PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL HOTEL “15 DE DICIEMBRE” DEL GREMIO DE LOS CAMIONEROS EN LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL HOTEL “15 DE DICIEMBRE” DEL GREMIO DE LOS CAMIONEROS EN LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA

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Señor presidente provisional del honorable Senado de la Nación; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señor Intendente Municipal de la ciudad de Mar del Plata; señor Secretario General de la C.G.T., amigo y compañero Hugo y compañeros de los distintos sindicatos presentes; señores integrantes de la Unión Industrial Argentina, la verdad que es una verdadera alegría ver compartir a los trabajadores y a los industriales una inauguración en forma conjunta, ver el trabajo creativo, es la nueva Argentina que estamos tratando de construir todos; señores representantes del Sindicato de Camioneros; señoras, señores; señora de Hugo, un placer conocerla: la verdad que cuando Hugo dijo que este hotel tenía dos cigüeñas, ponele dos pingüinos ahora. (RISAS Y APLAUSOS) Además, lo primero que me dijo cuando entré fue “acá hay alojamiento gratis para Racing”.
Realmente queríamos estar acá presentes con Cristina y, obviamente, con todos los funcionarios que nos acompañan, porque ésta es una obra que marca un punto de inflexión claro en la sociedad argentina.
Están los que hablan, hablan y hablan o que siempre pueden hablar y están los que hacen, los que hacen y los que luchan cotidiana y diariamente por quienes representan, pero que también luchan por la construcción de una Argentina diferente.
Creo que realmente hay que agradecerle al Sindicato de Camioneros y a Hugo en particular, tres cosas fundamentales: primero, haber creído en la Argentina; segundo, haber colaborado y ayudado desde la crítica constructiva, desde la fortaleza de sus posiciones, con diferencias y con acuerdos y discutiendo la visión de la Argentina que hay que construir, en forma permanente, con una tarea creativa y positiva y, tercero, esto dignifica a los que han tratado de indignificar siempre que son los trabajadores argentinos. Siempre de algún lado sale esa fobia contra quienes representan a los trabajadores y muchas veces los tratan de descalificar como hacen con muchos de nosotros cotidianamente.
Ésta es una realidad, esto va a estar al servicio de los que menos tienen, de muchos que van a poder gozar de vacaciones porque su Sindicato estuvo a la altura de la historia y de las circunstancias y, sobre todo, lo van a poder hacer con dignidad, no los van a tirar en un lugar, sino que vienen acá a tener la dignidad que, Dios quiera, algún día le podamos hacer llegar a todos los argentinos. Porque todavía estamos en el infierno, estamos tratando de salir.
Siempre digo y también lo converso con el Gobernador, con el Intendente, con el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y con todos los amigos, que sueño con que el 10 de diciembre de 2007 le podamos decir a los argentinos que estamos saliendo del infierno, que estamos entrando al purgatorio, que hemos superado este drama que empresarios y trabajadores saben que nos ha pasado a todos los argentinos.
También sabemos que se construye con ideas, con imaginación, con debate, con seriedad, teniendo actitudes positivas, desde la diferencia generando alternativas superadoras y el país necesariamente, queridos amigos, debe evolucionar hacia delante, no podemos seguir mirando hacia atrás y debe renovarse fuertemente. Siempre digo también que no nos pueden seguir representando históricamente aquellos que cada vez que estuvieron no lo hicieron a la altura de la historia. Y no lo digo con ánimo de crítica, sino porque es hora que los argentinos, que las jóvenes generaciones, todos los que quieren apostar a la construcción de un país distinto, piensen cómo piensen, tengan la oportunidad de realizarse y que los dirigentes nos demos cuenta que somos pasantes de la historia, que nos toca vivir un tiempo determinado, que tenemos que tratar de cumplir con esa etapa, como lo está haciendo Hugo en este momento con la representación que tiene, y entender que la evolución del mundo es permanente, que el mundo y el país no se pueden detener en una dirigencia ni en uno, que no es centro de las acciones la individualidad, sino la construcción colectiva que es central y fundamental.
