PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN EL ACTO DE ENTREGA DE LIBRETAS DE CAPACITACIÓN A TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCIÓN

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN EL ACTO DE ENTREGA DE LIBRETAS DE CAPACITACIÓN A TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCIÓN

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Señor vicepresidente de la Nación; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales, señores legisladores; amigo y compañero secretario general y secretario adjunto de la UOCRA; compañeros presentes; señores empresarios; señoras, señores: la verdad, más allá de lo que bien decían Gerardo y el Ministro, muy pocos cuando en el 2004 lanzamos este plan pensaban que todavía íbamos a estar en el gobierno. Siempre recuerdo que el ex director de un matutino nacional decía que íbamos a durar poquitos meses, porque él eso lo había escuchado en algún lugar importante del mundo. Bueno, se equivocó, espero que cuando termine mi mandato el 10 de diciembre escriba un artículo y diga “la verdad que me equivoqué, fue un acto fallido”. Estas son las cosas que pasan a cotidiano, cuando uno tiene la responsabilidad de hacer cosas acierta y se equivoca, cuando uno tiene la responsabilidad de escribir, y yo lo entiendo, también acierta y se equivoca, es propio del ser humano. Siempre dije que, como alguna dirigente por ahí, hablar de perfección es una actitud fascista absoluta.

Leía recién una declaración de una dirigente opositora que decía que en la Argentina iba a venir un tsunami, yo por las dudas lo miré a Daniel y dije “menos mal que tengo al campeón mundial de motonautas porque me salvo”. (Aplausos) ¡Llevame eh! (Riendo)

La verdad que, en serio, estas predicciones yo las vengo escuchando desde hace tanto tiempo, pero hay que responder sobre las cosas, más cuando uno tiene responsabilidad sobre ciertos temas tiene que responder, no tiene que salir con este tipo de cosas. Pero no importa, esto es una anécdota.

Lo importante es que hoy los trabajadores de gorro amarillo, y blanco como me decían también los capataces y demás, que me llamaron severamente la atención - dicen que también hay algunos gorros colorados, cada día hay más gorros, yo preguntaba si por ahí habían venido de Venezuela -, lo importante es que estos miles y miles de gorros amarillos sintetizan la vuelta del trabajo en la Argentina, la vuelta de la dignidad, la vuelta de la mesa compartida, la vuelta de que el chico pueda estudiar, la vuelta del padre con trabajo, la vuelta a vivir, la vuelta a los sueños.

La verdad que a mí me emociona porque esos 550.000 trabajadores que dijo Gerardo habían quedado de la mano de Dios. Y a ese diputado que ayer decía que en el 2001 la Argentina tenía el puesto 27 en nivel de competitividad y ahora no sé que número tiene, por esa revista The Economist, yo pienso, ¿querido diputado usted no se acordó? Mire esos gorritos amarillos, esos 550.000 argentinos que hoy trabajan. Ojalá que nos pongan en el lugar 550.000, pero que no haya ningún argentino sin trabajo, ninguna mesa sin pan, ningún chico sin ir a la escuela, ningún pibe sin llegar a la universidad. Recuperamos la clase media y la clase trabajadora con movilidad ascendente y los empresarios nacionales. Esos empresarios nacionales que se quedaron en la Argentina, en la crisis, en el 2001 cuando veían que quebraban, empezó a caer la producción de la industria y de medios también. Se quedaron en la Argentina y afrontaron con valentía a riesgo de perder toda una vida de trabajo para que este país pudiera salir adelante. Eso tiene una valoración absoluta y la sociedad lo va a reconocer, no tengo ninguna duda.

Por eso hoy estoy feliz, Ministro, Gerardo, compañeros y amigos empresarios, por la capacitación, estamos capacitando las manos de trabajadores argentinos o que viven en la Argentina, hermanos latinoamericanos, para que puedan llevar su oficio con toda dignidad y ser de los mejores recursos humanos que hay en la región, reconocido por todos, los trabajadores argentinos en la construcción son reconocidos y elogiados donde voy en toda Latinoamérica, y esto para mí es un profundo orgullo. Y también es un profundo orgullo que muchos latinoamericanos estén trabajando en la construcción en la Argentina y podamos ayudar a que hermanos de otras latitudes puedan dar solución a sus problemas.

Me decía la ministra Felisa Miceli, cuando conversábamos ayer, la buena noticia de que tenemos un 9,7 por ciento de desocupación en el primer trimestre, es decir 1 punto 7 menos que el primer trimestre del año pasado, y que había crecido mucho el trabajo en la construcción y que a pesar de las lluvias de todo marzo - ¿vieron lo que fue? – igual se notaba una pirámide ascendente en la construcción, a pesar de todos esos días tremendos de lluvia que tuvimos.

