Palabras del jefe de Gabinete, en el Encuentro con rectores de las Universidades Nacionales

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PALABRAS DEL JEFE DE GABINETE DE MINISTROS, JORGE CAPITANICH, EN EL ENCUENTRO JUNTO AL MINISTRO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN, ALBERTO SILEONI, EL SECRETARIO DE POLÍTICAS UNIVERSITARIAS, ALDO LUIS CABALLERO, CON RECTORES DE LAS UNIVERSIDADES NACIONALES, EN EL SALÓN DE LAS MUJERES ARGENTINAS DEL BICENTENARIO, EN LA CASA DE GOBIERNO.

Muy buenos días a todas y a todos.

Distinguido amigo y ministro Alberto Sileoni, secretarios que me acompañan y cada uno de ustedes, rectores y rectoras de universidades nacionales públicas y privadas, muchísimas gracias por vuestra presencia aquí.

El objetivo de esta breve reunión es la construcción de una agenda en común por una razón muy sencilla: en virtud del artículo 100 y 101 de la Constitución Nacional, tengo la responsabilidad de la ejecución del Presupuesto público, en el marco de la ejecución presupuestaria y, en virtud de ello, hacemos una evaluación sistemática a la asignación por finalidad y función de cada una de las partidas presupuestarias.

El sistema universitario en Argentina felizmente, ha tenido un crecimiento extraordinariamente importante. Nosotros teníamos en el año 1983, tan solo 26 universidades nacionales. Hoy tenemos 51 y están en proceso de discusión en el ámbito del Congreso para su eventual promulgación otras universidades nacionales.

Pero hemos tenido efectivamente en este período 2003-2014, una evolución de egresos en el sistema universitario equivalente a prácticamente el 80 por ciento. Esto es que existen aproximadamente 117.000 egresados por año en el sistema universitario argentino. Y, en este contexto, también hemos podido observar una evolución positiva de la matrícula universitaria: 34 por ciento es el incremento de la matrícula universitaria tanto pública como privada. Por ejemplo en materia privada, de 203.271 alumnos en el año 2003 a 419.274 alumnos en el año 2014.

Esto implica que efectivamente tenemos más alumnos y tenemos más egresados y tenemos más presupuesto. El sistema público tenía en el año 2003 el equivalente a 1.800 millones de pesos de presupuesto y hoy, tenemos aproximadamente 32.000 millones de pesos de presupuesto, con un incremento adicional de partidas en función de metas que alcanzará en el año 2015, el monto equivalente a casi 42.000 millones de pesos. Esto implica, que del 0.51 por ciento del Producto Interno Bruto, superará el 1 por ciento, lo cual implica un esfuerzo por parte del Estado para el financiamiento del sistema universitario a través de las partidas presupuestarias correspondientes. Esto implica más inversión en infraestructura edilicia, más inversión en laboratorios, más inversión en becas de perfeccionamiento y especialización y esto también está absolutamente vinculado a un sistema de becas que la Jefatura de Gabinete de Ministros ha implementado, que se llama el plan "BECAR", conjuntamente con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, que lidera Lino Barañao. Son aproximadamente 28 millones de dólares, 1.500 becas de especialización a través de distintos países, desde Estados Unidos, Corea del Sur, Francia, Italia, Brasil por citar algunos países con los cuales tenemos mecanismos de cooperación para la formación de nuestros profesionales, técnicos y científicos.

Obviamente también esto se inscribe con la repatriación de prácticamente 1.116 científicos y tecnólogos en la Argentina, y esto también implica del 0,68 al 0,75 por ciento de incremento de la partida presupuestaria destinada a ciencia y tecnología en el país.

Todo eso es muy positivo, pero lo que nosotros pretendemos a través de esta reunión, es aunar esfuerzos entre el sector público y el sector privado, desde el punto de vista de la formación científica tecnológica de técnicos y profesionales con el objeto de orientar también a la perspectiva y a la estrategia de crecimiento y desarrollo que tiene el país.