Por eso, cuando veo crecer a Mar del Plata, cuando leíamos en los diarios de hoy sobre la licitación para la construcción de la terminal ferroportuaria, vemos que uno puede mirar a la gente de frente porque estamos cumpliendo entre todos con la palabra empeñada y esto es fundamental.
Tenemos que trabajar con amor, con decisión, con ganas, con alegría, es la única forma de construir sueños. No se construyen sueños llenándose muchas veces de resentimientos, el resentimiento nos hizo mucho daño a los argentinos.
Abramos los brazos, siempre con justicia, siempre sin impunidad, siempre con memoria, pero si hay justicia, no hay impunidad y hay memoria, la convivencia entre todos los argentinos será siempre profundamente posible, grata y hay que lograrlo. Hay que construir el nuevo tiempo que es el que debemos llevar adelante.
Por eso les agradezco profundamente a la Confederación General del Trabajo, a sus distintos gremios, al querido amigo Hugo, con quien nos conocemos de tantos años y que compartimos momentos y cuestiones muy difíciles, a quienes están aquí, a los señores de la Unión Industrial Argentina, también con sus ideas, con su fuerza, con la decisión de invertir y de construir la Argentina productiva, esa Argentina productiva que va a seguir más allá de nosotros mismos, no tengan ninguna duda.
Nunca más tenemos que caer en la idea de los hombres o mujeres providenciales, porque eso nos trajo tremendos dolores de cabeza. Hay una Argentina que se está recreando y que va a generar nuevas alternativas y permanentemente nuevos dirigentes.
Lo que llevamos adelante tanto en la Ciudad como en la provincia de Buenos Aires o con el intendente Katz, los dos con “K”...
Recuerdo que en los años ’70, cuando conversaban habitualmente el general Perón y el doctor Balbín, si se hubiera avanzado y llegado a los muchísimos acuerdos que ellos quisieron llevar adelante y que la intransigencia de muchos lo impidió, la Argentina seguramente sería otra.
Por eso hoy nos tiene que importar la calidad de ser argentinos, porque eso es lo que nos dejaron los grandes dirigentes nacionales como Mariano Moreno, San Martín y demás. Creo que hay que apostar a construir con absoluta amplitud, porque el sectarismo es una acción propia de los miopes que no ven el futuro.
Amplitud, construcción con absoluta generosidad y que los mejores hombres y las mejores mujeres puedan gobernar con fuerza nuestro país; que los mejores hombres y las mejores mujeres puedan representar a los trabajadores; que los mejores hombres y las mejores mujeres puedan demostrar, como lo está haciendo Hugo, que es posible la construcción de este hotel espectacular, que es, a su vez, digno broche de un trabajo fuerte, de haber administrado como corresponde y de haber volcado los fondos allí donde debían hacerlo.
La verdad es que quería estar, quería acompañar porque esto es realizar, esto es trabajar, esto es dignificar y esto nos hace bien a todos y realmente nos pone alegres.
También, si me disculpan, quiero aprovechar y agradecer en nombre suyo, señor Intendente, las múltiples adhesiones de cariño, afecto y demás que he recibido aquí, en Mar del Plata, desde que he llegado. Yo amo a esta Mar del Plata desde siempre y, realmente, le agradezco a la gente el profundo cariño y respeto de todos los marplatenses.
A todos ellos, mi profundo compromiso, junto con el señor Gobernador y con el señor Intendente, y muchas gracias, muchas gracias porque cada mirada de afecto, cada apretón de manos no saben la potencialidad y la fuerza que dan.
A todos, muchísimas gracias, gracias por compartir este momento, gracias Hugo por haberme invitado y sentite feliz, sentite contento, siempre va a estar aquél que va a decir cualquier cosa, como dicen a veces, pero sabes qué pasa, que cuando se escriba la historia, los camioneros fueron capaces, en tu nombre y de los trabajadores, de hacer esta obra que enorgullece a los marplatenses y a los argentinos.
Muchas gracias. (APLAUSOS)