Esto significa que se vuelve a repotenciar fuertemente, se sigue potenciando, sigue caminando fuertemente y esto para nosotros es muy importante porque vamos a seguir trabajando mucho en la construcción. Porque el Ministro y Gerardo lo dijeron con toda exactitud, esta es una discusión vital. Hay economistas neoliberales que dicen que la inversión pública es un gasto público improductivo, total si se hacen viviendas o no se hacen no es problema de ellos; si se hace pavimento o no se hace no es problema de ellos, si se da agua a la gente o no, no es problema de ellos -a ustedes y a los que me miran por televisión-, si hay cloacas o no, no es problema de ellos, total ellos tienen todos los servicios. Si se hacen autopistas o no, todo lo que tiene que tener un país, puertos, infraestructura, hospitales; hospitales, que es parte de la agenda del Gobierno que viene, consolidar la salud pública en la Argentina, porque ahora nosotros al salir del infierno el 10 de diciembre, que esperamos poder hacerlo, tenemos que construir la nueva agenda, la agenda de la Argentina estratégica. Eso es lo que me gustaría estar discutiendo, debatiendo con otros dirigentes de la oposición, profundizando, estudiando.

El país necesita en serio que se jerarquice, que estudiemos, que nos preparemos, que mejoremos, que la gente vea que estamos pensando y construyendo en una Argentina diferente. Porque qué lindo sería que en los procesos electorales la gente no tenga que optar porque se cayó todo y viene de la peor de las situaciones, sino diga “estos trabajaron bien hasta ahora pero miren qué buena propuesta hay acá, puede superar a esta otra propuesta”. Los argentinos son pensantes, son inteligentes, todos; no hay que trabajar para destruir lo que se ha construido. Esa es la vieja cultura política, mirar la paja en el ojo ajeno y no mirarla en el propio, como les está pasando a algunos en estas horas después de algunas definiciones del señor jefe de Gabinete,

Lo que creo es que vivimos un momento muy especial en la Argentina, estamos transitando la salida del infierno, tenemos que construir la agenda del 2007 – 2011, tenemos que construir el proyecto del bicentenario, tenemos que seguir consolidando esta solidaridad policlasista fundamental que es la construcción de la Argentina. Esto no lo digo yo, lo dijo un gran argentino hace muchísimos años, la necesidad de la alianza entre los sectores del trabajo y la clase media con los empresarios nacionales, para construir el necesario frente nacional que nos permita hacer un país con autonomía en la globalización, diría hoy este dirigente si estuviera vivo sin ninguna duda, que ya nos hablaba en aquel tiempo del universalismo, del continentalismo y la globalización posterior, que nos fuéramos preparando.

Hoy no tenemos que construir un país subordinado a la globalización sino con autonomía, entendiendo las reglas de la globalización y empujando fuertemente todos los procesos integradores latinoamericanos y las conversaciones en bloque con los otros bloques del mundo que existen. Esto se exige hoy, por eso es brillante lo que ha hecho Cristina en estas horas.

Yo tuve que dar una dura pelea con el ex presidente de México por el tema ALCA, la dimos con éxito, pero todavía quedan unas fricciones con el ex presidente, a quien respeto por supuesto absolutamente, son visiones diferentes que se tienen en cada momento. Pero esta reunión del presidente Calderón con Cristina restablece y profundiza las relaciones con México en varios aspectos que son muy importantes, un trabajo excelente. Primero la construcción de la relación bilateral que nos permite incrementar el comercio, el intercambio cultural, la identidad común. Segundo el proceso de integración, que es lo que buscábamos intensamente con el presidente Lula, el proceso de integración de México hacia la región, hacia los países de América del Sur, Unasur como le dice el presidente Chávez, la unión de las naciones de América del Sur, y también si se quiere acercar la nación mexicana al MERCOSUR con los brazos abiertos porque necesitamos un bloque fuerte con un gran producto y con una gran posibilidad de negociación con otros bloques del mundo. Cristina fue y realizó la tarea con absoluto éxito en esta gestión. Estas cosas son muy importantes para la gente, va a traer inversión, movimiento, esta es una tarea central que hay que llevar adelante.