Nosotros tenemos un proceso de evaluación sistemática de 36 cadenas de valor, cadenas de valor que van desde la producción de limón, que tiene un componente esencial en el desenvolvimiento de las economías regionales, principalmente en la provincia de Tucumán, hasta peras y manzanas hasta lo que significa la producción olivícola, hasta la producción de cereales y oleaginosas, hasta lo que significa la producción de electrodomésticos o la industria automotriz. En fin, digamos, múltiples complejos productivos estratégicos que conforman cadenas de valor y que ineludiblemente demandan un proceso de formación por parte del sistema educativo y, en ese sentido, existe una tendencia muy pronunciada a favor. Ejemplo, la industria del software.

La industria del software ha tenido un incremento de casi 20.000 empleos en el año 2003 a más de 81.000 empleos en el año 2014, con una perspectiva a completar cerca de 100.000 empleos, con una expansión significativa de más de 1.000 millones de dólares de expansión de exportaciones que tiende a seguir creciendo en forma sistemática, lo cual implica la necesidad de una calificación sistemática y periódica en términos de analistas, ingenieros en programación, etcétera.

Pero también nosotros tenemos la segunda y la cuarta reserva de gas y petróleo no convencional, por lo tanto toda la cadena de valor hidrocarburífera, desde la metalmecánica instalada hasta los procesos de extracción de petróleo, son absolutamente necesarios para mejorar y perfeccionar el desarrollo de la producción de energía en el país, energía convencional de petróleo y gas, no convencional pero también de energías renovables, desde el punto de vista de la producción de energía eólica, por citar a otras variantes de producción de energía solar.

La República Argentina tiene todas las condiciones para integrar cadenas de valor asociadas a la producción de energía y a la especialización desde el punto de vista de la formación de recursos humanos.

Lo mismo que la minería. Nosotros tenemos claramente un liderazgo entre los 10 primeros países del mundo desde oro, plata, cobre, litio, por citar también potasio entre otros minerales, y es muy importante el proceso de formación de toda la cadena de valor para el procesamiento de los minerales, y en consecuencia, la producción de una matriz de insumo producto que permita la agregación de valor y la multiplicación de empleo de buena calidad, para lo cual se necesita obviamente la formación estratégica de recursos humanos en esta materia.

Lo mismo que lo que significa la producción agroalimentaria en la Argentina, que estamos teniendo un proceso de expansión en superficie pero también en rendimiento por hectárea, y esto implica desde la industria metalmecánica para la producción de maquinarias y herramientas hasta lo que significa definitivamente la genética vegetal a través de la biotecnología moderna que permite incrementar la productividad y el rendimiento por hectárea.

Nosotros hemos tenido en este sentido, un avance muy significativo desde el punto de vista de la producción de cosechadoras, por ejemplo, el 35 por ciento de las cosechadoras de producción nacional, el 50 por ciento de tractores de producción nacional, el 100 por ciento de los implementos agrícolas de producción nacional, el 90 por ciento de las fumigadoras de producción nacional y aumenta considerablemente la parte proporcional de insumos y bienes intermedios de producción nacional respecto a los bienes finales que efectivamente se elaboran. Esto es producto también, del desarrollo de múltiples incentivos.

En este sentido, por ejemplo, en la formación de ingenieros. La meta de formación de ingenieros, era de 10.000 ingenieros por año para el año 2016. Estamos llegando en el año 2014 al cumplimiento de esa meta. Esto es muy bueno en virtud de los incentivos existentes. Pero, en tanto y en cuanto las perspectivas de crecimiento de la economía crezcan, obviamente se incrementará el nivel de demanda de múltiples carreras, por ejemplo, ingeniería.

Entonces, no cabe la menor duda que integrando las cadenas de valor, maximizando la composición de la producción local en términos del producto final y manifestándonos en una estrategia de integración de todas las cadenas de valor en donde el valor agregado de formación técnica y profesional tiene una incidencia gravitante, no cabe la menor duda que vamos a tener una gran interacción entre el sistema universitario de formaciones científico tecnológico con la producción final de bienes.

El caso arquetípico, quizás sea ARSAT porque constituye, definitivamente, una coexistencia de dos empresas como INVAP y ARSAT para el lanzamiento de un satélite que tiene 1.300.000 horas/hombre de científicos y técnicos, el 70 por ciento del valor agregado final del satélite construido y luego en lanzamiento.

