamos viendo esas magníficas imágenes que recién recorría la televisión, ya siendo noche en Buenos Aires, ahora cuando termine voy a recorrer todo el Museo y voy a ir a mi lugar preferido, que también fue una idea mía. Que me perdonen los arquitectos creadores, pero a mí se me ocurrió que la pizarra, la mansarda de la pizarra transparente, que no había sido pensada como transparente porque de acuerdo a la Ley de Patrimonio Histórico nada puede ser modificado en el exterior y tenés que tener la autorización de la Comisión Especial y también porque si no sería distorsionar todo el patrimonio cultural, y le encargué a Julio, “Julio, por favor, lográ que nos autoricen que esa cúpula sea transparente y que le podamos dar iluminación y que pueda tener, primero la bandera argentina y después, cada vez que venga un mandatario extranjero que podamos tener en la cúpula de este Centro Cultural, el color de la bandera del presidente que visite nuestro país como una muestra de bienvenida de los argentinos al resto de los hermanos de América del Sur y de todo el mundo”. Y la verdad que lo logramos y lo conseguimos.

Y hoy también, esa cúpula, que tiene dos terrazas que son puntos de vista panorámicos, con capacidad para 260 personas, va a poder ser desde un café, desde un restaurante hasta un café concert. Saben qué sueño con la vuelta del café concert. Yo soy un poco vieja, me encaban los café concert y porque además, se hicieron cosas maravillosas: se acuerdan del “Gallo Cojo”, ¡por Dios, qué viejas que estamos algunas que nos acordamos de aquellas épocas! Los más jóvenes deben decir “el Gallo Cojo, ¡qué está hablando esta mujer!”.
Pero bueno, se acuerdan de esa Cipe Lincovski maravillosa también, trabajando en café concert y tantos otros y otras, no quiero ser injusta con nadie, tantos maravillosos artistas argentinos, que nos llenan de orgullo, como nos llenan de orgullo hoy con este premio y con otros premios que hemos logrado.

Por eso, la economía floreciente trae también la cultura floreciente. Ha sido así también en las grandes etapas de la humanidad. Y hoy tenemos que celebrar que gracias a que hemos podido construir sólidos cimientos económicos en este país, tenemos también sólidos cimientos en la cultura como este Centro Cultural Kirchner que les agradezco al Parlamento argentino la sanción de la Ley y también les agradezco a todos que nos hayan acompañado en este día histórico.

Estoy muy emocionada realmente, siento que por momentos me falta el aire. Pero quédense tranquilos, o intranquilos algunos otros, pienso seguir respirando cada día más, porque es maravillosa la vida y hay que ayudar a todos a que la vivan mejor también.

Muchas gracias argentinos, muchas gracias. (APLAUSOS)