La relación de los trabajadores y las empresas, lo que dijo Gerardo acá, y estos sindicatos tienen una historia que los avala de lucha permanente por la defensa del salario del trabajador, de las condiciones del trabajo. También, querido presidente de la Cámara de la Construcción, siempre les digo que los sigan porque hay grandes empresarios de la construcción, pero hay algunos que a veces todavía tienen trabajo en negro que tiene que desaparecer. Soy un mal anfitrión pero lo voy a decir porque si no sería un acto de hipocresía, a veces los traen y los hacen dormir donde no corresponde, los hacen trabajar y no está la libreta. Pero a mí me consta que ustedes como integrantes de la Cámara de la Construcción han puesto todo para combatir el trabajo en negro, sería deshonesto no decirlo, pero que hay empresas que hacen este tipo de cosas al margen del esfuerzo que están haciendo los empresarios no tengan ninguna duda. Por eso es muy bueno recorrer, como lo están haciendo, para saber. Nosotros no queremos trabajadores explotados ni que vengan trabajadores de otro lugar, de otras naciones y aprovechen las circunstancias de radicación o problemas para tratar de explotarlos. Queremos lo que quieren los empresarios y los trabajadores de la construcción, queremos trabajadores que estén en blanco, esto es central y fundamental. En esa tarea Ministro hemos ido avanzando, lentamente pero hemos ido avanzando, pero esa cultura evidentemente hay que desterrarla y lo vamos a hacer con la colaboración y el trabajo mutuo. Los dos han trabajado conjuntamente, es indudable esa tarea, y el Gobierno Nacional también ha aportado junto a ustedes para lograr este tema.

Son las asignaturas pendientes, porque nosotros miramos las cosas que nos van pasando, sabemos que tenemos tantas cosas todos los argentinos para hacer y no las podemos hacer sólo desde del Gobierno, tenemos que hacerlas coordinadamente, trabajando en forma conjunta.

Por eso hoy es un gran día, avanzamos en la capacitación de los trabajadores, en el trabajo conjunto entre empresarios, trabajadores y el Gobierno, y tenemos viva la dinámica que significa la inversión en la construcción de obra pública y privada que es muy fuere en la Argentina y con un concepto, que he charlado con los señores empresarios y por supuesto con los trabajadores, que para nosotros queda claro, sé que esto no les va a gustar a los economistas neoliberales pero la inversión pública es trabajo, es reconversión económica, es crecimiento, es dignidad, es vivir mejor. Y nosotros, entre las recetas que nos llevaron a la tensión de la exclusión, nos quedamos con las recetas que nos llevan a la tensión del crecimiento, porque esto significa un país que está vivo. A veces nos enojamos, a veces discutimos, a veces peleamos, desde la verdad relativa porque nadie tiene la verdad absoluta, pero estamos peleando para que el país crezca mejor. Ustedes lo vivieron, cuando me tocaba ver a mí, con Wagner lo he visto porque ha trabajado mucho en mi provincia, cuando los equipos estaban parados, a pesar de que teníamos un buen nivel de obra, porque no había inversión pública en la Argentina y quedaron muchísimos trabajadores de la construcción como los empresarios con los brazos caídos. Hoy están con los brazos levantados, comprando equipos.

Fíjense como están creciendo las importaciones de bienes de capital. Dicen “disminuyó el superávit comercial”, pero en la forma que disminuyó bienvenido, porque han entrado hasta compra de aviones y muchísimos equipos de la construcción y demás, bienes de capital que se han importado, que todavía no se fabrican en la Argentina. Eso significa que está habiendo inversión y que se está generando crecimiento, esto es muy importante, pero a veces no se detienen a hacer este tipo de análisis, estos análisis hay que hacerlos.

Pero fíjense ustedes que muchos tuvieron que devolver, ingeniero si no me equivoco, equipos que habían comprado en los años ’90, lo tuvieron que hacer porque no los podían pagar después del proceso devaluatorio y todo lo demás. Eso pasó en la Argentina, esa es la Argentina, señor diputado de Río Negro, pobre Saiz, mi amigo Gobernador, la verdad que lo admiro. Realmente me gustaría que pregunten, cuando elogió el lugar en que estaba la Argentina en el 2001, que les pregunten a los señores empresarios cómo devolvían los equipos, esa era la competitividad que teníamos, devolvíamos los equipos que no se podían pagar y que no tenían manera de utilizarse acá.

Pero bueno, la democracia es hermosa, tan hermosa que nosotros seguimos soñando una Argentina que crezca en el 2010 y otros como él y Olivera sueñan con De La Rua, la historia es así. Está bien, esto es bárbaro. Por eso siempre digo que hay que trabajar fuertemente hasta octubre, fuertemente hasta el 2011 y fuertemente para toda la vida de los argentinos, gobierne quien gobierne.

También, solamente una sola cosita voy a decir, espero que el 28 de octubre, Gerardo, Wagner, en serio ingeniero, que las urnas se llenen de buena memoria. Muchas gracias. (APLAUSOS)