O sea, no cabe la menor duda que todos estamos en directa vinculación a generar las condiciones para que el sistema universitario esté debidamente en vinculación con el proceso productivo nacional y las perspectivas para el desarrollo del país.

En consecuencia, lo que nosotros queríamos construir con ustedes, es una agenda conjunta y estimular, a través de incentivos, desde el punto de vista del Presupuesto público, para generar los mecanismos de formación de recursos humanos asociados a cadenas de valor cuyos requerimientos son crecientes. Y, en ese sentido, nosotros creemos que están dadas las condiciones.

La meta que oportunamente se fijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para la formación de ingenieros, está siendo cumplida. Creemos que esta es una modalidad muy adecuada, desde el otorgamiento de becas y el incentivo a los estudiantes, hasta los mecanismos de asignación presupuestaria en materia de infraestructura, tecnología, laboratorios para las universidades.

Y por eso queremos avanzar con ustedes, trabajando en forma coordinada, estimulando los mecanismos necesarios para la asignación de recursos presupuestarios que nos permitan lograr la formación adecuada y la excelente calificación de los recursos para que dentro de cada cadena de valor, la agregación de valor, la industrialización en origen y la producción de bienes y servicios, se convierta en una interacción en donde, el sector público, interactúe con el sector privado, para cumplir objetivos y metas en común.

Creemos que ustedes pueden aportar iniciativas en tal sentido, pueden fomentar una estrategia que sea concurrente con el objetivo que promueve y formula el Estado y es por eso que los hemos convocado, aceptamos sugerencias, recomendaciones e ideas que puedan enriquecer esta iniciativa y nosotros queremos tener en el primer trimestre del año próximo, un plan operativo con objetivos y metas, estrategias y asignación de recursos para iniciar estos procesos.

Y hemos convocado a distintas universidades que tienen raigambre de carácter regional. Cada uno de ustedes sabe lo que significa efectivamente las necesidades de cada una de las regiones para la transformación de los procesos productivos en sus respectivas regiones. Ejemplo: nuevas implantaciones de peras y manzanas requieren un desarrollo tanto de financiamiento de inversión pero también de recursos humanos que los puedan llevar a cabo. O lo mismo que la transformación de vegetales en carne o procesos de integración de todas las cadenas de valor en términos de localización de estas inversiones y de formación de recursos humanos.

Creo que estamos en la buena senda para direccionar adecuadamente estos recursos e interactuar entre el sistema público y privado a los efectos de garantizar un sistema universitario que responda a las reales necesidades de la estrategia del crecimiento del país.

Por eso nosotros creemos que es muy interesante revisar las metas del Plan Estratégico Agropecuario, del Plan Estratégico Industrial, del Plan Científico Tecnológico, es decir, de todos los objetivos y las metas estratégicamente formuladas con la participación también de las universidades públicas a los efectos de revisar los mecanismos de asignación de recursos para la formación de recursos humanos con el objeto de garantizar sistemas de incentivos muy claros por parte del Presupuesto público al sistema universitario.

Esto significa que el sistema de asignación de recursos del Presupuesto público, tendrá en forma creciente, en forma plurianual más incentivos en tanto y en cuanto coadyuve o contribuya a la formación de recursos humanos específicamente necesarios para la integración de cadenas de valor cuyos requerimientos sean esenciales para el crecimiento productivo en materia de bienes y servicios del país.

Nos parece que los sistemas de incentivos, deberían funcionar correctamente. Y no hay nada mejor para que funcionen correctamente los incentivos, que lograr una participación muy clara de toda la comunidad universitaria, de todo el sistema universitario y, obviamente, la interacción entre el sistema universitario y el sistema productivo, porque esa será la base para garantizar que los recursos sean bien orientados y cumplan específicamente la finalidad para la cual deben estar asignados.

Muchas gracias. (APLAUSOS)

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El jefe de Gabinete y el ministro Sileoni, en el Encuentro con rectores de Universidades Nacionales.
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